Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

51 » TEACH ME HOW TO LOVE

'Put my hands around you, ooh, teach me how to touch you, tease, caress you, and please you
Teach me how to love'

TEACH ME HOW TO LOVE | SHAWN MENDES

CONTEXTUALIZACIÓN: Primera vez de Draco y tu

advertencia:tengan en claro que esto no es una representación fidedigna de como ocurre la intimidad, todo está más resumido y romantizado, lo digo para que no tomen esto como educación 

especial san valentín 5/9 [sss,mut] 

El inicio de la recuperación del séptimo año de Hogwarts se sentía muy distinto a los inicios de ciclo anteriores. Todo más vacío, silencioso y melancólico. Sin embargo, en todo ese desanimado panorama, podías admitir que había tranquilidad. Voldemort había caído y por primera vez, sentías que había un futuro por el cual ilusionarse.

Hermione y tú estaban sentadas en los Jardines del Castillo. Era un receso entre clases y ambas lo aprovechaban a leer y de vez en cuando charlar.

—¿Draco y tú...? —Hermione carraspeó nerviosa mientras te preguntaba.—Ya sabes

Te tomó unos segundos entender lo que insinuaba preguntar, pero por el rubor en sus mejillas y la manera en que evitaba mirarte directamente a los ojos, comprendiste a qué se refería.

—No, aún no—Respondiste tranquila, y le sonreíste para darle entender que no era un tema del que te avergonzara hablar con ella.

—Oh—Soltó.—No me imaginaba que Draco era del tipo que esperaba

—El respeta mis tiempos—Respondiste. Era obvio que por la reputación pasada de Draco se podía llegar a pensar que era una especie de fuckboy, pero tú conocías el lado B de él, y respetaba completamente el como te sentías, nunca insistiendo al respecto.—Pero se que quizá debería ocurrir pronto

—Me alegro de que no te presione—Comentó Hermione volviendo la vista a su libro.—Tu tampoco lo hagas, es mejor que ocurra cuando te sientas lista

—¿Tu y Ron?—Preguntaste de golpe antes de que Hermione se perdiera una vez más en la lectura. De inmediato, se ruborizó aún más y una sonrisa tonta inundó su rostro.

—La verdad es que si—Respondió

—¡Vaya Hermione quien lo diría!—Bromeaste.

—¡Shhh!—Te regañó entre pequeñas risas.—Han sido sólo dos veces, desde el receso post guerra—Aclaró.

—Tranquila, cuando acabe este año tendrán tiempo—Dijiste guiñándole un ojo.—O para las vacaciones de Navidad

—Tal vez—Dijo sin más.

Pasados unos minutos, era tiempo de volver a entrar al Castillo para las clases. Hermione se adelantó pues estaba retomando labores como prefecta y tenía que guiar a los alumnos de Primer Año a los nuevos Salones que habían sido reconstruidos hace poco. Mientras tanto, tu te tomabas tu tiempo de camino al Castillo.

—¿Por qué eres tan bella?—Oíste de pronto, cerca de tu cuello provocando que te sobresaltaras. Sin embargo, sabías de quien provenía.

—Me asustaste—Dijiste volteándote y encontrando a un Draco sonriente.

—Lo siento—Draco dejó un beso en tu frente, y entrelazó su mano con la tuya mientras ue ambos seguían caminando hacia el Castillo.—Dime, ¿Qué tanto cuchicheaban con Granger?

—Nada que te interese—Respondiste de golpe. Tu conversación con Hermione no había sido nada explícita, pero no sabías si comentarle con tanta ligereza a Draco acerca de aquel tema.

—Apuesto a qué si—Aseguró.—Estás roja

—No lo estoy—Debatiste bajando tu rostro para que no te viese.

—Si lo estás—Insistió, y su otra mano tomó tu mentón para que lo mirases.

—No lo...—

—No seas tan terca—Soltó.—Dime

—Cosas de chicas—Aseguraste rodando los ojos y Draco bufó.

—¿Tan machista me consideras?—Preguntó algo ofendido.

—No es acerca de eso—Aclaraste.

