Equilibrio
Seoyun.
De las pocas veces que me estaba durmiendo en una de las juntas, dormí como dos horas nada más, lleve a las niñas al aeropuerto una institutriz vino por ellas para llevarlas con Yoon, no estuve muy tranquila y para distraernos Jungkook y yo no la pasamos haciendo travesuras por toda la casa, así que aparte de desvelada estaba cansada, sin mencionar que mi encargado de imagen estaba nervioso en su presentación.
—Licenciado Kurama, ¿Entendió el proyecto que se le asigno?
—Sí, si directora.
—¿Entonces porque lo veo dudando de su trabajo? — esto me serviría como excusa para levantarme del asiento antes de comenzar a roncar — Si usted no tiene confianza en su proyecto, este será de baja calidad, demuestre que sabe hacer su trabajo, mañana a primera hora quiero esa presentación, donde lo vea titubear lo reemplazare por alguien más, ¿Entendió?
Este asintió, salí de la sala de juntas, para ir por una bebida energética a la máquina expendedora, necesito una sobredosis de energía. Mi teléfono empezó a sonar conteste sin mirar la pantalla.
—¿Diga?
—Seo —La voz gruesa de Yoongi me regreso a la tierra.
—Hola Yoon, disculpa ha sido un día difícil.
—Entiendo, solo hablo para decirte que las niñas llegaron bien, fui por ellas al aeropuerto, pero traen el jet lag, apenas despierten les hare que te marquen.
—Qué bueno, gracias por avisar, sé que estarán bien contigo, te han extrañado demasiado.
—Igual yo a ellas, bueno no te molesto, cuídate.
Me colgó sin más, aun siento un nudo en el pecho al hablar con él, pero él me ha demostrado lo maduro que es con todo esto, y aunque las niñas no son de su sangre, no las dejara de lado, después de todo es su padre de cierta manera.
Como termine un poco antes de que Jungkook de mis deberes en la oficina, me dijo que fuera alcanzarlo al trabajo, así tendría motivaciones de salir más temprano, cuando llegue su asistente Soobin estaba con la corbata mal puesta, su cabello era un ligero desastre y se notaba algo ansioso.
—Vaya, ¿Qué te paso Soobin?
—Mi jefe es lo que paso, dígale algo señorita Chang, cuando tiene a modelos mujeres me toma como referencia para las fotos del portfolio termina manoseándome por decirles a las chicas como quiere que salgan las fotos con los otros modelos —se deja caer en su escritorio —siento que no me paga lo suficiente.
—¿Quieres que lo regañe?
—¿Se puede?
Solo sonreí ante el dramático chico, me recuerda un poco a Jinri, solo que la que resultaba manoseaba era yo por ella, me dijo Soobin que lo esperara en la oficina que estaba en la sala de juntas con una de las inversionistas. Al entrar me senté en su silla dejando caer todo mi peso en el respaldo, tenía una de esas pelotitas anti estrés en su escritorio, estaba bastante nueva, creo que se desquita el estrés con su asistente.
Por la ventana de su oficina mire hacia la sala de juntas donde venía saliendo la Señora Han, junto con el conejo, este seguía hablando de manera seria moviendo las manos mientras explica, me encanta como se le ven las camisas de vestir, más cuando elige esos tonos pasteles, casi nunca usa corbata lo que agradezco por qué se puede notar el esfuerzo que hacen sus botones por estar unidos y no abrirse antes esos deliciosos pectorales.
En mi mente ya lo hice mío como diez veces.
Tenía la pelota anti estrés en mi mano apretándola imaginando un montón de cosas no muy aptas para el público, hasta que esa señora intento tocarlo de nuevo, solo que Jungkook se hacía para atrás de manera sutil, a pelota en mi mano perdió totalmente la forma.
Fue tanto mi molestia que Jungkook sintió mi mirada, miro hacia mi dirección dándome una preciosa sonrisa que me hizo olvidar el porque en mi mente la señora Han estaba en el suelo con el cuello cortado.
No quiero tener estos ataques de celos, pero no puedo evitarlo, más cuando mi pareja es un veinteañero musculoso, ex creador de contenido porno, modelo de ocasión y dueño de una empresa en crecimiento. Es como esos sujetos que sacas de los libros de las adolescentes, además si lo vez en su modo paternal, se te calienta el útero de nuevo.
La existencia de Jeon Jungkook, es mala para las bragas de muchas mujeres.
No me di cuenta cuando ya estaba en la oficina, tomando mi rostro para darme un enorme beso.
—Hola mi preciosa.
—Hola conejo.
Lo atraje más hacia mí para poder besarlo de nuevo, su boca sabia a goma de mascar y su aroma sutil me terminaba de ocupar dos de mis sentidos, el tacto también quiso participar acariciando su nuca y cabello, solo mi vista no participo en el beso. Pero era lo de menos.
—¿Quieres cenar algo en especial? —acomodo algunos de mis cabellos mientras me preguntaba de manera casual.
—Jachpchae.
—Esta bien, hoy yo cocino.
Fuimos a un centro comercial a comprar lo necesario para la cena, sin las niñas en casa la despensa no se había hecho, por lo que también nos pusimos a llevar lo necesario. En el lugar no pude evitar notar como las adolescentes lo observan, incluso ladean la cabeza para apreciar su trasero, cada vez que él se acercaba a dejar algo al carrito besaba mi frente, lo cual me relajaba bastante y podía notar la mirada de molestia de algunas de las chicas que lo habían observaron.
—Tengo un serio problema con tus vestidos de la oficina —tenía una lata de conservas en la mano mientras decía aquello.
—¿Podrías ser más claro?
—Es que en verdad me encanta como te lucen, se pegan a tu figura y resalta todo de ti, además tu cabello castaño y ojos miel, Dios —se toca el pecho sonriendo mientras se acerca —eres la mujer más deliciosa que he visto.
Mis mejillas se pusieron totalmente rojas, sé que también tengo pensamientos similares con Jungkook, pero son pensamientos, rara vez lo externo, pero él no tiene problemas en decirme estas cosas incluso en público.
—Lo único malo de ello, es que si yo lo noto, los buitres más —entrelaza su mano con la mía y besa el dorso — no quiero ser un posesivo loco, sé que no es tu culpa ser tan hermosa.
—¿Por eso tanto beso?
Él se encogió de hombros, miro a un tipo bien vestido que estaba cerca del área de licores, este me guiño un ojo cuando pasamos cercas, Jungkook me atrajo más hacia el sin soltar mi mano. Él jamás noto a las chicas que lo veían, como yo no note al sujeto que me desnudaba con la mirada.
Llegamos a casa y lo primero que hice fue ir a cambiarme poniéndome algo cómodo, lógicamente era uno de los buzos de Jungkook, me quedaban enormes y eran calientitos, en lo que yo acomodé la despensa él se dedicó a cocinar, también se había puesto ropa cómoda, otro buzo a juego del mío, pero a él si le quedaba a la medida al menos de lo largo, traía un jogger gris.
—Bien, ya quedo todo en su lugar.
—A mí solo me falta que esto repose un poco, así que tengo algo de tiempo.
Se giró hacia mi alzándome en su hombro llevándome a la habitación, lo primero que hizo después de lanzarme a la cama fue quitarse el buzo, dándome la vista más caliente que se puede, su mirada dominante acompañado de su cuerpo grande y musculoso, hacen que mi respiración se corte y mis piernas tiemblen.
—Las marcas en tus muslos están por borrarse, deberíamos hacer una nueva.
Dicho esto, succiono la piel renovando las marcas que anteriormente él había hecho, al principio me ataca el dolor pero conforme su lengua toca la marca eso se elimina dándole paso al placer. Continúo subiendo sus labios hasta llegar de nuevo a mi boca, mis piernas se enredaron en sus caderas, mis manos bajaron su jogger como sus bóxer, el también hacia lo suyo con mi ropa interior, todo estaba claro cuando los dos llegábamos a la cama, sin decir mucho sin necesidad de pedir nada sabíamos perfectamente lo que el otro deseara.
