
01. piloto 🔥
CAPÍTULO UNO
PILOTO
Maisey se movía de un lado a otro por la cocina preparando el lonche de su pequeña hija.
Maisie estaba feliz de ir al colegio, le agradaba estar junto a sus amigos y su maestra era divertida.
— ¡Maisie! — gritó Maisey. — Cariño tienes que tomar tu desayuno.
Maisie se acercó a su madre sentándose en su silla para desayunar. Fruta picada y huevo revuelto junto a un poco de pan tostado.
Tomó el cubierto para desayunar, Maisey salió de la cocina para terminar de prepararse para su turno en la estación.
Desde que llegó había estado ocultándoles a todos a su hija, no se avergonzaba. Ella amaba a su hija, es su adoración, pero si no todos se involucran en su vida la decepción no duele tanto.
— ¡Mamá!
Maisey salió corriendo de su cuarto con la mochila colgada a su hombro.
— ¡¿Qué sucede?! — preguntó Nash asustada.
— Tengo una pregunta.
Maisey suspiró no era una emergencia del todo.
— ¿Qué sucede cariño?
Maisey se sentó para escuchar a su hija, al verle le recordaba a su ex esposo. Le recordaba lo mucho que lo amo, el amor que se tenían y como todo ese amor se transformó en tener a su hija.
— ¿Dónde está el camión? — preguntó Maisey al ver que no estaba el camión de bomberos.
— Buck — repaondio Chimmey.
Maisey Nash entendió a que se refería, el idiota de su compañero siempre usaba el camión para tener una excusa de sexo en un camión de bomberos.
Vio como el camión se metía en la estación.
— Parece que sigues siendo la que invoca al niño bonito — hablo Hen al ver el camión llegar.
Maisey tomó asiento junto a Chimmey.
— No sabía que tenía hambre hasta que olí la comida — murmuró la chica Nash.
— Se llama el sazón del sele Bobby Nash — río Chimmey.
Buck se acercó a Hen robándole un poco de espagueti.
— ¡Oye! — lo regaño.— Esas manos. No sabemos donde las tenías.
— No creo que jugando Uno — se burló Maisey.
— ¿Y si nos necesitan?
Bobby apareció con el resto de platos del comedor.
— Estaba en el vecindario — mintió Buckley. — Fui a que lo lavaran.
— ¿Cobran extra por el servicio de limpieza profunda? — se burló Chimmey.
— Si.
— Escucha me agradas — hablo Bobby mirando a Evan. — Y tenemos esto donde me dices papá y yo te regaño por ser un chico tonto, fuimos.
— Oye — se quejó Maisey. — La chica Nash aquí presente no quiere a un mujeriego como hermano, me va a llenar el sofá de gérmenes — se quejó Maisey señalándose.
— Esto no es una familia — regaño Bobby mirando a su hija y luego a Evan. — Y tampoco es un club. Te voy a reportar.
— Por favor, Bobby. Ver el fuego, apagar el fuego. Lo demás era bla bla bla.
— No — sentenció el Capitán Nash. — En el sistema y las reglas no son arbitrarias. Una infracción, dos más y estás fuera lávate las manos.
Maisey abrió su boca ofendida, recordaba como su padre la regaño a ella por hacer algo en la antigua estación y no sonó en nada como al regaño de Buck.
Bobby tomó asiento.
— Oye, sabes que no lo ayudas si eres suave — murmuro Chimmey.
— Si, papá — siguió Maisey. — La vez que yo hice algo me regañaste peor que a Buck.
— Necesita un poco de orientación.
— Te lo recordaré cuando haga que mueras o cuando haga que Maisey muera.
Maisey asintió. Miró su plato pero espero a que su padre se sirviera, algunas traiciones no cambian.
— Alguien puede darme una cuchara para que me sirva ensalada.
Chimmey estiró su mano por las cucharas de en ese momento la alarma sonó.
— Maldición — se quejó Maisey.
Se levantó al igual que el equipo excepto por Chimmey que seguía sentado.
— Andando Chim.
Maisey ayudó a Hen a subir la maleta médica, detrás de ella se puso Chimmey ayudándola para que subiera a la ambulancia con ellos.
Maisey había tomado clases como paramédica y tenía su certificación, pero también le gustaba la adrenalina de ir en el camión de bomberos, cuando la situación lo requería iba junto a Hen y Chimmey.
— ¿No te agrada Buck, cierto? — preguntó Chimmey mirando a la pequeña Nash.
Maisey se removió.
— Si me agrada — confirmó. — De hecho me cae bien, es solo que...
— Bobby no lo regaña igual que a ti — termino Hen la frase. — Es tu padre, Mai.
— Lo sé, es solo que si yo me equivoco me hace un escándalo, pero si ustedes hacen algo no los reprende de la misma manera.
— Solo quiere lo mejor para ti — intentó convencerla Chimmey.
— Es la paternidad, cuando tenga hijos lo entenderás, Maisey — concluyó Hen.
Maisey se puso seria, ella sabía lo que es la maternidad, lo entendía bien con Maisie, su pequeña niña a la cual escondía de todos y cada uno de sus compañeros.
Llegaron al lugar, Chimmey abrió la puerta ayudando a Maisey a bajar quien corrió al interior del edificio junto a su padre encontrándose a Buck en el camino.
— ¿A dónde vamos? — preguntó Chimmey.
— Cuarto piso. — respondió Bobby.
— Veamos quien gana — habló entusiasmado Buckley causando que Maisey rodara los ojos.
— Tú ganas Rambo — respondió Bobby. — Tengo cincuenta años, usare el elevador.
— Pero yo usare las escaleras paréate tu trasero, Buckley.
— ¿Quién es Rambo?
Maisey fingió no escucharlo y corrió hacia las escaleras con Buckley siguiéndole de cerca.
— ¡Maisey Nash, no corras en las escaleras! — regaño Hen a la chica.
— Te gane chico maravilla — Maisey fue la primera en llegar con su padre.
Entró al lugar siguiéndole hasta el baño donde el residente argumentaba que escuchó ruidos de un bebé mientras los demás lo revisaban.
— No escuchó nada — dijo Bobby saliendo a la pequeña sala.
— ¿Estás seguro que no fue una televisión o algo? — Maisey se paró junto a Buckley.
— Les digo que escuché un bebé llorando — hablo el chico. — Alguien lo arrojó por el retrete.
Los ojos de Maisey cayeron en Hen quien sostenía una pipa en su mano.
Probablemente el chico estaba drogado y su subconsciente le hizo una mala jugada.
— No estoy drogado — titubeo. — Bueno, si lo estoy, pero es Sativa ¿saben? Te pone feliz, no alucinas.
— Pudo ser ser un vato ¿cierto? A veces las ratas se atoran en las paredes.
Maisey escuchó algo, Bobby los hizo callar. Los sentidos de la chica Nash se pusieron alerta, sabía diferenciar el llanto de un bebé en donde sea que estuviera.
— ¿Escucharon eso? — preguntó Bobby.
Los dos Nash entraron de nuevo al baño, al igual que el resto del equipo. Maisey pegó su oreja en la pared, Bobby la imitó.
Cerró sus ojos concentrándose en el llanto.
Lo escucho de nuevo.
— Oye ¿me das tú estetoscopio? — preguntó Bobby hacia Hen.
— Claro.
Maisey vio como su padre se lo colocaba y ponía una parte en la pared golpeó unas cuantas veces hasta que creyó escuchar el llanto de nuevo.
— Dame un lápiz o marcador.
Evan lanzó uno.
Bobby volvió a golpear buscando una parte hueca marcó una X.
— ¡Oiga!
— Debemos abrir la pared.
— Es una broma, es una grabación o algo ¿Cierto, Spicoli? — preguntó Chimmey.
— Puede ser que una madre diera a luz a un bebé y lo lanzara al inodoro.
— En primera, eso es horrible — hablo Chimmey.
— Concuerdo — Maisey le dio la razón.
— Segundo ¿saben cómo funciona la tubería de un retrete? Es un tubo que da vuelta y se lleva todo el desecho...
— Si es un bebé prematuro, sus huesos pueden comprimirse como esponjas ¿de acuerdo? Tenemos que entrar.
— Para atrás — dijo Buck. — Lo haré.
Maisey vio que llevaba en sus manos un hacha, entre todos intentaron detenerlo, Bobby lo freno.
— Oye — gritó el capitán Nash. — ¿Detuviste a pensar que puedes golpear al bebé? Si eso creí, ve por la sierra.
Maisey quería golpear Buck en ese momento o al menos hacer que cayera unos cuantos pisos al suelo.
— Está bien iré — respondió el chico.
— Intenta encontrar tu sentido común también — pidió Chimmey.
— O pateare tu trasero la próxima vez, Evan — regaño Maisey.
Negó con la cabeza varías veces, sin duda su compañero a veces no pensaba con la cabeza fría.
Buck subió con la Sierra al igual que avisó que la policía llegó al lugar, la sargento Grant y Moon Han; la hermana de Chimmey.
Bobby llevaba puesto el equipo para el uso de la Sierra, Maisey estaba ansiosa por poder sacar al bebé de allí adentro.
— ¡Hay que abrir!
Maisey se acercó al igual que Chimmey y Buck, sacando lo más rápido que podían la pared. El tubo estaba enfrente suyo.
— Chicos ese tubo conduce el agua de lo retretes de arriba — habló Hen al ver el tubo. — Va a ser espantoso.
— Oh no — Maisey se detuvo.
— Significa que aún desconectando el agua si alguien descarga un retrete el bebé podría ahogarse.
Hen salió dejando la maleta médica en manos de Maisey. La chica dejó el maletín en el suelo por si llegaban a necesitar manos extra.
— Chimmey corta aquí, por abajo. — ordenó Bobby. — Maisey por aquí, tengan cuidado, cuidado.
Maisey sostuvo el tubo con sus manos, tenía miedo más de lo que sus compañeros tendrían.
— ¿Lo ves? — preguntó Evan.
— Si, lo veo.
Dejaron el tubo en el suelo con sumo cuidado.
— Debemos cortar justo aquí.
Chimmey mantenía la Sierra en sus manos, cortando donde Bobby le ordenó. Estaban contra reloj, la adrenalina fluyendo por sus poros y el miedo contante en las manos de Maisey.
— Está abierto.
— Saca la cabeza, Bobby. — gritó Chimmey.
— Empújala hacia abajo. — dijo Buck.
— Si lo haré.
— Alto — Maisey los detuvo. — Mis manos son más pequeñas pueden entrar en el tubo mejor.
— Pero eres la tercera médico aquí que tenemos y necesito a ambos aquí, Maisey.
Bobby metió la mano en el tubo, sabía que las manos de su hija entrarían mejor que las suyas.
— Desfibrilador.
— ¡Estas loco!— Gritaron Chimmey y Maisey.
Buck cargo el material completo llevándolo hasta ellos.
— Solo un poco, Buck — dijo Bobby al verlo.
— Aquí la tienes.
Bobby abrió la caja buscando el lubricante.
Abrió la botella dejando caer el lubricante en las manos de Chimmey y Maisey.
— Más lubricante.
— Listos.
Maisey miró a su lado al escuchar la voz de Hen.
— Será cuestión de sacarlo y correr, Hen avisa a la ambulancia — ordenó Bobby.
— Si señor.
Hen salió del departamento de nuevo. Maisey sentía los latidos de su corazón golpearla con fuerza, veía como el bebé salía con cuidado.
¿Quién se atrevería a dejar un bebé así?
— La tengo, la tengo.
— No está respirando. — murmuró Maisey. Sus ojos se llenaron de lágrimas que evitaba no sacar.
— Empiecen RCP — dijo Bobby.
Bobby comenzó con el RCP, pidiéndole al bebé que respirara al igual que Maisey.
— Tiene las vías respiratorias obstruidas — habló Chimmey sacando a la chica Nash de sus pensamientos.
— Traeré el succionaron — dijo Buck dándose la vuelta para buscar en el maletín.
— Está en la bolsa de...
— Buck deprisa — pidió Chimmey.
Maisey tomó el succionador intentando que el bebe respiradora.
— No funciona.
El tiempo estaba en su contra. Todos estaban intentando que el bebé siguiera con vida. Cuando Maisey escuchó el llanto sintió que el alma le regresó al cuerpo.
— Envuélvela — ordenó Bobby.
— ¿La tienes? — preguntó Chimmey.
Bobby tomó al bebé entre sus brazos para salir del departamento con los demás corriendo detrás suyo.
— ¿Alguien llamó al elevador?— preguntó Bobby.
— No, lo siento capitán — dijo Chimmey presionando los botones del elevador.
— Dámela — pidió Buck. Maisey veía la duda en el rostro de su padre. — Bobby soy mucho más velos, rápido.
— Iré detrás de él — dijo Maisey para que su padre tuviera confianza.
Bobby le entregó la bebe a Buck quien bajo las escaleras con Maisey siguiéndole de cerca los dos querían llegar rápido a la ambulancia.
Los dos salieron del edificio.
— ¡Pónganse en marcha! — gritó Buck.
— ¡Hen, ahora!
Todos se movieron rápido para subir a la ambulancia, Buck subió con la bebe al igual que Maisey quien iba por si llegaba a necesitarla, pero en realidad sentía miedo en cada molécula de su cuerpo.
— ¡Alto, alto! Tenemos otra en camino — grito Moon hacia la ambulancia. Athena venía con ella.
— Tenemos que irnos — gritó Hen.
— ¿Ella es la madre? — preguntó Bobby. — Que se joda, mira lo que hizo.
— ¡Buck! — gritó Maisey regañandolo.
— ¿Qué esperan para irse? —preguntó Bobby al ver que aún no se iban.
— Él se niega a llevarla — señaló Moon a Buckley.
— Solo ignóralo, la llevaremos. — dijo Maisey.
— Dámela, Maisey baja.
Maisey bajó de la ambulancia, su padre subió. Cerró la puerta y la ambulancia partió dejando al equipo atrás. Era momento de subir al camión y seguir a la ambulancia.
— Iré detrás de ustedes — hablo Moon Han. — Quiero golpear a ese chico y borrarle esa sonrisa del rostro.
— Toma un turno en la fila — murmuró Maisey.
Maisey se alejó del lugar junto a Chimmey, los dos subieron al camión siguiendo a la ambulancia y detrás de ellos iban la Sargento Grant y Moon.
NOTA DE AUTOR:
Tarde, pero seguro.
¿Qué tal? Primer capítulo y es más largo de lo que creí espero les guste.
Llevo haciendo una meta de votos y comentarios en todos mis fics, pero por ser el primer capítulo aún no la podré hasta el segundo, pero me gustaría leer que opinan <3
Me despido hasta un nuevo capítulo <3
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