#NARRADOR OMNICIENTE#

A Dresden llegaba la nueva alcaldesa autorizada por el gobierno nacional de Alemania, el automóvil con la mujer misteriosa recorría la carretera escoltada de policías y miembros del cuerpo político. Mientras ingresaba al pueblo,
los ciudadanos con temor, esperaban expectantes frente a la alcaldía que una vez más se encontraba adornada con lazos e insignias representativas del país.

El coche reluciente se detenía enfrente del establecimiento, el conductor le abrió la puerta a la dama quién ponía un pie fuera del mismo, sus tacones hacían que cualquiera perdiera la mirada en ellos, la mujer llevaba un vestido negro hasta las rodillas, una maleta de viaje bajaba con ella.

También tenia un gran sombrero que cubría un poco su rostro, así comenzó a caminar entre un gran silencia hasta el podio que la esperaba para que dijera algunas palabras. La prensa estaba lista para oír las palabras de quién ocuparía el cargo diplomático del sitio donde una alcaldesa anteriormente, había sido asesinada.

Era primicia y esto generaba rumores en todo rincón del pueblo maldito. Todos estaban petrificados con la belleza de esa dama, labios rojos, era perfecta, pero su mirada se veía fría,
un ser quizás maligno, perverso.

              *Micrófonos abierto*

- Buenos días, mí nombre es Adalia Meyer, fui recomendada por el gobierno nacional para hacerme cargo de esta jurisdicción, ciudadanos de Dresden, créanme cuando digo que conmigo estarán a salvo, los rumores corren rápido y yo no tengo miedo absolutamente a nada, nadie podrá intimidarme, he llegado para poner orden,  paz y justicia. Vine a realizar lo que ningún otro u otra alcalde a logrado. ¡Gracias por recibirme!, fin de la audiencia, pueden volver a sus hogares.

             *Cierre de micrófonos*

Ante las palabras de quién ahora era alcalde,
la Sra. Adalia Meyer, la ciudadanía y la prensa quedó estática, luego de sus palabras el cielo despejado se cubrió por unas nubes oscuras que desprendían lágrimas de tristeza, truenos, rayos
y relámpagos hacían luces en el cielo.

Su asunción al poder había sido totalmente distinta a la de sus predecesores, antes de su llegada había solicitado omitir la jura de mandato.
El fundamento para no hacerlo, fue "Es más importante demostrar con hechos, que con palabras".

Las puertas de la alcaldía se abrieron, la mujer ingresó escoltada, sus hombres vestidos de color oscuro igual que ella, removieron de todo el edificio cualquier tipo de objeto religioso, la secta de los elfos del infierno ponía al pueblo bajo las manos de la magia negra nuevamente.

Adalia Meyer, llegó hasta su oficina, allí le esperaba el Sheriff Leward, quién leía el primer decreto que la mujer había firmado y sellado segundos antes de entrar al establecimiento e inclusive antes de haber llegado al pueblo.

En las siguientes horas comenzaría un toque de queda, el comisario acató las ordenes teniendo que informar a la prensa para que todos los habitantes estuvieran atentos.

Leward dando el reporte fuera del establecimiento, quedó en silencio cuando vio alrededor de 20 patrullas policiales ingresando al pueblo, la alcaldesa salió afuera, y poniéndose a su lado comentó.

—Todos estos oficiales responderán a usted Sheriff, cuiden al pueblo de sus miedos—dijo Adalia con una sonrisa malévola.

—Así será Madam, con permiso—asintió Leward.

El Sheriff Leward no estaba de acuerdo con la mujer misteriosa, pero Adalia Meyer traía algo entre manos. Porque ella no había llegado para proteger al pueblo de Dresden, sino a destruirlo. Mientras el Sheriff se alejaba a donde sus hombres, la nueva alcaldesa era egolatrada por los paparazzi que no podían parar de tomar fotos.

MIENTRAS TANTO EN WALDNIEL HOSTERT
                      #POR HUNTER#

Desde el momento que los doctores habían anunciado la muerte de Luca, mí vida comenzó a desvanecerse, nada tenía sentido, todo se había tornado de oscuridad. El alma estaba desgarrada, mis ojos permanecían rojos de tanto llorar.

Esa misma noche, su cuerpo fue preparado para ser llevado a la casa fúnebre donde se realizarían los preparativos para el entierro.

Un día después a esa noche oscura, sin luna, estrellas o lucero, el cuerpo de Luca Vansen estaba bajo tierra, todos los estudiantes de la universidad, amigos y conocidos, estaban en su funeral, especialmente Coule Bernasconi a quién se le notaba una ligera sonrisa, pero Luca ya me había advertido que tuviera cuidado con él.

Una vez todos se fueron de su lado, me refiero a la lápida que llevaba el nombre de Luca, me quedé allí de rodillas derramando aún más lágrimas, lagrimas que no tenia, había quedado con un absoluto desierto, un terrible oasis.

Durante varias noches estuve con insomnio, sin poder dormir pensando en aquel chico que me había enamorado.

Días más tarde, sus padres se acercaron a la universidad para darme en persona, tres cartas que llevaban mí nombre, estaban escritas por Luca, en ese momento mi respiración comenzó a entre cortarse, solo di las gracias, las tomé en mano y salí al campus del establecimiento a tomar aire, no me sentía bien, pero necesitaba leer esas últimas palabras que me había dedicado, palabras que han podido leer en otra ocasión.

La ultima carta se notaba que no había llegado a terminarla, todo concordaba, fue la hora exacta cuando los médicos rodearon su cama y dieron el acta de defunción a las 2:59AM. Mis ojos se cristalizaron al leer las cartas que sus padres me entregaron unos días después al entierro de Luca.

Las lágrimas no dejaban de recorrer mis ojos, un llanto quebrado de impotencia, me hizo caer de rodillas al suelo en el campus de la universidad, la rabia invadía todo mí cuerpo, ese fue el día en que fui internado por depresión, pero es una historia para otro momento.

                   #POR EMINEM GREY#

La universidad Waldniel Hostert en estas épocas del año era un completo desastre pero el ambiente estudiantil se había vuelto aún más desastroso desde la llegada de los chicos de Dresden. Charlie y yo nos encontrábamos en la cafetería de dicha institución organizando preparativos para las fiestas navideñas que se aproximaban, la nieve pronto ocuparía cada rincón de la ciudad y toda Alemania.

—Extrañaba estos momentos de privacidad entre nosotros dos—dijo Charlie ruborizado.

—Es cierto, también deseaba que pasáramos un tiempo juntos—respondí entrelazando nuestras manos.

—Oye, amor, que feo momento debe estar pasando Hunter por la pérdida de Luca, deberíamos hacer algo—Charlie comentaba pensativo.

—Tienes razón, propongo que en navidad hagamos un homenaje por Vansen—alegue a la propuesta dando mí idea.

—Eso tenía en mente, por algo somos almas gemelas—inquirió Charlie sonriente.

—Es verdad—asentí con una pequeña risa.

Mientras tomábamos nota de los quehaceres y decorado que tenia la universidad para navidad, Susy Monroe entraba por la puerta de la cafetería con un chico alto, apuesto, rubio, ojos azulados con una transparencia como el agua del océano. 

Charlie también volteó a verlo, quedó impactado, shoqueado y diría hasta impresionado.

—Charl, ¿Te encuentras bien?—pregunté preocupado al ver como su cuerpo no reaccionaba.

—Sí, solo no me siento bien, iré a la enfermería—explicó Charlie palidecido, más de lo normal.

—Te acompaño—insistí aún preocupado.

—No, quédate a terminar de organizar los preparativos, ire con cuidado—argumentó Charlie.

—Okay, me escribes para saber como te fue—solicité a mí chico mientras volteaba al corredor.

—De acuerdo—alegó iniciando a caminar por los pasillos.

Mientras Charlie se alejaba, Brad Preston, Susy Monroe y el chico aparentemente nuevo, se sentaron en la mesa donde hacia los arreglos para las fiestas.

—¿Y ustedes ahora que quieren?—dije con un tono un tanto desagradable.

—¡Ey!, somos alumnos también, es que tu mesa es la única libre—respondió Brad.

Miré para todos lados y era cierto, la cafetería a esa hora estaba repleta.

—Está bien, quédense—asentí volteando la vista.

—Gracias—bocifero Susy a su manera altanera.

—Un placer, mi nombre es Blaz Heber—el extraño extendió su mano hacia mí.

—Eminem Grey, el placer es mío—dije con mis defensa alerta, esa gente no me gustaba nada.

—Soy el medio hermano de Susy—formuló ese tal Blaz con un tono de voz tan frío que podría calificar al homicida perfecto.

—¡Qué bien!—contesté y volví a hablar—Bueno, sí me permiten seguiré con las anotaciones.

—¿Qué es lo que anotas?—dijo Blaz ignorando por completo lo que acababa de decir.

—Son los preparativos anuales de las fiestas navideñas—contestó Susy ensima de mí sin dejarme hablar.

—A ti no te pregunté hermanita—refunfuño el medio hermano de Susy.

—¡Ag!, como sea, Blaz—ella dijo molesta.

—Iré por unos sándwich y refrescos—habló Brad quién no se metía en la conversación.

—Gracias Brother—Blaz, dio el visto bueno a lo que Brad decía e inmediatamente clavo su vista en mí y retomó el habla—¿Decías Grey?

—Este... yo..., sí, lo que Susy explicó, organizo los preparativos de navidad—dije con la respiración entre cortada.

—Fantástico, me apunto a ayudarte—Blaz, decía de forma servicial.

—Demasiado para mí, iré con Brad, no podrá traer todo lo que pidió en la cocina—argumentó Susy cansada de la charla.

Susy se levantó de la mesa, dejándome así,
frente a frente con el terrorífico pero sumamente apuesto de su medio hermano Blaz Heber.

CONTINUARÁ...