Sólo él mismo, único habitante tras las trincheras y los muros, tras la fortificación en que escondía su alma, podía responder.
(Nut)

* * *

Alec dejó que el alma azul entrara totalmente. Después de un año volvía a sentirse completo.

Lágrimas se deslizaron sin control por sus pálidas mejillas mientras el alma se amoldaba a él.

Alec nunca había usado un alma de alguien más, aunque en algún tiempo soñó con que Edward le mostrara la suya y lo dejara usarla.

Alec era de esos tímidos que no dejaban ver sus almas. Se sentía raro de tener un alma blanca, no la dejó salir hasta que Edward le insistió en que quería verla. Él nunca notó nada raro en su petición... Había creído que la atracción y el enamoramiento era mutuo, y esa era la razón. Ni siquiera cuando Edward se rehusó a dejar ver la suya sospechó nada.

* * *

El alma gris sintió un fuerte dolor en el pecho y cayó de rodillas. Magnus se acercó rápidamente, pero no la tocó.

El alma gris sabía qué estaba pasando, Alec la estaba liberando por fin. Seguramente le estaba mostrando al alma azul, a la vieja alma de Magnus, lo que le sucedió esas dos semanas y lo hizo rechazar y odiar a su alma y no usarla nunca más.

Edward y los demás hombres de su grupo habían usado al alma rosa sin su consentimiento, la mayor violación a un humano. Había dolido...tanto. Tanto. A ambos. A Alec y al alma los desgarraron incontables veces.

El alma rosa, y ahora gris, había llorado, junto con su dueño.

CONTINUARÁ... 

💔💔