16. Alec
Alec estaba recostado en el jardín de la mansión Lightwood.
Magnus los veía tras la ventana de su habitación. Tal vez creía que Alec no se daba cuenta, pero sí lo hacía.
Con un suspiro, arrastró su mirada lejos del impuro. ¿Por qué debía darle pena? ¿Por qué debía tratarlo mejor de lo que habían hecho con él?
Sí, era verdad que Magnus no tenía la culpa, pero él tampoco había hecho nada malo y sin embargo...
Un movimiento interrumpió sus pensamientos. Creyó haber visto a su vieja alma agitar su mano hacia la ventana. Se sentó y la miró molesto: -Escucha, que yo no te use desde aquella ocasión no quiere decir que eres libre. Ella -señaló al alma azul- es mi alma ahora. Pero tú también lo eres. No te quiero cerca del impuro, todavía eres mía. Tal vez cuando conecte lo suficiente con mi nueva alma, ya no te necesite, pero por ahora sí.
El alma gris bajó la mirada y asintió. Ella no tenía la culpa de lo que les habían hecho, pero desde entonces Alec la rechazaba, nunca volvió a usarla como si ella estuviera sucia, como si no hubiera sido contra su voluntad también.
Al alma también le había dolido lo que les hicieron.
Tal vez si Alec no la hubiera rechazado...entonces se habrían podido recuperar ambos, pero no fue así. Alec sólo les hizo más daño con sus decisiones.
CONTINUARÁ...
un poquito de Alec... ¿ya tienen una idea de lo que sucedió?
hasta el viernes! gracias por sus votos y comentarios ❤
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