Observando con sumo detenimiento mi reflejo frente al espejo de cuerpo completo dentro del baño, puedo ver y sentir un sin fin de emociones abordando mi mente fría y cansada, que se encuentra lejos de seguir sus propios consejos de superación, pues se encierra en una gruesa capa de negación.

Las ojeras alrededor de mis ojos grisáceos son cada vez más pronunciadas en mi rostro de igual forma cansado, y es que por más horas que pase recostado sobre el frío sofá, a mi mente le es difícil concentrarse en dormir, en dejar de lado todo aquello que Jin hace a mi corazón sentir fuertemente.

Fijando mi vista en algo más que mi propio reflejo, una sencilla pero elegante foto de Jin y yo, juntos, aparece en mi campo de visión, mismo que rápidamente se inunda de amargas lágrimas, que por más que intenté no dejar salir, me es imposible.

Su aroma a durazno sigue fuertemente impregnado en cada rincón del baño, inclusive cuando me he esforzado en apartarlo con constantes limpias al mismo baño con cloro y pino fino.

El recuerdo de su perfecta figura semidesnuda y húmeda al salir de la ducha, es un profundo y vivaz recuerdo de cada página escrita de nuestro cruel y vacío amor, porque eso debía ser cuando le fue tan fácilmente a Jin, dejarme, importandole poco lo que pensará o sintiera yo.

Examinando mi ropa y aspecto físico, puedo darme cuenta claramente cómo mi ropa contrasta muy bien con el hecho de como me siento por dentro, y no solo con el como me veo por fuera.

Dirigiendo mi mirada por fuera del baño, exactamente de dónde proviene un leve ruido dentro de la cocina, sonrió y ansío, ansío más que cualquier otra cosa, que él haya vuelto, que no diga nada y que me abracé cómo sino hubiera un mañana más.

Corriendo con más rapidez que nunca antes siento mis manos y pies desplazarse muy velozmente, tanto que siento cómo si estuviera flotando fácilmente en el aire con dirección a mi vida casi perfecta de antes, aunque claro que la realidad no tarda mucho en golpearme.

—Hola, Taehyung. —Centrándome en las manos de la visita recién llegada, un nudo enorme se forma dentro de mi pecho, uno que quema y duele.

—Yoongi. —hablo al ver al pálido frente a mi puerta.

—Él me pidió que te viniera a dejar las llaves del departamento. —comenta sin dudar.

—¿Cómo está? —Quiero saber. La duda sobre el como maneja él nuestra ruptura me está torturando, aún si sé que él probablemente se encuentra mejor que yo pues me dejó.

—Se encuentra mal... —responde Yoongi.

Y no sé si es sincero, pero me duele oír esas palabras saliendo de la boca de su hermano menor.

—No sé qué problema hayan tenido ustedes, pero arreglenlo ya.

Contemplando mis manos temblar, sonrío y vuelvo a hablar con la voz quebrada, misma que es nueva para mí, así como Yoongi y sus palabras, pues en un inicio él odiaba verme con su hermano.

—No tuvimos problema alguno, Yoongi.

Parpadeando lentamente, y tomando asiento muy poco después en el primer sillón de color beige dentro de la estancia, una primera lágrima se desplaza por mis ojos, mientras concentro mi atención en el menor a la altura de la puerta.

—Entonces no me explicó porque mi hermano terminó contigo. Desde que Jin te conoció fuiste lo primero en su mente al despertar y dormir. Nos quería a nosotros sí, pero siempre sintió que contigo compartiría gran parte de su vida, lo ansiaba más que cualquier otra cosa en su vida.

—¿Y por qué me dejó? —me pregunté a mi mismo por doceava vez en el día, y durante los pasados veintiún días que tenía solo.

—Si lo amas en verdad, intenta descubrir porque no están juntos justo en este momento.

Dispuesto a salir del departamento, Yoongi giró y tomó la palanca de la puerta, deteniendo toda acción para decir algo que me reconfortó la vida en ese momento exacto y me dio las fuerzas para saber qué demonios había pasado.

—No sólo me envió a dejarte las llaves, también me envió a saber cómo estabas. Y creo que decirle que tú estás peor que él, sería lo más ideal para hacerlo pensar todo lo que lo llevó a terminar contigo.

—Cuídalo mucho, por favor, Yoongi.

Asintiendo el pálido frente a mí, sé bien que cuidará de Jin, que pese a siempre mostrarse fuerte, es alguien vulnerable con necesidad de apoyo.