
t r e i t a í t r e s
—Un besito más y ya—Susurro con los labios pegados a los de su bebé.
—Eso dijiste hace cinco besos—Se río el menor, Jimin se limito a sonreír y mirarlo con adoración mientras sus juguetonas manos acariciaban la pancita ya más notoria de YoonGi por debajo de la camisa de este.
—Oh~ el gatito conto los besos—Le miro divertido y YoonGi se sonrojo, entonces el azabache volvio a tomar los labios del palido en un beso lleno de dulzura.
Abrazo con cuidado el torso de su bebé sin evitar acariciar nuevamente la hinchadita barriga de su esposo, y es que ¿como no hacerlo? Jimin estaba seguro que se enamoro por segunda vez a medida que veía el estomago de YoonGi tomar forma.
—Ya Jiminnie—susurro—Tienes que ir a trabajar—Jimin no prestó atención debido a lo hermoso que se sentia abrazar a su embarazo esposo, tanto que sus sentidos auditivos fallaban estando así, cuando un sonidito de estomago capto su atención:
—Quiero...quiero ensalada de frutas, con chocolate...si...chocolate —El azabache finalmente le miro.
—¿Quieres que te compré eso?—YoonGi asintió —Lo que quiera mi rey y mi principito— finalizó juntando sus frentes.
—Pero vas a trabajar—Jimin volvio a tomar sus labios, y es que no podia evitarlo, amaba demasiado a su bebé y a su aún más pequeño otro bebé. Era de esos días donde el pelí negro no queria apartar a YoonGi de su lado, no querías dejar de abrazarlo, se sentia tan dichoso con él entre sus brazos.
YoonGi guardo silencio y dejo que Jimin le abrazara, besara y acariciara todo lo que quisiese, podía sentir a Jimin suspirar con alegria casi palpante y eso le hizo sonreír, sonrisa que no paso desapercibida por él mayor, quien sonriendo igualmente le dio un beso esquimal, pero su pequeño (es decir su hijo) no parecía estar de acuerdo, no cuando escucho él estomago de YoonGi pedir alimento y mirar los ojos de este ponerse llorosos por quien sabe que.
Jimin le miro preocupado y un tanto divertido, una extraña combinación, pero ultimamente comenzaba a experimentar sentimientos mezclados de manera extraña.
—Tengo hambre, Hyung...—Solto YoonGi limpiándose las pequeñas lagrimas que escaparon de sus orbes. Y es que el YoonGi berrinchudo y mimado no se había ido, aún con dos meses y medio de embarazo ya, pero como siempre a su esposo no parecia molestarle, no cuando este se moría cada vez que pedia un antojo, Jimin se levantaba feliz de la vida en la madrugada y preparaba o iba a comprar lo que su bello esposo quería, todo para al complacerlo, poder tenerlo entre sus brazos mientras mimaba su pancita y hablaba agudamente con su hijo.
—Vamos a que comas lo que quieras, amor—Le alzó en brazos—¿si?—YoonGi le observo ceñudo.
—Pero Jimin va a trabajar —El mencionado beso su mejilla y sonrio de lado.
—Si, pero vendras conmigo, bebé, ¿si?, no puedo dejarte, no quiero—Se pegó al cuello de su bebé—Te amo mucho, Yoonnie.—Su voz era un anestesiante para YoonGi, ya que le producía tanta tranquilidad que este siempre terminaba descansando en el pecho de Jimin o de plano dejándose mimar.
—Si, pero Jiminnie—Le llamó—trabajaras, ¿verdad?
—Bueno, estare en la empresa.
—¡Jiminnie!—Le reprendió el menor, conociendo como era Jimin cuando este iba a la empresa con el, básicamente Jimin teniéndolo sentado en sus piernas acariciándolo y dejandole el trabajo a Namjoon.
—Iremos al medico depúes—Cambio de tema—Para que nos digan que tal va nuestro angelito, ¿si?—YoonGi asintió y pucheriando le miro:
—Vas a trabajar, ¿verdad?—Jimin suspiro y ¿como negarse ante los encantos de su bebé?
—Esta bien, esta bien—YoonGi sabía que Jimin no le haria caso y este a su vez pensaba lo mismo, pero ninguno dijo más a parte de:
—Vamos a alimentar a los reyes de la casa—Dijo Jimin bajando a YoonGi y tomando su mano, para seguidamente ir a algún restaurante.
Sería un buen día.
🍃🍂
~Nos leemos~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro