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Capítulo 28: Amenaza.

Honey you are the sea upon which I float; and I came here to talk and I think you should know, the green eyes you're the one that I wanted to find.

Hawaii, 2019.

Los trazos eran precisos, cortos y posteriormente difuminados con delicadeza con otro pincel húmedo. Había usado mil tonos diferentes de azul para darle realismo a sus escamas; sus piernas por otra parte, aparecían turbias por el agua. Así sería más fácil pintarlas.

El lienzo no era demasiado grande, lo había consegiudo en una tienda de artes en el centro. También había comprado plásticos con los que ahora cubría la cama y todo tipo de pinturas al aceite. Llevaba una camiseta vieja que ni si quiera recordaba por qué había empacado y unos vaqueros nuevos que ya no lo eran.

No cabían más mezclas en la paleta cuando siguió haciéndolas sobre el plástico de la cama. Había dejado bastante pintura en las rocas, tanta que aún ni se secaba. Así, al pasar los dedos se sentiría áspero y duro, como las piedras.

Se escucharon un par de leves golpes en la puerta antes de que se abriera y Jo se hiciera paso con los ojos abiertos como platos. Sin duda sorpresa en su rostro y desconcierto en su expresión. Se encogió cruzándose de brazos y miró a su alrededor mientras caminaba, buscando un sitio limpio en el que sentarse.

— Buenas, madrugador; si manchas una pared, un mueble o cualquier cosa de la casa tienes que repararlo.

— No te preocupes, estoy teniendo cuidado.- dijo sin quitar la vista del lienzo. Su mano aún dando trazos en azul.

Jo tomó asiento en la silla junto al escritorio y estiró el cuello para tener una buen vista de la pintura. Abrió la boca para decir algo pero las palabras se perdieron en sus labios. De repente se levantó y empezó a desabrocharse los vaqueros; el movimiento hizo que Louis levantara la cabeza para encontrarla.

— ¿Quieres hacer un desnudo para mí, Jocelyn?- preguntó alzando una ceja.

— Estos pantalones cuestan más que tu vida, sólo los estoy manteniendo a salvo.

Dobló la prenda y la dejó sobre el portátil en el escritorio para luego tomar asiento junto a Louis en la cama. El plástico se pegaba a su piel y probablemente ya tendría manchado medio muslo. Examinó de nuevo la pintura y suspiró, aún buscando las palabras.

Esta vez Louis la miraba, esperando también a que dijera algo, una crítica, tanto buena como mala, necesitaba escuchar un comentario acerca de su pintura después de tantos fracasos en sus intentos. Porque hacia tiempo que la fotografía era su único escudo.

— Es... Louis, es precioso. Es la cola de Harry, es igual. Y tus piernas enlazadas, así es como estáis siempre, ¿verdad? Parece una foto tomada desde arriba. -comentó tomando el lienzo entre sus manos, estudiando al detalle cada línea, cada tono.

— La verdad es que estoy orgulloso de esto; hace tiempo que nada queda más o menos bien.

— ¿Más o menos? ¡Louis, esto es increíble!  Puedes presentarlo a alguna exposición cuando vuelvas a Londres, o qui-

— No- dijo de repente, su mirada ahora seria y algo fría. Incomodidad sin duda reflejada en sus ojos.— No quiero compartir ni la menor de las historias que he vivido con Harry. Él siempre será mío. Sólo para mí.

Jo asintió formando una fina línea con los labios antes de tomar aire y suspirar. Era un trabajo tan bueno que realmente daba impotencia saber que terminaría en un armario, como mucho colgado en el salón de su apartamento.

— Bueno. Has dicho que hacía tiempo que no pintabas así, ahora que vuelves a hacerlo, puedes crear otras cosas que no relacionen a Harry. Para buscarte un buen sitio en ese mundo, lo que siempre soñaste.

Y Louis cerró los ojos agachando la cabeza. A veces de verdad pensaba que estaba enfermo. Que su mente no estaba estable, que había algo mal en él; que necesitaba ayuda para sanar el lío que se formaba en su cabeza todo el tiempo.

