🔥📚"Biblioteca De Dresden"📚🔥
DÍAS DESPUÉS DE LO SUCEDIDO...
#POR COULE#
Habían pasado dos días desde que nos adentramos en el bosque, finalmente todos terminamos en el hospital para un chequeo general. Pero sólo obtuvimos algunas raspaduras por las ramas del bosque oscuro.
Aunque fui el más afectado, me había desmayado y golpeado la cabeza, nada grave de todos modos, pude recuperarme rápidamente. A decir verdad, no recuerdo que fue lo que pasó, lo único que tengo en la mente, es cuando Gabrielle intervino para que ese oso salvaje no abriera mis entrañas.
Así que tal vez, será mejor que Gabi les cuente o nos cuente que sucedió luego...
|FLASBACK|#POR GABRIELLE#
Estábamos exaltados, con la desaparición de Coule en bosque inmenso, era imposible que sobrevivieramos. Pero pudimos encontrarlo desmayado a mitad del mismo luego de buscarlo un buen tiempo.
Sé había golpeado la cabeza y aunque suene algo tan simple, tenia una pequeña abertura, sino fuera porque el alcalde Time que hubiera mandado al departamento policíal en nuestra búsqueda. Tal vez el rubio no estaría aquí para contarlo, aún su cerebro estaba en etapa de memorización, es normal con golpes tan fuentes olvidar acontecimientos.
Pero volviendo a la secuencia, una vez encontramos a Coule, Patrick y yo lo cargamos en nuestros hombros, Josefine llevaba una linterna y el farol que anteriormente sostenía en mis manos.
Si hubiera sabido que Coule se adentrarian al lugar, les hubiera advertido los riesgos o ni siquiera hubiera permitido que Coulemord pusiera un pie en ese territorio.
Habíamos decidido salir del maldito bosque cuanto antes, teníamos a Coule, Josefine llevaba la delantera iluminando entre los árboles, al mismo tiempo intentábamos recordar un posible camino para regresar a casa.
Pero por alguna extraña razón, las fuerzas maliciosas del lugar no iban a permitir que saliéramos de allí con vida alguna. El viento soplaba cada vez más fuente, eso hacia que nuestra visión fuera reducida, no era nada bueno en cuanto a la situación que nos encontrabamos.
—Algo más no podría no pasar—exclamé, cuando la iluminaria dejaba de funcionar, pero todo tenia lógica, en mis cálculos, habíamos estado varias horas desaparecidos desde el atardecer.
Lo único bueno, era que los 4 traíamos teléfonos con nosotros, Coule estaba descartado de todos modos, seguía inconsciente. Aunque no sirvieran de mucho en Dresden los móviles, al menos los teníamos como linternas de emergencia.
Era lo único que nos quedaba, si nadie venía en nuestro socorro, estábamos muertos. El pánico comenzaba apoderarse de nuestras mentes, los pensamientos se nublaban y solo podíamos decirnos que íbamos a morir entre sollozos.
El frío era arrasador, pero lo sentíamos como al comienzo. Aunque al parecer desde los 0° grados, estábamos a 10° bajo cero, tendríamos que haber muerto, pero no fue así. No sentíamos diferencia alguna, los doctores del hospital nos dijeron que habíamos sufrido hipotermia.
#POR JOSEFINE#
Como Gabrielle contaba, tenía la delantera, estuvimos varias horas caminando entre los gigantescos y tétricos árboles, hasta que dimos con una cabaña abandonada en el medio del bosque, parecía un lugar abandonado, pero tampoco íbamos a quedarnos en medio de la intemperie.
Nos sentamos en el suelo, cansados por el pasar de las horas que el cronos rige. El sueño y pesadez en los ojos empezó a hacer efecto en nuestros organismos, hasta que quedamos dormidos profundamente...
Tenía pesadilla mientras dormía, a mí lado unos hombres de traje negro, pero no podía ver sus rostros, solo su torso ya que estaban donde había oscuridad. Eran varias personas reunidas.
Los hombres de traje comenzaron a hablar... Decían sus nombres con voces fuertemente graves, parecían enfadados. Al cabo de unos segundos, pude darme cuenta que eran nombres de demonios.
—Ahora espíritus del más haya los invocamos y le pedimos que se queden con nosotros—decía una mujer de vestido negro con un collar prisma pentagramico.
—Astaroth. El "Gran duque del Infierno"—quién
comparte estatus con los poderosos Belcebú y Lucifer.
—Behemot—poderoso, capaz de adoptar la forma de una bestia.
—Mormo—demonio que deriva de la diosa griega del inframundo y la brujería.
—Beelzebub—príncipe de los demonios, quién adopta múltiples nombres.
Los asistentes, nombraban a los demonios, de
los cuales a modo que los invocaban, daban una descripción del poder que tenían. El último me parecía familiar, fue del único que pude ver su rostro, era como si antes hubiera tenido contacto algúno con esa silueta, pero el sueño era un tanto borroso, por lo que no podía distinguir demasiado las cosas.
Tenía la certeza, de que las fuerzas del más haya, quería que viera lo que pasó en ese espacio, donde nosotros estábamos durmiendo y protegiendonos de la nieve.
Algo no andaba bien en el sueño; Coule, Gabrielle, Patrick y yo, aparecíamos sentados en esa mesa donde antes habían otras personas, eramos nosotros los que estábamos iniciando la invocación satanista.
—¡SIGUES TÚ!—dijeron en un fuente gritos todas las sombras aturdiendo nuestros oídos, llevamos las manos a ellos para taparlos del horriblemente sonido que emitían y al instante desperté.
¿Por qué "Sigues Tú"?, ¿Qué significaba?, eran preguntas que me surgían y debía descubrírlo.
—¿Estás bien?, creo que estabas soñando—habló Patrick tocando uno de mis hombros.
—Estoy bien, solo fur una pesadilla—respondí tomando aire.
—Yo también tuve una—dijo haciendo una mueca.
—¿En serio?—pregunté asombrada, pero algo interrumpió la conversación, un ruido se escuchó fuera de la cabaña.
—Qué mierda fue eso...—dijo Gabrielle refregandose los ojos con somnolencia.
—No tengo la menor idea amigo—contestó Patrick.
—Yo tampoco—alegué.
Nos preparábamos para golpear lo que fuera que estuviera allí fuera, mientras nos acercábamos hacia la salida. Pero la puerta comenzó a abrirse lentamente.Una sombra con una linterna atravesaba el umbral de dicha puerta.
—¡SHERIFF LEWARD!—dijimos a unísono.
—El mismo muchachos—nos respondió, mientras tomaba el comunicador en sus manos—servicios de emergencia a la cabaña witwarer—solicitó.
—¿Algún herido chicos?—nos dirigió la palabra el Sheriff.
—Coule Bernasconi, Señor—formuló Gabrielle.
—¿Qué le sucedió?—preguntaba el oficial.
—Creemos que tropezó y se golpeó la cabeza—expliqué con preocupación.
—Muy bien, los paramedicos vienen en camino—finalizó Leward.
Alrededor de media hora, finalmente habían llegado las ambulancias al lugar. Coule comenzaba a quejarse, estaba despertado del estado inconsciente.
—¿Donde estamos?—decía el pobre volviendo en sí.
—No sé preocupe jovencito, vamos de camino al hospital Zonal "Munich Centre"—una de las paramedicos intentaba tranquilizarlo.
Luego de ello, todos fuimos trasladados al hospital más cercano al pueblo.
#POR PATRICK#
Mí padre, sino fuera por él, tal vez estuviéramos muertos. Pero tuve razón, el hijo de la autoridad máxima del pueblo no podía desaparecer sin avisar, así que se lanzó el protocolo de mí búsqueda y gracias al cielo pudieron hacerlo.
Las noticias fueron muy lejos, con mí desaparición todos los medios estaban encima de la alcaldía y murmuraban la eficiencia de mí padre con seguir al mando de la gobernación.
Al igual que los residentes del pueblo, pronto, el comité de ética, seguridad y el jurado judicial de Dresden, determinarían por votos, el tema a tratar del que todos hablaban.
"ALCALDIA DE DRESDEN"
Particularmente, el día en que fuimos rescatados fue un absoluto caos...
|Discurso Alcalde Time 7/08/2020|
—Alcalde Time: Queridos ciudadanos debo destacar que los sucesos recientes, fue obra total de los jóvenes que se adentraron en el bosque, incluyendo mí hijo. No hay de que alarmarse, no hubo atentado, ni secuestrador, nada por el estilo de lo que se está hablando.
—Periodista 1: Alcalde, como es posible que su departamento de policía no custodie el bosque, en el cual más de 100 personas han desaparecido.
—Periodista 2: Sr. Alcalde, su distrito, hace unas semanas ingresó en la lista roja, lo que quiere decir tiene una de las peores formas de llevar adelante su mandato, ¿Qué puede decirnos al respecto?
—Disculpen, pero se acabó el anuncio—finalizó el alcalde, mí padre, quién hace lo que puede a su edad.
#POR COULE#
Una vez nos dieron el alta médica regresamos a
nuestras casas. Y con una recuperación un tanto rápida, pude recordar que Eminem me había encargado buscar algunos registros para mis estudios, así que decidi ir a la bibliocafeteria del pueblo. Como saben no hay conexión de Internet u red inalambrica en kilómetros.
Por lo que el chico Grey, se ofrecio amablemente
a encargarse de llenar el formulario de inscripción On-line, desde la casa de sus padres
en la ciudad, a la que va algunas veces en la semana, así que sería un gran favor.
Sólo quedaba preparme para entregar el papeleo formal- presencial y la entrevista de la institución universitaria más adelante.
"BIBLIOCAFETERIA"
Josefine venía en mí compañía, por el temita del golpe en la cabeza, los médicos decía que tal vez, podría tener algunos mareos hasta recuperme totalmente.
Además, Josefine tendría tiempo para ver a Patrick en el trascurso del tiempo que estuviéramos en la bibliocafeteria.
Mientras estábamos de camino conversábamos de todo lo sucedido en aquel bosque, del cual poco recuerdo. Pero es normal según los médicos del "Munich Centre".
—Sabes, por un instante creí que habías muerto en aquel lugar—soltó forma preocupada.
—Creo que el tiempo que estuve inconsciente pensé lo mismo, es como si estuviera fuera de mí cuerpo. ¡Pero no!, seguía ahí—comenté algo pensativo.
—Esa noche tuve una pesadilla muy extraña—dijo sin más, se podía notar como el rostro se empalidecia.
—¿Ah sí?, como fue eso...—pregunté curioso, tal vez así, la ayudaría a sacarse el miedo de esa pesadilla.
—Bueno, estábamos en aquella cabaña, había gente reunida alrededor de una mesa haciendo brujería o algo así—luego de contar tal anécdota, parecía que comenzaba a sentirse más aliviada.
—Qué buena pesadilla, sin duda—aludí en chiste.
—No es gracioso ni divertido, todos nosotros éramos los que estábamos en esa mesa y no fue nada agradable cuando aparecieron los demonios—bociferaba Josefine.
—Creo que deberías relajarte, solo fue una mala jugada de tú mente, canalizaste el miedo en la pesadilla—comenté intentando calmar a Josefine.
—Voy a probar que tengo razón en todo—decía Josefine decididamente.
—Okey, si tuviste razón con mi abuela, antes de que sigas con tus conspiraciones, ayúdame a buscar los libros que Eminem pidió—finalice la conversación.
—Muy bien—asintió Josefine mientras ingresabamos a la biblioteca.
#POR JOSEFINE#
Mientras investigaba en busca de los libros para
la universidad de Coule, llegué a un sector: "Verbotene Bücher", Libros Prohibidos.
Estaba claro que no debía estar allí, pero sólo me lo impedía un cartel, "Alto, no pasar", nadie lo respetaría, a lo sumo recibiria un regaño por estar allí. Por suerte mí chico trabaja en el pequeño bar del sitio, así que estaba alerta por si debía brindar distracción alguna.
—¿Encontraste alguno de los libros?—preguntaba Coule al otro extremo de la biblioteca.
—Todavía no—respondí, lo menos que me importaba ahora eran los libros de mí amigo.
Necesitaba descubrir que rayos sucedía en el pueblo de Dresden. Comencé a revisar todos los documentos posibles en esos estantes, revolvi todo a tal punto, que si la bibliotecaria llegará a ver ése desastre me expulsaria de por vida.
Libros por doquier, pero no había encontrado nada relevante hasta el momento, hasta que me topé con un baúl como para contener información valiosa, para más curiosidad estaba con candado.
Lo que fuera que hubiera dentro, era de valor.
—Coule, ven un momento—dije planeando todo en mí mente.
#POR COULE#
Comencé a caminar hacia donde estaba Josefine quién desde el otro extremo de la biblioteca me llamaba y veia con una expresión a la forma obsesiva.
—Qué sucede—pregunté finalmente.
—Mira, ¿Ves ese baúl?—inquirio mostrándome donde se ubicaba.
—Sí, que hay con él—dije viendo el cofre y volviendo a mirar a Josefine.
—Esa es una buena pregunta, esta noche, vamos a entrar aquí a la biblioteca y lo habriremos—sentenció contundente.
—Tú estás loca o que, si nos llegan a ver, vamos a parar directamente a la comisaría del Sheriff Leward—expliqué comenzando a alterarme.
Mientras discutía con mí loca amiga, unos pasos se acercaron a nosotros.
—¡¡BOO!!—dijo el chico pelinegro dándome un ligero empujón.
—Joder Patrick, tú siempre andas asustando a todos o que diablos pasa contigo—contesté con la respiración entre cortada.
—Calmate viejo, solo fue una broma—decía él imbécil de cabello pelinegro.
—Ya te dijimos que dejarás de hacerlo, no es divertido—lo regañaba Josefine.
—Está bien, lo siento—pidió disculpas volviendo a tomar la palabra. Qué es lo que hacen, planean proponerle matrimonio a los libros o que...
—Vete a la mierda Patrick—Maldijé dándole un empujón y me fui al único lugar donde podría estar tranquilo.
—¿Qué dije ahora para que se enojara?—decía el muy imbécil de Schmidt.
—Qué es lo que no dijiste...—lo volvía a regañar por segunda vez mi amiga.
Escuchaba discutir a lo lejos al par de tórtolos mientras salía de la bibliocafeteria.
—Te veo como a las 10 PM...—En la parte trasera de la Bibliocafeteria. ¿Ok?—bociferó Josefine alcanzandome junto a Patrick.
—
Está bien, nos vemos luego—elevé los ojos y seguí mí rumbo.
—No te arrepentirás—dijo alegremente.
—
Eso espero—respondí casi en un grito por la distancia en la que nos encontrábamos.
—No pensaba encontrarte aquí—hablé con voz un tanto agotada.
—Lo mismo digo—respondió Gabi acercándose y dándome un calido beso en los labios.
—Extrañaba que hiciéramos esto—dije dándole un fuerte abrazo.
—Bueno, es la segunda vez que nos encontramos aquí, tampoco es que nos conociéramos desde siempre—comentó Gabrielle sonriendo.
—
Tienes razón—asienti devolviendole la sonrisa, pero pensaba que ojalá nos hubieramos sido mucho antes.
Ustedes claramente no saben cuando fue la primera vez que vinimos aquí y sobre cuando encontramos nuestro lugar especial. Horas antes queríamos vernos, charlar y reírnos, pasar tiempo juntos, así que decidimos buscar un lugar nuestro en el que nadie pudiera molestarnos, un pequeño riachuelo en lo que sería la entrada al pueblo.
—Sé te nota preocupado, ¿Pasa algo?—preguntó Gabrielle al verme pensativo.
—Bueno, mí amiga tiene las intenciones de usurpar una propiedad privada en plena noche, esto no va a terminar nada bien, así que, eso es lo que pasa—dije confesando el plan de Josefine.
—Eso es un problema, pero que te parece sí vamos juntos, así, nos atrapan estaremos en la misma prisión—comentó en broma.
—¿Cómo Bonnie and Clyde?—respondí siguiendo su broma.
—Claro, pero excepto por el echo de que ellos murieron en un tiroteo, esperemos que nosotros no tengamos la misma suerte—explicaba Gabrielle intentando no reír.
—Crucemos los dedos—inquirí robando un beso en la mejilla de mí chico.
—Eso fue lindo de tu parte—dijo sonrojado.
—No es nada, tú también me robaste un beso—argumenté.
—¿Cómo a que hora va a ser nuestra misión ultra mega secreta?—preguntó Gabi poniendo misterio a la tontería que haríamos.
—Josefine dijo a las 10 PM. En la parte trasera de la Bibliocafeteria—comenté empezando a caminar hacía la mansión Bernasconi.
—Te veo allí Coulemord—dijo Gabrielle sacándome un media sonrisa y ambos nos pusimos en marcha hacia nuestras casas por diferentes direcciones.
#NARRADOR OMNISCIENTE#
MISMO DÍA POR LA NOCHE...
—
Ahora me gustaría saber como demonios vamos a entrar sin que nadie se de cuenta—preguntaba Coule Bernasconi un tanto exaltado.
—
A ver Coule, por milésima vez, estamos hablando de una biblioteca y un míni bar, en el cual trabaja Patrick, no es un Banco, necesitas tranquilizarte—exclamó Josefine Bleath.
—Te pido que no uses mí psicología barata, porque conmigo no aplica—seguía histérico el muchacho Bernasconi.
—Entonces cierra la maldita boca, porque empiezo a alterarme y no quieres verme enojada—dijo elevando el tono la chica con agallas.
—Es cierto, recuerdo cuando eramos pequeños,
te habías enojado conmigo y me tirarse con media docena de huevos de la cocina de Clementina—Coule recordaba los momentos de la infancia que había pasado con su mejor amiga.
—Es verdad y puedo hacer lo mismo si no dejas de hablar tonteras—contestaba amenazante.
—Okey, me cayo entonces—decía Coule haciendo un gesto que cerraría su boca.
—Gracias rubio insoportable—Josefine comentó agradecida.
—¡Ey!, no tengo la culpa que no sepas elegir bien a tus amigos...—el jovencito volvía a abrir su boca.
—Por una vez estamos de acuerdo en algo—decía Josefine cansada de tanto parloteo.
Seguieron diciéndo algunas idioteces hasta que llegó finalmente la hora del atraco. Sí así le podemos llamar a entrar en una biblioteca y robar, supongo, algunos pares de libros viejos.
#POR JOSEFINE#
Era momento, el reloj daba las 10pm, todos esperábamos en el lugar indicado, el plan era sencillo, un lugar viejo, la biblioteca no tenía cámaras de seguridad. Pero el bar estaba repleto de ellas y es por eso, que entrariamos con llave en mano por la puerta trasera de la bibliocafeteria.
Recordemos que Patrick es hijo del Alcalde Time, por lo que tiene las llaves de todos los lugares públicos de Dresden,así que el plan estaba hecho.
—Estamos todos, eso es cool. Patrick, tú tienes la llave, ¿No es verdad?—hablé verificando que tuviéramos lo más importante.
