▪︎Given-taken▪︎
Hoseok se arrodilló sobre la cama y juntó las manos.
-Vamos, solo será un fin de semana -suplicó haciendo un puchero.
HyungWon miró a su novio y frunció los labios. JooHeon cumpliría años en un par de semanas y los había invitado a pasar un fin de semana a su casa de la playa. Incluso les había mandado los pasajes de avión. Todo lo que ocurrió después de aquella cena convirtió su mente en una pesadilla. Los recuerdos de aquellos días que siguieron a la muerte de su hermano, lo asaltaban con pasmosa frecuencia. Su propia cordura estaba en juego. Se había creído fuerte. Había planeado meterse en la cabeza de Hoseok para atacarlo desde lo sentimental y lo había logrado.
Su mente viajó a aquel día. Al día que volvió a su casa, tras la muerte de HeeSeung. Nada le resultaba familiar. Todo era extraño a sus ojos. La casa se le antojó desconocida cuando bajó del auto junto a su abuela. Sus padres lucían descoloridos, agotados, desolados. Su madre le echó los brazos al cuello y ambos cayeron de rodillas al suelo, llorando. Todo lo que sucedió después, el funeral, la despedida, el cementerio, todo parecía estar sucediéndole a otra persona. No pudo comer por varios días y se la pasaba llorando sobre la cama de su hermano, abrazado a su almohada.
Unos días después, sus padres anunciaron que volverían a la ciudad, a la casa de su abuela. Empacar las pertenencias de su hermano fue lo más duro de todo. Todo lo que había formado el mundo de su hermano, ahora estaba apilado en cajas rotuladas. Finalmente sacó las cosas de la mesita de noche. HeeSeung no tenía demasiadas cosas. Algunos juegos, historietas, los lentes de descanso, cuadernos. HyungWon pasó los dedos por las tapas duras del cuaderno y lo abrió. Eran notas de diferentes cosas, frases, dibujos, impresiones de la vida y unas pocas fotos. HyungWon las miró con atención. Parecían ser actuales ya que su hermano llevaba el uniforme de la escuela a la que iba recientemente. Se podían ver algunos muchachos alrededor suyo. Su hermano sonreía, a su lado un muchacho grandote lo abrazaba. Cuando giró la foto había una anotación con su letra.
Hoseok ♡
¿Hoseok? ¿Quién diablos era Hoseok? Al funeral de su hermano no había aparecido nadie del colegio. Dejando a un lado la foto, hojeó el cuaderno y con sorpresa vio varias anotaciones con color. El mismo nombre se repetía en varias páginas. Algunos rodeados de corazones. ¿Su hermano estaba enamorado? Entonces recordó la conversación que habían tenido semanas atrás.
-Entonces... ¿no vas a decirme con quién hablabas?
-Solo es un amigo. Él es genial.
-¡Eso es genial, Hee! ¿Cómo se llama él?
-In Seong. Nos hicimos amigos en un juego...
Pero en el cuaderno solo estaba escrito el nombre de ese tal Hoseok. Era obvio que a su hermano le gustaba aquel chico. Pero ¿e InSeong? ¿Por qué ninguno de ellos se había presentado a dar sus respetos a la familia? ¿Qué clase de amigos eran?
Guardó las cosas en una caja y terminó de rotularla para luego bajar a cenar. Todo estaba en silencio y nadie comía con normalidad. Todo había cambiado.
Un mes después, su madre le preguntó qué debía hacer con el ordenador de su hermano.
-Yo lo usaré. No podría deshacerme de sus cosas.
Su madre se lo entregó y lo dejó solo. HyungWon miró el aparato por un largo rato antes de decidirse a encenderlo. Entonces se sentó en su cama y y la abrió.