—¿Entonces?—Evidentemente, Draco estaba fingiendo ser dramático para que le contaras.—Oh comprendo estabas hablando de que soy mal novio

—¡No! —Exclamaste. Ambos se detuvieron y miraste hacia los lados asegurándote de que no hubieran más personas cerca.—Ugh está bien—Aclaraste tu garganta y Draco te miró expectante.—Sólo, charlábamos de, ya sabes—Hablar de eso era más difícil de lo que pensabas.—Tener intimidad, por primera vez

—¿Ves? No era tan difícil—Draco no parecía haberse inmutado por tu respuesta y parecía bastante tranquilo.—¿Y bien?

—¿Y bien qué?—Preguntaste.

—¿Qué comentaste acerca de eso?—Preguntó con una sonrisa curiosa.

—Pues nada que no sepas—Dijiste obvia mientras volvían a emprender camino.—Le dije que aún no ocurre y que, bueno, estás esperándome

—Eres muy tierna—Dijo Draco y su mano apretó más la tuya, con cuidado, y su pulgar acarició tus nudillos.—No te preocupes, sin presiones ¿Recuerdas?

—Lo sé—Dijiste tranquila.—Te quiero

—Y yo a ti—Susurró.—¿Irás a nuestra fiesta en la Sala Común el viernes?—Preguntó Draco cambiando drásticamente de tema.

—¿Una fiesta? ¿Ya?—Preguntaste confundida.—Apenas iniciamos el curso

—Theo y Blaise insistieron y ya convencieron a todo el mundo—Draco se encogió de hombros vencido y rió.

—Preferiría quedarme en mi cuarto—Dijiste. Realmente querías mantener tu tranquilidad, y sabías de antemano que las fiestas de Slytherin eran alocadas.

—Te propongo algo—Sugirió Draco.—Vamos un rato a la fiesta y luego podemos estar en tu cuarto

—Me parece justo, pero quizá no demasiado—Dijiste y Draco levantó una ceja.

—¿Qué quiere la señorita t/n para convencerla?—Draco te miró indagante.

—Chocolate—Soltaste. La verdad era que la madre de Draco seguía enviándole golosinas como lo hacía desde primer año, y podías jurar que Narcissa tenía los mejores gustos en ello. Siempre terminabas robándote los chocolates de Draco.

—Bien, como ordenes—Dijo Draco aceptando el trato. Para entonces ya habían llegado al Hall principal de Hogwarts.—¿Nos vemos luego?—Draco tenía una clase distinta a la tuya y debían separarse. Tu asentiste, y Draco se inclinó a besar tus labios.—Que tengas buen día Pétalo

—Tu también

[...]


En el campo de Quidditch, Blaise, Theo y Draco caminaban con sus escobas en mano preparándose para entrenar.

—Draco eres simplemente la persona con más paciencia que he conocido—Comentó Theo y el rubio rodó los ojos.

Como obra del destino, sus amigos también habían decidido tocar el tema de la intimidad y ninguno de los dos podía creer aún que Draco y tú no habían hecho nada.

—El Draco de hace dos años no tenía esta capacidad de abstinencia—Bromeó Blaise, aunque sus palabras eran totalmente ciertas.

—Ahora es distinto—Aclaró Draco con tranquilidad.—Con ella es distinto—Añadió con una sonrisa.—No necesito que hagamos nada más

—¡Nuestro chico está tan enamorado! —Blaise le dió una palmada en el hombro al rubio mientras reía.—Empalagoso

—Di lo quieras Zabini, no me importa—Advirtió Draco.

—Estamos felices por ti, lo sabes—Aclaró Theo sonriéndole.

—Si, lo sé—Los tres chicos acomodaron  sus escobas para empezar a volar, y antes de elevarse, Blaise se dirigió a Draco apuntándole.

—Pero bueno, el día en que t/n decida finalmente abrirte la puerta al paraíso, recuerden la poción anticonceptiva , no te queremos lo suficiente como para ser tíos aún—Advirtió, ganándose una carcajada de Theo y una sonrisa idiota de Draco.

—Entendido—Respondió el rubio.


[...]


El viernes había llegado, eran pasadas las once de la noche y no había monos en la costa. A pesar de que escabullirse de Filch parecía difícil, con los años en Hogwarts se volvía una costumbre, y varios estudiantes estaban en la Sala Común de Slytherin empezando a disfrutar la fiesta.

Lo nuevo de todo esto, es que te habías pasado la semana entera pensando en tu charla con Hermione, y habías terminado por decidir que era momento de dar el siguiente paso con Draco. No sabías cuando más tendrían tiempo de escabullirse juntos así que aquella era la noche.

A lo lejos Draco te vió llegar y caminó rápido hasta ti.

—Viniste—Dijo sonriente.—Te ves...—La vista de Draco te recorrió de pies a cabeza.—Wow

—¿Se ve bien?—Habías decidido arreglarte un poco diferente a lo usual para la fiesta.

—Luces hermosa—Aseguró pasando su mano por tu cabello. 

—Este lugar apesta a Whiskey de Fuego—Dijiste arrugando tu nariz por el aroma.

—Y apenas empezamos—Bromeó.

—¿Beberás?—Preguntaste preocupada. Realmente en tu plan no estaba pronosticado que Draco estuviera bajo los efectos del Whiskey.

—No tengo ganas de tener resaca mañana, así que no—Dijo tranquilo.

—Me alegro—Dijiste soltando un suspiro.

—¿Por qué?—Preguntó confundido.

—Nada en especial—Aseguraste esperando que no preguntara más acerca de ello y no delatarte antes.—¿Trajiste lo que me prometiste?—Preguntaste en referencia a los chocolates.

—Tan interesada—Bromeó rodando sus ojos.—Si, están en mi cuarto

—Bien, supongo que soportaré esta fiesta un rato más—Dijiste. Draco estaba a punto de besarte pero oíste que los chicos lo llamaban.

—¡Malfoy!—Al parecer necesitaban ayuda con un chico de Ravenclaw que se había emborrachado demasiado pronto y estaba por causar un pleito. El chico se veía tenso y estaba dando puñetazos a las cosas a su alrededor.—¡Te necesitamos acá!

—Espera—Avisó Draco dejándote sola.

Estuviste algún rato charlando con otros conocidos mientras Draco se encargaba del asunto de la pelea. En eso, Hermione apareció en la entrada de la Sala Común.

—¿Hermione Granger en una fiesta de Slytherin?—Bromeaste hacia ella. Era realmente algo nuevo ver a Hermione fraternizando en un ambiente de serpientes.

—Siempre quise conocer las Mazmorras en profundidad—Aclaró.

Mientras que Hermione y tú charlaban, viste a lo lejos como Draco volvía de solucionar lo del chico de Ravenclaw. Se veía algo agitado y supusiste que había tenido que forzar un poco la atención. Su cabello se había desordenado, su camisa estaba arrugada y podías jurar que tenía un rasguño en la barbilla, y todo eso, lo hacía lucir bastante bien, dejándote extrañamente sin aliento.

Bien, definitivamente Draco te tenía a sus pies.

Te despediste de Hermione y te acercaste rápido hacia el rubio.

—Draco—Llamaste algo tímida tomando su brazo.

—¿Si, amor?—Preguntó bajando su mirada hacia ti.

—Quiero—Pensaste dos veces cuál era la mejor manera de preguntarlo.—¿Podemos ir a tu cuarto por los chocolates?

—Claro, vamos—Respondió.

Draco tomó tu mano y te arrastró hacia la torre de los varones. Draco tenía el privilegio de contar con una habitación para él solo. Después de la Guerra no muchos estudiantes habían vuelto y había aprovechado de tomar un cuarto sólo para él.

Apenas entraron, te armaste de valor y tomando a Draco por el cuello de su camisa lo besaste con intensidad.

—Wow—Dijo Draco entre el beso. Habías guiado sus  pasos hasta cerca de la cama y él lucía algo confundido por tu actuar.—¿Tienes algo en mente?

