- Le hice una pregunta señor. - Insistía la pelinegra

- Así que tu eres Kim Jisoo

- Así es, soy yo. - Contestó. - No ha contestado mi pregunta

- Todos ustedes se van a arrepentir de lo que me han hecho

- ¿Quién es usted? ¿Por qué nos amenaza de esta manera? - Se acercó a él

- Yang Hyun Suk. - Dijo. - Voy a recuperar todo lo que era mio, dile eso a tu padre. - Sin más que decir aquel hombre se fue de ahí

- ¿Ese tipo fue el que te dijo lo de tu padre? - Preguntó Jisoo

- Sí, me aseguró que conocía a mi padre, que eran amigos, pero veo que solo me mintió

- No se que pretendía, pero no era nada bueno, estoy segura de que miente, Lisa y su padre no tienen nada que ver con lo que pasó con el tuyo

- ¿Entonces quién?

- Tal vez él, mira Rosie, hablaré con mi padre, le preguntaré a ver si sabe algo de él, no te preocupes. - Dijo eso abrazándola

***

- ¿Qué te pasa Jongin? - Le preguntó su padre

- ¡La odio papá la odio! - Gritaba

- ¿A quién?

- ¡A Jennie!

- Ya habían terminado ¿no?

- Sí, me terminó

- ¿Entonces?

- Ella nunca quiso estar conmigo, siempre le insistí en que lo hiciéramos, pero cada vez que le decía siempre me rechazaba. - Explicó. - Ayer fui a hablar con ella, ahora resulta que está embarazada ¿puedes creerlo?

- ¿Hablas en serio?

- Sí, y me da mucha rabia que no haya querido acostarse conmigo, pero llega alguien más y hasta resulta embarazada. - Hablaba con rabia y coraje. - Esto no se va a quedar así papá

- Sabes que cuentas conmigo para lo que quieras

- Ayúdame a buscar a Lalisa Manoban, ella fue quien embarazó a Jennie, la voy a matar

Días después

Lisa se encontraba en aquel bar que todos los fines de semana le gustaba frecuentar. Solo tomaba y pensaba en Jennie y en su hijo. Aún no podía asimilar el hecho de que dentro de unos meses sería madre.

- Señorita Manoban. - Habló uno de sus hombres. - La señorita Somi la busca

- Hola Lisa. - Saludó

- Quiero estar sola Somi, por favor vete

- ¿Qué te pasa cariño? - Preguntó sentándose a su lado. - No solo soy la mujer con la que te acuestas, también puedes confiar en mi y decirme lo que sientes y piensas

- Voy a ser mamá. - Confesó. - Embaracé a una chica

- De todo lo que pensé que te podía estar pasando, nunca imagine algo de esa magnitud. - Habló sorprendida. - ¿Te harás cargo? - Preguntó

- Claro que sí. - Respondió. - No estaba en mis planes, de hecho, yo tenia pensado formalizar lo nuestro

- ¿Hablas en serio? - Se sorprendió

- Tu me gustas y tenía pensado hacerlo, pero después de todo esto, no lo se

- ¿Quieres estar con la madre de tu hijo?

- No

- ¿Y luego? ¿Qué te lo impide?

- ¿Me aceptas con el hijo de otra mujer?

- Claro que sí. - Dijo de inmediato besando sus labios. - No me importa, te quiero a ti

- Gracias. - Sonrió. - Me tengo que ir, estoy un poco cansada

- No te preocupes, nos vemos después

Lisa salió del bar. Subió a su camioneta para ir a su casa y descansar. Miraba por la ventana, las calles y los grandes edificios de Seúl mientras seguía pensando en Jennie y en el hijo que esperaba. Aunque no quisiera admitirlo, le hacía un poco de ilusión ser madre.

- ¿Qué está pasando? - Preguntó Lisa al ver que se detenía la camioneta

- Nos bloquearon el paso. - Informó

- Pide refuerzos y manténganse alerta. - Le dijo a los otros dos hombres que la custodiaban. - ¿Quienes son esos? - Preguntó al ver que una camioneta se acercaba por delante. - Prepárense para atacar. - Tomó su pistola

Apenas y pudo agacharse, pues unos hombres por los costados habían comenzado a disparar a diestra y siniestra hacia la camioneta.

