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64 » SOME KIND OF DISASTER pt.2

'Some kind of disaster? Well I've sung this song a thousand times'

SOME KIND OF DISASTER | ALL TIME LOW

CONTEXTUALIZACIÓN: (segunda parte del one shot n°20) Theo y Blaise vuelven a cuidar del pequeño Scorpius, pero esta vez el desastre no parece ser causado por ellos

nota de la autora: la primera parte de este one shot es de mis preferidas y hace tiempo quería darle una segunda parte<3 espero les guste

Con tus brazos cruzados y una mirada preocupada hacia Blaise y Theo, cuestionaste todo lo que estaba a punto de pasar. Aquel día era tu tercer Aniversario de Bodas con Draco, y él había insistido en llevarte a comer afuera, y para tu mala suerte, nuevamente las únicas personas que podrían cuidar del pequeño Scorpius, eran los dos ex Slytherin's. 

Blaise y Theo estaban sentados en la alfombra a la altura de Scorpius. El pequeño Malfoy tenía un año y cinco meses. Caminaba a la perfección, balbuceaba algunas cuantas palabras, y a pesar de que aún usaba pañales, sentías que estaba ganando independencia, y quizás más madurez. Al menos, más madurez que sus padrinos, que trataban de entretenerlo contándole cosas de Quidditch, como si Scorpius pudiese entenderlos.

—¿Me puedes recordar por qué acepté que ellos fuesen los padrinos?—Preguntaste en voz baja a Draco. Él y tu estaban a unos metros de ellos, y por lo concentrados que se veían explicándole a Scorpius que era una snitch, dudabas que te fuesen a oír.

—Porque Harry y Ginny eran los padrinos de los hijos de Hermione y Ron—Respondió Draco con obviedad.—Y ya sabes, viceversa

—¿En serio nunca tuvimos otra opción?—Dijiste suspirando y mirando a Draco con duda.

—Pansy iba a darle Whiskey de Fuego apenas escuchase llorar a Scorpius por primera vez—Añadió Draco con una sonrisa.

—Si, creo que nunca tuvimos otra opción—Lamentaste.—Necesitamos más amigos

—O tal vez necesitas darles otra oportunidad—Debatió Draco colocando su mano en tu cintura y trazando círculos en ella esperando que tu preocupación y estrés disminuyeran.—Vamos, ellos ya aprendieron la lección la última vez

—Porque los obligué a hacerlo—Aclaraste.

—Amor, los hiciste venir a limpiar la casa por una semana—Recordó Draco, y es que aquella vez  quizás habías sido un poco dura con Theo y Blaise.—Sin magia

Pero desde entonces ya habían pasado varias semanas, y esperabas que Draco tuviese razón. Después de todo, nadie había salido herido, sólo había sido un gran desastre de pañales voladores y cabello azul, y por la forma en que Scorpius sonreía a Theo y Blaise, sabías que en el fondo él estaría bien con ellos, pero la duda era latente.

—¿Estás seguro?—Preguntaste una vez más.—En serio creo que esto de los aniversarios no es tan necesario...

—t/n, tengo una reserva en tu restaurante favorito esperando por nosotros—Dijo Draco mirándote con convicción. Él no aceptaría un no por respuesta.—Es sólo una noche, no una semana, estarán bien

Suspiraste rendida.

—Tienes razón—Respondiste. Entonces, te acercaste hasta los chicos, quienes al ver tu presencia se pusieron de pie inmediatamente mirándote atentos.—Bien, instrucciones

Ellos asintieron.

—Primero, nada de cocinar, pedirán delivery muggle, los quiero alejados del horno—Comenzaste a decir y ellos asintieron al mismo tiempo.—Segundo, Draco dijo que aprendieron a cambiar pañales, así que nada de hechizos con pañales—Agregaste firme.—Tercero, si aprecian sus vidas lo suficiente espero que el cabello de Scorpius esté intacto para cuando regresemos

—Entendido Jefa—Dijo Blaise colocando su mano en su frente al estilo militar.