—Draco, yo...—Tomaste una bocanada de aire.—Estuve pensando y—De pronto tus mejillas se sentían más calientes y Draco no dejaba de mirarte fijamente.—Estoy lista para,ya sabes—Dijiste al fin.—Lo que hablamos el otro día.

—Amor ¿estás segura?—Preguntó serio. Draco inspeccionaba con su vista cada esquina de tu rostro, buscando un gesto que le asegurara que estabas lista y dispuesta.

—Completamente—Tomaste su rostro entre tus manos y acariciaste su mejilla.—Confío en ti, Draco

—Me alegra oír eso—La sonrisa de Draco se amplió aún más, y por el brillo en sus ojos supiste que estaba más que ansioso por empezar. Te besó lentamente, un beso completamente distinto a los demás. Más hambriento y su lengua se hacía camino hacia dentro de tu boca. Sin darte cuenta por completo, Draco te había recostado en su cama. De pronto, se alejó de allí y la boca de Draco fue dejando un camino desde tu mandíbula a tu cuello, aspirando sonoramente y pasando su nariz por tu piel causándote escalofríos.—Tan suave

Antes de que pudieras reaccionar, Draco siguió bajando, sus manos levantando tu blusa y colándose para tocar la piel de tu espalda y estómago.

—Voy a necesitar que uses tus palabras para saber que quieres—Indicó en voz baja.—¿He sido claro?

—Si—Susurraste. Aunque sus palabras sonaran como una orden, su petición tenía sentido. Draco quería escuchar tu consentimiento y sobre todo lo que disfrutabas o no, con tal de hacerte sentir segura y complacida a todo momento.

—Perfecto—Respondió y su aliento chocó cerca de tu vientre. Draco tomó entre sus manos tu blusa y la alzó un poco más.—¿Puedo?—Preguntó buscando tu aprobación.

—Porfavor—Levantándote, le diste el pase para que terminara de quitarla. Seguido de esto, Draco continuó quitando tus prendas cuidadosamente, sin dejar de repartir besos por tu piel, hasta que tan sólo tenías tu ropa interior entre tus muslos, nada más.

—Simplemente hermosa—Halagó mirándote desde encima. Inmediatamente te ruborizaste. Te sentías expuesta, no en un mal sentido, confiabas plenamente en él pero las inseguridades eran algo latente. Sin embargo, te concentraste en la sonrisa de Draco para obtener seguridad.

—Tu tienes demasiada ropa—Te quejaste.

—Arregla eso—Dijo Draco levantando una ceja.

Tomando confianza, te sentaste frente a él, llevando tus manos a su camisa, desabrochando los botones lentamente sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos. Draco te miraba atento, y en un momento de seguridad, decidiste morder tu labio inferior.

—Mierda—Draco soltó frustrado al verte. Lentamente y con algo de nervios, bajaste tus manos hasta su cinturón, soltando la hebilla. Te causaba algo de pudor mirar, así que en todo momento tu vista estaba en Draco, sobre todo cuando finalmente bajaste sus pantalones.—No juegues conmigo

Draco se veía algo frustrado, y de un empujón volviste a caer de espaldas sobre el colchón. El rubio se acomodó entre tus piernas y comenzó a descender su rostro desde tu estómago.

—Draco—Dijiste con la voz entrecortada. Los labios de Draco estaba sobre tu vientre, justo debajo de tu ombligo, y la sensación que había más abajo te estaba matando.

—Pensé que querías jugar—Se burló

—Porfavor—Pediste. Draco estaba tomándose en serio lo de ir lento y cuidadosamente, pero la ansiedad y el deseo estaban ganando.

—¿Porfavor qué?—Preguntó firme.

—Haz lo que tengas que hacer, no seas idiota—Soltaste frustrada. Draco rió y levantó sus cejas en expresión de burla

—Qué dulce—Bromeó. Los dedos de Draco se ubicaron en las esquinas de tu ropa interior, y comenzó a bajarlas por tus muslos.—Bien, levanta—Indicó. Obedeciste y levantando un poco tus caderas Draco pudo quitarlas por completo. Cuando su vista se fijó en el espacio entre tus piernas tu primer instinto avergonzado fue cerrarlas de golpe.—Uh uh, necesito que abras tus piernas amor—Los dedos de Draco se apoyaron en tus rodillas, trazando círculos y esperando a que te sintieras cómoda nuevamente. Unos segundos después, terminaste por abrir tus piernas. Draco se apoyó sobre sus codos, y su dedo índice empezó a moverse sobre tu nudo de nervios.—¿Cómo se siente eso?

