Relato de AviannysMachado, ganadora del 1er Lugar de los #DreamyA20

Puerto a la cruz, Venezuela.

Hermoso Mar:

En esta carta le confieso mis más profundas intimidades llenas de pasión, alegría y cobardía puesto que netamente permanecerán grabadas en esta carta para vuestra lectura.

No le escribo esto a nadie solo al mar, que ahogará estos escritos gracias a las corrientes marinas que agitan las aguas con tanto impetú, llevándose mis más profundos sentimientos a lo más lejano, al horizonte que jamás podre alcanzar, hacía lo profundo, lo extraño, lo lejano del fondo de esta masa acuática de tonos azules variados y hermosos.

Me dispongo pues, a empezar a relatarle con el fin de desahogar aquello que muchas veces calla mi garganta, esos sentimientos que solo el Dios de lo alto puede saber de mí. Espero sepas guardar mis secretos como se que el cielo y las estrellas también los guardan en las últimas cartas que decidí "lanzar al cielo" en globos de helio.

Amo a alguien...

Y no de la forma en que yo creí amar alguna vez, mi mente divaga y discute los hechos de los acontecimientos ¿El cómo? O el ¿Cuándo? Pero nunca Jamás el ¿por qué?... tengo muy en claro porqué me he enamorado.

¿Por qué las personas se enamoran? Una vez quise saber. Esa tarde recostada sobre la grama de los vastos campos con vista a las ciudadelas reflexionando en todo lo aprendido descubrí que el ser humano fue hecho para ser amado y para amar. 

Deseamos entregarnos de lleno y al mismo tiempo ser amados por completo. Soy afortunada y me siento dichosa de experimentar ese amor, ese que parece extraído de invenciones fantasiosas generadas solo en sueños de inocencia y esperanza, uno que yo no busque, no esperé, no merecí y aún así el me buscó, me esperó y con amor fraternal me ha amado desde entonces y para la eternidad.

¿De quién pues me he enamorado?

¿Quién conquistó mi corazón? Uno tan cerrado, tan entretejido entre músculos de personalidades, tan confuso, fuerte y al mismo tiempo sensible. Su nombre es sagrado para mí, el pronunciarlo hace que caiga rendida, me gusta elogiarlo por las cualidades que me enamoran de él.

Puedo llamarlo mi príncipe, porque así como en las bellas ilustraciones, aquellos cuentos y ejemplares extraordinarios de romance poético y literario entre miembros de la realeza, él y su amor me han rescatado; De las dudas, del dolor que me oprimía, de aquellos que me perseguían con la intención de jugar con mi corazón y sentimientos. De entre la algarabía, los conflictos, y las batallas mentales me encontré siempre refugiada en él.

Podría decirse que ciertamente al lado de su amor siento algo intangible, una convicción tan extraña para los habitantes de este mundo fugaz. Yo le llamo "Paz" cuando estoy con él ciertamente eso es lo que siento, me olvido de todo, de todos, no hay turbulencia que me derrumbe porque mi príncipe de paz logra calmarme de todo... ¡Cuanto lo amo!

Querido Mar, sabio por tu experiencia en esta tierra desde sus inicios, desde la creación de todo... ¿Has sentido un amor así? ¿Esa paz que te sobrepasa cuando estas con esa persona?

Mi amado me ha llenado de ternuras, me ha consentido con todo tipo de detalles, desde el principio y hasta el fin del todo permanece su amor incansable, para mi es imposible compararle con otro. Es un amor que sobrepasa la vida, sobrepasa la muerte, sobrepasa este mundo y su lógica finita.

¿Has conocido personas que siempre saben que decir querido Mar? ¿Qué te llenan de consejos y te acompañan en los problemas más engorrosos?

Así es mi amado, a quien admiro porque verdaderamente es admirable en todas sus facetas. Tiene una ventaja especial y es que me conoce muy bien ¡Con mi vida he de jurar que conoce más de mí de lo que yo misma puedo llegar a imaginar! A raíz de eso cuando se sienta a mi lado en las plazas, o se recuesta conmigo en mi lecho abrazándome al final de esos días que siempre los hay, de aquellos que cuesta tolerar y que me hacen padecer, presente siempre en esa intimidad susurra a mi oído sus consejos... Él siempre tiene un consejo ¡Sus palabras son las más dulces de este mundo!

