Hanami llegó entusiasmada y se puso frente a sus padres que la vieron solamente llegó

—Mamá, papá, los padres de Inori hicieron un duelo de miradas y tío Sai ganó. Quiero saber quién ganaría entre ustedes dos—

Sakura y Naruto se vieron por un segundo

—No— respondió la mujer de ojos jade

—Bien— respondió el rubio

—¿Qué?— preguntó un poco sorprendida

—¿Acaso tienes miedo de perder?— cuestionó tratando de picar el orgullo de su pareja con un pícaro movimiento de cejas

Ella juntó sus cejas y vió firme —Tu sabes que no—

Hanami sonrió de manera "diabólica"

Los tres se dirigieron a la sala, se sentaron un frente al otro

—Bien— dijo la niña aún lado de ellos —Se tienen que ver las pupilas, si hacen un movimiento tienen que seguir mirándose, el primero que desvíe la mirada pierde—

—Bien, Sakura-chan, hagámoslo— habló el hombre bajando un poco el cierre de su remera

Sakura puso una sonrisa confiada —¿Seguro que quieres hacerlo?— preguntó un tanto arrogante

La mujer se sentía poderosa sobre su marido porque eso él se lo había dado a entender

Cuando se volvieron novios, él no podía verla más de dos minutos a los ojos sin ponerse nerviosa

Pero de eso habían sido muchos años

—¡Ok! ¡En sus marcas, listos, fuera!— anuncio moviendo una servilleta

Ambos empezaron con el reto

Pasó el minuto y Naruto estaba íntegro

El rubio se acercó a su pareja un poco más

—Oye, Hanami, se está acercando— se quejó la mujer

La de ojos azules estaba leyendo una enciclopedia para niños de Arashi, movió su pañuelo —Puede hacerlo— permitió quitándose la paleta de la boca

—Vamos'ttebayo— ánimo ante el reclamó

Pasó otro minuto, ella puso de un mal humor, él había picado su inflado orgullo. La médica en jefe pensaba que solo ella mirándola lo pondría nervioso como antes

Efectivamente la mirada de Sakura era muy efectiva cuando eran chicos, cuando empezaron a salir pero ya habían pasado mucho tiempo, ya habían pasado de todo y era más duro en cuanto eso, entonces recordó otro punto débil del hombre de bigotes en las mejillas

—Eres demasiado distraído— bufó moviendo su cabello detrás de la oreja

Naruto rió —No me rendiré fácilmente, Sakura-chan— dijo retador

La de ojos jade soltó un sonido que denotaba arrogancia —Yo tampoco—

Se abrió la puerta dando paso a dos oji-jades

—¿Qué hacen?— preguntó el rubio

—Duelo de miradas— respondieron ambos

—¿Porqué?— preguntó el de cabello rojo

—Hanami/Hanami-chan— respondieron de nuevo los dos al mismo tiempo

—Nuestros padres son muy competitivos, dudo que esto acabé bien— advirtió el mayor

—No seas exagerado, hermano— le restó importancia la niña

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Los tres niños habían cenado algo que Sakura ya había preparado

Hanami estaba empezando a decaer, no podía mantener sus ojos abiertos y empezó a bostezar

—¿Qué hora es?— preguntó la madre preocupada de su hija que más duraba despierta tuviera sueño

—Las doce— contestó para luego bostezar

—Vete a dormir— ordenó la mujer sin despegar su mirada

—¡Pero...— se quejó

—Es mejor que vayas a dormir— mandó de forma más severa

—Esta bien'ttebara— se fue haciendo puchero

—Buenas noches, Hanami-chan— deseó 

—Buenas noches, papá, mamá— se despidió limpiándose los ojos

—¿Te irás a dormir, Sakura-chan?— preguntó con ánimos de retó a no hacerlo

—No— negó arreciando la mirada

—Como lo esperaba de Sakura-chan— con una sonrisa habló

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Arashi fue por un vaso por agua a primera hora de la mañana, caminó y tomó el vaso de agua y al voltear vió a sus padres mirándose fijamente

—¿Estuvieron ahí toda la noche?— preguntó para luego abrir su boca en un bostezó

—Estamos— contestó

—Ya es de día— avisó apuntando la luz que se asomaba por la ventana

En vano, porque ninguno volteó

Los hermanos mayores bajaron

—Te dije— dijo Shinachiku

—Espera...— pidió calma a sus dos hermanos —¿Quién hará el desayuno?—

—¡Yo!— gritaron los esposos —¡Los dos!— rectificaron al notar que ninguno bajó la guardia

Pusieron a cocer arroz, sacaron unos frijoles dulces y algas, para así hacer unos oni-giris

Ambos se apoyaron y sus hijos los ayudaban avisando que estaba pasando a su alrededor

Podían ser competitivos, pero nunca serían malos padres

Los tres menores se sentaron en la mesa y vieron esos alimentos, que apesar de haberlos hecho sin ver, eran muy decentes

Hanami los comió encantada, Arashi estaba asombrado de que sus padres pudieron hacer eso sin ver, Shinachiku estaba paralizado porque ni siquiera habían movido el iris en ese tiempo

Shinachiku se encargó de todo lo demás

—¡Nos vamos!— anunció con una sonrisa la niña de cabellos rosas

—¡Los amamos!— la pareja exclamó

—No te preocupes tanto, hermano— calmó sonriendo —Estoy segura que tendrán que parar por su trabajo—

Los dos desayunaron

—¿El Hokage no debe ir a trabajar?— cuestionó

—Mandare un clon— respondió con una sonrisa zorruna —¿Y la doctora no tiene que ir a trabajar?—

—Yo también sé hacer clones— sonrió

La mujer ya sentía sus ojos un poco secos, ambos odiaban perder, ese reto podría no tener fin

—Seguro debes estar aburrido— inquirió 

—Claro que no— negó el Kage de manera rotunda

Naruto cambio se rostro por uno más amigable —El color de los ojos de Sakura-chan es hermoso, me gusta—

La de cabello color pastel desatino, movió sus pupilas un poco sin distraerse demasiado, frunció sus labios —Eres un caso perdido, tonto— se quejó

—Sakura-chan creía que me pondría nervioso por lo mucho que me gustas, como cuando era niño...— dijo demostrando que siempre supo lo que ella pensaba —Sakura-chan me gusta mucho, es cierto...por eso no tengo problema con verte todo el tiempo— suspiró —De hecho...me gusta—

Parecía que el coqueteó era un arma más adecuada, ella se puso nerviosa por la honestidad y transparencia que tenía al decirlo con tanta naturalidad

—¿Qué tal tú?—

—Estas haciendo trampa— bufó la oji-jade en problemas

—¿Creés que te miento?— cuestionó con una risa un poco sonrojado —Estoy siendo totalmente honesto—

Sakura cerró los ojos, puso su cara aún lado y el rubor en sus mejillas se hizo presente, le jaló las mejillas a su pareja que se reía con los ojos cerrados —Eso fue trampa— de manera terca siguió su línea

—Es normal que un hombre coquetee con su esposa— con una sonrisa tomó las muñecas de su esposa que estiraba sus pómulos —Y más si es tan linda como la mía—

Ella abrió los ojos y lo miró enojada pero aún sonrojada, se acercó a la boca del oji-azul —Puedes dejar de hacer eso—

El de piel bronceada se acercó más para atraparla en besó —Es divertido'ttebayo— se justificó —Y es verdad— murmuró para besarla de nuevo

—No tienes remedio— dejo escapar para después juntar su cuerpo más al del rubio...

FIN