Trabajo de oficina
SEOYUN
No quería salir de mi departamento, tenía como cinco minutos parada enfrente de la puerta, pensé en reportarme enferma fingir alguna crisis , incluso solo no ir y listo. Pero no soy del tipo que falta, además no se porque me estaba preocupando tanto, ni siquiera me había mandado mensaje el día de hoy.
Salí por fin decidida a afrontar lo que tenga que pasar, el camino nunca fue tan largo, inicie mi camino hacia el elevador apretando el agarre de mi bolsa como si está fuera atraparme si me desmayo. Por fin llegué al elevador pero, él no estaba ahí.
—Buenos días Seoyun.
—Buenos días Jinri.
Ambas subimos al elevador, pero el conejo no aparece.
—llegaron los vestuarios y vendrán los modelos a las 12 para probarlos, también se traerán muestras del la línea que se anunciará para hacer las pruebas de fotografía ¿Seoyun?
—Dime
—¿Escuchaste algo de lo que dije?
La verdad es que no puse mucha atención.
—Si, Jinri ¿Sabes algo de Jungkook? Nunca llega tarde ¿Será por las quemaduras de ayer?
—No, al parecer tenía una cita médica con su madre, cubrirá las horas más tarde, el está bien.
—Entiendo.
Transcurrió el día de manera tranquila, mi tiempo estuvo demasiado ocupado que ni un segundo para que mi mente hiciera teorías locas.
—¿Te gustan estás tonalidades?
Mire a seokjin que insistió estar en todo el proceso de selección.
—Tienes buen gusto, la paleta de colores que elegiste me encanta.
Se acercó para mirar la carpeta aun lado mío, pero no le tome mucha importancia estaba en mi modo de trabajo así que es costumbre que los clientes se me acerquen de esa manera.
—La línea que nos mandaste, me recordó al lago Jinyang, los productos son estéticamente refrescantes.
—Es que me encantaba ir a ese lago, ¿Recuerdas el acampado?
—Si, fue un día muy divertido más porque no pescaste nada, para después ir a comprar los peces y hacerte el interesante.
Sonreír al recordar cómo llegó alardeando de su pesca y al instante lo descubrí, el sonido de su teléfono me saco del recuerdo, levantó su mano pidiendo un minuto saliendo del área de pruebas.
—Se que te dije que actuaras profesional, pero te recuerdo que ese cliente es el cucaracho.
—Estoy actuando de manera profesional, es un cliente y fui cortes es todo.
Jinri me miró entrecerrado lo ojos, mire a Seokjin que seguía hablando por teléfono tenía la mano en la cintura, tenía la camisa algo desabotonaba. Sus hombros anchos se notaban bastante con esa ropa, se dio cuenta que me le quede viendo y me guiño un ojo, yo rodé los míos concentrándome en los diseños nuevamente.
—Debo admitir que si tiene rostro de alguien, que es dueño de una compañía de cosméticos, además es algo sexy.
—¿El cucaracho?
Jinri sonrió negando con la cabeza. Seokjin se tuvo que retirar porque surgió algo de improviso, nosotras continuamos alistando la sesión de mañana y analizando cada detalle.
—Creo que eso es todo por hoy. Mañana tendremos la primera sesión, iremos al estudio dos para eso.
—Si lo reserve desde ayer.
—¿Te he dicho que eres fabulosa?
—Muchas veces, pero no me molesta que lo sigas haciendo, pero ya me voy a casa, mañana empezamos con lo estresante, ¿Nos vamos juntas?
—Adelántate, recogeré algunas cosas de mi oficina, te veo mañana.
Mire mi reloj daban las 9 pm, ya no quedaban nadie en la oficina, fui directo a mi lugar tome lo que necesitaba del escritorio, para apagar las luces. Apenas de un paso fuera de la oficina y me regresaron de inmediato.
—¿Ya vas a casa? —asenti— creí que ya te habías ido —acaricio un poco mi rostro—
—Tu, tu madre ¿Cómo está?
No me había dado cuenta que caminaba hacia atrás chocando contra el escritorio
—Esta bien, gracias por preguntar.
Sus manos, fueron directo a mi cintura.
—Seoyun— me acercó más a él, para hablar sobre mis labios —Hoy tuve un día algo cansado, y necesito un poco de vitaminas para iniciar el de mañana.
Los papeles que había recogido estaban en el suelo, no sabía ni cuando se cayeron.
—Pensaba en pedirte permiso, pero desde el beso de ayer no he podido dejar de pensar en que quiero más. Tengo un poco de curiosidad ¿cuántas veces te has tocado pensando en mi?
¿Dónde esta el niño tierno de la oficina? Su mirada era furtiva, su calor corporal me llenaba por completó. Una se sus manos se coló por debajo de mi falda.