HeeSung había sido un chico estudioso, la máquina estaba llena de sus trabajos, proyectos y tareas. También había algunos juegos y fotos. Fotos de la familia. Suyas. De sus padres. Sin querer se encontró llorando de nuevo. Algunas de sus lágrimas habían mojado el teclado y se apresuró a limpiarlo con la manga de su sweater. La pantalla de messenger se abrió y HyungWon quiso cerrarla hasta que vio que su hermano solo tenía un contacto en el chat.
Dark-Blood-God [In Seong]
Sin foto de perfil. Sin pensarlo demasiado, HyungWon cliqueó en el nombre y se quedó sin aliento.
'Pensé que había encontrado a mi alma gemela. Te odio Shin Hoseok. Los odio a todos. Lee Jooheon, Im ChangKyun y Shin Hoseok. Los veré en el infierno'.
Eso había sido lo último que había escrito su hermano. Ese mismo día que acabó con su vida.
Shin Hoseok. Hoseok.
Actualidad...
El agua caliente corría deliciosamente por su espalda. Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás para lavarse el cabello cuando sintió dos manos cerrándose sobre sus muslos.
-Hola, bebé, ¿por qué no me avisaste que tomarías un baño? -Hoseok ronroneó las palabras y luego lamió el interior de su oreja.
-¡Hoseok! -dijo con la voz rota-, ¿qué diablos crees que haces?
Las manos grandes y pálidas subían y bajaban por su piely el cuerpo enorme se pegó al suyo. La erección de su novio golpeó entre sus nalgas y no pudo evitar jadear por la sorpresa.
-Sal de aquí -ordenó aunque sin demasiada autoridad. Hoseok besó su nuca y su lengua fue marcando un camino descendente hasta llegar a su trasero-, no estoy de humor para tus juegos...
Pero por supuesto Hoseok no le prestó atención y con rapidez y precisión hundió la lengua en su entrada. HyungWon aferró sus dedos a los azulejos y gimió. Diablos.
-Ho... Hoseok... Por favor...
Su novio lo giró aún estando de rodillas y besó su pelvis. El cabello oscuro mojado y los labios hinchados eran algo que quitaba el aliento. HyungWon odiaba que Hoseok fuera apuesto porque no estaba dispuesto a admitir que no sentía repulsión alguna por acostarse con él.
-Te amo, ¿lo sabes, no es así?
HyungWon cerró los ojos y volteó el rostro. Entonces sintió que sus pies abandonaban el piso y Hoseok lo apuntaló contra la pared mojada. Ni siquiera abrió los ojos cuando el otro se enterró en él con una estocada profunda y certera que dio de lleno en su próstata. Mordió sus labios hasta lastimarse y finalmente gimió contra el cuello contrario.
-Te amo, Won. Te amo... Eres mío, mío, mío...
HyungWon no respondió. No podía devolverle las palabras y mucho menos el sentimiento. Lo odiaba. Solo que su cuerpo no lo hacía.
Cuando salieron del baño, Hoseok se echó en la cama desnudo.
-Oye, bebé -le dijo desde la cama-, Jooheon pregunta si eres alérgico a los crustáceos o a algún bicho de mar.
HyungWon frunció el ceño.
-No. ¿Por qué?
-Contrató un servicio de catering para su cumpleaños -respondió jugando con su celular.
-¿Seremos muchos? -preguntó fingiendo interés.
-Solo nosotros cuatro...
HyungWon asintió despacio. Una idea estaba tomando forma en su mente.
Cuando murió HeeSung, su vida tomó un rumbo sombrío. Parecía que el mundo había perdido su color. Sus padres jamás habían vuelto a ser los que eran. Al mes, volvieron a la ciudad y se instalaron en casa de su abuela. Volver a la rutina fue difícil y no hubiera podido hacerlo si no hubiera sido por MinHyuk. Su mejor amigo era una fuente inagotable de energía y lo obligaba a salir de su letargo.
Una tarde, ambos se encontraban en su habitación cuando HyungWon lo miró y le entregó el cuaderno de notas de su hermano.
