57 » PHOTOGRAPH
'We made these memories for ourselves, where our eyes are never closing,hearts are never broken and times are forever frozen still'
PHOTOGRAPH | ED SHEERAN
CONTEXTUALIZACIÓN: Draco en su mejor intento de llevarte a una cita
PEDIDO POR: Girlfriend_Wolfhard
La vida con Draco después de Hogwarts era mejor de lo que todos pensaban. Cuando habían decidido ir a vivir juntos a la Mansión Malfoy, muchos de tus amigos insistieron en que era muy pronto y terminarían viviendo como un matrimonio aburrido. Sin embargo, su noviazgo iba solo en mejora; se sentían más libres sin las presiones escolares, sin la guerra, con un sin fin de posibilidades para ustedes.
Eso había llevado a Draco a tratar de ser un mejor novio. Tener más tiempo era algo que lo tenía inquieto. En Hogwarts, sus citas se limitaban a Hogsmeade y la Torre de Astronomía, porque era lo único que podían hacer, pero ahora, con un montón de tiempo libre, quería sacarte de la rutina y pasar tiempo de calidad.
—Salgamos—Soltó Draco a tus espaldas. Acabas de despertar, con sus brazos sobre tu cintura y piernas entrelazadas, y su voz matutina vibraba en tu nuca.
—¿Uh?—Murmuraste.
—Salgamos, ahora—Insistió.
—Buenos días para ti también, Draco—Dijiste de forma irónica mientras bostezabas, girando tu cuerpo para quedar frente a frente con él.—¿Esta es tu forma de invitarme a una cita?
—Correcto—Dijo seguro. Cuando abriste por completo tus ojos notaste que Draco se veía listo; cabello que goteaba dando a entender que ya se había duchado, y vestía perfectamente un suéter negro.—Vamos
—Draco, sigo en pijama, creo que debes esperar a que esté lista—Dijiste acomodando tu rostro en la almohada. Realmente te sentías cómoda y cansada, pero buscabas ánimos para levantarte en la atractiva de idea de salir a una cita inesperada con Draco.
—Te espero afuera—Avisó Draco. Viste como se levantó de la cama pero antes de alejarse, bajó su rostro a tu frente, dejando un cálida beso allí.—Buenos días, por cierto
En menos tiempo del esperado, tomaste una ducha y te preparaste. No tenías idea del clima o del panorama que tenía planeado a Draco. Era muy inusual que salieran de imprevisto en una cita y estabas curiosa del día que les esperaba.
Al salir del cuarto que compartían con Draco, lo encontraste de pie frente a uno de los cientos libreros de la Mansión Malfoy, sosteniendo un libro viejo y hojeando sus páginas de forma despreocupada.
—Bien ¿A dónde iremos?—Preguntaste captando su atención. Draco levantó su vista, y apenas te vió, sonrió. Era algo que siempre sacaba mariposas en tu estómago y todos destacaban la manera en que el rubio te miraba, siempre con una sonrisa de calma y admirándote.
—A Londres Muggle—Contestó cerrando de golpe el libro y dejándolo en el estante.
—¿Es en serio?—Preguntaste sorprendida. De todos los lugares a los que Draco podría llevarte, ni en mil años habrías considerado la idea de un lugar repleto de muggles.—¿Qué planeas hacer allí?
—Improvisar—Dijo encogiéndose de hombros. Draco se acercó a ti, tomando tu mano para entrelazarla con la suya, y viste como sacó su varita para conjurar la desaparición. En un movimiento rápido, sentiste tu cuerpo tambalearse y tus ojos nublarse. Viajar con magia no dejaba de ser estremecedor a pesar de los años, y cuando estabas acostumbrándote a la sensación, Draco y tú parecieron en un callejón solitario.
—Vi en una de tus series muggle que el chico llevaba a la chica a pasear, así que, aquí estamos—Comentó Draco mientras miraba hacia todos lados asegurándose de no haber sido vistos por algún muggle o una cámara de seguridad.
—¿Sabes Draco? Por lo general las citas se planean un poco—Dijiste divertida, mientras la mano de Draco te guiaba fuera del callejón, llevándolos a una gran avenida llena de tiendas y restaurantes.
—¿No estás a gusto?—Draco te miró fingiendo indignación.
—Sólo bromeo—Excusaste. Viendo que Draco no tenía un plan concreto, decidiste tomar la iniciativa y buscar algo para desayunar a esas horas de la mañana.—Vamos, allá hay una cafetería—Hablaste apuntando con tu mano libre.
—No comeré algo hecho por Muggles—El seño de Draco se frunció y tu reíste, ignorando completamente su reclamo y tirando de él camino a aquella pequeña cafetería ubicada en la esquina de la avenida.
—Eso es porque nunca has probado un buen chocolate caliente—Explicaste.
—Amor, sabes que prefiero el café...—Se quejó Draco. Sin embargo, para entonces, ya estaban atravesando las puertas del lugar. Habían pocos clientes y la caja estaba vacía, por lo que fue cosa de unos pasos más para llegar hasta el vendedor, quien sonreía al recibirlos.
—¡Buenos días! ¿Qué gustan servirse?—Preguntó tomando papel y lápiz, atento a tus palabras.
—Dos chocolates calientes, con malvaviscos, porfavor—Pediste sonriente.
—t/n...—Draco te miraba como si estuviera molesto por pasar por alto su queja.
—Te encantará—Aseguraste, colocándote de puntillas para besar sus labios, logrando que rápidamente su expresión se relajara y te sonriera. Conseguir que Draco cambiara de humor era sencillo, siempre bastaba un beso.
Mientras esperaban que su pedido estuviese listo, Draco te abrazaba por la cintura desde atrás, frotando su nariz en tu cabeza. Aquello era algo típico de él, siempre recordándote lo suave de tu cabello y lo mucho que le gustaba tu olor.
El vendedor colocó sobre el mostrador sus vasos listos para la entrega, y antes de que pudieras buscar en tu billetera dinero para pagar, Draco tenía en su mano aquella tarjeta de crédito muggle que había decidido obtener unos meses atrás.
—Yo pago—Avisó Draco.
—Oh no señor, siglo veintiuno, podemos dividir esto—Dijiste arrugando tus ojos y negando con la cabeza.
—Yo te invité a la cita, yo pago—Insistió Draco. Viste como acercaba la tarjeta al vendedor pero rápidamente interceptaste su movimiento colocándote delante de él y entregándole el dinero al chico. Antes de que Draco pudiera quejarse, te volteaste para atrapar sus labios en otro beso. Sentiste como rió sobre tus labios antes de separarse.
—Draco Malfoy, no empieces una pelea que no puedes ganar—Advertiste orgullosa.
—Lo siguiente lo pagaré yo—Aclaró.
—Ajá, como digas—Dijiste recibiendo victoriosa los vasos y entregándole el suyo. Fueron hasta la otra esquina de la cafetería, tomando asiento en una mesa de la esquina.
—Bien, pruébalo—Invitaste notando que Draco miraba con duda su vaso.—No está envenenado—Aclaraste. Draco olfateó la superficie del líquido antes de dar un primer sorbo, saboreando por unos segundos antes de mirarte.—¿Y bien?
—Nada mal—Respondió fingiendo indiferencia.
—¿Nada mal?—Cuestionaste.
—Bien, sí, sabe bien—Admitió finalmente.
No tomó más de cinco minutos para que Draco terminara su chocolate caliente, esperando atentamente a que tu hicieras lo mismo con el tuyo.
—¿Te tomarás el resto?—Preguntó viendo que te quedaba poco.
—Pareces un niño Draco, vamos, pidamos más—Dijiste. Después de todo a Draco le había gustado más el chocolate caliente de lo que habías pensado, y optó por pedir dos más para él, justificando que el vaso era muy pequeño y no estaba lo suficientemente satisfecho.
[...]
Draco y tú continuaron paseando por varias calles dejándose entretener por las tiendas y las curiosas preguntas que tenía él acerca de los muggles. Constantemente se interesaba por saber cómo funcionaban los semáforos o esas decenas de cables habían sobre sus cabezas.
Durante su paseo, un lugar en particular llamó la atención de Draco.