—Bien, muy bien—Dijiste apenas. Draco continuó moviendo su dedo y tú sólo podías jadear por la sensación.

—Haré algo, si necesitas que me detenga solo dilo—Justo en ese momento, la otra mano de Draco estaba dándose paso, y otro dedo se deslizó dentro de ti.—No tienes idea de lo lista que estás

Lentamente, un dedo de Draco entraba y salía mientras que el otro seguía frotándote.
Cuando pensabas que la sensación no podía ser mejor, Draco dijo:

—Me pregunto cómo sabes—Y sin previo aviso, la lengua de Draco estaba sobre tu centro, provocándote la sensación más extraña pero placentera de todas.

—¡Draco!—Chillaste sorprendida. Draco se asustó por un momento creyendo que no te había gustado y se detuvo, alzando su rostro para saber que pasaba.—¡No, no te detengas!—Tus manos fueron a parar a la cabeza de Draco acariciando su cabello.—Porfavor sigue

—Tan desesperada—Se burló, y con una sonrisa satisfecha Draco continuó su trabajo, usando su lengua.

—Drac-co—Apenas podías hablar, estabas cegada por la sensación. Un nudo empezó a formarse en tu estómago y sabías que estabas por explotar.—Mierda—Draco había sumado un segundo dedo y eso ya te había lanzado casi al borde.—Dra-Drco

—Vamos Pétalo, suéltalo—Incitó. Sus palabras fueron suficiente y segundos después estabas retorciéndote de placer debido a tu clímax.

—Eso fue...—Dijiste entre suspiros. Realmente no había una palabra para describirlo.—Gracias

—Tan tierna—A Draco le parecía realmente dulce el hecho de que le agradecieras haber estado entre tus piernas.—Bien, aún no hemos terminado

Era cierto. Bajaste tu mirada y entre las piernas de Draco, pudiste ver el bulto. Probablemente ya dolía, y con tus manos terminaste de bajar su ropa interior.

—¿Puedo?—Preguntaste y por la expresión de Draco sabías que estaba desesperado por tu toque.

—Sólo si quieres—Draco era demasiado orgulloso como para rogar y tampoco te pediría que hicieses algo de lo que no te sentías lista. Sin embargo, anhelabas devolverle el favor, y tú mano comenzó a ir de arriba hacia abajo por su longitud.—Joder t/n

Sus gemidos y voz ronca eran realmente satisfactorios de escuchar. Draco mantenía sus ojos cerrados, cabeza hacia atrás y su nuez de Adán se marcaba por su cuello. Con tus manos, continuaste tu trabajo, y de vez en cuando te ayudaste con una que otra lamida. Por el tamaño no te atrevías a hacer nada más, pero Draco se veía realmente disfrutando lo que sea que hicieras.

—Por más que quiera que sigas, me muero por sentirte de otra manera—Dijo en voz baja. Draco llevó su mano a tu cabeza indicándote que te detuvieras.

Sus palabras habían significado lo obvio. Ya venía el momento y no tenías la más mínima idea de cómo se iba a sentir.

—Recuerda que aún podemos parar—Tranquilizó Draco al ver como estabas algo pensativa.

—No, porfavor sigue—Definitivamente no iban a parar ahora.

Draco te recostó en la cama, y apoyando sus brazos a cada lado, y con su cuerpo entre tus piernas, besó tu frente.

—Si necesitas presionar mis manos solo hazlo—Tus manos a tus costados sintieron las palmas de Draco entrelazadas sobre las tuyas.—¿Lista?

—Lista—Dicho esto, Draco comenzó lentamente a introducirse en ti. Era una sensación extraña, no dolía, pero era tenso.

