Estaba incómodo por la tierra y el agua que se mezclaban en su piel. La lluvia seguía y apenas podía cubrirse resguardado en la pequeña puerta del lugar con sus zapatos empapados y el frío colándose por la tela que le cubría.

Dos semanas. Eso llevaba de estar sobreviviendo con comida que encontraba en los basureros, durmiendo en una caja debajo de uno de los muchos puentes en la ciudad y sin un rumbo fijo. Apretó sus dientes al considerar por milésima vez si irse de casa había sido un error, pero era eso o muy posiblemente morir a manos de su "padrastro". Su pequeña mente de 13 años no podía imaginar alguna salida a causa del frío que calaba hasta sus huesos, pero aún si muere prefiere eso a tener que soportar golpes de un hombre que no respeta ni ve como una figura paterna. Apenas recuerda una discusión entre su madre y su padrastro en la cual escuchó que él quería ponerlo a trabajar, haciendo que hiciera de "puta", lo que quiera que eso signifique.

Sorbe su nariz y seca su rostro lo mejor que puede. Detesta que le haya tocado irse así después que su madre murió y que su padre haya desaparecido. Aunque él no quiere, lo extraña demasiado. Anhela volver a esas tardes donde él le ayudaba con su tarea, y cada vez que terminaba temprano salían a jugar o comer alguna fritura. No entiende por qué se fue, bueno, quizás si entiende sus razones, pero no comprende por qué lo dejó atrás.

—Eres un estorbo —dijo su madre una vez que le preguntó dónde estaba su apa —. Solo eres un gasto y por eso te dejó, porque no podía con dos imbéciles a la vez.

Al pequeño Jungkook no le quedaba más que llorar durante las noches porque su padre regresara por él. Se abrazó cuando el viento golpeó su cuerpo. Suspiró y observó las calles despejadas. Había corrido desde el parque de enfrente hasta el edificio donde estaba, porque su intento fallido de encontrar comida salió tan mal que incluso tiene dolor en su mano a causa de la mordida que otro vagabundo le había propiciado.

Se agachó y apretó sus cabellos. Extrañaba todo, extrañaba los momentos felices que había tenido en casa y estaba enojado con sus padres. ¿Por qué su padre tuvo que irse sin él? ¿Por qué su madre se había casado otra vez con el engendro que un día la golpeó tanto que ya no despertó? A este paso terminaría muerto, la comida enmohecida que sacaba de la basura, si tenía suerte, no le iba a permitir sobrevivir.

Quería gritar.

Quería insultar a todos los idiotas que lo vieron y no pudieron ni darle, aunque sea un bendito pedazo de pan, o una moneda con tal de comprar una golosina para engañar su estómago.

—Niño —escuchó una voz masculina frente a él, un hombre de cabello negro con unas cicatrices en el rostro le miraba. Él estaba debajo de un paraguas y le observó, evaluándolo para algo —. ¿Qué haces fuera de la cama?

Jeon casi resopla. Con esa lluvia, la caja de cartón que tenía por cama ya debería estar deshecha. Ocultó su rostro entre sus piernas buscando ignorar al extraño que no le dio tan buena espina que se diga.

—¿No tienes casa acaso? —repitió el señor —. ¿Acaso eres sordo, niño?

—No soy sordo, señor —replicó Jungkook viendo al rostro que no le había despegado los ojos.

—Eso es un avance — revisó sus bolsillos, sacó un celular y marcó algo rápido y luego vio al niño que parecía sufrir demasiado frío —. Si no tienes un lugar donde quedarte, puedes venir a mi casa.

"¡No!" le gritó su mente, pero su estómago rugió. Se sonrojó y bajó su mirada.

—Tranquilo — levantó su mirada y el contrario le estaba sonriendo —. Te invito a comer y luego ves que hacer. Aunque creo que puedo ofrecerte trabajo y un lugar donde quedarte si gustas. ¿Qué dices?

El hombre extendió su mano hacía el chico y este se vio reticente a estrecharla. ¿Qué otra opción tenía? Igual sus padres ya no estaban ni se preocuparían si le pasaba algo malo. Estrechó la mano del señor que sonrió y le ayudó a levantarse colocándolo junto a él debajo del paraguas para que no se mojara mucho.

—Yo soy Deossyu —dijo —. Todo estará bien, te lo prometo.

Empezaron a caminar, mientras Deossyu colocó su mano en la cintura de Jeon, y este confiando ciegamente en el extraño que le ofreció ayuda esa noche lluviosa. 

¡Hola! Empiezo esta historia con este prólogo cortito que escribí. Espero les guste a quienes vayan llegando a la historia. 

Si no has leído las advertencias previas, por favor hazlo porque es necesario para que sepas a qué te puedes enfrentar. 

No dejes spoilers, ni comentes similitudes que encuentres con otras obras porque se siente feo cuando comparan el trabajo de uno con otros. 

Procuraré no tardar mucho con los caps porque estoy adelantando lo más que pueda y voy editando poco a poco, posiblemente tendrán dos caps al mes, y dependiendo mi tiempo serán más. 

Otra vez, espero les guste esta idea y gracias por darle una oportunidad.  No se olviden de votar. Espero leerlos en el siguiente capítulo :D