
69 » THEY DON'T KNOW ABOUT US
"They don't know about the up all nights, they don't know I've waited all my life"
THEY DON'T KNOW ABOUT US | ONE DIRECTION
CONTEXTUALIZACIÓN: Donde tu mejor amigo Harry Potter sospecha de que estás saliendo con alguien en secreto.
Las mañanas eran lo más complicado, definitivamente. Levantarte tratando de ocultar tu rostro adormilado después de haber pasado la madrugada despierta con él, y sobre todo, ocultar esa sonrisa estúpida que se formaba al recordar todo lo que hacían.
—¿Por qué luces tan feliz?—Preguntó Ron mirándote serio. Estabas en la mesa de Gryffindor desayunando, junto al trío de oro. Hacía bastante tiempo que habías empezado a llevarte bien con ellos. ¿La principal razón? Harry Potter y tu eran mejores amigos, inseparables, y había inevitable unirte a sus aventuras junto a Ron y Hermione.
—¿Qué clase de pregunta es esa?—Preguntaste de regreso tratando de disimular. En efecto, Ron parecía haberte pillado en las nubes otra vez. Más bien, en Slytherin. Desde tu asiento habías tratado de disimular tu mirada hacia los chicos de corbatas verdes, pero buscando a uno en particular; Draco Malfoy.
—Pareces más contenta de lo normal, sólo eso—Soltó Ron arrugando su mirada hacia ti mientras mordía una tostada.
—Ron, esas cosas no se dicen—Regañó Hermione a su lado mirándole mal.
—¡Era sólo una pregunta!—Excusó Ron indignado por el regaño de Hermione. Antes de que Harry y tu pudiesen reír, una dulce voz interrumpió a sus espaldas.
—Tal vez t/n tiene novio—Luna Lovegood acababa de llegar a desayunar. Era costumbre que hiciese sus apariciones repentinas y ya todos ustedes se habían acostumbrado; después de todo, la Ravenclaw era una leal amiga. Sin embargo, no suposición no estaba lejos de ser verdad, y te tomó realmente desprevenida lo acertada que había sido Luna.
—¡Qué!—Ron exclamó con los ojos abiertos.—No digas tonterías Luna, t/n es de nuestras mejores amigas, de tener novio nos lo diría
—¿No es así?—Harry entonces te dedicó una mirada llena de intriga, más bien, preocupación. Parecía ser que las palabras de Luna le habían provocado una nueva duda en su cabeza, y tu expresión de desconcierto sólo alimentaba más su duda.
—Bueno, con lo tontos que son a veces, se lo espantarían—Dijo Hermione en voz baja, pero Ron de inmediato la miró mal.
—¡Hermione ponte de nuestro lado!—Soltó el pelirrojo.
—¿Puedes no gritar Ron?—Dijiste de mala gana esperando cambiar de tema.—Son recién las ocho de la mañana
Por unos instantes, el silencio que hubo en la mesa te dió esperanzas de que el tema había sido olvidado. Pero Harry permanecía mirándote preocupado, quizá molesto.
—¿Entonces?—Preguntó de golpe.
—¿Entonces qué?—Dijiste, llevando tu taza de té a tus labios tratando de verte tranquila.
—¿Estás saliendo con alguien?—Preguntó directamente. Todos los ojos en la mesa de Gryffindor voltearon a ti, el nerviosismo creció y para colmo, tu vista paseó nuevamente por Slytherin, donde unos ojos grises te saludaban con discreción.
Draco parecía haber alcanzado a oír algo, y te dedicaba una mirada serena. Era el recordatorio vivo de que debías mantenerte firme y no ceder, no decir la verdad. Harry, y todo el mundo en Hogwarts se caerían de espaldas si se enteraban que el mismísimo Draco Malfoy y tu llevaban meses saliendo a escondidas.
—¿No oíste a Ron?—Preguntaste con tu rostro en alto y segura.—Harry, si estuviese en algo serio les diría
Así, el desayuno con el trío de oro permaneció tranquilo, pero podías sentir dos miradas de reojo directamente hacia ti. La más cercana, la de Harry, quien parecía no haber quedado tranquilo con tu respuesta, sino más inquieto, y a unos metros, Draco, quien siempre te cuidaba desde lo lejos y se percataba de lo que hacías, dedicándote guiños de vez en cuando.