"Centro de Patinaje sobre hielo"
—Entremos—Dijo sin dudar.
—¿Sabes patinar?—Cuestionaste.
—Mucho mejor que tú, de eso estoy seguro—Respondió Draco con confianza. Tomó tu mano con más fuerza y te adentró al lugar.—Vamos
—Draco jamás he patinado sobre hielo—Advertiste. Frente a ustedes, se veía la amplia pista y sentías el frío rodear tu cuerpo.
—Hogwarts siempre estaba helado, más de alguna vez caminaste en el Lago Negro—Debatió Draco mientras se acercaba al mostrador para pedir dos pares de patines.
—Y casi siempre me caía—Te quejaste de regreso.
Draco recibió los patines y ambos se sentaron en una banca para ponérselos. Claramente Draco fue más ágil y al ver que tenías dificultades para amarrarlos, se arrodilló frente a ti para hacerlo por ti.
Cuando terminó y te ayudó a colocarte de pie, notó tu nerviosismo en la manera que veías con duda tus pies temblorosos sobre los patines.
—No es tan difícil, tranquila—Aseguró con calma.
Draco tomó con firmeza tu cintura para llevarte hasta la pista. Una vez ahí, tus pies se deslizaron con torpeza sobre el hielo.
—Separa tus piernas a la altura de tus hombros—Aconsejó Draco. Inmediatamente seguiste sus palabras sintiéndote un poco más firme en tu postura.—Eso es
Draco se ubicó delante de ti y tomando tus manos, tiró de ti suavemente mientras él patinaba hacia atrás con suma destreza.
—Vamos despacio hasta que te acostumbres—Dijo mientras avanzaban.
—No me dejes caer—Pediste nerviosa.
—Nunca—Respondió Draco guiñándote un ojo.
—¿Por qué sabes patinar?—Preguntaste al cabo de unos minutos cuando Draco ya había aumentado el ritmo y patinaban de forma más ligera, pero tú aún firme en el agarre de sus manos.
—Pasatiempos inútiles que Mamá me obligaba a hacer de niño—Dijo encogiéndose de hombros.
Más tarde, Draco ya habría soltado tu mano dejando que patinaras sola.
—¡Atrápame!—Exclamó divertido comenzando a patinar lejos de ti.
—¡Draco!—Llamaste dando lo mejor de ti para avanzar hasta él.—Vas muy rápido
—No lo creo—Dijo confiado con esa sonrisa arrogante que lo caracterizaba.
En ese momento, una niña pequeña que patinaba a toda velocidad, cruzó frente a Draco causando que se desconcentrara de su andar. Draco se volteó confundido y no notó que seguías patinando hacia él, y sobre todo, que no te había enseñado a frenar.
—¡Draco!—Exclamaste cuando estabas por impactar con él, pero tus pies iban más rápido y terminaste chocando con su cuerpo. Ambos cayeron y deslizaron por el hielo unos cuantos metros, Draco de espaldas contigo sobre él.—Oopsi
—Una posición cuestionable—Rió Draco mirando como estabas sentada en su pelvis.
—Oh vamos, todos nos miran, no es momento para que pienses en eso—Regañaste.
—Vamos, arriba—Draco comenzó a ponerse de pie y ayudándote, dejando que te apoyaras en su hombro.—Con cuidado—Alentó, y fijándose en tus patines, preguntó:—¿Siguen cómodos?
—Perfectos—Respondiste.—Gracias por preocuparte
—Es mi trabajo—Justificó.—Ahora, si te atrapo ¿Qué gano?—Preguntó curioso Draco acercándose a ti.
—Oh, ni lo sueñes—Alertaste por la mirada en sus ojos grises.
—Entonces será mejor que empieces a patinar—Advirtió antes de empezar una carrera de persecusión hacia ti.
Así, Draco y tú pasaron horas en aquella pista de patinaje, entre carreras y caídas, hasta que el hambre los hizo detenerse.
—¿Cansada?—Preguntó mientras se quitaba los patines, sentado a tu lado en la misma banca de hacía unas horas.