Otras simplemente pensaba que había dos tipos de personas en el mundo. La primera, acepta la vida. Acepta el juego y tira los dados, avanza, pierde, gana, hace trampas, aliados, enemigos. Y al final, cuando la partida termina, tiene muchos recuerdos, esos que forman la vida de una persona. Y luego, luego están las personas como Louis. No les gusta jugar, no se atreven a mover las fichas, prefieren buscar el seguro y permanecer ahí observando cómo los demás se siguen moviendo.

Louis no servía para jugar, y quizá no era algo malo.

Quizá no era él. A lo mejor tan solo era el tipo de juego.

— Harry es, hmmm, Harry es mi inspiración.

Jo se mantuvo callada por un momento y al rato, Louis siguió haciendo trazos bajo su mirada. Jo lo disfrutaba, era ver arte en directo, ver cómo de verdad se hace y no pensar que aparece de la nada. El arte es real, y Harry estaba reflejado en cada una de las líneas que dibujaban las escamas.

En la parte de arriba del lienzo, donde empezaba la pintura y también sus cuellos, Louis pasó el pincel más fino que había visto jamás y dibujó el colgante de la cruz en su pecho.

— He hecho el desayuno; termínalo luego, ¿vale?

Louis asintió y dejo el lienzo con cuidado sobre la pared de la cama. Ambos se levantaron y salieron de la habitación para recibir un fuerte olor a café y tostadas. Nicole terminaba de poner la mesa y llenar los vasos de zumo de naranja cuando su móvil sonó.

Leyó el mensaje y levantó la vista mirando a Jo con una sonrisa torcida.

— ¿Saliendo de la habitación de Tomlinson sin pantalones, Jocelyn?

— Estamos negociando un desnudo. ¿Integral, parcial...?- bromeó entrando en la isla de la cocina para freír los huevos.

— ¿Y luego lo colgamos en el salón? Entonces integral.

— Puedo pintaros a los dos, así juntas y desnu...- su voz se fue apagando hasta dejar de oírse totalemte, observado por ambas chicas con una sonrisa en el rostro.—Da igual.

— Es Niall. Dice que te lleva llamando desde ayer, ¿por qué no se lo coges?

Louis fue a contestar pero se calló sin saber muy bien qué decir. Y era cierto, no sabía por qué no había contestado las llamadas de Niall, pero hablar con él últimamente era esperar malas noticias. O sólo noticias. Pero que sin duda para él no eran buenas.

Por eso decidió volver a pintar, tenía ganas y necesitaba evadirse, buscar una manera de sentirse tan seguro como cuando estaba con Harry pero sin estar con él. Y la única forma que encontró había sido pintando cada tramo de sus escamas en un lienzo.

Jo dejó un huevo en cada plato y el bacon y los tomates en medio de la mesa. Aún no se había sentado cuando le dio un trago al café y suspiró aliviada.

— Cafeina. Que no os mientan, es la mejor de las drogas.

Su teléfono empezó a sonar y  fue a buscarlo a su habitación haciendo un gesto para que tanto Louis como Nicole empezaran el desayuno.

No tenía ganas de comer, pero hambre sin duda. Llenó su plato con dos tostadas, bacon y tomate. Empezó con el zumo decidiendo dejar el café para el final.

— Nunca desayunas tanto- señaló Nicole haciendo un sándwish con un par de tostadas y el tomate.—. Sería muy amable de tu parte que dejaras algo de tomate para el que voy a preparar luego, puedes comerte todo el bacon si quieres.

— Oh, lo siento. No me había dado cuenta, no me acordaba. Yo... No sé qué me pasa. Cuando estoy nervioso me da por comer sin parar.

— ¿Por qué estás nervioso?

Porque cada vez que el móvil suena o alguien nombra a Niall, siento que me avisará de que nuestro vuelo de vuelta a Londres sale en cinco minutos. Porque una de las personas que más me conoce y con la que más rápido he sentido conexión se quedará en Hawaii con su novia mientras yo vuelvo a hacer fotos. Porque caí como un estúpido por alguien que no puede salir del mar. Porque este sueño se termina en cuanto el karma chasque los dedos. Pensó mucho, pero sólo dijo:

— No sé.

— Estás muy raro, Louis. ¿Te va a bajar?- bromeó dejando caer una leve risa que Louis acompañó.