-Necesito que me ayudes, Min. Creo que estoy por volverme loco.
Le contó lo que había descubierto y Min se tomó el asunto como una aventura personal.
-Primero debemos averiguar quién es Shin Hoseok. Y luego le pediremos a mi primo que nos ayude. Es un nerd de las computadoras. No creo que le sea difícil encontrar a... ¿cómo era su nombre? ¿Dark...?
-Dark Blood God. Su nombre es InSeong.
-Ese -MinHyuk se sentó a su lado y acarició su hombro-, no te preocupes. Encontraremos a esos chicos y averiguaremos qué sucedió.
HyungWon no estaba muy seguro de que pudieran hacer demasiado al respecto, pero para su sorpresa, MinHyuk entró a su habitación a los dos días con un papel en la mano.
-Di que soy el mejor -dijo su amigo sentándose en la cama de un salto.
-Eres el mejor... -respondió HyungWon entrecerrando los ojos.
MinHyuk le entregó el papel donde había una dirección.
-¿Qué se supone que haga con esto? -preguntó leyendo la dirección.
-Esa es la dirección de Dark Blood God -dijo MinHyuk con una sonrisa de oreja a oreja.
HyungWon abrió los ojos al máximo y sonrió.
-¿Cómo hiciste para encontrarlo?
-Te dije que mi primo era un nerd de las computadoras. Él rastreó el... ¿cómo se llamaba? ¿UP? ¿OP? Bueno, rastreó la dirección con un aparatito... ¿Y ahora qué haremos?
HyungWon miró el papel.
-La dirección está cerca de donde vivían mis padres...
-¿Crees que deberíamos ir a visitarlo?
HyungWon no sabía qué hacer. Si visitaba a ese chico, ¿qué haría después? ¿Preguntarle por qué su hermano había escrito aquello en el chat? ¿Y luego qué?
-Yo no lo sé, Min.
Su amigo lo miró en silencio un rato hasta que una mirada que HyungWon conocía muy bien apareció en su bonito rostro.
-Podríamos ir a "pasear" y de paso también buscar a Shin Hoseok...
𖤓
Los dos muchachos miraban con estupor la gran mansión de piedra de dos plantas que se alzaba majestuosa ocupando gran parte de la cuadra.
-Wow -exclamó MinHyuk abriendo la boca-, ¿aquí vive ese mocoso?
HyungWon se encogió de hombros y contempló las enormes puertas negras de la entrada.
-Bien, vamos -MinHyuk lo tomó del brazo y lo arrastró hasta la entrada.
-Espera, espera. ¿Qué le diremos cuando lo veamos?
-Bueno, no sé... ¿De dónde conocía a HeeSung? No lo sé, Won, inventaremos algo cuando lo tengamos en frente nuestro. Y le soltaré un puñetazo en la nariz.
HyungWon sacudió la cabeza y tomó la cara de su amigo entre sus manos. Sabía que MinHyuk era muy capaz de hacerlo.
-Déjame a mí, ¿si? Preguntaremos por él y hablaremos como personas civilizadas, ¿ok?
MinHyuk bufó y se cruzó de brazos.
-No eres nada divertido -dijo.
HyungWon tomó aire y apretó el timbre. Unos segundos después la puerta se entreabrió y una mujer pequeña con uniforme gris los miró de arriba abajo.
-Ho...
-¿Son amigos del señorito Hoseok? -preguntó.
Ambos se miraron y Min abrió la boca para decir algo.
-Si no lo son, por favor retírense. El señor Shin llegará de un momento a otro y no le gustan que los extraños merodeen por su casa -dijo la mujer cerrando la puerta.
Ninguno de los dos pronunció palabra por unos minutos hasta que Min le sacudió el brazo.
-Creo que acabamos de matar dos pájaros de un tiro...
𝔇𝔯𝔬𝔭 𝔡𝔢𝔞𝔡, 𝔪𝔶 𝔩𝔬𝔳𝔢
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