'Cause you're a force of nature. Look at what you've done.

Hawaii, 2019.

Las horas parecían estar riéndose de él, pasaban especialmente lentas. Cada vez que las puertas del hotel se abrían, miraba emocionado si Niall, Jo y Noah habían regresado. Él volvió en cuanto los vio llegar a la playa.

Se acercaba la noche, y eso significaba que no tardarían en llegar; Niall sabía que no lograría ver nada sin la luz del sol y Jo estaba ahí para convencerlo. Además, Harry regresaría al lago cuando el sol se pusiera.

Por otra parte, también quería que regresaran para poder ir en su búsqueda. Al principio había sido una idea poco cuerda, no se sentía seguro y confiado; pero necesitaba respuestas y; Harry siempre estaba solo.

Cuando la noche cayó, las puertas se abrieron y vio llegar con cara de decepción a Niall junto a Jo y Noah, que no parecían tan desanimados. Obviamente Jo estaba aliviada: Harry estaba a salvo. Por ahora.

— Estoy agotado, llevamos encerrados en el laboratorio dos horas examinando muestras.

— ¿Y bien?- preguntó Louis interesado.

— Nada. Creo que me voy a ir ya a la cama. ¿Vas a hacer algo?

— Yo había pensando en invitar a Louis a tomar algo, ¿quieres?- propuso Jo y al instante el aludido asintió.

Así podría salir del hotel con una buena excusa, aunque lo hubiera hecho de todos modos cuando se hubiera desecho de Niall. Ahora tendría que decirle a Jo que no podía aceptar realmente su invitación.

— Hacéis buena pareja vosotros, y ya es hora de que Louis siente cabeza.

— Sí, sobretodo con alguien que vive en Hawaii.- bromeó el castaño y Jo simplemente sonrió.

Salieron del hotel junto a Noah y éste se fue en dirección contraria tras abrazar en despedida a su amiga y compañera. Caminaron en silencio cuesta abajo sin saber qué decir, sin saber cómo sacar el tema sin hablar demasiado. Jo seguía desconfiada y Louis no tenía pensado obtener respuestas de su parte.

— No hagas caso a Niall, no estoy interesado en ti. Quiero decir, eres guapa, muy guapa, pero no me gustas. Tampoco es que hayamos hablado mucho, pero no estoy interesado en empezar a tontear y por Dios, deja de sonreír y cállame.- rogó avergonzado al ver el gesto divertido que tenía la chica sin quitarle ojo.

— Es divertido verte así. Y no te preocupes, en ningún momento he pensado de esa forma. De hecho tengo pareja.

— ¿Tú y Noah?

— No, ya os conocereis. Sólo te saqué de ahí para preguntarte por, hmm, por Harry.

Y de nuevo la incomodidad y tensión se apoderó de ambos. Louis lo entendía, era el secreto de Jo, y lo ha sido por un tiempo que desconoce. Pero es la única persona que sabe de la existencia de Harry y ahora alguien más es conocedor de la información. Eso lo ponía en peligro, sobretodo en las circunstancias en las que se econtraban, con un loco obsesionado en la habitación de al lado. No conocían a qué nivel podría llegar Niall si encontraba algún indicio.

— Le pedí que se fuera y así lo hizo. Volverá esta noche.

— Bien. Gracias, estoy preocupada, ¿sabes? Me dijo que nunca dejaría que nadie lo viera y a ti prácticamente te obligó a verlo. Ha jurado no hacerlo nunca más, pero-

— Dale un voto de confianza, no puedes estar así de preocupada todo el tiempo.

— ¿Por qué le ayudas ahora? Deberías estar contándole todo a Niall. Te creería.

Louis permaneció callado hasta que dejaron de caminar al final de la calle. Jo dio por sentado que no contestaría. A veces no hace falta dar explicaciones cuando hacemos lo que creemos es correcto.

— Yo voy a casa, Niall ya estará en su habitación, puedes volver al hotel.

— Adiós, Jo.

La chica acarició su hombro y siguió andando calle a la derecha, una vez desapareció de la vista de Louis, se puso en marcha a la playa. Un largo camino y un bosque que odiaba por cruzar.

Era una de las noches más calurosas en Hawaii desde que habían llegado. Agradeció la humedad del mar cuando llegó a la playa, resultaba refrescante y tranquilizador. Como las veces anteriores que había venido a este lugar, se quitó los zapatos y comenzó a adentrarse en el mar. Esta vez fue un poco más lejos y caminó por las piedras hasta sentarse en la roca más lejana.

La luna ya estaba en lo alto, el cielo totalmente despejado y las estrellas brillando con poder.

Esta playa era mucho más especial que el resto; la mayoría de ellas siempre estaban repletas de turistas. Aquí la soledad era lo único que podías encontrar. La soledad y Harry.

— Has venido.

Miró a su alrededor y lo encontró tras unas piedras con los brazos sobre ellas. Se hundió poco a poco en el mar y segundos después apareció frente a él. Como si repitiera sus acciones, se acercó al cuerpo de Louis y acarició de nuevo sus rodillas.

— No te sientas culpable, no es nada.- murmuró con el poco aliento que encontró.

— Pero lo hice yo.

— Olvídalo, ¿vale?

Harry asintió y se dispuso a volver a esconder sus manos bajo el agua, sin embargo Louis puso las suyas encima para evitarlo. Tomó una de ellas y acarició cada milímetro de piel. Para su sorpresa, no le temblaban las manos como hasta hacía unos instantes.

— Son escamas.- susurró tocando detenidamente la piel entre sus dedos.

— ¿Has hablado con Jo?

— Está muy preocupada por ti, intenta mantener a Niall lejos de este lugar, quiere protegerte.

Harry asintió y se deshizo del agarre de Louis para hundirse en el agua; se alejó un poco pero en ningún momento rompió la mirada.

— Sigues asustado.- afirmó Harry decepcionado. No le gustaba parecer peligroso.

— No. Quiero decir, un poco. Pero sé que no vas a hacerme daño, ya lo hubieras hecho.

— Eres valiente. Tienes miedo y has venido muy profundo esta vez.

— Supuse que sería más fácil para ti estar aquí, aunque este lago es hondo.

— Podría ahogarte aquí mismo.

Los ojos de Louis se abrieron de par en par y el aire se cortó en sus labios. Apretó la piedra bajo sus dedos e intentó no parecer más asustado de lo que ya lucía.

— Estaría bien que no lo hicieras.

— He dicho que no quiero hacerte daño.

Le creía en cierta parte pero era una maldita sirena. La mitología siempre ha contado historias horribles sobre ellas. Eran malas. Pero de algún modo, confiaba en sus palabras.

— No es una manera sutil decir cómo podrías matarme.- bromeó entre titubeos dejando de presionar la roca con sus manos. De hecho, se relajó al ver cómo Harry se acercaba de nuevo.

— Tú... No lo entiendes, no funciona así. No lo haría de todos modos- buscó la mirada de Louis hasta que la encontró, sus ojos se veían grandes e hinchados, estaba por llorar.—. Ojalá alguien me hubiera dicho lo mismo.

Louis poco a poco fue descendiendo de la piedra hasta quedar todo su cuerpo completamente sumergido en el mar. Estiró los brazos para hacerle saber a Harry que no quería que se acercara.

— ¿Por qué lo dices?

— Una sirena me ahogó en esta playa hace muchos años. Yo era como tú. Quise ahogarte, cuando te vi fue lo único en lo que pude pensar, nunca me había pasado.- se sinceró y escondió todo su cuerpo hasta la nariz tras ello.

— ¿Todavía quieres ahogarme?

Harry negó con la cabeza varias veces y cerró los ojos un instante, cuando volvió a abrirlos Louis no estaba. Hundió todo su cuerpo en el mar y lo vio en el fondo, observando todo su cuerpo desde las profundidades.

Estuvo observándole cerca de un minuto, cuando al fin decidió mover las piernas y volver a la supericie a respirar, así como también lo hizo Harry.

— Aguantas mucho bajo el agua.

— Soy un buen nadador. Apenas he logrado ver bien, tu cola no brilla tanto sin la luz del sol.

— Podrías volver mañana cuando aún el sol esté en el cielo.- propuso Harry con miedo a ser rechazado; lo que comprendería totalmente.

— ¿Estás siempre solo?- preguntó cohibido y Harry asintió con lentitud.

Louis poco a poco fue volviendo a la roca e intentó subir sin mucho resultado. Sintió unas manos en su cintura y posteriormente se vio sentado de nuevo en la piedra.

— Así que esto va así, tú ahogas a alguien y esa persona se ¿transforma?

— No es ciencia cierta, la sirena que me transformó me dijo que el mar debe de aceptarte, si no, simplemente mueres.

— Es peligroso. ¿Sabes cuántos años tienes?

— Veinticuatro, me lo dijo Jo. Cuando pasa tanto tiempo dejas de estar pendiente- su voz se fue apagando poco a poco hasta convertirse en un hilo de voz. Observó a Louis durante unos minutos sin que ninguno de los dos dijera nada. Supuso que todavía tenía que procesar demasiada información.—. Tus ropas están completamente mojadas, y aunque haga calor la humedad nunca es buena. Deberías ir y secarte.

Louis asintió y se puso de pie sobre las piedras para marcharse del lugar. Antes de irse miró a Harry desde arriba y apreció que bajo la tenue luz blanca de la luna parecía mucho más irreal.

— ¿Estarás bien?

— Claro. ¿Volverás mañana?- se atrevió a preguntar demasiado esperanzado.

— Lo intentaré.

Tras una última mirada, giró sobre sus pies y comenzó a caminar hasta llegar a la orilla. Harry nadó lentamente siguiendo sus pasos hasta que estuvo sobre la arena.

— Louis- lo llamó con la voz rota y esperó a que éste lo mirara.—. No lo haría.

♦ Primera dedicación para mi bebita larrystorta.