ー『Parte dos』
▪︎ Parte dos ▪︎
¤ Jenlisa ¤
"Supe que obtuviste tu licencia de conducir como siempre decía
Y sí, estoy tan emocionada de que finalmente conduzcas tu misma por ahí"
Jennie conducía su automóvil blanco por medio de calles que le eran familiares. Por supuesto que los recuerdos no estaban solo esparcidos por las calles cercanas a su hogar, porque también había unos cuantos significativos esparcidos alrededor de la casa de la que, en algún momento, fue su pequeña Lili.
La castaña era consciente de lo que había significado durante su relación para la menor. Sin embargo, todos cambian, y este había sido su caso.
Nuevas etapas, nuevas personas, nuevos sentimientos...
"Pero hoy me fui a la universidad
Y es por eso que no estoy cerca"
A Jennie le dolía recordar lo que le había prometido a su Lili, lo que habían planeado. Pero ella nunca pensó que eso sucedería, que cuando el momento de irse a la universidad llegara...ella se sentiría diferente. La castaña pensó en lo que significaría mantener contacto a la distancia con Lisa, quien se encontraba en una etapa diferente a la suya, y quien se quedaría en esa misma ciudad donde todo entre ellas había comenzado a fluir.
Las cosas ya no serían iguales, y Jennie no podría cuidar de ella como hubiera deseado y prometió.
Lisa había estado para ella, la había apoyado en sus proyectos, pero cuando logró conseguir el mayor de todos, se dio cuenta de lo que no podría cumplir lo prometido a la distancia, y que, de intentarlo, solo las dañaría a ambas.
Se dio cuenta de que nunca volvería a prometer algo que no podría cumplir tal y como había hecho con Lisa, a quien solo le había sabido causar dolor.
"Pero nada es para siempre,
especialmente cuando tienes dieciseís años"
"Jennie golpeaba el suelo con su pie izquierdo una y otra vez, impaciente. Sentía los nervios a flor de piel, y su corazón latiendo con fuerza. Los nervios la estaban matando.
— ¡Jendeuki! — llamó molesta Lisa, que se encontraba al otro lado de la habitación — ¡Deja de hacer eso con el pie, me pones nerviosa a mi!
—Lili, no puedo, estoy demasiado nerviosa —murmuró la castaña mientras que revolvía su cabello con fuerza y se tiraba despavorida sobre la cama—. Siento que no voy a pasar ese examen, y es muy importante, de él depende mi futuro.
—Lo sé, pero de nada sirve que sigas lamentándote, ya lo hiciste, ya no hay nada que puedas hacer mas que esperar los resultados.
—Desde que lo hice mi cabeza no para de darle vueltas al mismo asunto —vociferó.
—Entiendo, Jendeuki, pero tranquila —murmuró la pelinegra acercándose hasta la mayor, y alzando su cuerpo que estaba tirado sobre su colchón—. Recuerda que un examen no te define como persona, y que si algo sale mal yo estaré aquí para ti.
—Gracias, Lili —murmuró Jennie—, siempre estás para apoyarme.
—Y siempre lo estaré.
Los tan anhelados resultados del examen fueron publicados una hora después. Jennie había pasado, y no solo eso, había obtenido uno de los mejores tres promedios.
—Lili —llamó Jennie a mitad de la noche. Habían celebrado juntas mirando películas y comiendo hamburguesas que habían pedido a domicilio justo después de saber los resultados.
—Mmhgj —murmuró algo adormilada la pelinegra— ¿Qué sucede?
—¿Sabes que me iré a la universidad pronto?
—Claro.
—¿Podrás ir a visitarme?
—Sabes que soy menor de edad. No puedo viajar sola, y mamá trabaja casi todo el día.
—¿Eso es un no?
—Es un "sería difícil, pero solo por ti, haré mi mayor esfuerzo aunque eso signifique tener que faltar a clases"
Jennie sonrió, pero no le llegó a los ojos. Era más bien una sonrisa melancólica al pensar en su futuro, y en cómo estaba comenzando a sentirse"
Atravesó las calles con lentitud. Necesitaba ese momento de paz y reflexión para pensar claramente.
Las cosas tampoco habían sido fáciles para Jennie, quien se sentía mal cuando pensaba en cada momento que había pasado al lado de Lisa. Ella sería una persona a quien nunca olvidaría por todo lo bueno que pasó junto a ella, y lo maravillosa persona que siempre fue.
Solo deseaba que algún día Lisa pudiera perdonarlo por haber terminado con ella, y que pudieran ser, quizá no amigas, pero si unas personas que se conocieron más que nadie en el mundo. Poderse ver sin sentir dolor era su meta.
La castaña sabía que la menor nunca había sentido eso por nadie, que nunca nadie la había hecho sentir como ella, y bueno, Jennie era simplemente ella. La cuidó con cada fuerza de si misma, la quiso con cada latido de su corazón.
Los recuerdos junto a ella los había dejado atrás cuando todo terminó. Sin embargo, estos seguían ocultos en alguna parte de su cabeza, donde, si buscaba con detenimiento podría dar con ellos como en ese preciso momento. Donde los momentos en que estaban juntas por la acera atravesaron su mente, cuando estuvieron a punto de besarse;cuando se abrazaban; cuando se cuidaban...
"Sé que estás lastimada"
"Porque nunca habías sentido
esto por nadie"
"—Jendeuki —llamó Lisa a su celular, esperando una respuesta por parte de la otra remitente.
—¿Qué sucede, Lili?
La mayor podía escuchar la voz débil de su Lili, junto a unos sollozos casi inaudibles que soltaba de vez en cuando. Estaba llorando, había estado llorando desde hace rato, podía notarlo debido a lo mucho que su voz temblaba al habar.
—¿Te gusto?
—Sabes que sí.
—Sabes...—hizo una pequeña pausa. El sonido de su respiración frenética siendo lo único que podía escucharse— Nunca me había sentido así por nadie.
—¿Así como, Lili?
—Así como tú me haces sentir —aquellas palabras fueron sorprendentes para la castaña, quien no fue capaz de responder—. Me acosté para dormir, y recordé entonces como era antes sin ti en mi vida. Me sentía tan vacía, Jen, tú me ayudaste a sentirme más segura de mí misma y, sobre todo, me has hecho más feliz. No pude evitar llorar al imaginarme sin ti a mi lado.
—Deja de imaginar esas cosas, Lili, solo te lastiman.
—Pero sé que en algún momento sucederá —se detuvo por un momento—, que en algún momento viviré una vida sin ti en ella.
—Nunca te he mentido respecto a mis sentimientos, y puedo prometer que nunca te dejaré, que si no eres tú quien se va primero, yo no me iré.
Otra promesa que no había sido capaz de cumplir..."
Después de un largo viaje, Jennie dejó su vehículo a unas cuantas calles de distancia de su destino. Esto con el afán de no advertir su llegada. Ya que solo quería dejar lo que tenía entre sus manos y marcharse. No podría ver a Lisa, no cuando sabía que había la posibilidad de que esta llorara en su presencia.
Caminó dos cuadras más hasta llegar a la acera frente a esa casa.
Suspiró.
De nuevo recuerdos de bellos momentos junto a la pelinegra advirtieron presencia en su cabeza. Todo fue lindo, todo fue mágico, pero es cosa del pasado, y no hay por qué aferrarse a algo que ya no existe.
"Si todos tus amigos están cansados,
Entonces diles que no me extrañas"
"No siento pena por ellos,
Porque nunca sabrán por todo lo que me hiciste pasar"
"El celular de Jennie sonó por cuarta vez en lo que iba del día. La castaña suspiró, y algo cansada de la evidente situación fue de camino por el electrónico y, por primera vez en lo que iba del día, respondió.
—Lisa, tienes que parar —dijo en cuanto contestó—, no puedes seguirme llamando a cada hora.
—Jendeuki yo, te extraño mucho.
—Solo detente, han pasado casi dos semanas de que todo terminó, y entiendo que te sientas mal. Pero yo no puedo hacerme cargo de eso, Lisa, compréndelo, me voy en siete días, debo tener todo listo para entonces.
—Jennie, yo-
—Nada, Lisa. Por favor, te lo ruego, llama a Jisoo, tampoco quiero que estés sola, pero deja de intentar hablar conmigo. Lo que sea que teníamos, terminó, ya no me gustas.