Empezaron a comer y Jo se reunió de nuevo con ellos al rato. Su gesto reflejaba preocupación e incomodidad. Apretaba el móvil entre las manos y volvía a tener los pantalones puestos. Tomó asiento y suspiró pasando la mirada de uno a otro.

— Era la policía.- dijo incrédula.

— ¿Ha pasado algo? ¿Jo?- preguntó Nicole algo nerviosa al ver la expresión de su novia.

— No lo sé. Me han preguntado sobre Liam, por si lo he visto. No me han comentado nada más, pero me han pedido que vaya hoy a la científica, van a estar allí. ¿Podéis venir conmigo?

— Claro. De todas formas tienes turno de mañana, ¿no?

Jo buscó la mirada de Louis y asintió. Éste se terminó su plato tan pronto como pudo y salió casi corriendo hacia su habitación para tomar una ducha y prepararse. Ya habían pasado varios días sin saber nada de Liam, pero sus vecinos lo habían visto salir y entrar, estaba bien; por eso no le había dado más importancia de la necesaria. Pero por lo visto, la tenía.

Que la policía estuviera implicada daba malas vibraciones y lo sabía.

Una vez estaban todos listos, salieron del edificio por el parking hacia los laboratorios. Como suponía, un coche de policía estaba aparcado justo en frente de la entrada y Jo se agarró a su brazo par entrar.

— ¿Qué crees que ha pasado?

— No lo sé.

Tomaron el ascensor en el que se encontraron con Noah, al cual también habían llamado. Porbablemente todos los compañeros de trabajo tendrían que responder sus preguntar; quizá Louis también. En cuanto entraron en el pasillo, un par de hombres no uniformados esperaban sentados en el sofá frente a la recepción.

— Me llamaron esta mañana.- dijo Jo de repente, nerviosa.

— Oh, hmm, inspectores Dallas y Henning. Vamos a tomar uno de los despachos y le haremos simples preguntas rutinarias, no tienen por qué preocuparse.

— ¿Sólo los empleados?

— ¿Y usted es?

— Louis Tomlinson. No trabajo aquí pero conozco a Liam, lo vi un día antes de que desapareciera. No sé si eso importa o-

— Entre, será el primero y podrá irse.

Louis asintió y siguió a uno de los inspectores hasta entrar en el despacho. La decoración era marrón y bastante cálida para tratarse de una parte de la científica, todo aquí lucía demasiado blanco y azul. Ambos se sentaron en las sillas de visitas y Louis tomó asiento justo en frente, en el sofá.

— ¿Cuándo fue la última vez que lo vio? ¿Dónde y qué hacía? ¿Con quién estaba?

— Hace cinco días, fue en el edificio de Jo. Es dónde actualmente vivo. Me estaban buscando, había pasado la noche fuera y había perdido el móvil. Él me lo dio. Estaba con Niall y Jo. Comimos y luego se fue, tenía estudiantes de la universidad en prácticas.

— Rellena esto por favor.

Tomó el papel y vio que eran simples datos personales, su nombre, edad, residencia. Querrían verificar datos reales. Suspiró y cuando terminó, dejó el papel con cuidado sobre la mesa. Alzó una ceja cuestionando su estancia y el inspector hizo un gesto para que saliera.

— Gracias por su ayuda.

— ¿Qué ha pasado? Me gustaría saber para qué estoy ayudando. No está en busca y captura, ¿no? No es como si se hubiera fugado, sus vecinos lo han visto varias veces.

— Cierto. Pero no logramos dar con él, y necesitamos su declaración; unas grabaciones muestran que fue probablemente el último en ver a Lindsay Murray antes de que desapareciera. Seis días sin dar señales.

Louis asintió y salió de la habitación sin decir nada más. Cerró los ojos y sacudió la cabeza alejando sus pensamientos, corazonadas, teorías o hipótesis de lo que había podido ocurrir. Pero no. No podía ser. Una posibilidad en un millón.

— ¡Louis!

Escuchó la voz de Nicole a su espalda, pero la puerta del ascensor se cerró antes de que pudiera darse la vuelta para mirarla. Tendría que coger un maldito taxi. Otra vez. Había llegado a odiar esos vehículos con su vida, se pasaba la mitad de su estancia montado en ellos. Cuando volviera a Londres tomaría el metro o el autobús siempre. Quizá era hora de comprar un coche.