—No soy tu jefa—Respondiste.

—Pero los jefes pagan—Dijo Theo completamente confundido.

—Yo no le estoy pagan..—Entonces, tu mente se aclaró y te giraste de golpe hacia a Draco, quien te miraba encogiéndose de hombros.—¿Les estás pagando por cuidar a Scorpius?

—Es una buena motivación para que se comporten—Excusó tu esposo.

—¡Son tus amigos Draco, y los padrinos de tu hijo, no se supone que debas pagarles!—Dijiste obvia.—¡Y los Nott y Zabini tienen por lo menos un tercio de tu fortuna! ¿Por qué necesitarían más?

—No cuestiones los negocios t/n—Dijo Blaise con una sonrisa en su rostro.

—Bien, como sea—Hablaste. Claramente Theo y Blaise eran como niños y habían cosas que era mejor no discutir con ellos.—Y por último, Scorpius ha estado actuando algo extraño estos últimos días, así que cualquier cosa que ocurran, llamen de inmediato a mi teléfono muggle

—No exageres amor, seguro es sólo un resfriado, estará bien—Dijo Draco tranquilizándote, pero tu sentiste que más bien estaba minimizando tu preocupación. En cosa de segundos, lo miraste con desaprobación, esa mirada que grita "no dormirás conmigo en dos semanas" y se apresuó en corregir.—Es decir, al más mínimo indicio de que algo ande mal, no duden en llamar

Sonreíste para tus adentros. Draco estaba comiendo de la palma de tu mano. Bueno, siempre había sido así.

—No se preocupen—Empezó decir Blaise tomando a Scorpius en sus brazos—Scorpius estará bien con sus tíos favoritos—Halagó para sí.—Vayan y disfruten, definitivamente necesitas distraerte t/n, de tus vacaciones pasadas volviste más estresada

—¿Qué dijiste?—Preguntaste mirándolo mal y Blaise sonrió con falsa inocencia.

—Que pasen una linda velada—Y en cosa de segundos, Blaise y Theo empujaron a Draco y a ti hacia la chimenea para que pudiesen irse.— ¡Adiós!

Pronto, Draco y tú usaron los polvos flu para dirigirse al restaurante, y apenas las llamaradas verdes los hicieron desaparecer, Theo y Blaise suspiraron con aliviso.

—Bien, ¿Listo para divertiste Scorpius?—Preguntó Theo.

—Demostrémosle a tu madre cuan responsable podemos ser—Dijo Blaise con orgullo.

[...]

—¿Ves? Va sólo una hora y no hemos quemado nada, pañales perfectamente ordenados y el cabello rubio platinado intacto—Blaise se recostó en el sofá de cuero del salón principal, con sus brazos cruzados detrás de su nuca y cerrando los ojos con satisfacción.—Pensar que t/n no confiaba en nosotros

Mientras tanto, Scorpius gateaba por la alfombra y Theo cuidaba que no se golpease con nada. Todo parecía tranquilo, y cualquiera diría que los chicos llevaban un récord al aún no haber causado ningún desastre. Sin embargo, Theo percibió que Scorpius arrugaba su rostro y lo mirada con aflicción.

—Blaise—Dijo Theo llamando su atención.

—¿Uh?—Blaise permanecía con los ojos cerrados tratando de descansar.

—¿Por qué Scorpius tiene esa cara?—Preguntó Theo preocupado.—Se le ve incómodo

—Debe estar haciendo en su pañal, ignóralo—Tranquilizó Blaise.

Pero contrario a lo que pensaba el más moreno, Scorpius no estaba teniendo ningún problema en su pañal. Más bien, parecía que su nariz le picaba, pues no dejaba de arrugarla, pero además de eso, empezaba a ponerse rojo como un tomate y su expresión pasó de incomodidad a enojo.

—B-blaise—Tartamudeó Theo nervioso. 

—¿Qué pasa ahora?—Bufó Blaise.—¿No se puede tener una siesta en paz?

—Mira a Scorpius—Aclaró Theo.

De mala gana, Blaise se incorporó y dirigió su mirada al Scorpius. El pequeño estaba a punto de llorar, a punto de explotar en su más grande rabieta.

—¿Q-qué? No no, sin llorar, ven aquí, shhh—Blaise se apresuró en cargarlo en sus brazos y sonreírle, esperando que así el niño se relajara.—Silencio Scorpius, ¿Qué quieres?

Entonces, Scorpius consideró que la sonrisa de Blaise no era para nada agradable, y comenzó a llorar. Un llanto ensordecedor, que provocó que tanto Theo como Blaise arrugaran sus expresiones con disgusto. Pero lo peor de todo, fue que en el momento en que el llanto explotó, decenas de chispas llenaron el lugar, como pequeños fuegos artificiales.

—¿¡Qué demonios fue eso?!—Preguntó Theo con miedo y cubriendo su cabeza con sus manos para evitar que las chispas llegaran a él.

—¡No he sido yo!—Excusó Blaise con rapidez.

—¡Es su llanto!—Alarmó Theo, notando que a más lágrimas soltaba Scorpius, más fuegos artificiales explotaban a su alrededor.—¡Su llanto está provocando eso!

—¡Haz que se detenga!—Exigió Blaise.

—¿¡Cómo!?—Theo parecía más alterado.

—¡Hechízalo!—Respondió Blaise, quien ahora tenía a Scorpius lo más alejado de su cuerpo posible, cargándolo como si fuese una especie de bomba a punto de explotar.

—¡No podemos hechizar un bebé! ¡t/n nos matará!—Dijo Theo con miedo.

—¡Scorpius nos matará si no lo detienes!—Debatió Blaise.

Entonces, Theo sacó su varita y rápidamente conjuró un Finite incantatem. La luz roja provocó que las chispas cesaran y desaparecieran y de pronto, Scorpius dejó paulatinamente de llorar, hasta volver a su estado normal, sonriente y tranquilo.

—Bien, eso estuvo cerca—Dijo Theo aliviado.

Justo cuando Blaise estaba por unirse a cantar victoria, Scorpius comenzó a arrugar su nariz nuevamente.

—Ay no—Lamentó Blaise cerrando sus ojos con temor.—Aquí viene de nuevo

—¡Achoó!—Soltó Scorpius, un pequeño y tierno estornudo.

—Oh, sólo fue un estornudo—Dijo Blaise tranquilo.—Draco tenía razón, sólo está resfriado

Sin embargo, Theo miraba a Blaise con los ojos y boca tan abiertos que estaban por salirse de su rostro.

—¿Qué me miras tanto?—Preguntó Blaise confundido.

—Creo que Scorpius te hizo algo en la cara—Aclaró Theo nervioso.

De inmediato, Blaise caminó con Scorpius en sus brazos hasta un espejo que había en el salón principal. Allí, notó como su nariz había crecido tres veces tu tamaño, y Scorpius lo miraba divertido. Antes de que Blaise pudiese decir algo, Scorpius volvió a estornudar, y la nariz del moreno ya no sólo era más grande, sino que tenía escamas.

—Theo—Dijo Blaise con firmeza.—Llama a Pansy

[...]

—Espero que tengan un buen motivo para interrumpir mi noche de relajación—Dijo Pansy a través del teléfono. Ella también había accedido a obtener uno de esos objetos muggles, sobre todo cuando descubrió que con ellos podía tomarse selfies y escuchar música. Sin embargo, era reacia a contestar llamados, sobre todo si la interrumpían en sus noches de belleza.

—¡Necesitamos tu ayuda!—Exclamó Theo a través del teléfono.—¡Scorpius está fuera de control!

—Primero que todo—Advirtió Pansy molesta.— ¿Por qué ustedes par de inútiles están cuidando un bebé?

—¡Sólo ven pronto porfavor!—Blaise se sumó al llamado.