Cuando el primer horario de clases estaba por comenzar, la mesa de Gryffindor comenzó a vaciarse, quedando tan sólo Harry y tu.
—t/n, eres mi mejor amiga, confío en ti—Dijo de pronto Harry mientras sus dedos jugaban con las migas de pan sobre la mesa, con una mirada cabizbaja.—Sabes que las cosas se están poniendo complicadas desde que Voldemort regresó—Agregó, y un incómodo sentimiento de culpa comenzó a llenarte.—Lo único que me reconforta en estos momentos es saber que puedo confiar a ti a toda costa
—Así es Harry—Dijiste tratando de sonar convincente. Colocaste tu mano por sobre la de Harry, acariciando sus nudillos.—No tienes de qué preocuparte
Harry te sonrió y tu trataste de devolverle el gesto, pero era difícil. El remordimiento de estar mintiéndole a tu mejor amigo, a quien te confiaba su vida en los momentos más complicados, te estaba comiendo por dentro. Pero lo último que necesitaba Harry en estos momentos era una preocupación más en su vida, y enterarse de tu relación con Draco sólo lo estresaría más.
—¿Qué clase tenemos ahora?—Preguntó Harry mientras se iban del Gran Comedor.
—Pociones—Respondiste.
—Genial—Dijo con satisfacción.—Ya tengo ganas de ver la cara de Hermione
—Debes dejar de molestarla—Hablaste. La verdad era que Harry disfrutaba ser el primero en la clase de Slughorn, a pesar del truco que tenía bajo la manga para ello.
—No la estoy molestando, solo que no está acostumbrada a no ser la primera de la clase—Defendió Harry mientras caminaban por el pasillo.
—Haces trampa, el libro te lo dice todo—Dijiste rodando tus ojos.
—Pura astucia—Harry se encogió de hombros aún con una sonrisa pícara en su rostro.—Hasta Malfoy no puede soportarlo
Y de pronto el tema del libro de aquel Príncipe Mestizo dejó de importar en tu cabeza. Realmente te revolvía los pensamientos cada vez que Harry hablaba de Draco y debías fingir indiferencia.
—No soporta nada de ti—Respondiste sin más.
—Aunque últimamente está más distante—Dijo Harry lleno de curiosidad.—No recuerdo cuando fue la última vez que me dijo alguna estupidez
—Entonces alégrate—Dijiste sin más mientras llegaban al salón de Pociones. Por suerte, Draco aún no llegaba, pero de todas formas Harry continuó hablando en voz baja.
—No, es sospecho t/n—Empezó a decir Harry.
—No empieces con eso Harry, lo hemos hablado y...—Trataste de decir.
—Tengo la certeza de que Malfoy está en algo extraño t/n—Sentenció con seguridad.
—Harry, déjalo ¿Si?—Dijiste cansada. Por unos momentos Harry te miró extrañado. Estaba acostumbrado a que siempre lo ayudaras en sus aventuras y a resolver los misterios de Hogwarts, y esta repentina indiferencia al tema de Malfoy le parecía rara en ti.
—Ya verás—Dijo Harry, y finalmente todos los Slytherin llegaron, incluido Draco, seguidos de Slughorn, quien cerró la puerta detrás de sí para iniciar una nueva clase de Pociones.
La clase comenzó tranquila, pero aquello duró poco. En una oportunidad, te hicieron falta más frascos para verter líquido y debiste ir hasta los estantes de insumos. Una vez allí, una voz ronca susurró a tu lado, casi demasiado cerca de tu oído.
—¿Te divertías con el cara rajada?—Preguntó Draco, quien fingía estar buscando ingredientes en aquel estante.
—Sabes que es mi mejor amigo—Respondiste.—Si te ve hablándome va a sospechar—Regañaste, pero a Draco no pareció importarle, pues continuó de pie allí contigo.
—Esta demasiado ocupado recibiendo los halagos de Slughorn—Dijo rodando sus ojos, y disimuladamente su diestra tomó tu mano y por unos cortos instantes acarició tus dedos. El contacto físico que Draco y tu tenía durante el día era escaso, y sólo un roce era como una chispa, una corriente de electricidad.
—No lo creo—Debatiste.—Te tiene en la mira
—¿Por qué lo dices?—Draco encarnó una ceja confundido.
—Harry cree que ocultas algo—Dijiste. Draco rió y negó con la cabeza, volviendo a acercar sus labios muy cerca de tu oído.
—Lo único que oculto es que salgo con la chica más atractiva e inteligente de este lugar—Susurró causándote escalofríos.
Justo cuando Draco se alejó de ti, Slughorn apareció detrás tuyo con una amplia sonrisa.
—¡Joven Malfoy!—Exclamó.—Me alegro de verlo somatizando con la señorita t/n—Dijo en voz alta, llamando la atención de todos los estudiantes.—Ella es de mis mejores alumnas ,harían una buena dupla trabajando juntos, quizás incluso mejor que mi queridísimo Harry Potter
—¿Que? N-no—Tartamudeaste nerviosa por la repentina exposición.
—Probablemente Profesor Slughorn—Dijo Draco completamente sereno.—Sólo ayudaba a t/n, nada más
Entonces, con una expresión indiferente y tranquila, Draco se alejó de ti, regresando a la mesa que compartía con sus compañeros de casa. Aún desconcertada, regresaste al lado de Harry.
—¿Qué fue eso?—Te preguntó Harry aturdido por lo que vió.—¿Estabas hablando con Malfoy?
—¿Qué? No Harry—Dijiste sin ser capaz de mirarlo.—Sólo mee ayudó a alcanzar unos recipientes, nada más
—Pudiste hacerlo con magia—Debatió Harry.
—Harry, un poco de amabilidad no es para alarmarse, deja de hacer este berrinches—Bufaste.
—¡Es Draco Malfoy!—Dijo en un susurro que se asemejaba a un mini grito.—El no es amable con nadie
Definitivamente había muchas cosas que Harry no sabía de Draco.
[...]
Las horas de estudio en la biblioteca también solían ser tiempos incómodos para ti. Draco no perdía oportunidad de estar contigo, aunque fuese estando lejos, y mientras tu estabas en una esquina leyendo, el se ubicaba en la punta contraria del lugar, fingiendo que leía. Así, te dedicaba constantes miradas de reojo, y si tenía la oportunidad se acercaba a ti. Sin embargo, aquella no era la ocasión. Los exámenes se acercaban, y el trío de oro se había unido tu horario de estudio, y parecía ser que Pansy había seguido a Draco hasta allí.
—Merlín ¿Hay una pareja más odiosa que ellos?—Preguntó Ron en voz baja.
—¿Pareja?—Preguntaste confundida, pero al levantar tu rostro entendiste por qué. Pansy estaba sentada en la esquina de una mesa, justo al lado de Draco. Sus piernas cruzadas pasando justo por en frente del rostro del rubio, mientras batía sus pestañas hacia él y le sonreía.
Una escena realmente repugnante de ver. Lo único que te consolaba era ver como Draco no le prestaba atención y miraba fijamente un libro. Confiabas en él y su lealtad a ti, pero nunca en Pansy y sus andanzas.
—¡Es obvio que andan juntos!—Explicó Ron.—¿Quién más andaría con el idiota de Malfoy? Sólo alguien igual de idiota que él
Auch Ron, no había necesidad de ofenderme así.
—¿t/n?—Preguntó Hermione, sacándote de tus pensamientos e inseguridades de ver a Pansy tan cercana a Draco.—¿Estás bien? Te ves cansada—Preguntó en voz baja.—Más bien triste
Por suerte, Ron y Harry estaban demasiado concentrados en mirar de mala gana a Pansy y Draco como para escucharte a ti o a Hermione.
—No, no es nada—Respondiste fingiendo tu mejor sonrisa.—Creo que he dormido mal sólo eso
—Iugh no, Pansy lo va a besar—Se quejó Harry volteando su cuerpo y dándoles las espaldas a los Slytherin. De inmediato tu cuerpo se puso tenso antes sus palabras y les miraste austada.
—¿Ella qué?—Soltaste.
—Falsa alarma—Avisó Ron. Parecía ser que Pansy se había puesto de pie junto a Draco, abrazando enérgicamente el brazo del rubio sin dejar de sonreírle, aunque demasiado cerca de su rostro para tu gusto.—Mejor para nosotros, no quería ver semejante asquerosidad
—¡Drac mira!—Chilló Pansy apuntando hacia ustedes.—La sangresucia de Granger, la comadreja y San Potter—Dijo ignorándote, pero un par de segundos después, fijó su mirada en ti mirándote con lástima.—Oh y su perro faldero ¿t/n, no?
—Lo que faltaba—Soltaste fastidiada rodando tus ojos.
—Pero si no tienes nada mejor que hacer que seguirlos para todos lados—Se burló Pansy soltando una carcajada.—¿Tan aburrida es tu vida t/n que te juntas con esta chusma?
—Cierra la boca Parkinson—Soltó Harry poniéndose de pie y colocando una postura defensiva.
—Sólo digo la verdad—Dijo Pansy completamente obvia. Entonces, apuntó hacia Hermione y a ti, haciendo un gesto con su mano uniendo sus figuras.—Ahora entiendo la amistad de ustedes dos, son igual de feas
—Será mejor que te largues, ambos sabemos que Hermione o t/n te harían desaparecer incluso sin magia—Ron no tardó en defender. En ese instante, te atreviste a mirar a Draco. Permanecía inmóvil, y con la mirada perdida hacia Harry. No era capaz de mirarte. Si lo hacía, no sería capaz de ver tu rostro y no defenderte.
—¡Uy aterrador!—Pansy colocó su mano en su pecho y chilló de manera fingida.— ¡Si la única gracia que tienen estas dos es que son cerebritos y ratones de biblioteca!—Rió aún más fuerte.—Que perdedores
—Pansy—Soltó Draco dedicándole una mirada seria.—Será mejor que nos vayamos—Decretó.
—¡Ay si tienes razón Drac!—Enunció Pansy.—Dicen que el mal olor de los traidores a la sangre se puede pegar
Así, ambos Slytherin se fueron, no sin antes Draco dedicarte una mirada discreta, en la cual podías ver en sus ojos un gran "Lo siento".
—No les prestes atención t/n—Dijo Harry volviéndose a sentar, sin parar de mirar mal a Draco mientras se alejaba.
—Estamos acostumbrados—Se encogió Ron.
—Lo sé, no me hago drama—Dijiste indiferente, volviendo tu vista al libro. Pero en el fondo de toda la indiferencia que podía sentir, estaba el dolor. Ver como Draco no era capaz de defenderte, de permanecer allí sin hacer nada, extrañarlo a cada momento para finalmente verlo con Pansy era realmente angustiante.
—Hey, ¿Segura que estás bien?—Insistió Hermione.
—Eso creo—Contestaste.
[...]
Horas después del desafortunado encuentro en la biblioteca, te encontraría con Draco en la Torre de Astronomía, como cada noche. Siempre esperaban a que pasara un rato de la hora de ir a dormir, para que todos sus compañeros estuviesen dormidos, o lo suficientemente distraídos como para no percibir su ausencia.
Así, algo desanimada, comenzaste a caminar por los pasillos. Tu mente divagaba demasiado, y aquello te llevó a deambular por los pasillos y escaleras equivocadas, alejándote de la Torre completamente ensimismada en tus pensamientos.
—¿Qué pasa Ángel, te perdiste?—La voz de Draco provocó que te sobresaltaras, apoyando tu mano en el muro de piedra a tu lado y girándote a verlo.
—Demonios Draco—Susurraste alarmada.—Me asustaste
—Lo siento—Dijo Draco, y a pesar de la oscuridad del lugar, pudiste ver una leve sonrisa en su rostro. Pronto, Draco se acercó a ti, posando sus manos en tu cintura. Sin embargo, seguías tensa, y logró notarlo al instante.—Hey, ¿Qué pasa?
—¿En serio lo preguntas?—Soltaste sin más.
—Oh es por lo de hoy—De inmediato Draco entendió tu malestar.—Y-yo
—Sé que no podemos levantar sospechas—Enunciaste seria.—Pero ¿De verdad te costaba tanto detener a Pansy?
—t/n yo..—Trató de decir, pero tu enojo habló por ti y no dejaste que continuara.
—¿O piensas lo mismo que ella?—Preguntaste con enfado.—¿Te doy asco? ¿Te avergüenzo?
Entonces Draco sintió que tus palabras habían ido demasiado lejos. De inmediato, sus manos tomaron tu rostro, dirigiendo tu mirada directamente a la suya. Su cuerpo se pegó al tuyo, y sus respiraciones se entrelazaban entre sí.