En cuanto sus zapatos pisaron la arena se dio cuenta de que estaba quizá demasiado bien vestido para un día en la playa. Camiseta básica, ajustados negros y zapatos de piel negra. ¿Por qué había aceptado que Jo le regalara eso? Suspiró quitándoselos con cuidado y comenzó a caminar hasta las rocas.

Harry apareció de repente pasándose las manos por la cara, dejando su pelo hacia atrás y su cara menos mojada. Sonreía y sus hoyuelos se marcaban en demasía; eso significaba que su sonrisa era pura y verdadera.

— Al fin. Mira lo que he encontrado, estaba bastante lejos pero es increíble, ¿no crees? ¿Has visto alguna vez una caracola rosa?

— Eso es malva, Harry.

— Es rosa.- sentenció acercándose a la roca para dejar la caracola con cuidado, como si fuera un tesoro frágil.

Louis empezó a desvestirse, primero dejando la camiseta sobre la piedra para dejar encima el móvil y luego los pantalones. Había rezado mentalmente para llevar unos boxer oscuros o al menos nuevos, en cuanto vio que eran blancos se ruborizó y alargó más su tiempo en tierra acomodando las cosas.

No podía creerse que se avergonzara de ellos, no llegaría a ninguna parte al fin y al cabo. Bufó y rió sin saber por qué.

— ¿Qué te pasa? ¿De qué te ríes?

— Me estaba acordando de un chiste.- dijo antes de saltar y hundirse frente a Harry.

— ¿Me lo cuentas?- cuestionó cuando Louis emergió, ahora su cabello mojado cubriéndole la frente.

— No. No soy bueno contando chistes. ¿Sabes? He estado pintando de nuevo, quiero decir, algo que vale la pena, al menos para mí.

Se acercó a él pasando los brazos por su cuello y Harry sonrió. Louis se mordía el labio inferior aguantando también una sonrisa. Si Harry volvía a preguntar por qué, probablemente le golpearía.

Tras conocerle, no había vuelvo a necesitar una excusa para sonreír.

— ¿Y qué has pintado?

— Tu cola. Y mis piernas. Así.- explicó cruzando los pies a su espalda.

— ¿Me lo enseñarás?

— Sí, le haré una foto y mañana lo verás. Te quiero dar las gracias, Harry- dijo de repente, ahora con el semblante serio, mirando los ojos verdes de Harry muy de cerca, casi rozando su nariz.—. Has sido como una inspiración; la magia que necesitaba.

La cara de Harry se iluminó por completo, y ahora que se sentía más seguro de sí mismo y de Louis al verle frente a él, eliminó la poca distancia entre ellos dejando un leve beso sobre sus labios. Las manos de Louis fueron a parar directamente a ambos lados de su cara, acariciando sus mejillas, impidicendo que se separara por un momento.

— ¿Soy tu musa?- bromeó y Louis golpeó su hombro con suavidad.

— El otro día soñé contigo. Eras humano, y...-su tono se entristeció de repente, pero Harry tomó sus manos y nunca dejó que la sonrisa de su rostro desapareciera, como si le apoyara, como si lo que fuera a contar fuera algo divertido o ameno, Quizá podía serlo.— Y estábamos en Londres, en un restaurante coreano. Todo esto pasó porque vi un vídeo antes de dormir y, fue raro.

— Pero cuéntamelo, ¿qué pasó?

— Me senté solo en una mesa y había una pantalla en la pared en la cuál preguntaba: ¿desea compañía? Y pulsé que sí. De repente la pared frente a mí se levantó y estabas justo delante. Vestido con una camisa blanca, como la que te puse para las fotos. Tus mejillas estaban sonrojadas y lo primero que preguntaste fue mi nombre. No nos conocíamos. Era nuestro primer encuentro...

Louis contaba el sueño perdido en la fantasía de sus palabras, en el imposible, en la esperanza y la añoranza de lo diferente que hubieran sido las cosas en otro tipo de historia.

— Sin sonidos raros, ni sustos, ni magulladuras en las rodillas.- susurró Harry abrazando a Louis con ternura.