- ¡Disparen! ¡Disparen! - Ordenó Lisa

Los disparos comenzaron nuevamente. Bajaron de la camioneta sin miedo y disparaban a aquellos hombres. Lisa había logrado darle a cuatro de ellos.

- ¡Acaben con esos hijos de perra! - Ordenó Lisa cubriéndose detrás de la camioneta

Ellos los superaban en número, pero aun así lograron acabar con varios de ellos. Habían herido ya a dos de sus hombres, solo quedaba ella y uno más. Los refuerzos aún no llegaban y estaba comenzando a sentir miedo de lo que pudiera suceder.

- ¡Tenemos que irnos! - Dijo el único hombre que seguía a su lado. - ¡Vamos! ¡Corra! ¡Rápido!

Continuaban corriendo por las calles, hasta que una bala logro impactar a el hombre que la acompañaba, así quedando sola frente a todos aquellos tipos. Intentó esconderse en un callejón, pero fue inútil, los tipos la tenían acorralada. Estaba perdida.

- ¡Por fin te tengo Manoban! - Gritó un hombre. - Eres tu la misma imbécil de aquella vez en el bar, cuando estaba con Jennie

- Tu eres el patán que le estaba gritando

- Te dije que no te metieras conmigo

Justo cuando Jongin le apuntaba con su pistola a Lisa, dispuesto a disparar, los refuerzos que había pedido Lisa, por fin habían llegado. Se escucharon nuevamente los disparos y Lisa aprovechó eso para correr a toda velocidad. Pero Jongin no dejaría que escapara, o por lo menos que saliera ilesa de esto, así que le apuntó y le dio un disparo directamente en la espalda, haciendo que Lisa cayera al suelo desmayada. Los hombres de Lisa, habían logrado acabar con Jongin y sus hombres. Así que de inmediato fueron para ayudarla.

Más tarde

Habían llegado ya al hospital. Marco Manoban ya se encontraba ahí, demasiado preocupado por lo que podría pasar con su hija.

- ¿Cómo está mi hija? - Preguntó al doctor

- Tenemos que operarla de inmediato

- Sí, hágalo ¿Dónde firmo? - Preguntó. - Haga todo lo posible por salvarla

- Señor, tranquilo por favor, por el momento su hija se encuentra estable. - Intentó tranquilizarlo. - Tiene que saber, que la cirugía es demasiado riesgosa, el área donde se encuentra la bala, es una zona muy difícil de manipular, seré sincero con usted, existe una gran posibilidad de que su hija no vuelva a caminar

- Haga todo lo que pueda por salvar a mi hija, ella no puede morir. - Pidió. - No importa lo que cueste, hágalo, autorizo esa cirugía, pero salve a mi hija, se lo ruego doctor. - Suplicaba Manoban

- Señor. - Saludó Jennie. - Vine en cuanto me avisó, dígame por favor ¿cómo se encuentra Lisa?

- El doctor dice que esta estable, pero necesitan realizar una cirugía de inmediato, el problema es que la zona donde impactó la bala es muy difícil de manipular. - Le explicó. - Lisa puede ya no volver a caminar

- ¿Qué dice señor Manoban? - Preguntó otra chica a la cual Jennie no conocía. - ¿Lisa puede quedar paralítica?

- Sí Somi. - Contestó. - Pero eso no va a suceder, mi hija es fuerte y va a salir de esto

- ¿Tu eres la chica con la que Lisa tendrá un hijo? - Se dirigió a Jennie

- Somi no es momento de que hablen de eso, háganlo después. - Regañó el señor Manoban. - Nada más una cosa si te pido, respeta a Jennie, lleva a mi nieto en su vientre, es parte de mi familia y la voy a cuidar

Jennie sintió tan lindo que el Señor Manoban la haya defendido de esa manera, delante de esa mujer, que seguramente era una tipo "novia" o algo por el estilo de Lisa. Pero ahora eso no importaba, lo que preocupaba en ese momento, era la salud de Lisa.