—No te atrevas a volver a decir eso—Enunció casi desesperado.—Jamás se me cruzaría por la mente pensar algo así de ti
—No lo parecía—Dijiste en un hilo de voz.
—Lo siento de verdad—Draco besó tu frente, y sus labios permanecieron pegados a tu rostro por varios segundos.—Prometo que Pansy no volverá a molestarte
—No es sólo eso—Comenzaste a decir.—Me duele ver como en frente de todos actuamos como desconocidos—Confesaste. Realmente, te habías cansado de fingir que podías sobrellevar una relación a escondidas con sus altos y bajos. La manera en que Pansy había actuado con él te había sacado de tus casillas.—Y con ella es distinto, están juntos todo el día, pasas más tiempo con Pansy y...
—Oh, así que se trata de Pansy—Descubrió Draco.
—¿Qué?—Preguntaste, recién cayendo en cuenta que habías verbalizado tus inseguridades respecto a la pelinegra.
—Dime, Pétalo—El pulgar de Draco pasó lentamente por tu mandíbula hasta llegar a la comisura de tus labios.—¿Estás celosa?
—¿Debería?—Replicaste.
—De ninguna manera—De pronto, el ambiente había cambiado. La manera en que Draco te miraba a través de la oscuridad te hacía olvidar tus miedos.—Porque la única persona que me importa aquí eres tú—Aseguró sonriendo. Sus labios pronto se encontraron con los tuyos, en un beso lento.—Y pensaba que te lo había demostrado varias veces
Y la forma en que las manos de Draco tocaron tu cuello fue electrizante. Sus anillos de plata fríos y el calor de sus palmas fueron como el abrazo perfecto; uno que te quitaba la respiración en el buen sentido.
—Tendrás que ayudarme a recordar—Propusiste.
—Con gusto—Dijo Draco aceptando el reto.
Y como cada noche, los muros de piedra eran los únicos testigos de tu relación con Draco.
—Puede que ellos no sepan que estamos juntos—Susurró Draco dejando un beso en tu cuello.—Pero nada me gusta más que saber que mi pequeño secreto eres tú—Aseguró.—Y que sólo yo puedo tenerte así
[...]
A la mañana siguiente, tu mente estaba embriagada, todo tu cuerpo en realidad. El olor de Draco estaba impregnado en tus fosas nasales y cada parte de tu piel tenía rastros de la noche anterior. Pero tu rostro no representaba el cansancio, sino más bien una estúpida sonrisa que aumentaba a medida que recordabas cada momento.
—¡Diablos t/n!—Hermione abrió sus ojos y tapó su boca con sus manos al verte llegar al Gran Comedor aquella mañana.
—¿Qué pasa?—Preguntaste extrañada.
—¿Cómo que qué pasa?—Preguntó en voz baja y apuntó a tu cuello. Diablos, marcas. Te habías olvidado por completo de aquel revelador detalle.—¡Esconde eso antes de que Harry lo vea!
—Puedo explicarlo—Trataste de decir, pero tus palabras fueron interrumpidas por la brusquedad con la que Hermione comenzó a atar su bufanda a tu cuello cubriendo cada chupón que Draco había dejado.
—Será mejor que tengas una buena excusa—Sentenció.
—Es muy largo de explicar y-yo—Tartamudeaste mirando a Hermione avergonzada.
—¿Explicar qué?—La voz de Harry hizo eco en tus oídos. Con dificultad, te giraste sobre tus talones, y el pelinegro te miraba expectante.
—Harry—Apenas pudiste decir.
—¿Estás ocultando algo?—Cuestionó levantando una ceja y acercándose a ti.
—Y-yo
—Es obvio—Aseguró. La mirada de Harry recorrió todo tu cuerpo en una especie de análisis.—Nunca usas bufandas—Comentó. Entonces, sin poder ser capaz de reaccionar, viste como Harry tomaba la bufanda de tu cuello, moviéndola a un costado y topándose con aquella reveladora imagen.—Ya veo
—Harry porfavor escucha—Pediste al ver la decepción en sus ojos.
—¿Quién es?—Soltó sin más.
—No puedo decirte, es complicado—Respondiste.