—Sí, esta es—alegó mí chico elevando la llave.
—Muy bien, haz los honores—dije señalando la herradura de la puerta.
—Qué valiente es usted Josefine Bleath—Patrick me alagaba irónicamente.
—Soy la capitana de este equipo, debo sobrevivir para repartir el botín—contesté a su insinuación de ser una miedosa.
—Lástima que el botín, serán libros para leer antes de ir a dormir—rompió el hielo por primera vez el imbécil de Ratzingüer.
—Tú Cállate Gabrielle, que sino fuera por Coule,
¡No estarías aquí!—dije refutando a su tonto comentario.
—Ninguno de los cuatro estaríamos aquí sino fuera por el destino. Es nuestro deber descubrír que ocurre en Dresden—intervino Coule.
—¡Wuala!, las Damas primero—decía caballerosamente el pelinegro, finalmente la puerta estaba abierta.
—Qué valiente eres Patrick Schmidt—hablé burlandome del chico.
—¡¡Buu!!, esto va a ser interesante—Gabrielle hacia sonido de fantasmal.
Todos traíamos con nosotros los teléfonos celulares, así que, encendimos las linternas antes de entrar, estaba todo tan oscuro que daba miedo, el bosque nos había traumatizado, pero no queríamos admitirlo.
Mientras iluminabamos la zona, fui tanteando una una de las paredes del sitio hasta hallar los interruptores, pero cuando estaba por subir la palanca de luz en todo el edificio...
—¡Ni se te ocurra capitana hacer eso!—espetó
Gabrielle poniendo su mano sobre la mía.
—Y cual es tú problema con que prendamos la iluminaria—pregunté desafiante.
—Mí problema y el de todos será que nos descubran, así que por eso es mejor estar a oscuras—explicó sabiondamente.
—¡Bien!, entonces vamos a darnos prisa, porque estoy empezando a odiar la oscuridad—formulé
yendo en dirección hacía el baúl polvoriento de esta mañana.
—Qué sucedió, por qué no entendiste las luces—preguntaba Patrick que venía en mí búsqueda.
—Tú amiguito sabelo todo, me explicó el porqué.
Así que no hay luces, solo nuestras linternas—inquirí enfocandolo con la luz del Phone.
Nos tomamos fuertemente de la mano y seguimos caminando juntos unos cuantos metros hasta dar con el baúl, que por cierto cual tenía candado.
—Dejamelo a mí—habló Patrick sacando del bolsillo en su chaqueta, la llave que abría el jodido guarda objetos.
—Estoy asombrada—dije sin más palabras.
—No habrás creído que íbamos a dejar rastro alguno de nuestro robo—firmulaba Patrick con una gran sonrisa.
—
Bien hecho cachorito—revolvi su cabello y juntos levantamos la tapa del cofre.
Habían muchas cosas dentro, mapas del pueblo, pero sobre todo conductos subterráneos en ellos; luego unos escritos en arameo, y varios libros antiguos, al parecer provenientes de la sección de libros prohibidos. Pero algo me sacó de lugar al ver un recorte del periódico de Dresden que era de hace varios años.
Coule y Gabrielle estaban detrás nuestro, se habían entretenido charlando, pero pero la alegría se esfumó en un segundo cuando vio en
el recorte a dos caras más que familiares.
#POR COULE#
Estaba en Shock, los que aparecian en el recorte del diario, eran mis padres, Adele Jardmond y Abel Bernasconi. Josefine tenia razón, estaban en lo mismo que Clementina, una secta satánica.
Eso me llevaba a creer que podría relacionarse con el bosque y la mansión, pero aún no estoy del todo seguro, tal vez, haya algo más, otros indicios. Como..., ¿Cuantos están involucrados en esos sacrificios de personas?, Era tiempo de ir lejos, descubrir de una vez por todas que sucedía en el condenado pueblo.
CONTINUARÁ...
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