Te confieso mis anhelos querido mar de continuar una vida y una eternidad sin fin a su lado, sosteniendo su diestra, abrazada por sus brazos que me sobrecogen de amor y ternura, enamorada de sus palabras, de su fidelidad. Su atención que me hace sentir la mujer más dichosa en este universo.

Y su perdón...

No te he comentado de eso apreciado mar, para no extenderme te lo resumiré.

Me aparte de él, no una sino varias veces. ¡Vaya que fui tonta! Créeme que me arrepentí, y estar lejos de él me desgarró por dentro, me hizo volver y correr a sus brazos.

Su amor es único, es especial... Para la gente que no lo entiende es "Raro"

Me recibió de nuevo, a pesar de que yo le había rotó el corazón. Él me espero de vuelta, y sin que yo lo supiera también me vigilaba cuando en secreto lo defraudaba para asegurarse de que nadie se sobrepasara conmigo.

Creo que esto lo explica todo, el porqué de mis pasiones, de mi sonrisa plena y mi espíritu incorruptible. ¡Con su amor trajo todo a mi vida! trajo paz, gozo, sanidad a mis dolores; Llego el rescate que mi alma destrozada por este mundo necesitaba.

Debo admitir que él me amó primero, y el precio que pago para estar conmigo fue tan alto, las injusticias que soporto cuando yo me apartaba de su lado fueron tantas, y a pesar de ello su amor no menguo, no decayó, jamás me abandonó.

Este amor querido mar... Te lo comparto, te lo entrego, presentándote solo algunas de las muchas características de mi amado. Quiero que este amor ¡Este gran amor! No solo sea para mí, deseo que cada persona de este mundo pueda encontrarlo, o bueno... como en mi caso también es válido... Dejarse encontrar.

Te entrego esta carta oh hermoso mar, para que la guardes y la sepultes en tus profundidades.

Atentamente: La amada

(...)

La amada introdujo su carta con cuidado y  cariño dentro de una botella sellada con corcho, caminando por el borde muelle de puerto a la cruz miro el mar y besó la botella antes de lanzarla.

—  Al día siguiente— .

Ella encuentra una botella caminando por la orilla de la playa aquella que se encontraba a cierta distancia del muelle de la tarde anterior. La recoge y encuentra dos cartas en su interior.

(...)

Mar

Con gracia y agua me presentó ante usted bella entre las bellas...

Soy el mar que guarda tus escritos, que se estremece con tus palabras. No pude ignorar tus declaraciones, tus "intimidades" si bien así las calificaste. Quiero que sepas que he quedado impresionado, diría ahogado pero viniendo de mí no tendría ningún sentido implementar tal expresión.

Asombrado como comentaba del amor que su amado le profesa y sentirme en cierta forma rebosado de placer al leer la dicha que usted tiene de ser amada por alguien como él, por esa razón y en vista de ello me veo en la obligación de devolverle su carta.

Sus declaraciones y la forma en la que las expresa no son para quedar sepultadas y olvidadas en las profundidades de mi magnitud. Mi querida dama, si usted de verdad se siente amada y desea que las personas que habitan con usted en las áreas terrestres de este bello planeta sientan un amor como el que usted siente entonces es un pecado "arrojar vuestra pasión por la borda" y discúlpeme la expresión que quizás le parezca de mal gusto.

Si usted ha tomado la decisión de dirigirse hasta mí por mi experiencia, confidencialidad, y años de sabiduría entonces regáleme la oportunidad de darle un sincero consejo.

No desperdicie sus palabras, sus sentimientos y su amor entregándomelos para que yo los guarde, tampoco los envié a mi amigo el cielo para que queden grabados en las estrellas. Compártalo con las personas ¡Con todas las que estén a vuestro alcance! En este mundo alocado y perdido existen más personas dispuestas a hablar de odio que aquellas que escriben del amor.

Mi hermosa dama no prives al mundo de conocer este amor, este que salva, ama y perdona. Yo no soy lo suficientemente profundo para  contenerlo y mi amigo cielo no es lo suficientemente ancho.

Sin más que agregar a la presente me despido, os ruego perdonéis que no  guarde en secreto como de costumbre vuestras bellas palabras. ¡Armaos de valor os exhortó! Y no guardéis más en vuestro corazón apasionado este amor que el mundo debe conocer.

Atentamente: El mar...

(...)

Y la amada hizo conforme al sabio consejo del mar. No volvió a ocultar sus sentimientos sino que los repartió en sus cartas alrededor del mundo para que toda persona que así lo deseara, pudiese encontrar ese mismo amor...