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Especial de Navidad

Seoyun

Es la primera navidad de las niñas con su padre, yo había pensado que la pasaran con Yoongi y conmigo pero la verdad es que yo ya tuve una navidad con ellas, es justo que la pasen esta vez con Jungkook.

—¿Seguro estas de acuerdo?—me encontraba arriba de Yoongi

—Eres una terrible negociante, se que si te digo que quiero que estén con nosotros, harás algo para convencerme, así que estoy en un dilema, ¿Te dejo negociar o acepto de una vez y obtengo una mejor recompensa?

—Es bueno que tengas claro tus opciones.

Se levanto para besar mi hombro bajando la tira de mi sostén, mientras acariciaba mi brazo de manera lenta.

 Sera esta navidad, su cumpleaños y año nuevo me pertenecen esas dos, soy un ser bondadoso.

—Gracias señor Min, siempre es un placer negociar con usted.

Lo bese mordiendo sus labios, el sonrió atrapando mi cadera con ambas manos, haciendo que las moviera sobre el para iniciar a estimularlo, puede parecer bastante rudo y dominante, pero la verdad es que yo llevo mas el control en la cama. Sin dejar de moverme sobre el fui dando pequeñas mordidas en su cuello, sus gruñidos empapaban mi ropa interior, ayudó a quitarme la parte de arriba de la pijama.

—¿Te he dicho lo loco que me vuelves?

—No me molesta escucharlo de nuevo

—Me encantas, te amo y me vuelves loco.

Lo bese para ahora trazar una línea desde su cuello hasta el elástico de su bóxer, moje mis labios antes de probar lo que ya tenía listo para mí, acariciar la punta con la lengua siempre me ha encantado sus jadeos excitados mostraban el dominio que tenía sobre el, sus manos se enredaban en mi cabello, iniciando con los movimientos continuos una y otra vez al meterlo a mi boca tan adentro como me fuera posible.

—Seoyun deja de torturarme así.

Se quitó escuchándose un Plop al salir su miembro de mi boca, sin delicadeza me arrojo a la cama boca abajo arrancando mi ropa interior y tomándome desde esa posición, presionando mi espalda con su mano, podía sentir como me abría una y otra vez al entrar y salir.

—Gime para mí Seoyun.

Levantó mi cadera para meter su mano y alcanzar mi clítoris pellizcándolo mientras seguía con las embestidas, la fricción de sus dedos y el ataque constante me llevo al orgasmo, haciéndome gemir y jadear mientras apretaba las sábanas. Tan pronto sintió mis espasmos su liberación también llegó, cayendo en mi espalda dejando besos regulando su respiración.

—Esto es cerrar un trato.

—Tonto.

Nos duchamos rápidamente pues la hora de despertar de las niñas no tardaba en llegar, apenas terminándonos de vestir, el primer “mamá” se escuchó en el monitor de las niñas.

—Son más puntuales que nada esas niñas.

—Como su padre Min min.

Y no mentía, Yoongi parecía su padre biológico, tenían ciertas manías los tres, al estar comiendo se sincronizaban para comer y beber al mismo tiempo, les gusta a ver las noticias mientras desayunaban, negociar, y los tres arrugaban la nariz cuando no les gustaba algo.

Y nuestras rutinas en las mañanas eran casi siempre las mismas, el cambiaba a Min Seok y yo a Sun Hee, el vestuario lo elegía el siempre, también mientras yo las peinaba el arreglaba su maleta para la guardería o para irse con su abuela. No podía pedir más de él, es maravilloso.

—¿Van a extrañar a papi hoy?

—¿Apa Min Min no viene?—Sun Hee se abrazo de su camisa.

—No princesa, irán con papá Jungkook para navidad, mami y yo las recogeremos con la abuela después.

En lo que los tres se abrazaban de manera dramática, como si se fuera  a separar años, yo iba abrir la puerta, porque Lois ladraba en señal que Jungkook ya había llegado.

—Buenos días Jungkook

—Buenos días Seoyun.

No sé si estos años en el ejército habían hecho algo en él, pero Lucia muy diferente, se que es imposible pero siento que hasta las alto se veía.

—¡Papi Jeijei!

Las gemelas corrieron a abrazarlo en cuanto lo vieron el se agachó para recibirlas en un cálido abrazo.

—¿Cómo están las huracanes de papá?

—Bien papi

—Hola Jeon.

—Hola Min

El saludo de ambos siempre era más frío que el hielo, pero al menos se toleraban por las niñas.

—Iremos por ellas mañana al medio día.

—Esta bien, sirve los gemelos te dan su regalo de navidad, me han preguntado mil veces si vendrías a casa.

—También le tengo algo sirve y se los llevo.

—¿Mamá no viene tampoco?

—No mi nena, iré  con tu papi Min a una aburrida cena de navidad con sus socios, pero prometo estar Temprano con ustedes y Omma Jeon ¿De acuerdo?

Asintieron no muy convencidas, se despidieron de nosotros y se las llevo de la mano mientras ellas le contaban mil y una cosas a su manera.

—¿Con que aburrida cena de navidad?

—Tus socios no me agradan, los tolero por qué son buenos en lo que hacen, pero de ahí en más no son mis personas favoritas.

—Pues podríamos escaparnos en medio de la cena y hacer travesuras por ahí.

—Me convenciste con lo de escaparnos.

Nos arreglamos para la cena de su compañía, estuvimos saludando gente, brindando, yo estaba un poco aburrida ya.

—Voy a llamar a las niñas, ya vengo.

—Claro cariño ve.

Salí al balcón del salón, e inicie una video llamada a Jungkook.

—Que bueno que marcas.

El llanto de las niñas se escuchaba detrás de él.

—¿Qué pasa? ¿Qué tienen las niñas?

—No lo sé, ya las revisamos de todo a todo, estábamos muy bien, pero cuando íbamos a abrir los regalos comenzaron a llorar y no han parado.

—¿Qué pasa Seoyun? —Yoongi apareció a mi lado

—Algo tienen las niñas.

—¡MAMI! ¡QUEREMOS MAMI!

—Debes de ir a verlas, si las vez muy inquietas traerlas a casa.

—Jungkook, voy para allá.

Colgué y maneja tranquila, Yoongi se quedó en la cena, después de todo es el principal anfitrión. Me estacione mal enfrente de la casa de Jungkook. Entre sin tocar la puerta, los gemelos trataban de distraer a las niñas que ya solo hipeaban por el llanto, con sus mejillas regordetas rojas por tanto llorar, la cara de preocupación de Jungkook era algo adorable.

—Ya llegué.

—¡MA…MI!

Se abrazaron a mi, les acaricie el cabello, no dejaban de hipear pero ya no lloraban.

—Lo siento creo que sigo siendo malo para esto.

—Creo que lo haces bien.

—No entendemos Noona, todo estaba bien, nuestra madre estaba en la cocina y cuando tomaron el primer regalo, comenzaron a llorar.

Les limpie las lágrimas.

—¿Qué sucede mis niñas? ¿Por qué lloran?

—Mami no está

—Sun Sun y Minse quieren a mami y papi Jeijei

—No queremos regalos sin mami.

Mis pequeñas ya se dan a entender bastante.

—¿Quieren que abramos los regalos juntas y luego vamos a casa con papá Min Min?

—¡No! Queremos quedarnos con papi Jeijei.

—Parece que quieren que estemos juntos con ellas —Jungkook se sentó en el piso, Sun Hee se subió a sus piernas tomando el regalo.

—Eso parece, pequeñas terroristas.

—¿Quieres un café Seoyun?

—Si muchas gracias Omma.

Todos traían suéteres a juegos incluso a las niñas les habían puesto los mismos, ellas ya estaban más tranquilas jugando con Jungkook, yo estaba tomando el café en sofá, mientras los tres hombres de la casa jugaban con las pequeñas.

—El hace lo que puede.

—Lo notó, ellas son muy felices con él.

Pedí un cambio de ropa para poder jugar con ellos, anduve un rato en el piso con ellas, terminaron cansadas, y dormidas en el sillón.

—Me las llevaré ¿ Si te parece?

—Si está bien, iré por ellas entre semana, igual si quieres puedes quedarte con ellas en mi cuarto yo dormiré aquí en la sala.

—Creo que Yoongi no se quedó tranquilo al escuchar el llanto de las niñas.

—Nosotros las llevamos al auto.

En los que los gemelos se llevaban a las niñas, recogí los regalos y la maleta de las pequeñas, me despedí de la madre de Jungkook cuando íbamos de la salida los gemelos nos pararon en el marco de la puerta.

—Hey Noona

Me señaló arriba, mire y había un muérdago colgado, Jungkook miro también y solo negó con la cabeza.

—Es una tradición, solo háganlo por el espíritu navideño.

—No la molesten mocosos, ya vayan a dormir, monstruos.

Me dieron un beso en la mejilla ambos, y se fueron a dormir.

—Gracias por darme a esas niñas tan hermosas.

—Gracias a ti por hacer tu mayor esfuerzo por ser tan buen padre.

Iba a caminar hacia el auto, cuando me regrese y jale de su suéter para darle un beso en la comisura de los labios.

—Feliz Navidad conejo, no debemos romper tradiciones.

Me di media vuelta, pero el me giro de nuevo está vez dándome el beso en los labios de manera corta.

—Feliz navidad Seoyun.

La autora sigue en las islas Maldivas, pero dejo el especial de navidad de Dualidad, tu lo querías, ella lo quería y aquí está, besitos en el siempre sucio amores

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