—Siento que Jisoo ya está cansada de que le diga lo mucho que te extraño, al igual que Minnie. Sé que no lo dirán en voz alta pero en sus ojos puedo notar el cansancio cada que hablo de ti.
—Entonces, diles que no me extrañas. Aunque sea una mentira sé que en algún momento de tanto repetírsela a todos podrás creértela —se sintió horrible al tener que decir eso con tanta crudeza, sin embargo, sabía que era la única manera de alejarla. Lisa estaba aferrada a ella, y no debía hacerlo.
Lisa debía dejarla ir."
Con cada paso que daba en dirección a la puerta de la casa. Sentía un recuerdo más inundarla. Una palabra dicha por Lisa. Sus inseguridades, el daño que le causó.
Y entonces cayó en cuenta de que Lisa, al haber ido esa noche a su hogar, puedo ver a Roseanne junto a ella.
Le causó un dolor que siempre quiso evitarle.
"Y sí, estoy con esa chica rubia que te preocupaba"
"Ella tiene la misma edad que yo"
"Está en la misma fase en la
que yo me encuentro ahora"
"—¡Jen! —llamó Roseanne— ¿A qué universidad te has postulado? —preguntó mientras que se sentaba a un lado de la castaña.
—Mmh, a esta —señaló el nombre de una de las universidades escritas en la pizarra—, la primera.
—¿¡Qué!?
—¿Qué sucede?
—Yo también he postulado a esa, Jen —dijo furtiva— ¿Te imaginas que ambas quedemos?
—Eso es soñar mucho ¿No lo crees?
La rubia negó.
—Estoy segura de que eres capaz de quedar, de que ambas lo somos, y, lo haremos.
Roseanne no se equivocó al decir eso, pues ambas chicas finalmente pasaron el examen de admisión y por ende, habían quedado en la universidad deseada.
Jennie no sentía algo por la rubia cuando terminó con Lisa, esa no fue su razón. Sus sentimientos fueron floreciendo de a poco conforme pasaban tiempo juntas en la universidad, eran amigas, claro, sin embargo, en una noche en que se desvelaron estudiando, Roseanne no pudo evitarlo y la besó hasta tumbarla a la cama. No hicieron nada más que besarse, pero aquello fue suficiente para que Jennie se diera cuenta de lo mucho que le gustaba.
Se sintió mal por traicionar la confianza de Lisa, pero debía pensar en su felicidad y, sobre todo, en seguir adelante."
Su felicidad era innegable, pero eso no quería decir que no había sido feliz junto a Lisa, porque lo fue, lo fue durante un largo tiempo. Pero así como Lisa la hizo feliz, Roseanne también lo estaba haciendo.
Ella se marchó y fue lo mejor para si misma.
Así que estaba segura de que también sería lo mejor para Lisa.
"Es difícil imaginarlo, pero sé que estarás mejor ahora que me he ido"
Jennie se acercó hasta la puerta principal de esa casa. Cuando quedó frente a la misma, algo la detuvo. Se sentía extraña. Dudaba de si dejar la carta ayudaría a Lisa, o simplemente lo empeoraría todo.
Suspiró y se alejó de nuevo. Fue hasta la banqueta y se sentó, recordando las veces en que hizo lo mismo con la menor.
Miró de nuevo el papel que sostenía con sus manos. No recordaba con exactitud que era lo que había escrito esa mañana después de leer la carta de Lisa.
Así que por última vez, y con el propósito de recordar, se dio el placer de leer la carta que le había escrito a la pelinegra.
"Sí, hoy me fui a la universidad,
Y dejé atrás todos los recuerdos
que tenía de ti"
"Risas hacían eco por toda la calle. Un señor que limpiaba el jardín de su hogar miró bastante desconcertado hacia donde provenían aquellas extrañas risas. La escena le sorprendió. Se trataba de dos chicas; una pelinegra alta, y otra castaña, más baja que la otra que yacía a su lado.
Quitó su gorro de la cabeza y entrecerró sus ojos en un intento de mirarlas con más claridad.
El amanecer estaba frente a ellas, quienes se sujetaban de las manos en medio de la calle, sin siquiera importarles que un vehículo pudiera pasar de imprevisto. Desde el lugar donde el señor se encontraba, solo lograba apreciar a dos figuras femeninas, oscuras debido a la clara luz del sol emerger, con sus manos unidas y sus cabellos revoloteando alrededor.
La escena le pareció magnifica.
No era la primera vez que veía a ambas jóvenes caminar durante el amanecer frente a su hogar. Pero aquella vez, si que fue la última en que las vio hacerlo..."
"Luces verdes"
"La luz se puso en verde. Así que Lisa se alejó de Jennie, quien condujo sin prestar atención a su menor, su mirada fija y concentrada en la calle por la que conducía.
El silencio reinaba en aquel vehículo. No, no se trataba de uno incómodo silencio, al contrario, se trataba de uno cómodo, uno tranquilizador que a ambas las hacía sentir bien. Era una manera distinta de sentirse, como si hubiera dejado atrás sus personalidades extrovertidas cuando se habían detenido en las luces rojas, y ahora que las luces eran verdes, ambas habían cambiado, una para bien y la otra..."
"Noches largas"
"Jennie estaba acostada en su cama. Era la última noche que estaría en su habitación antes de marcharse a la universidad, así que solo intentaba dejar su aroma impregnado en cada rincón, y sobre todo memorizar el acomodo de las cosas y el lugar. Entonces, mientras que miraba en dirección al techo, fue inevitable pensar en Lisa y en todo lo que habían pasado juntas ahí, en ese pequeño cuarto en el que se encontraba; cuando había pasado noches en vela estudiando y Lisa había estado ahí para apoyarla; cuando obtuvo los resultados de su examen; y cuando pasaban tardes enteras mirando películas. Su mente siguió explorando hasta sacar a luz más recuerdos que le impidieron dormir, pero no era la única, puesto que en su habitación también había una chica pelinegra que no conseguía dormir.
Lisa se encontraba mirando a través de su ventana, y con lagrimas en sus ojos. Llevaba ya una hora tirada en su cama pero sin lograr conciliar el sueño, esto gracias a que, al intentar cerrar sus ojos, inmediatamente el recuerdo de la castaña la atormentaba. Le sería tan difícil superarla, que supo que aquella noche no podría dormir.
Y en efecto.
De hecho, ambas chicas pasaron la noche despiertas, pensando la una en la otra"
"Estoy a mil millas de distancia
Del jardín de tu entrada"
"Jennie miraba a través de la ventana del avión. Su mirada vagaba por la pista de despegue, donde solo veía pasar a diversas personas con maletas y a los pilotos charlando entre sí. Por alguna razón la buscaba...
Sabía que la posibilidad de que ella apareciera ahí para despedirse de ella era de cero, y sin embargo, ahí estaba, con la esperanza de verla antes de irse.
Estuvo durante más de quince minutos mirando por la ventana, hasta que se le avisó que el avión despegaría. No pudo evitar bajar la mirada y que la tristeza fuera notoria en sus ojos.
—Jennie —llamó Roseanne que estaba sentada a su lado— ¿Estás bien?
—Claro —sonrió.
A pesar de haber obtenido una respuesta, la rubia no terminó de creérselo. Así que entrelazó su mano con la de la castaña en un intento de reconfortarla, ganándose así una mirada de sorpresa por parte suya, pero también una sonrisa.
Volvió a mirar a través de la ventana, y sintió entonces como el avión comenzaba a elevarse. Su corazón comenzó a latir con fuerza, y no supo si era por el contacto de la mano de la rubia, o por el hecho de pensar en que con cada segundo que pasaba se alejaba más y más de ese lugar que marcó su vida..."
"Esa mirada en tu rostro cuando te dije:
'No eres tú, no, somos mi corazón y yo lo que cambió'."
Días después del acontecimiento donde Jennie terminó a Lisa en su vehículo blanco. La castaña decidió visitarla en su hogar, donde la esperó durante aproximadamente quince minutos afuera, esto con el simple afán de resolverlo todo, y es que, Lisa, quien miró a la mayor desde su ventana durante ese tiempo en el que estuvo esperando, no se decidía en si salir o no en su búsqueda, porque sabía que no lograría contener las lágrimas y se echaría a llorar con desconsuelo.
Salió de su hogar con una chaqueta que le cubría la mayor parte de su cuerpo y que incluía una capucha que no dejaba a la vista sus notables ojeras y cabellos enredados debido a las noches que había pasado en vela llorando.
Al acercarse al automóvil mantuvo su cabeza agachada, y lo que la hizo saber que Jennie estaba frente a ella fueron sus zapatos negros, esos que tanto usaba. No fue capaz de alzar la cabeza, así que espero a que su mayor hablara.
—Lisa —llamó.
—¿Sí?
—Por favor mírame.
Lisa suspiró. Alzó su mirada a donde la castaña y sus ojos se encontraron.
A Jennie le dolió darse cuenta del dolor que su rostro transmitía, sus ojeras, lo rojo de su nariz...todo lo mostraba.
—No quiero que las cosas queden así.
—¿Así como?
—Tu sabes a lo que me refiero.
Silencio, solo hubo un silencio en respuesta.
—Lisa, me iré a la universidad dentro de unas semanas y yo no creo ser capaz se simplemente seguir con lo que sea que tenemos. Ni siquiera fuimos una pareja, así que no debería de doler.
—Cuando tuviera dieciocho seríamos una pareja.
—Pero debo irme, y solo nos lastimaríamos al seguir con esto a la distancia ¿No lo crees?
—No, me estás lastimando más a mi dejándome ahora.
—Lisa...las cosas ya no son las mismas. Todavía me gustas ¿Sí?, te tengo aprecio, cariño pero sé que intentar seguir "saliendo" a la distancia solo lo complicaría todo.
—Estás siendo egoísta, ¡No te has detenido a pensar en mi! —exclamó—, tu solo has tomado tu decisión, la que a ti te hace feliz.
—Si la tomé fue porque sé que es lo mejor para las dos.
—¡Tú no puedes saber lo que es mejor para mi! —le gritó Lisa molesta. Ella estaba sufriendo— ¿Sabes que es lo mejor para mi? Tenerte a mi lado.
—Y sin embargo, para mi no —Jennie suspiró—. Por una vez, debo ser egoísta y pensar en mi. Lo siento, mis sentimientos no son iguales y mi perspectiva de todo ha cambiado durante los últimos días; ya no veo futuro contigo en él.
—¿Qué hice mal para que ya no me quisieras a mi lado, Jendeuki?
De nuevo quería llorar. Esas lagrimas que había retenido desde que salió de su hogar amenazaban con salir, y esta vez no pudo contenerlas. La castaña se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos con fuerza. No quería causarle dolor, pero sabía que era algo que lo implicaba debido a sus decisiones. Lisa siguió sollozando, aferrándose a aquellos brazos que siempre la hacían sentir segura y es que, quizá sería la última vez que estos la rodearían.
—No eres tú, no, somos mi corazón y yo lo que cambió."
"Creíste que nuestro camino iba en la misma dirección
Pero solo tenía que irme y dejarte ir"
"— Jennie —llamó su amdre— ¿Todo bien?
La castaña dejó de mirar las fotografías que se encontraban sobre la mesa blanca del salón de su casa. En una de las imágenes se encontraban ella y Lisa, sonriendo en lo alto de su casa.
— Sí —murmuró mientras que dejaba el portaretrato de nuevo en su lugar—, deberías tirar esas fotos.
— ¿Por qué? Lucen lindas.
— Por nada —negó con la cabeza—. Ya vamonos, se me hará tarde, mamá.
— Está bien cariño.
La castaña agarró sus maletas y las subió al vehículo de su madre. Quien la llevó hasta en aeropuerto donde Rosé la estaba esperando.
Sí, solo tuvo que dejar ir las imágenes con Lisa..."
"Nunca quise lastimarte"
"Pero la vida sigue"
"Y nosotros hacemos lo mismo"
Jennie se levantó de la acera, y esta vez más decidida fue hasta la puerta que momentos antes la hizo dudar. Se agachó frente a ella, y pasó la carta por debajo de la misma hasta que logró introducirse al interior del hogar de la pelinegra.
Se levantó, y dio media vuelta, dispuesta a irse. Pero antes de lograr dar un paso en dirección a su automóvil, la puerta fue abierta. La castaña de nuevo giró su cabeza, encontrándose así con la madre de Lisa, quien sostenía entre sus manos la carta que instantes antes había dejado.
—
Señora Manoban —dijo la castaña.
—¿Qué haces aquí, Jennie?
—Yo...he venido a dejar esta carta para Lisa.
—¿Para Lisa? —preguntó sorprendida.
—Sí, yo se que puede llegar a ser sorprendente teniendo en cuenta lo sucedido entre nosotras pero...—Jennie se interrumpió a si misma al notar como el semblante de la madre de la pelinegra era diferente a como había imaginado— U-usted ¿Me guarda rencor?
—No tienes idea ¿Verdad?
—¿Sobre qué? —la señora negó con la cabeza, causando que la castaña comenzara a asustarse—¿Qué sucede?
—Lisa no está.
—Oh, ¿Ella está saliendo con alguien? Si su comportamiento es debido a eso, déjeme decirle que no tiene por qué preocuparse, de hecho, me alegra que ella pueda ser fe-
—No estás entendiendo —Jennie alzó su ceja, seguía sin entender—. Ella ya no está aquí.
—¿A qué se refiere con que ya no está?
La madre de Lisa por fin alzó su cabeza, y su mirada se fijó en el rostro de la morena, quien la observaba sin comprender nada. Los ojos de la señora habían comenzado a derramar lagrimas que cayeron en picada por sus mejillas.
—E-ella tuvo un accidente automovilístico y...
—¿Y? ¿Y qué señora, Manoban? —dijo eufórica la castaña. Necesitaba respuestas rápidas, o si no sentiría que se volvería loca. Solo necesitaba que la persona frente a ella le dijera que lo que estaba pasando por su cabeza no era real, que solo se trataban de exageraciones suyas— ¿Qué le pasó? ¡Por favor, dígame algo!
—Ella está muerta, Jennie —murmuró—. No logró llegar al hospital y se desangró gracias a los vidrios incrustados en su abdomen y en otras partes de su cuerpo.
—No —negó—, debe ser mentira. Por favor, le suplico que me diga que esto es una broma.
—¿Crees que estaría mintiendo?
—E-ella no, ella no puede estar muerta.
—¡Lo está! ¡Mi hija está muerta! ¡Lisa está muerta!
—Pero fue a casa anoche...vino, pero no habló conmigo, ¿Cómo puede ser que esté muerta?
—Anoche, anoche fue el accidente ¿Acaso no has visto las noticias? Salió en todos lados —esta vez no solo había tono de tristeza en la voz de la más grande, si no también de enfado—. Esos despiadados le tomaron fotos sin parar a mi Lis para que saliera en todas las portadas de los noticieros.
Jennie estaba muda. No había palabras para describir el como ella se sentía en aquellos momentos. La madre de la pelinegra se quedó en silencio junto a la chica frente a ella.
—Lo siento, pero no puedo quedarme más aquí. Al verte solo me recuerdas a ella y yo...yo no soy tan fuerte —suspiró largamente, intentando contener las lágrimas—. El entierro es este sábado, sabes que si deseas venir eres más que bienvenida, Jen.
La señora terminó por entrar de nuevo a su hogar, dando un pequeño portazo que logró hacer a la castaña volver a la realidad. Se había quedado demasiado conmocionada, tanto que solo escuchaba los ruidos a su alrededor, pero no era capaz de moverse. Sus movimientos fueron automáticos, y sintió no darse cuenta de cuando comenzó a caminar hasta llegar al interior de su auto. Al estar sentada en la parte del piloto, cayó en cuenta de la gravedad de todo, de lo que había sucedido.
Su Lili...
"Será difícil, pero podrás amar a alguien más, Lili"
Ya no estaba en ese mundo, ya no podría amar a nadie más, ya no podría tener una vida plena como siempre deseó para ella.
Agarró su celular y comenzó a buscar con desesperación la noticia donde se anunciaba sobre el accidente del cual ella no se había enterado. Después de navegar por Internet unos cuantos minutos, dio con la noticia en una página, el encabezado decía.
"Joven muere debido a perder el control de su vehículo, ocasionando su muerte"
Sintió escalofríos al leer eso.
Lili...solo la había querido proteger pero en cambio, le causó más daño del que ella creía.
Miró las fotografías de su Lili muerta dentro de ese automóvil color negro. Estaba llena de sangre junto a vidrios que atravesaban su cuerpo. Dolió, le dolió. Esas imágenes fueron un horror para sus ojos que no fueron capaces de mirar las fotografías restantes.
¿Era su culpa la muerte de Lisa?
Mientras que pensaba eso lloró desconsoladamente frente al volante de su vehículo. Entonces, sacó la carta que Lisa le escribió, la cual había guardado en el bolsillo de su falda, de ella notó un pequeño papelito sobresalir, y que antes de que pudiera agarrarlo, cayó al suelo. La castaña lo levantó y comenzó a leerlo con detenimiento. Parecía un escrito improvisado, las letras eran apenas legibles y quizá una persona cualquiera no sería capaz de leer lo que estaba escrito. Pero Jennie, quien conocía a la perfección la caligrafía de la pequeña pelinegra, leyó con facilidad el trozo de papel:
"Ahora camino sola por nuestra calle, esta que solía ser nuestra, que tenía nuestros nombres marcados; Lalisa Manoban y Jennie Kim. Pero que ahora no se había convertido en nada más que en un desolado y triste camino por recorrer.
Dime Jendeuki, ¿Qué hice mal?"
La castaña no pudo vitar sentir un enorme nudo en su garganta al preguntarse si habría escrito eso antes de irse y tener el accidente, cuando sintió romperse aun más debido a que la había dejado. Jennie sintió romperse al preguntarse si ella era culpable, y si el accidente de la menor había sido eso; un accidente, o se había tratado de algo más que eso.
Decidió que cuestionarse todo eso, solo sería una manera de torturarse más a si misma, y de culparse por lo sucedido. Porque así era su pensar; se culpaba de lo que había pasado. Pensaba que de no haber terminado con la menor todo eso no habría sucedido, pero también pensaba que, de no haberlo hecho, habría sido egoísta con si misma por no pensar en como se sentía, por no pensar en su felicidad.
Había ocasiones en las cuales las personas debían de ser egoístas con el simple afán de encontrar lo mejor para si mismos. Quizá Jennie fue egoísta al no pensar en como Lisa se sentía al cortar con ella, pero pensó en la distancia y en los distintos caminos que tomarían. Sin embargo, supo que era lo mejor para si, y que en esa ocasión debía ser egoísta.
Hizo lo mejor. Lisa no tenía que depender de nadie. Pero no fue capaz de superar las cosas pese a tener gente a su alrededor que la apoyaba.
Todos, conforme el tiempo pasa cambiamos. Nos convertimos en personas distintas en todos los aspectos. Tanto físicamente, como en nuestros sentimientos. Jennie, al darse cuenta de la nueva etapa que significaría la universidad comenzó a darse cuento de ello. Sus sentimientos comenzaron a cambiar, su físico, gran parte de ella lo hizo.
La castaña fue capaz de seguir sin importar los problemas y cambios que atravesó. Su Lili no fue capaz.
A pesar de saber que el accidente de la menor no fue su culpa, si pudiera volver el tiempo atrás, nunca habría terminado con ella aunque eso significara sacrificar su propia felicidad...
Las luces verdes habrían significado para Lisa que debía seguir adelante pese al dolor que emergía de su corazón. Pero lastimosamente, no logró llegar. Ella se quedó estancada en las luces rojas.
"Hoy me fui de tu lado porque,
¿No nos convertimos todos
en alguien más?"
muy seguramente hayan cientos de fanfics o historias basados en esta canción y bueno jsksksk, da igual, yo quería hacer mi versión.
yo, coffy, amé este two shot.
de verdad me gustó, llevaba escribiéndolo desde uhm, ¿desde que salió la canción? Pero no lo terminaba porque nunca me gustaba el resultado.
Díganme ustedes ¿Qué les pareció este two shot?
Fue un tanto largo eh, miren, estos dos capítulos fueron un total de...a ver Esperen, dejen me fijo.
Ah ya vine, fueron 9000 palabras :o
Bueno quiero aclarar algo, y es que las cartas que se escribieron mutuamente y pasaron por debajo de sus puertas son las canciones. Esa es la razón por la cual puse las letras de las canciones en paréntesis antes de un recuerdo o escena. "drivers license" vendría siendo la carta que Lisa le escribió a Jennie, y "Green Lights" la carta que Jennie le escribió a Lisa.
Es todo lo que tengo por decir, como siempre muchas gracias por haber leído lo que he escrito, ojalá lo hayan disfrutado, cuidense y tomen agua♡
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