— Sí. Era normal pero...

— ¿Pero?

— Incluso en el sueño, durante esos minutos, eché de menos este lugar.

Harry abrió la boca para decir algo pero no pudo. Parpadeó para salir del lugar en el cual se había quedado paralizado pero solo escuchaba las palabras de Louis una y otra vez. Él también se había dado cuenta de cuánto le gustaba a Louis estar ahí, de cuán normal le parecía ahora. De lo diferente que el mundo real se le presentaba.

— ¿Esos restaurantes existen?- pregunto de repente con una sonrisa de nuevo y Louis le imitó.

— En el vídeo sí, en Corea. Ojalá pudiéramos salir de aquí por un día y expirementar algo así.

— Louis, tú puedes hacerlo. No puedes olvidarlo.

Por un momento no le entendió, pero finalmente Louis asintió sin ganas y suspiró.

— Lo sé; quería decir contigo. Los dos juntos. Ojalá.

— Podemos soñarlo juntos algún día.

Ambos sonrieron sobre la boca del otro y terminaron besándose de nuevo. Abrazando el cuerpo opuesto con miedo a perderlo, como siempre había sido, como siempre sería. Porque no son solo ellos, nunca estás seguro. Jamás. Con nadie. Con nada.

Porque hoy está junto a ti. Pero mañana puede que no. Y no lo sabes, no puedes saberlo. Y Louis ya lo había experimentado; no quería pasar ni un segundo de su tiempo sin tocar la piel de Harry, por que en el fondo de su corazón, sabía que dentro de poco sería algo que añoraría.

Una ola más fuerte de lo normal rompió en una roca junto a ellos, pero no fue ese estruendo el que los separó; fue una voz fina y aguda a sus espaldas.

— Puede que al final tuvieras razón, no iba a decir nada.

Se separaron de inmediato y Harry giró para encontrarse con Chelsea. Era la primera vez que Louis la veía, tan pálida como una pared, ojos oscuros y cabello corto a mechones desiguales, probablemente cortado con cualquier cosa que encontró.

Harry se quedó estático, Louis estaba detrás de él pero éste no tardó en colocarse a su lado.

— ¿Qué haces aquí?- preguntó Harry, su voz más grave de lo normal.

— Zayn. Llevaba días raro, pensé que era por lo de la chica. Pero no se comporta como yo lo hice, no está domidado por su naturaleza. Le pasa algo.

— ¿Y?

Louis miró a Harry, intentando averiguar lo que pasaba por su mente. Él odiaba a esa sirena, la miraba y sólo podía recordar que se llevó a Harry lejos de él. Pero estaba ahí pidiendo ayuda, aunque no supiera muy bien de qué forma Harry pudiera hacer algo.

—Harry, su mundo no termina cuando empieza el nuestro- dijo señalando a Louis con la cabeza en un débil gesto.—. Hay arena en el fondo del mar.

— ¿Qué es lo que no me estás contando?

Pero Chelsea no pudo contestar, a su lado emergió aquel del que había estado escuchando durante mucho y una vez vio en fotografías. Parecía una maldita escultura de marmol, eculpido al detalle, incluso las gotas caían con elegancia por su rostro.

De repente Harry se puso delante de Louis, cubriendo su cuerpo con el suyo propio, haciendo un sonido animal, escalofriante. Pero Louis ya lo había oído antes.

— Fuera de aquí. No te acerques a él.

Y entonces Louis sí que sintió miedo, se dio cuenta de dónde estaba. Con quién estaba. En el agua, en el campo contrario. Tirando los dados en el turno equivocado.

Y no era miedo de lo que podría pasar, era pánico de lo que pensaba.

Porque la peor de las amenazas que pudiera recibir, sólo serían un gran beneficio para su corazón.

— Las cosas no terminan cuando lo dices. Una amenza empieza cuando se pronuncia y termina cuando se cumple.

La voz de Zayn era aterradora, fría y directa. Como si cada palabra fuera una bala directa al mayor de tus miedos.

El agua se sentía congelada a su alrededor, una de las manos de Harry agarraban su brazo; miraba por uno de los lados la situación; Chelsea incluso parecía sorprendida mirando a Zayn en el desconcierto. Harry estaba tenso. Zayn respiraba tranquilo.