—Genial—Harry rió con ironía.—Asombroso—Agregó.—Mi mejor amiga no confía en mi
Harry te dedicó una última mirada, llena de rencor y decepción. Completamente serio, se dió la vuelta y salió del Gran Comedor a pasos agigantados.
Hermione trató de acercarse a ti, pero la culpa y la vergüenza te consumieron. Saliste de allí lo más rápido que pudiste y esperando ir en dirección contraria a Harry. Corriste entre los pasillos hasta llegar a la torre más cercana a las Mazmorras. Justo allí, Draco salía de la que debía ser la entrada a la Sala Común de Slytherin, y al verte captó que algo andaba mal.
Rápidamente, Draco te guió hasta una esquina donde nadie pudiese verlos.
—¿Qué pasó?—Preguntó preocupado sosteniendo tu barbilla para que lo mirases.
—H-harry—Dijiste con la voz temblorosa.—Él vió...—Apenas podías hablar, sólo fuiste capaz de apuntar a tu cuello y Draco cerró sus ojos frustrado entendiendo a lo que se refería. ¿Cómo había sido tan descuidado dejándote marcas visibles?.—M-me odia
—Oh, amor—Lamentó Draco, abrazándote con fuerza contra su pecho.—Ven aquí—Acarició tu espalda.—No quiero que llores, menos por el idiota de Potter
—Es mi mejor amigo Draco—Dijiste entre sollozos.—Se supone que debía ser honesta con él
—Y también se supone que él debería ser más comprensivo contigo—Debatió. Inevitablemente, todo tu cuerpo se desplomó al ser abrazada por Draco. Lloraste soltando toda la frustración que tenías acumulada.—No, cariño—Lamentó Draco.
—Sólo estoy muy cansada de mentir y ocultar esto todo el tiempo—Explicaste.—Porfavor no me sueltes Draco
—Jamás lo haría—Prometió volviendo a acoger más tu cuerpo contra el suyo.
[...]
Cerca de dos días después las cosas seguían igual. No te habías presentado a clases ni jueves ni viernes, y te la pasabas en tu cuarto en cama. Ni siquiera tenías ganas de ver Hermione, quien había tratado múltiples veces de tratar de hablar contigo.
La noche del sábado la pasaste con Draco, y con algo de suerte lograste dormir en su cuarto aquella noche.
—¿Irás hoy al partido?—Murmuró Draco al notar que llevabas bastante tiempo despierta trazando círculos en su espalda.
—No tengo ganas de levantarme—Respondiste. Tu culpa y angustia habían provocado que te olvidases por completo del amistoso de Quidditch que tendrían ese día Slytherin contra Gryffindor.—Y mucho menos de ver la cara de decepción de Harry
—No puedes quedarte aquí para siempre—Draco se volteó, quedando sus cuerpos entrelazados entre las mantas.—Por más que me gusta como te ves en mis sábanas—Bromeó.—Tienes que salir
—No quiero—Bufaste escondiendo tu rostro en la almohada.
—Vamos, necesito que estés allí para que me ordenes no tirar a Potter de la escoba—Animó.
—No estás siendo convincente—Regañaste.
—Te necesito allí—Insistió mientras acariciaba tu espalda.—Siempre lo hago—Añadió.—Me sentiré más tranquilo si sé que estás en el Campo de Quidditch y no acá encerrada
Levantaste tu mirada y viste como Draco fingía un puchero. Bien, no podías resistirte a su petición, y en cierto sentido tenías razón. No podías vivir encerrada sólo por lo de Harry y tarde o temprano deberías enfrentar la realidad y seguir con tu vida.
—Está bien—Respondiste.
—Buena chica—Halagó Draco sonriente.
—No soy un perro—Dijiste mientras te levantabas de la cama.
—¡Es un halago!—Excusó Draco.
Así, Draco y tú no tardaron en levantarse de la cama y comenzar a prepararse. Cuando Draco terminó de colocarse su uniforme de Quidditch, tomó su escoba y te ayudó a salir de su habitación. Los fines de semana era extraño encontrar estudiantes en la Sala Común, así que nadie los vió. La mayoría ya estaría de camino al Campo, así que lograron llegar hasta la salida del Castillo sin ser vistos.
—Quédate aquí—Dijiste una vez que llegaron a los jardines de Hogwarts, acostumbrada a que uno de ustedes adelantara el paso para separarse. Puedes avanzar en un rato
—t/n—Dijo Draco apenado.
—Nos van a ver Draco—Recordaste, y mirando una vez más hacia tu alrededor asegurándote de que nadie los viese, te colocaste de puntillas para besarlo rápidamente.—Te veo allí
Soltando un suspiro, comenzaste a caminar hacia el Campo de Quidditch. Ibas cabizbaja, aún cansada mentalmente, y algo temerosa de lo que ibas a encontrarte una vez que llegaras. ¿Harry te saludaría? ¿Al menos te dirigiría la mirada? ¿O tal vez no se presentaría a jugar con tal de no verte?
Pronto, unas pisadas empezaron a sonar detrás tuyo. Nada raro, cualquier otro estudiante probablemente. Pero el sonido se acercó más y más, llegando a tu lado. Inesperadamente, tu mano fue tomada, entrelazándose con aquellos dedos que conocías muy bien.
—¿Qué estás haciendo?—Cuestionaste boquiabierta. Draco permanecía caminando contigo, tomando tu mano con firmeza.
—Algo que debimos hacer mucho tiempo—Aseguró.
Como si tu mente estuviese volando, todo lo demás pasó demasiado rápido. Los estudiantes empezaron a hacerse ver y una vez que se acercaron al campo de Quidditch, las miradas y murmullos no tardaron en aparecer.
—¿Ese es Malfoy con t/n?—Preguntó alguien.
—No puede ser—Susurró otra persona.
Con la respiración atascada en tu garganta, Draco parecía llevar el control de la situación. Mantenía su cabeza en alto, orgulloso y sonriéndote de vez en cuando esperando lograr un poco de tranquilidad en ti.
Una vez que llegaron al campo de Quidditch, Draco te guió hasta la zona de Gryffindor, donde Hermione les miraba desconcertada. Draco se aseguró de que tuvieses un asiento en las graderías, y se fue con la escoba sobre sus hombros.
—¿Qué acaba de pasar?—Preguntó Hermione pestañeando varias veces.
—No tengo idea—Apenas pudiste decir.
—¿Malfoy acaba de...—La Gryffindor debió tomar una bocanada de aire antes de seguir.—¿Traerte hasta aquí de la mano?
—Eso creo—Respondiste.
—Realmente tienes mucho que explicar—Dijo Hermione.
Y antes de que pudieses responder, los jugadores de ambos equipos estaban en sus escobas elevados en el aire.
—¡Y comienza el partido!—Exclamó el estudiante que comentaba el partido.
Tu visión inmediatamente se vió dividida. Buscabas a Draco en los aires, pero al mismo tiempo no tardaste en ver a Harry. Se veía furioso.
Diablos, les había visto juntos.
Podías ver como Harry revoloteaba alrededor de Draco, comenzando una carrera de egos en el aire. La atención del juego ya no sólo estaba puesta en que equipo anotaba más puntos, sino más bien, en quien sería el primero en lanzar de la escoba al otro.
—¡Es un partido equipo!—Exclamó el chico.—¡Gryffindor y Slytherin permanecen empatados y todo queda mano de sus buscadores!—Agregó, ganándose más gritos por parte de los estudiantes.—¡Parece que ahora todo lo que queda es Malfoy versus Potter!
Y así era. La snitch no tardó en aparecer, y la guerra entre Harry y Draco se había desatado. Años atrás, el rubio ya habría tirado a Harry de la escoba con tal de ganar. Pero esta vez era distinto, parecía más concentrado que nunca, y la rabia esta vez la llevaba Harry.
—Creo que Malfoy está bastante motivado contigo aquí—La suave voz de Luna Lovegood interrumpió tus pensamientos acerca del partido.—Jamás lo había visto jugar de manera limpia
—Hola Luna—Saludaste sonriente.
—Te ves feliz t/n—Comentó dulcemente.—Más libre
Y así era.
—Gracias
Repentinamente, el bullicio del estadio aumentó. Harry y Draco comenzaban una carrera brutal por los aires, y pronto estaba en picada hacia el centro del campo en busca de la bola dorada.
—¡Harry parece llevar la delantera!—Se oyó.—¡No! ¡Malfoy acelera y....!—¡Y Slytherin gana!
Todo Slytherin comenzó a gritar, tapando los abucheos de la frustración de Gryffindor. Todo el equipo de las serpientes se reunió en el centro esperando recibir a Draco y celebrar, pero algo aún más inesperado ocurrió. Aún sobre su escoba, voló hacia las graderías llegando hasta ti eufórico.
—¿Qué?—Soltaste al verlo acercarse, y pronto sus manos agarraron tu cintura atrayéndote de golpe hacia él.
—Disculpa, quisiera besar a mi novia—Dijo sonriente.—Me lo merezco ¿No?
Y como si fuese un sueño, ocurrió lo que tanto habías anhelado. Draco te besó con energía, en frente de todos, pero los demás no importaron. Estabas en un completo trance por la manera en que sus labios conectaban perfectamente con los tuyos.
—¡Demonios Draco, tremendo secreto que traías escondido!—Gritó alguien a sus espaldas. Por falta de respiración, Draco y tu se separaron sin dejar de sonreír. Blaise Zabini había llegado a las graderías con todo el equipo en busca en Draco.
—¿Cómo te sientes?—Preguntaste.
—Ansioso—Contestó genuinamente.—Feliz
—Esto es grande—Comentaste.
—Si—Respondió.—Pero es lo que merecíamos—Aseguró Draco besando tu frente.—No escondernos más
De pronto, la expresión de Draco cambió al ver a tu espaldas.
—Potter—Saludó. Todo tu cuerpo se tensó, y apenas pudiste girar. Harry los miraba serio, sosteniendo su escoba con tanta firmeza que sus nudillos se ponían blancos.
—Buen partido Malfoy—Halagó Harry.
—Lo mismo digo—Respondió Draco. Un silencio incómodo los inundó. Draco vió la expectante manera en que Harry te miraba y comprendió que lo mejor era dejarlos hablar. No sin antes claro, marcar territorio, dejando un beso en tu frente.—Los dejo solos
—Harry yo...—Empezaste a decir una vez que Draco se alejó.
—De todas las personas que pudiste escoger...—Harry sonaba dolido.—Escogiste a Malfoy
—No lo escogí, sólo pasó—Explicaste.—Sabía que te molestaría, es por eso que no conté
—Estás mal t/n—Harry negó con su cabeza y la expresión en su rostro se arrugaba cada vez más producto del enojo.—Es muy probable que Malfoy termine involucrado con Voldemort y...
—Harry—Interrumpiste de golpe, mirándolo desesperada. Aquí no importaba más lo que Harry pensara de Draco, sino de ti, su amiga.—¿No te importa verme feliz?
—¿Con él?—Harry soltó una risa.—Me pides demasiado t/n
—Lo siento—Lamentaste.
—Discúlpame a mi—Dijo Harry mientras se quitaba sus guantes y apoyaba su cuerpo en su escoba.—Creo que confundí las cosas aquí
—¿A qué te refieres?—Preguntaste confundida.
—Es evidente que tenía expectativas diferentes de nuestra amistad—La manera en que ironizó sus ultimas palabras te hicieron entender todo. Harry no sólo estaba dolido, estaba celoso.
—Harry—Tartamudeaste sin realmente saber que decir.
—Olvídalo ¿si?—Pidió. Harry miró detrás de ti, y pudiste notar el dolor en su rostro al ver a Draco, quien no dejaba de cuidarte de reojo desde lo lejos.—Ve, te está esperando
Sin poder decir nada más, Harry tomó su escoba con firmeza y se alejó cabizbajo. Afligida, te giraste, y en efecto allí estaba Draco atento. Por la expresión en tu rostro no le fue difícil descifrar que la conversación con Harry no había estado nada bien.
—¿Quieres hablar?—Draco preguntó bajando su tono. Los estudiantes de Slytherin aún permanecían eufóricos, pero Draco se alejó del grupo para poder escucharte mejor.
—No lo sé—Murmuraste.
—Ya lo entenderá—Aseguró pasando su palma por tu espalda.
—Eso espero—Y aunque no sería fácil recuperar a Harry, al menos ya tenías un peso menos con el que lidiar. Draco y tu eran finalmente libres.
--hola¡! les quería dar las gracias porque el libro llegó a las 500k de leídas y simplemente no puedo creerlo, gracias por todo el amor y prometo devolverles toda su entrega con más y más one shots!
PREGUNTA DEL DÍA, que edad tienen? yo 19
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