—Ugh, me deben una noche de spa después de esto—Refunfuñó Pansy.

En unos minutos, Parkinson se había trasladado a la casa Malfoy con un hechizo de aparición.

—Bien, ¿Qué sucede?—Preguntó aún más molesta, pero no fue necesario que alguien respondiera. Blaise y Theo parecían sacados de un libro de criaturas mágicas. Ambos tenían cola, escamas, cabello de colores, y alrededor de toda la casa empezaban a flotar juguetes de bebé.—Oh, ya veo

—¡No sabemos que pasa!—Exclamó Theo con desesperación.

—¡Cada vez que estornuda salen chispas!—Agregó Blaise, quien aún cargaba a Scorpius.

—¡Y nos aparece algo nuevo!—Theo apuntó la cola que salía de su trasero, muy parecida a la de un caballo. Corriendo, se arrodilló frente a Pansy en forma de súplica.—¡Porfavor haz que se detenga!

Pansy soltó una carcajada y miró con lástima a Theo, quien seguía arrodillado frente a ella. Seguido de esto, la pelinegra caminó hasta Blaise y le quitó a Scorpius.

—¿Cómo esta pequeña e inocente criatura los asusta tanto?—Preguntó mientras peinaba con sus dedos los cabellos platinados del niños.—Ow, pobre bebé—Pero antes de que Pansy pudiese seguir defendiendo a Scorpius, el pequeño empezó a abrir su boca y arrugar su nariz.—Oh no, no me estornudes...

Y...¡Achó! por parte de Scorpius. Pansy notó como el pequeño miraba su cabeza con asombro y diversión, y de inmediato se miró en el mismo espejo donde los chicos minutos atrás habían notado el desastre que nacía. La sangre de Pansy hirvió cuando vió unos cuernos de diablo salir de su cabello, que ahora no era negro, sino rojo.

—¿ROJO GRYFFINDOR?—Preguntó Pansy en un gruñido.—Bien, esto es personal

Scorpius rió.

—¿Por qué hace eso?—Preguntó Theo confundido.

—Gripe mágica—Respondió Pansy.

—¿Qué?—Blaise no parecía entender.

—¿Ustedes de verdad se graduaron de Hogwarts?—Pansy rodó sus ojos al notar que ambos la miraban desconcertados.—Gripe mágica—Repitió.—A la mayoría de los bebés magos les da en algún momento

—¿Y qué provoca?—Preguntó Blaise.

—Pues, este desastre—Respondió Pansy.—Es un resfriado que saca a flote la magia de los bebés, sus poderes están brotando

—¿Y cómo lo controlamos?—Preguntó el castaño.

—No hay forma, sólo hay que esperar unos días y se le pasará—Explicó Pansy mientras miraba las puntas de su cabello con desagrado.

—¿¡Entonces tenemos que convivir con él hasta que t/n y Draco vuelvan!?—Preguntó Blaise alarmado.

—¡No estaremos vivos para entonces!—Lamentó Theo.

—No exageren, ¿Qué tantos otros problemas les  dar esta abominable criatura?—Pansy se acercó hasta Theo y le entregó a Scorpius.

—¿Te vas a ir?—Preguntó Theo asustado.—¿Nos vas a dejar con él solos y desprotegidos?

—¿Draco les está pagando por cuidarlo?—Pansy los miró con interés, y ambos asintieron.—Si me dan la mitad me quedo a mirar—Ofreció.—Si me dan todo, los ayudo

—Trato—Dijo Blaise.

—Bien pequeña bestia—Dijo Pansy hacia Scorpius.—A cambiarte los pañales

[...]

—Definitivamente necesitaba salir de casa—Dijiste satisfecha. Draco y tú llevaban cerca de dos horas en aquel restaurante, comiendo, charlando y de vez en cuando, obligando a Draco a ir hasta la pista de baile. Era una noche tranquila sólo para ustedes dos, algo que hace mucho no tenían.