—¿Duele?—Preguntón al ver la mueca en tu rostro.

—No del todo—Aseguraste.—Es raro

Draco tomó otro impulso y de un momento a otro había entrado por completo. Eso sí había dolido pero ni siquiera habías podido decirle, pues el aire en tu garganta se había atascado por la impresión.

—Merlín, te sientes tan buen así—Halagó Draco, y su expresión de placer disipó de alguna manera el dolor que habías sentido. Él seguía quiero esperando a que te acostumbraras a la sensación.

—Puedes moverte—Avisaste pasado un minuto. Draco repartió besos por tu cuello, liberando la tensión y lentamente comenzó a moverse dentro y fuera de ti.

—Maldito infierno t/n—Gimió en tu cuello.—No sabes cuánto esperé por esto—De a poco sus estocadas eran más firmas y seguidas, y podía jurar que te encendían más las palabras de Draco que cualquier otra cosa; su respiración en tu cuello y su rostro.—Joder

—Draco—Gemiste por fin. La molestia entre tus piernas seguía, pero a su lado el placer se hacía lugar.—Se siente tan bien

Draco tomó eso como un impulso a aumentar su ritmo. Su frente pegada a la tuya, sus respiraciones chocando y besándose de vez en cuando captando los gemidos del otro.

—Así es—Gimió Draco en tu oído.—Un poco más—Sentías como Draco iba más rápido y tus piernas volvían a tensarse. Todo tu cuerpo estaba ansioso por finalizar de nuevo.—Vamos, amor, vente conmigo—Alentó Draco en voz ronca.

—Draco...—Apenas pudiste decir. Tus manos fueron a la espalda de Draco, aferrando tus uñas en sus hombros, ganándote un gemido de su parte. Bastaron unos segundos para los últimos movimientos de Draco los llevaran a ambos al clímax, gimiendo el nombre del otro al unísono.—Joder—Gruñó Draco deteniéndose lentamente.—¿Estás bien?

—Totalmente—Te sentías más que satisfecha. El final te había golpeado como una ola, como una torre cayendo y todo tu cuerpo se sentía más que bien, cansado, pero estabas feliz de haber podido disfrutar. Tu respiración seguía acelerada y tus piernas seguían algo temblorosas.

—Respira conmigo—Indicó Draco viendo tu agitación. Mientras salía de ti, un leve dolor llenó tus piernas pero trataste de concentrarte en su respiración.—Eso es

Draco terminó por salir de ti y recostarse a tu lado, abrazando tu piel desnuda y besando tu frente.

—¿Segura de que no te lastimé?—Preguntó Draco preocupado.

—Estoy de maravilla, Draco no te preocupes—Aseguraste sonriéndole.—Fue perfecto

—Te quiero, eres asombrosa—Dijo más tranquilo. Sus respiraciones iban al mismo ritmo y te sentías cansada.

—¿Draco?—Preguntaste al ver que cerraba sus ojos, pero sin dejar de abrazarte y acariciar tu espalda.

—¿Uhm?—Murmuró.

—Aún quiero mis chocolates—Dijiste divertida y Draco rió.

—Voy por ellos—Draco te dedicó una sonrisa antes de levantarse de la cama a buscar la caja de golosinas.—¿Cuánto termines tus chocolates podemos hacerlo de nuevo?—Preguntó buscando entre sus cosas. No tardó en volver, con la caja de chocolates, acomodándose junto a ti.—No puedo creer que estuve tanto tiempo privándome de ti

—Te harás adicto—Bromeaste.

—No tienes idea—Y de alguna forma eso sonó como una advertencia que te causó un escalofrío.

*FINALMENTE EL MÁS ESPERADO espero que fuera de su agrado <3

hoy ha sido un día complicado para mi, acá en chile salieron los resultados de la prueba para ingresar a la universidad, y a pesar de que no me fue mal, me sentí un poco decepcionada de mi, el lado bueno es que me alcanza para lo que planeo estudiar y no puedo estar más ansiosa para lo que se viene<3 estos días son las postulaciones y me preocupa atrasarme con el especial san valentín, pero realmente espero lograrlo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro