Alec había sentido su cuerpo estremecerse cuando el alma salió.

Se encontró con su mirada en el espejo, y pensó en Magnus, en sus ojos el primer día -verde dorado- antes de oscurecerse, se dio la vuelta para mirar de frente al alma.

Estaba cambiando, Alec lo había notado, por eso no dejaba que saliera frente a nadie.

Volvía a sentirse como cuando su alma era blanca y no la mostraba nunca...no hasta que Edward se lo pidió.

Y ahora, de nuevo, no quería mostrar su alma a nadie. Le había gustado cuando era azul, un azul como sus ojos, cuando era el alma de Magnus y se adaptó tan rápido a él, pero ahora estaba cambiando, y Alec no sabía si eso era bueno o malo.

Él no era como Magnus, él no había hecho ninguna investigación sobre las almas. No sabía más que lo básico, las almas puras, almas de enamorados, impuros...

Dio un paso más cerca del alma, sintiéndose tan extraño al estar frente a un alma que -ahora- era suya, pero no se parecía a él.

Seguramente, el alma entendería sin palabras, pero Alec habló cuando se acercó más, hundiendo su mano en el corazón de la vieja alma de Magnus: -¿Me mostrarías su pasado?

El alma sólo lo miró antes de cerrar los ojos y mostrarle. No hablo. Sólo le dejó ver y sentir lo que ellos, ella y Magnus, habían vivido. Le mostró el primer día de su nacimiento, el día que Magnus fue condenado por la ignorancia de sus padres. Magnus no recordaba, pero el alma sí.

Ella había salido porque Magnus era débil, había nacido antes de tiempo porque su madre nunca cuidó su embarazo. Tal vez debió morir, el pequeño Magnus apenas tenía fuerzas para hacer latir su corazón, no podía resistir el alma dentro de su cuerpo. Pero ella no era sólo blanca, tenía una pequeña mancha, una marca azul cerca del corazón, del azul que era cuando Alec la conoció.

Alec no entendía, pero siguió viendo los recuerdos del alma. Se encogió, se estremeció, y sintió lágrimas resbalar por sus mejillas cuando el primer golpe cayó en la espalda del bebé.

Alec lloró, sintiendo el dolor del bebé, su llanto fuerte, y la impotencia del alma que no podía proteger al pequeño, y después su dolor cuando manos fuertes la tomaron y obligaron a volver al cuerpo de Magnus.

No. No. No.

Alec quería gritar, quería poder hacer algo aunque sabía que eso sucedió hace más de diecisiete años.

¡Estaban tocando el alma!

Se sentía como cuando usaron la suya. Dolía porque el bebé no podía haber nada, no podía hablar, no podía más que llorar mientras dolían no sólo los golpes físicos, también la presión en su alma.

Alec estaba ya sentado, abrazando sus rodillas, el alma tenía una mano en su hombro mientras le mostraba, pero Alec no quería ver más, no podía.

Magnus. ¿Cómo el pequeño Magnus, con días de nacido, había resistido eso? ¿Cómo su alma no dejó de ser pura?

Alec parpadeó sus lágrimas y abrió los ojos, apenas podía ver al alma de Magnus, su alma, ella también lloraba.

Su voz salió rota cuando preguntó: -¿Cuánto tiempo?

Supo que el alma entendía, ¿cuánto tiempo más siguió ese maltrato hacia ellos?

Entonces el alma habló, su voz llegando hasta el corazón de Alec, y rompiéndolo otro poco más: "Toda la vida. A Magnus lo golpearon hasta que pudo retenerme en su cuerpo. A mí me obligaban a entrar siempre. Sentía las manos presionarme y sentía el dolor físico de Magnus. Nos rompieron a ambos, pero Magnus nunca dejó que nos cambiaran."

Le mostró un poco más. Como habían mantenido oculto a Magnus hasta que pudo mantener al alma oculta. Como los golpes siguieron incluso después. Hasta el último día, cuando Robert Lightwood compró el alma y Magnus recibió su último azote antes de que arrojaran su cuerpo a su nuevo dueño: -Por fin los deshacemos de ti, no sé que hicimos para merecer este castigo. Nuestro único hijo un monstruo.

Las lágrimas de ambos, Alec y el alma, bajaban sin control.

Alec no entendía cómo Magnus seguía siendo bueno, por qué no estaba lleno de odio, por qué quería ayudarlo...

Ahora tenía sentido cuando dijo que, aunque no vivieron lo mismo, él lo entendía, entendía el dolor...

Quería ir y abrazarlo. Él nunca quiso abrazar a nadie, ni siquiera de niño, él no era de demostraciones físicas de afecto, hasta Edward no deseo contacto físico con nadie, pero ahora quería abrazar a Magnus y pedirle perdón aunque no era su culpa, quería aferrar en sus brazos al bebé que lloraba hasta quedarse sin voz.

Y las palabras del alma resonaban en su cabeza: "Nos rompieron a ambos, pero Magnus nunca dejó que nos cambiaran".

¿Le estaba dando la vida una lección?

CONTINUARÁ...

Magnus y el alma azul 💔😭

Para las que dicen que Magnus sufrió menos que Alec porque él "tenía algo a que aferrarse", Magnus supo la razón de su marca hasta que creció y pudo investigar, ¿y todos los años anteriores qué? Él fue maltratado desde bebé 💔 Amo a Alec, pero no digan que uno sufrió más que el otro, simplemente fueron situaciones distintas, ambos sufrieron 💔 ellos y sus almas 😞