—No todos los días se cumple un año más de casados—Respondió Draco. En eso, el camarero llegó con el postre, colocando el plato de Draco frente a él con rapidez, y el tuyo, lo colocó lentamente dedicándote una sonrisa.

—Cualquier cosa no duden en llamarme, señorita—Dijo hacia ti el chico, sin dejar de sonreir.

Draco lo miró mal por unos segundos, rodó sus ojos y dijo:

—Señora Malfoy—Corrigió, y el joven camarero cambió su expresión segura a una mucho más incómoda. Draco lo miraba como si en cualquier momento fuese a hechizarlo tan sólo con el chasquido de sus dedos.—Puedes retirarte

El camarero no tardó en irse de allí, y Draco te miró con satisfacción. Dentro de todo, aquella había sido una de las formas más tranquilas para marcar territorio. Cuando eran adolescentes, Draco era mucho más impulsivo, pero ahora tenía la capacidad de defender lo que era suyo con elegancia y sin pleito.

—No me digas Señora, me hace sentir vieja—Le dijiste.

—Ya tienes un hijo, eres una Señora—Se burló.

—Merlín cállate—Dijiste rodando los ojos.—Tu ya no luces tan joven tampoco

—Yo estoy radiante—Se defendió Draco.

—¿Si?—Dudaste de sus palabras, y con una mirada divertida, llevaste una cucharada del cremoso postre a tu boca,—Lo dice el Señor, que necesita tomar aire antes de una segunda ronda

Y no fue necesario que dijeses nada más para que Draco captara a qué clase de ronda te referías.

—En mi defensa—Draco apoyó sus codos sobre la mesa para acercarse más a ti.—Yo hago todo el trabajo, gasto mucha más energía que tú

—Sí claro—Draco permanecía mirándote serio pero una sonrisa comenzaba a formarse en sus labios. Tu, seguías concentrada en comer el postre lentamente.— ¿O será que ya no estás en forma?—Dijiste jugando con su paciencia.

—¿Quieres averiguarlo?—Propuso Draco, ya entonces bastante cerca de tus labios. Antes de que pudieses responder, Draco te besó lentamente.—Mmm, postre de chocolate, fresas y crema—Dijo Draco, pues había podido saborear el postre que habías escogido en tus labios.

—Mmm, quisiera averiguar cómo están los chicos en casa—Dijiste.

—Eres tan mata pasiones—Draco rodó sus ojos e hizo un puchero.

—Exagerado

Entonces, Draco encarnó una ceja, se cruzó de brazos te miró desde tu cintura a tus ojos.

—Te arrepentirás de llamarme así—Advirtió.—Vamos a casa, y cuando veas que todo está en orden, querrás que ponga mi oferta en pie de nuevo

—Y si no, y hay un desastre en casa a causa de los chicos, dormirás en el sofá.

Y Draco deseó internamente que Blaise y Theo se estuviesen comportando.


[...]

Al cabo de una media hora, Draco y tú habían terminado sus postres y estaban listos para volver a casa. Draco, ansioso por demostrarte que Theo y Blaise habían madurado y listo para enviar a Scorpius a dormir para poder pasar tiempo de calidad contigo, y tú, permanecías ansiosa y preocupada de lo que podías ver al aparecer en casa.

—¡Llegamos!—Anunciaste cuando las llamaradas de los polvos flu desaparecieron y les permitieron ver el salón de su casa.— ¿Qué tal to...

Pero lo que apareció frente a tus ojos fue...totalmente inesperado. 

Los sillones, sillas y mesas, estaban al fondo del salón, armados como si fuesen una tienda de campaña, o más bien un fuerte. Un refugio en el que Theo y Blaise permanecían escondidos. 

—¡PORFAVOR AYUDA!—Gritaron al unísono cuando los vieron a Draco y a ti.

—¿Qué está pasando aquí?—Preguntó Draco desconsertado.

—¡Pasa que tu pequeña bestia nos quiere matar a todos!—Gritó Blaise temblando. Recién entonces, Draco y tu se percataron del aspecto de los chicos. Completamente extraños. Tenían colas de hipogrifo, cuernos de alce, escamas por todos lados, cabello de colores, y estabas segura de que Theo estaba escupiendo fuego como un Dragón.

—¿Scorpius?—Cuestionaste.—¿Qué? Es imposible

— ¿Qué hicieron ustedes dos?—Draco se empezaba a oír molesto.

—¡Nosotros no hicimos nada!—Explicó Blaise desesperado. Entonces, Pansy apareció por el pasillo de la cocina con Scorpius en sus brazos, quien bebía de su biberón feliz y animado.—¡Fue él!

—Mi pequeño Scorpius no provocaría este desastre—Dijiste aún confundida, pero aliviada al ver que Scorpius se veía intacto.

—Pues resulta que tu pequeño Scorpius tiene Gripe Mágica—Explicó Pansy mientras le entregaba a Scorpius a Draco.—¡Y no deja de hechizar todo!

—¿Gripe Mágica?—Por unos segundos permaneciste confundida, pero de pronto todo cobró sentido. Desde el comportamiento de Scorpius hasta el desastre que había por todos lados.—Ow, por eso estaba actuando raro estos días—Dijiste, y de pronto, miraste mal a Draco, recordando como había subestimado tu instinto.—Te dije que algo andaba mal

Draco se encogió de hombros. Pansy a su lado se veía tranquila, pero Draco continuaba mirándola tratando de contener su risa.

—Lindos cuernos, Gryffindor—Bromeó y Pansy parecía echar humo por las orejas por el comentario de Draco.—De todos modos ¿Qué estás haciendo tu aqui?

—Los padrinos del año no pudieron solos y decidieron molestarme a mi para pedir ayuda—Explicó la ahora pellirroja.

—¡Bueno! Los padres ya llegaron, es momento de irnos—Theo y Blaise comenzaron a salir de su escondite con prisa, y cuando Scorpius lo vió, se separó de su biberón sólo para reírse.—Esperamos que pasasen una maravillosa velada, pero, nosotros nos vamos

—Esperen ¿Se irán así?—Cuestionó Draco.—¿No quieren quitarse...todo eso de nuevo?

—Mientras antes nos vayamos mejor—Dijo Theo casi corriendo hasta la chimenea para tomar polvos flú.

En eso, Scorpius comenzó con el patrón de gestos que había tenido a Theo y Blaise con los nervios de punta. Boca abierta, nariz arrugada...

—Ay no—Lamentó Theo agachándose y cubriendo su cabeza.

—Aquí viene de nuevo—Alarmó Blaise.

—¡ACHOOÓ!—Soltó Scorpius. Una chispa cubrió tu vista por unos segundos, y cuando la magia se disipó, Draco se veía distinto. Su perfecto cabello rubio, ahora tenía un tono azul. 

—Bueno, tu cabello está azul—Dijiste riendo.

—Deberías agregarle unos cuernos también—Susurró Pansy al pequeño Scorpius.

El niño rió ante las palabras de Pansy, y literalmente, por arte de magia, aplaudió, y ahora su Draco lucía unos cuernos peludos.

—Buen chico—Felicitó Pansy mientras todos veían la escena con asombro. De inmediato, Pansy volvió a cargar a Scorpius emocionada.—¿Cómo crees que se vería tu Tío Blaise con una serpientes saliendo de sus orejas?

—Creo que esa es la razón por la cual Pansy no debía ser su madrina—Comentaste hacia Draco.

—¡Pansy deja de corromper a mi hijo!—Le gritó Draco.

—¡No seas aburrido Draco!—Respondió Pansy fastidiada.—Empiezo a pensar que Scorpius es mi Malfoy favorito

-pregunta del día ¿ustedes me reconocen por malfoysshawn o por sofía? siempre me pregunto que deben pensar cuando actualizo, en plan "sofía actualizó" o "malfoysshawn actualizó"

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