—Siempre me ha gustado como se te ve este tipo de faldas, pero no sé que tan prácticas sean para mí.
Paso su cabeza aun lado de mi cuello hablando cerca de mi oído.
—Abre un poco más las piernas.
—Pero podría venir alguien
—Seoyun, has lo que te digo
Cedi al instante, separé las piernas y el logro alcanzar mis bragas para jalarlas hacia abajo, haciéndolas caer hasta el suelo. Volvió a mirarme y dejo un beso en la comisura de los labios.
—Eres muy dócil Seoyun.
Fruncí el ceño por el comentario, el lo noto y me regaló una sonrisa pícara del lado, me levanto para sentarme en el escritorio.
Camino hasta la puerta colocando el seguro.
—El guardia está en el área de recepción, dará rondín en media hora, claro si escucha algún sonido vendrá antes, así que no debemos gritar Seoyun.
Vi todo en cámara lenta, el se acercó quitando el cinturón de su pantalón.
¿QUÉ ESTA PASANDO?
Me pellizque el brazo para ver si esto no era un sueño, en mis cabeza había creado Miles de escenarios para esta situación, pero definitivamente mi oficina no era uno de ellos.
—Esto no es correcto, Jungkook.
—¿Qué no es correcto?, Seoyun he tenido tantos pensamientos incorrectos contigo, y se que tú lo has tenido conmigo, si ambos lo deseamos no le veo problema. Pero siempre me puedo detener.
Se queda estático cruzado de brazos.
—Solo tienes que decir que me vaya y me iré.
Más que una respuesta, desabotone mi blusa, el se relamió los labios dando grandes zancadas hacia mi.
—Media hora no será suficiente para todo lo que deseo hacerte Seoyun
Me besó de tal manera que hacíamos un ruido húmedo y morboso, sentía su lengua explorar cada rincón de mi boca, y sus manos acariciar mi trasero mientras lo apretaba, dejo de atender mi boca para deslizar sus labios entre mis pechos, sus labios sobre mi piel me causaba demasiado placer, como necesitaba esto.
Saco de su bolsillo trasero su cartera y de esta un preservativo. Tenía planeado esto y de una manera enferma encantaba. Se quitó la camisa dando perfecta vista de su abdomen marcado que me era mi perdición, pero ahora podía tocar.
Bajo su pantalón y bóxer, saliendo su erección siento atendida por él masturbando un poco para poder poner mejor el condón. ¿En realidad le parece que no está lo suficientemente duro? Ese cosa era un mastín en este momento.
Regreso a mi, levantando una de mis piernas haciendo que ni falda subiera por encima de mis muslos, no se alineó, no se preparo, el solo entro para poseerme, yo me agarre de sus hombros, para gemir en su cuello ahogando el sonido un poco.
—Eres muy estrecha, eso no es bueno para mí, me harás terminar muy rápido.
Hablo mientras seguía embistiendo haciendo sonar su voz aún más gruesa. Y no es que yo fuera estrecha, es que su tamaño no es algo a lo que esté acostumbrada, incluso punzaba un poco haciéndome clavar mis uñas en sus musculosos hombros.
Me levanto del escritorio sin salir de mi, se sentó en mi silla dejándome sobre de el.
—Toma el control.
Me mordió la barbilla, pero en esta posición sentía que me atravesaba por completo, decidí besarlo en lo que me acostumbrada al tamaño, era como si mi virginidad volviera. Cuando las punzadas se calmaron uní nuestras frentes mirándolo a los ojos, comenzando el Vaivén de mis caderas, el jadeo sobre mis labios tomándome por la cintura para darme más impulso.
—Quiero escucharte Seoyun, déjame hacerlo.
—Jungkook.
El me bajo de golpe haciéndome explotar de placer, sentir su abdomen frotándose con el mío, me provocó demasiado, me besó para que mis gemidos no subieran de nivel, me giro haciéndome colocarme sobre en el escritorio pegando mis pechos en el, levantó más mi trasero y volvió a entrar con un golpeteo continuo, salvaje, aferrándose de mis caderas tan fuerte que sus dedos quedarían como recuerdo de este encuentro sobre mi piel.
—Dios Jungkook.
Jalo mi cabello para que levantará mi cabeza y así agarrarme del cuello, mordiendo mi mejilla.
—Te declaró mía desde este momento— Sentí que estalló en un clímax poderoso con un sexy gruñido, mordiendo mi oreja al acabar.
Maldito conejo, maldito Jeon Jungkook, ¿Qué haré ahora con lo que acaba de iniciar?
Ya valió Bertha, el conejo cumplió su amenaza, todos queremos tiempo extra de esa manera.
¿Qué pasa también con el WWH? Anda muy tranquilo con nuestra Seoyun.
Las quiero besitos
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