El agua brillaba a su alrededor en tonos claros, su cola era gris. Igual que la de Chelsea. La claridad le permitía una visibilidad increíble, hasta la forma de sus aletas podía percibirse. Le sorprendió que también fuera la misma; para nada parecida a la de Harry.

Frunció el ceño cuando escuchó su voz de nuevo.

— Uno de ellos lo sabe. Estaba con ella- admitió haciendo referencia a la chica que ahogó. Las inconscientes teorías de Louis tenían razón. Esa chica era Lindsay Murray. De repente su móvil empezó a sonar en la roca. Lo ignoró.—. Se marchó. Él es uno de los que estuvo todos los días aquí cuando viniste con nosotros.

— Cuando os lo lleváisteis.

— Louis.- murmuró Harry para hacerle callar.

Su móvil seguía sonando.

— Lo sabe. Y ese a quién escondes como si fuera inofensivo está con ellos.

— Felicidades, ahora sabe que existís por tu culpa.

— ¡Louis, cállate!- gritó Harry alterado, incluso su voz temblaba.

Él sabía lo que venía. Lo que Zayn diría.

— Tiene razón. Pero no voy a pagar yo. Que haga lo que sea, que se lo lleve, que lo haga desaparecer. Pero que no nos busque.

Louis quitó a Harry de en medio para poder mirar a Zayn cara a cara, estaba furioso, sentía que no podía respirar con normalidad. Y su maldito móvil paraba y empezaba a sonar de nuevo.

— No puedo hacer eso, ni si quiera sé dónde está. ¡No es mi maldito problema!

Harry tiró de su brazó para atraerlo a su cuerpo y alejarlo de Zayn, que seguía estático, tranquilo como si nada malo estuviera pasando. Su temperamento era amenazador.

— Harry también está en peligro si lo saben.- comentó Chelsea.

— Si esta es la manera que tiene tu novio de pedirme ayuda no va bien.- advirtió Louis sintiendo a Harry tensarse cada vez más. Estaba expuesto en el mar, el lugar más peligroso en el que se sentía más seguro.

La ironía de su vida.

De repente Zayn se hundió en el mar, Harry empujó a Louis para que quedara a su espalda pero el tritón nunca volvió a aparecer. Chelsea suspiró y los miró con tristeza.

— No me lo había dicho.

— Pero tiene razón, van a volver.- susurró Harry. Cansado.

— Con Zayn siempre tienes dos frentes abiertos, su amenaza siempre estará en pie mientras sienta el peligro.

¿Qué significaba eso? ¿Qué amenaza?

Y se hundió, perdiéndose en el mar una vez más. Su aleta golpeando la superficie, brillando con delicadeza.

— Qué cojones.- fue lo único que Louis pudo decir. Su móvil seguía sondado y agotado, nadó hasta la roca para tomarlo.

— Louis, tienes que buscar a ese hombre, Dios, ahora lo sabe. Qué va-

— ¿Se puede saber por qué no paras de llamar, Niall?- interrumpió de repente, a gritos, nervioso.

— Ya tenemos vuelo. ¡Volvemos a casa!

Y el móvil se hundió en el agua.

♦ Gracias por los comentarios y votos, que aunque han descendido en estos últimos capítulos, supongo que será por la peor calidad de éstos; quizá la trama, que la trabajo más. Intento mejorar ahora en la fase final. Nuevamente gracias por los edits, manips y aesthetics que mandáis a la cuenta de instagram drowned.larry

#Preguntas: ¿Qué pasará con Louis, se irá de verdad? ¿Intentará antes ayudar a Zayn, Chelsea y Harry?

#PreguntaNadaQueVer: ¿Cuáles son vuestras series favoritas
Las mías The Originals y Sherlock (aguante johnlock). Ahora estoy viendo PLL y estoy muy frustrada :)

♦ Dedicación para Kat-nutteler, LauriRiggs14, Tomlinsxn_, larry_real15, larryisfree (ojalá), Drag-Me-Drown-, MelHoran11, xLarry_is_lovex y PolyHoran17.
Seguid dejando users para el próximo.

M.

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