Me giro ya ambos desnudos, jalando mi cadera para elevarla mientras apretaba mi cintura con la otra mano, mi espalda formaba un arco perfecto mientras mi cabeza tocaba la cama, sentí como su carne me lleno, y los embistes salvajes después, me movía a su antojo, su fuerza me sobrepasaba de mil maneras. Se inclinó para alcanzar mi oído con sus dientes.
—La próxima vez te follare con uno de esos vestidos puesto.
La imagen mental que me había creado en este momento era tan pecaminosa que me hizo calentar aún más el vientre, sentir esas cosquillas de deseo y frustración, no fue bueno para mi concentración porque el orgasmo llego mucho antes de lo que pensaba. Sentí que exhalo en una sonrisa para embestir más rápido terminando por llenarme en poco tiempo.
Nos duchamos de manera rápida para después cenar, limpiamos la cocina y nos sentamos en el sofá con un bote de helado cada uno para ver una película, estábamos con las piernas cruzadas, cuando encendió la televisión lo primero que vimos fue una foto de las gemelas con Yoongi tomándolas de la mano.
Ambas vestían lujos abrigos grises con boinas negras totalmente peinadas igual, lentes de sol, a en medio estaba Yoongi también con un abrigo gris sus gafas a juego y su costoso traje sastre, parecían sacados de una revista, sentí a Jungkook tensarse al escuchar lo que decían.
"El Famoso empresario Min Yoongi, fue visto por las calles de Nueva York acompañado de sus preciosas Hijas, las gemelas Sun Hee y Min Seok, como sabrán hace poco quedo totalmente soltero al cancelar su boda con la madre de las niñas, ahora al parecer tienen custodia compartida.
Al parecer el guapo empresario no deja la oportunidad de consentirlas, se les puso ver en un restaurante infantil y comprando en tiendas de alta gama, las gemelas Min son la noticia de esta semana"
—¿Estas bien?
—¿Te refieres a que si estoy bien con que todos crean que solo son sus hijas? —dejo el bote de helado a un lado —no Seoyun, no estoy bien.
Me levante para acomodarme encima de él, le tome el rostro en verdad se sentía afectado.
—Sabes mejor que nadie que a la prensa solo le gusta fastidiar, no importa lo que digan ellos, tú también eres su padre.
—También, es la palabra aquí, aunque él no es su padre biológico, he notado como lo necesitan más que a mí.
—No puedes compararte con Yoongi, tú no has tenido tanto tiempo con ellas, aun son pequeñas, están acostumbradas a una cosa, pero están creciendo Kookie, ellas sabrán amar a los dos por igual —lo mire a los ojos —no te concentres en como lo tratan a él, solo concéntrate en amarlas, es lo único que necesitan.
—No puedo evitarlo, me duele de sobre manera que ellas lloren por Yoongi, que pregunten a cada rato donde está su papá Min, me duele porque sé que es mi culpa que esto esté así.
Lo abrace, supongo que si Yoongi se casa y las niñas llegaran a preguntar más por la esposa de él que por mí, estaría en la misma o peor situación que Jungkook.
Mi teléfono empezó a sonar, cuando mire el remitente conteste, iban a dar las siete de la mañana en Nueva York, lo primero que escuche fueron a las gemelas diciendo que no.
—¿Yoon?
—Hazme un favor, ¿Podrías preguntarle a Jungkook que canción les canta para irse a bañar? Al parecer no quieren hacerlo sin no canto esa dichosa canción.
—Te lo comunico.
Le pase el teléfono, espere un momento y su semblante cambio, su sonrisa se hizo amplia y empezó a cantar para las niñas, solo es cuestión de tiempo para que todo se equilibre.
Perdón por la tardanza en actualizar, me concentre en la semana de Namjoon pero aqui esta listo el capitulo que ustedes leen en dos minutos TwT.
las amo mucho, besitos sucios
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