—¿Te estás burlando de mi?—Preguntaste, aunque la respuesta era obvia. Draco tenía experiencia en el patinaje y no había sido un esfuerzo en lo absoluto para él, mientras que tú si sentías tus piernas cansadas.
—En lo absoluto—Bromeó.
—¿Qué haremos ahora?—Preguntaste intrigada.
—Considerando que estás temblando de frío, deberíamos volver a casa—Dijo Draco.
—No estoy—Estabas a punto de decir hasta que Draco tocó tus manos, frías debido a la temperatura de lugar, las cuales se relajaron al sentir un poco de calor en su tacto.
—Testadura—Se burló.— Vayámonos de aquí
Draco te llevó fuera del lugar y asegurándose de no ser vistos, realizó rápidamente la desaparición y aparición junto a ti. De pronto, la fría ciudad de Londres ya no estaba, la temperatura había subido y los edificios eran reemplazados por un campo, lleno de árboles y flores.
—¿Dónde estamos?—Preguntaste.
—No tengo la menor idea, pero se ve cálido—Explicó Draco. Ambos caminaron por el césped hasta la sombra de un gran árbol.
—Pensé que preferías más el frío—Comentaste.
—Puedo soportar un poco de sol, a diferencia de lo que crees, no soy un vampiro—Defendió Draco.
—Si claro, entonces ¿No tienes unos lentes de sol en tu bolsillo?—Preguntaste intrigada. Conocías a Draco como la palma de tu mano, y el calor no era una de sus cosas favoritas.
—¿Qué? No...—Pero antes de que pudiera seguir, llevaste tu mano al bolsillo trasero de Draco y encontraste las gafas oscuras, mirándolo victoriosa.
—Atrapado—Acusaste.
Draco se quitó el suéter oscuro y dejó ver una camisa blanca. La tomó desde los botones para sacudir un poco de aire hacia él y dobló las mangas hasta sus codos, para terminar quitándote las gafas para colocárselas.
—Tengamos un picnic—Espetó Draco, sacando su varita para hacer aparecer un mantel y una canasta de mimbre justo al lado de sus pies.
—Tienes buen gusto—Comentaste viendo como el mantel y los cubiertos combinaban perfectamente.
—Por eso salgo contigo ¿No?—Bromeó.
Ambos se sentaron en la manta, pero Draco apoyó su espalda en el tronco del árbol. Viendo las cosas que había en la canasta, encontraste un platillo con fresas y tomando una, la colocaste frente a los labios de Draco.
—Ten—Dijiste incitando a que la comiera desde tu mano.
—¿Intentas provocarme?—Preguntó mirándote con malicia.
—No tengo que intentarlo—Respondiste segura. Draco rió, y comiendo en un mordisco lento la fresa entre tus dedos, tomó tu cintura para acercarte a él.
—Tienes razón—Confirmó. Lentamente besó tu cuello pero sin intenciones de ir más allá, sólo disfrutando la suavidad de tu piel y descansando su rostro en ti.
—Me gustó la cita improvisada—Confesaste al cabo de un rato.
—Prometo pensarlo más la próxima vez—Murmuró Draco.
—Así estuvo perfecto—Le aseguraste.
—Lo mejor para ti, t/n—Dijo antes de alejarse de tu cuello y besar tus labios. Te miró por unos segundos y te soltó para escarbar en la canasta, sacando una cámara Polaroid.—Me gusta esta vista, sonríe
—Draco—Te quejaste cuando te apuntó con la cámara y el flash salió.
—Perfecta—Dijo mientras la foto salía y la dejaba a un lado para esperar que se revelara.
—Es mi turno—Avisaste quitándole la cámara y apuntando hacia él. Draco inmediatamente posó para ti con una sonrisa y sus cejas levantadas.—Chico fotogénico
—¿Lo dudabas?—Preguntó.
—Y vanidoso—Agregaste volviendo a acomodarte en su pecho, ganándote una risa de él, mientras veían el atardecer.
Después de todo una cita improvisada podía ser mejor que cualquier cosa.
corto, sencillo pero espero que les gustara<3 gracias por seguir aquí después de tanto tiempo | por cierto, el siguiente One Shot será la segunda parte de Wonder
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro