47 » SECRET LOVE SONG
'We keep behind closed doors, every time I see you I die a little more. Stolen moments that we steal as the curtain falls'
SECRET LOVE SONG | LITTLE MIX
CONTEXTUALIZACIÓN: Dónde Draco y tú están saliendo en secreto [dedicado a heyitsoma simplemente gracias por todo tu apoyo<3]
NOTA DE LA AUTORA: recuerden que cuando no específico la casa de la chica antes del one shot, es pq se pueden imaginar en la que quieran
especial san valentín 1/9 [tierno]
Ya era tarde, era evidentemente tarde, y casi todas tus compañeras de habitación se habían ido a desayunar al Gran Comedor. Sólo quedaba una de ellas, quién te miraba preocupada desde la puerta. Tu seguías acostada, con las mantas cubriendo la mayoría de tu cuerpo y tu rostro adormilado.
—¿No te levantarás t/n?—Preguntó tu compañera.
—Me siento un poco mal, me saltaré la siguiente clase—Dijiste agravando más tu voz para ganar credibilidad.
—Vale, le avisaremos a la Profesora Sprout—Avisó aludiendo a la clase de Herbología que planeabas saltarte.
—Gracias—Murmuraste. Apenas la chica salió del cuarto suspiraste. Había salido bien, sin levantar sospechas.
Definitivamente no era la primera vez que te saltabas una clase con esa excusa. Pero ¿Qué más podías hacer? Esa era de las pocas maneras que tenías para ver a Draco, sin las miradas del resto.
—¿Puedo?—Entre tus pensamientos, oíste como golpearon la puerta, y la voz ronca de Draco se deslizaba por entre medio. De inmediato, te pusiste de pie, abriendo la puerta, dejando ver a tu novio recién levantado.
—Pasa, ya se fueron—Indicaste. Apenas cerraste la puerta detrás de ti, Draco te atrajo hacia él agarrándote de la cintura
—Al fin, creía que tendría que esconderme en la Sala Común por horas—Se quejó, llevando su rostro a tu cuello, bufó y dejó un beso debajo de tu oreja.
—Yo también—Contestaste sonriente —Buenos días
—Buenos días ahora que estoy contigo—Sin despejar su rostro de tu cuello, Draco comenzó a caminar de espaldas hacia tu cama, donde se dejó caer contigo encima, apoyada en su pecho.
—Draco Malfoy siendo un cursi—Bromeaste mirándolo divertida.—Quizá debería revelar esto y exponerte para que todos se rían
—Oh, alguien está divertida hoy—Cuestionó levantando una ceja. En cuestión de segundos, las manos de Draco se deslizaron por tu cuerpo, provocándote cosquillas en tus puntos sensibles.—¿Esto te parece gracioso?
—¡Yo n-!—Trataste de decir entre risas, pero las cosquillas en tus costados no te dejaba. Draco te miraba desafiante y reía contigo, o más bien, se reía de ti, pero sin mala intención.—¡Dra-aco!...—Pediste.—¡Detente!
—Pídeme disculpas—Exigió.
—¡No!—Desafiaste, pero eso sólo añadió más leña al fuego. Draco comenzó a aumentar el ritmo de sus cosquillas da sobre ti y ya estabas riéndose tan fuerte que alguien afuera podría oír.—¡Vale! ¡Me rindo! ¡Lo siento!—Paulatinamente, las cosquillas descendieron hasta que pudiste tomar aire para hablar.—Me retracto, no eres tan cursi
—Te la dejaré pasar—Dijo Draco. Sus brazos te cubrieron y tu oído apoyado en su pecho podía escuchar sus latidos. Iban extrañamente rápido, y dudabas que fuera por el momento anterior, si la que terminó agitaba habías sido tu. ¿Era posible que Draco se pusiera igual de nervioso contigo que tú con él?
—¿Supiste las noticias?—Preguntaste levantando tu mirada hacia él.—Habrá un baile de San Valentín
—¿Es en serio? Ridículo—Tu novio rodó sus ojos.—Peor que el estúpido baile de cuarto año
Sexto año había empezado extraño, sobre todo por los titulares de 'Quien no debe ser nombrado a regresado' que inundaban el mundo Mágico. Sin embargo, parecía que Dumbledore no podía controlar su corazón de anciano, y creía que la mejor manera de alivianar los ánimos en Hogwarts, era con una buena fiesta.
—¡Hey! A mí me parece buena idea—Respondiste algo ofendida por su comentario. A decir verdad, tampoco te sorprendía. Conocías a Draco como la palma de tu mano, y esquivar todo lo romántico era su especialidad.—Y no te vi quejándote en cuarto año, te veías a gusto con Pansy
—¿Celosa, amor?—Draco levantó una ceja cuestionándote.
—Para nada, yo me divertí esa noche Benjamín era muy buen bailarín—Respondiste para no dejarlo ganar la situación. Benjamin Lockwood era un chico de Ravenclaw bastante guapo, pero debías admitir que lo que tenía de lindo, lo tenía de idiota. Sin embargo, no dejaba de ser una amenaza para Draco, pues según él, Benjamin seguía detrás de ti desde entonces.
—¿Si?—Draco te miró de mala gana, y con su mano tomó tu mentón con firmeza, acercando tu rostro más al suyo.— ¿Por qué no vas donde Lockwood y le pides que te folle entonces
—¿Celoso, amor?—Imitaste sus palabras.
—Muy graciosa—Draco terminó con la distancia entre ambos y te besó lentamente, y en el último momento, suspiró contra tu boca causándote un escalofrío.—Entonces, quieres ir a ese baile
—No pienso quedarme sentada en la sala común toda la noche—Respondiste encogiéndote de hombros. Haber mencionado lo del baile no era casual, de alguna forma, tenías la esperanza de despertar en Draco algún interés en ir, pero sería más difícil que tratar de que Snape sonriera.
—Sabes que no podemos...—Comenzó él.
—Lo sé—Cortaste sus palabras. Tu intención no era hacerlo sentir culpable por algo que sabías, no estaba en sus manos como te gustaría
Eras nacida de muggles, pero a pesar de tu talento con la magia, eso no cambiaría la percepción de sus padres respecto de ti. Los Malfoy eran fieles creyentes de la supremacía de la sangre, y por ello tu relación con Draco debía mantenerse en secreto, por el bien de ambos, sobre todo de él, quien había sido forzado a convertirse en un Mortífago tan sólo meses atrás.
—Me gustaría ir contigo, pero lo entiendo—Terminaste de decir.
—¿Y como planeas ir?—Cuestionó Draco.
—Podríamos ir con parejas en cubierto...—Sugeriste pero la expresión en su pálido rostro te dió a entender que la idea no la parecía del todo agradable.
—Podríamos es mucha gente—La mirada de Draco seguía siendo poco amigable.
—¿No quieres ir?—Preguntaste seria, y con los dedos de tu mano trazaste un lento camino desde su cuello a su nariz; un gesto tonto, quizá, pero distraía a Draco perfectamente.—Dumbledore accedió a que entren alcohol al Castillo, quizá tu hidromiel preferida
Los ojos de Draco se iluminaron por unos segundos y por más que lo hubiese querido ocultar, era demasiado tarde. Un buen trago de hidromiel era precisamente lo que estaba necesitando para su estrés.
—Bien, iré—Dijo accediendo. Inmediatamente sonreíste triunfadora.—Pero no toda la noche—Aclaró al segundo.—¿Y con quién iremos?
—Ve con Pansy, te lo permito—Parkinson era su mejor amiga, y por más que no tenía ningún interés romántico en Draco, no dejaba de causarte cierta duda, pero a fin de cuentas, era la única a la que lo confiarías una noche de fiesta.—Yo podría pedirle a Harry
—Ni de broma—Draco gruñó
—Es mi única opción, es el único que sabe de nosotros Draco—Debatiste, y ante eso, el rubio no tenía ningún contraargumento. En efecto, Potter era el único de tus amigos que había descubierto acerca de su relación, y a regañadientes, había aceptado mantener el secreto.
—Aún podríamos quedarnos acá y fo..—Pero las palabras de Draco fueron interrumpidas de inmediato por ti.
—No—Pusiste un dedo en su boca para evitar que terminara su oración.—Sería demasiado obvio que justo nosotros dos nos ausentemos al baile
—Tienes razón—Bufó Draco.—Bien, ve con Potter—Rodó sus ojos y te abrazó con más fuerza. No podía enojarse contigo, y si tenía que soportar verte con él, para ver como te divertías con un rato en el baile, lo haría.—Pero si intenta aprovecharse te juro que...
—Le lanzarás un maleficio, lo sé
[...]
—¡Harry Potter!—Tu voz se alzó por el pasillo del primer piso. El pelinegro que caminaba distraído a unos metros tuyos, paró en seco. Se volteó y al verte sonrió, comenzando a caminar hacia ti.
—¡t/n¡—Llamó hacia ti imitando tu voz.—¿Qué pasa?
—Dime porfavor que no le has pedido a ninguna chica para el baile—Murmuraste. No era algo que el resto debiera escuchar, y Harry te miró algo confuso.
—No pienso ir, con Ron nos quedaremos jugando ajedrez mágico o algo así—Dijo totalmente obvio. En ese momento, recordaste lo mal que la había pasado Harry en el baile de Navidad casi dos años atrás y entendiste el por qué quizá no se había planteado ir ahora.
—De ninguna manera—Declaraste.—Primero, dile a Ron que invite a Hermione—Le ordenaste, en honor a tu amiga, quien sabías gustaba del pelirrojo.—Segundo, necesito que vayas conmigo
—¿Malfoy está de acuerdo?—Preguntó en un susurro.
—Completamente, no podemos ir juntos pero no pienso perderme la fiesta—Dijiste tratando de tranquilizarlo.—¿Qué dices? Iremos como amigos Harry, para divertirnos un poco
—Bien, trato—Harry sonrió hacia ti. Eran tiempos difíciles para todos, y hasta el mismísimo Harry Potter tenía derecho a distraerte un poco, así hubiese estallado una guerra poco tiempo atrás.
De pronto, el rostro de Harry de descolocó un poco y con la mirada te indicó que vieses hacia atrás tuyo
—Oye, Malfoy mira para acá...—Avisó Harry.—Y no se ve de buen humor
Disimuladamente, viste como Draco pasaba por en frente de ustedes dos, mirándolos de mala gana y dedicándote su mejor mirada de '¿Te diviertes?'
—No te preocupes, yo me encargo—Avisaste al pelinegro. Te despediste rápidamente de Harry, y tratando de que nadie notase tu andar, seguiste a Draco por el pasillo, hasta que giró en una esquina y lo viste adentrarse en uno de los salones antiguos abandonados.
Sabiendo que aquello era una evidente escena de tontos celos, entraste en silencio a aquel salón, encontrando a Draco apoyando su espalda en un muro y mirando por la ventana.
—¿Qué pasa?—Preguntaste tranquila mientras te acercabas a él. Se veía tenso, y aunque fuera raro de admitir, había algo en el Draco celoso que te parecía ridículamente atractivo. La forma que tenía de apretar su mandíbula y arrugar sus ojos.
—No me gusta verte con Potter—Admitió arrugando su nariz y tu reíste ante su gesto. Draco molesto también podía ser tierno, a su manera, claro.
—Es mi amigo, siempre lo ha sido—Pero tus palabras no parecieron calmarlo. En el momento en que pasaste tus brazos por su cintura con la intención de abrazarlo, supiste que algo más pasaba por su mente, pues seguía tenso y sin mirarte.—¿Qué pasa en realidad?
—Mi madre respondió mi carta—Declaró y aquellas palabras fueron como un balde de agua fría. Habías olvidado completamente que hace una semana Draco había tomado valor de decirle a Narcissa acerca de ustedes, con la condición de que no le dijese aún a su padre. Evidentemente, por el humor de Draco, suponías que su respuesta no había sido buena.— Insiste en que Deberíamos terminar o
—Draco...
—Insiste en que debería decirle a mi padre sobre ti—Comentó con la mirada fija en la ventana— Al menos para encontrar una forma de protegerte de todo...Bueno ya sabes de qué—Terminó de decir soltando un suspiro. Claramente se refería a los Mortífagos.
—No necesito que me protejas de nada—Te aferraste más a su cuerpo y recién ahí Draco correspondió tu abrazo.—Además, tu padre jamás estaría de acuerdo—Añadiste.—Estamos bien así
—Si le decimos no tendríamos que escondernos más...—Sugirió.
—Pero tendríamos que lidiar con tu padre, un Mortífago, enterándose de que su hijo sale con una sangre sucia—Aclaraste. Sospechabas que la idea de decirle a Lucius no traería consigo nada bueno, en lo absoluto—Draco, no necesito que le digas a nadie—Podías notar en el rostro decaído de Draco que se sentía culpable de que tuviesen que esconderse.—Estoy buen así
—Se que no te gusta que nos escondamos...—Dijo decaído
—Es el precio a pagar pero ¿Me ves quejándome?—Querías dejarle en claro que no tenía que sentirse mal por nada. Draco te miró unos segundos y le regalaste la sonrisa más genuina que pudiste.—¿Ves? No te preocupes por eso, en serio
—Merlín, te quiero tanto t/n—Soltó, y tomando tu rostro, dejó un beso en tu frente, por fin demostrándose menos tenso.—Eres la mejor, no entiendo cómo tienes tanta paciencia para lidiar con esto
—Gajes del oficio—Dijiste encogiéndote de hombros.
—A veces te veo en los pasillos y solo quiero gritarles a todos que eres mía—Gruñó contra tu cuello, Draco dejó besos por toda la zona y se detuvo justo debajo de tu mejilla.—Quizá debería dejar un recordatorio de que estás ocupada
—Sin marcas—Advertiste. Draco era un fanático de los chupones, pero en más de una ocasión habías tenido problemas con ocultar aquellas marcas moradas en tu cuello, con tus amigas preguntándote quien era el afortunado.
—Vamos, encontrarás una excusa para eso—Susurró Draco con voz ronca. Sentiste como sus labios depositaron un beso suave y sus dientes comenzaban a tirar de tu piel, provocando que tu aliento se atascara en tu garganta.
—Podría decir que me lo hizo Lockwood—Soltaste apenas y Draco se alejó de golpe de ti mirándote mal.
—¿Seguirás con eso?—Preguntó falsamente enojado y tu reíste.—¿Por qué no vienes a mi habitación hoy a la noche? Quizá te puedo enseñar a no jugar con mi paciencia
—Me parece buena idea, lo pensaré—Dijiste juguetona tomando el cuello de su camisa. Draco estaba a punto de emocionarse por ello cuando te separaste.—Pero por ahora, tenemos clases
—Tan aguafiestas—Se quejó mientras te alejabas para salir tu primero del salón.
—Así me quieres—Declaraste desde el marco de la puerta.
—Si, así te quiero—Dijo sonriente Draco.
[...]
El día del Baile de San Valentín había llegado. Ya habías escuchado que el Gran Comedor de se había llenado de decoraciones de colores rojo y rosa, y que el ambiente en general olía a chocolate y fresas. A pesar de no ir con tu novio, te habías prometido tratar de pasarla bien.
Minutos antes de la hora acordada para reunirte con Harry, estabas en la Torre de Gryffindor, con Hermione, terminando de arreglarse.
—¿Cómo vas?—Preguntó tu amiga detrás de ti.
—Casi terminando—Avisaste dándole los últimos retoques a tu cabello y maquillaje.—El hechizo de alisado era más difícil de lo que pensaba
—Dímelo a mi—Rió Hermione, a quien sus rebeldes rizos se los había llevado el hechizo, y ahora lucía un cabello lacio.—Aún se me hace raro que vayas con Harry, ya sabes, son amigos
—Es para divertirnos, nada más—Aclaraste. No podías levantar dudas de que Harry era tu tapadera era noche.—En cambio tu con Ron si van en otros términos...
—Oh cállate—El rostro de Hermione se ruborizó un poco y por dentro agradeciste de que Harry le hubiese dado tu recado a Ron.—Al menos esta vez me invitó
—Más le valía—Comentaste.
—Bien, me iré adelantando—Avisó Hermione acomodando su vestido. Tu asentiste desde tu lugar.—Nos vemos allá
Antes de que pudieras terminar tu maquillaje, un ruido en la ventana captó tu atención. Era un aleteo. Volteaste, y pudiste ver una gran lechuza de color negro que agitaba sus alas y con su pico golpeaba la ventana.
—¿Qué?—Confundida, abriste la ventana y antes de que pudieras prestarle más atención a aquella ave, la lechuza soltó la carta que traía entre sus garras y salió volando en dirección contraria.
El pergamino de la carta era perfectamente blanco, y por el sello que traía, comenzabas a sospechar de dónde podía venir.
'Te sorprenderá que escriba, estoy segura. Lo hago nada más para advertirte, que lo mejor será que te alejes de Draco, por el bien de ambos. Me ha comentado que quiere decirle a Lucius sobre ustedes, pero eso sólo sería para peor. Te recomiendo que esto quede en un amor adolescente y te olvides de mi hijo'
N.M
—Narcissa Malfoy—Murmuraste, era obvio. Te dolió haber leído aquello, pero era algo que veías venir. Ni en tus mejores ilusiones cabía la idea de que los padres de Draco fueran a aceptarte.
Antes de que tus lágrimas pudiesen arruinar tu maquillaje, inhalaste lentamente para calmarte. No dejarías que aquella mujer arruinara tu noche.
De esa manera, la noche continuó como lo habías planeado. Terminaste por reunirte con Harry, y juntos se dirigieron al Gran Comedor, el cual estaba decorado tal y como lo habías oído. Corazones y rosas rodeaban el lugar y al menos ahora no había ningún protocolo que seguir, la fiesta ya había comenzado.
Harry y tu charlaban animadamente e incluso en algún momento de la noche lo habías convencido de bailar contigo, así sus pasos fueran increíblemente malos.
—¡Iré por un poco de hidromiel!—Dijo cerca de tu oído en voz alta para que pudieras oírlo entre la música.—¿Quieres un poco?
—Por favor—Respondiste.
Cuando Harry se alejó de ti, pudiste concentrar tu mirada en el resto de las personas. La música había dejado de ser tan animada y de pronto algunas parejas se tomaban el centro de la pista para bailar juntos. Más al fondo, viste a Draco. Lucía sus típicos pantalones de tela negros, pero llevaba una camisa verde oscuro, con los primeros botones desabrochados y sus mangas arribas. Aún con la distancia, distinguías una cadena en su cuello y todo el conjunto lo hacía lucir increíblemente guapo. A su lado, Pansy se veía como la acompañante perfecta, con un vestido negro con brillos esmeralda que se ajustaban a su cuerpo.
Sacándote de tus pensamientos, Harry llegó entregándote un vaso de hidromiel y apuntaste hasta donde estaba tu novio.
—Se ven bien—Comentaste melancólica.
—Pero son amigos ¿No?—Cuestionó Harry.
—Si, pero, lucen del mismo estilo—Empezaste a decir desanimada.—Ambos de Slytherin, sangre pura, familias antiguas—Tu voz iba bajando cada vez más.—Podrían estar juntos sin problema—Suspiraste y diste un trago a tu bebida.—Sin esconderse
—Sabes que Malfoy no es mi persona favorita pero...—Harry carraspeó aclarando su garganta y te miró con una sonrisa lastimosa.—Espero que algún día puedan estar juntos en público
—Gracias—Susurraste.—Iré a tomar un poco de aire—Antes de voltearte, decidiste que dejar a Harry solo no era nada cortés.—Deberías pedirle a Ginny que bailen juntos, vi que Dean la dejó sola un rato
Harry miró hacia el frente viendo a la pelirroja sola cerca del cóctel, e instantáneamente sonrió.
—Seguiré tu consejo—Declaró.
Viendo a Harry más contento, saliste del Gran Comedor, y llegaste a la salida más próxima que había hacia los jardines. La brisa estaba fría y te sentaste en el borde de una fuente de agua. No podía dejar de pensar en la carta de Narcissa, en Draco y en toda la situación. Tenías que admitir que por más que no lo quisieras, te afectaba tener que esconder tu relación.
—¿Qué hace una chica tan bella, en un lugar sola como este?—Habló una voz conocida detrás de ti. Draco. A los segundos sentiste su cuerpo sentarse a tu lado, y ni siquiera tuviste ánimos de voltear a asegurarte de que nadie los estuviese viendo.
—Pensar—Respondiste.
—¿En qué?—Draco lentamente tomó tu mano derecha y la entrelazó a la suya.
—Todas esas parejas allá dentro me deprimieron un poco...—Comentaste.—Deberías irte antes de que alguien nos vea
—¿Qué pasa?—Preguntó preocupado por tu actuar.
—Tu madre también me escribió—Confesaste de golpe.—Quizá tiene razón...
—No digas eso—Draco tenía un tono de voz serio y apretó tu mano con fuerza, pero nunca haciéndote daño. De alguna forma, lo hizo asustado con la idea de que te fueras.—Apuesto en que te llenó la cabeza con que deberíamos terminar
—Draco si alguien se entera sólo te traería más problemas, no es justo ponerte en peligro sólo por mi—Explicaste por fin mirándolo a los ojos, y cuando viste aquellos destellos grisáceos mirarte tan preocupados, no pudiste evitar soltar un sollozo.—¿Por qué no puedo besarte en público? ¿Sólo por esa diferencia de sangre? Es una tontería—Murmuraste entre lágrimas.—No es justo
—Lo sé—Draco rápidamente pasó sus pulgares para arrastrar tus lágrimas de tus mejillas.—Te prometo que algún día eso cambiará—Dijo en voz baja.—Te quiero, y no importa que tengamos que escondernos ¿Vale? Te quiero con todo lo que incluye eso—Draco besó la punta de tu nariz provocándote cosquillas esperando que sonrieras, y lo logró.—Como venir a este estúpido baile para verte con Potter—Dijo en una leve risa.—Porque a pesar de eso, te he visto divertirte, y muy bella con este vestido
—Gracias, te quiero—Murmuraste más tranquila. La música del Gran Comedor se podía oír hasta allí, y Draco se puso de pie extendiendo su mano hacia ti.
—Ahora, ¿La señorita t/n me concede este baile?—Preguntó caballerosamente haciéndote reír.
—Espero que seas buen bailarín—Advertiste tomando su mano y sintiendo la otra en tu cintura.
—Oh vamos, seguro que la que me pisa los pies eres tu—Dijo indignado. Juntos se mecieron lentamente al compás de la balada que resonaba en el castillo, y apoyaste tu rostro en su pecho.
—¿Sabes?—Comenzaste a decir.—Hay algo divertido en tener que escondernos del resto
—¿Qué cosa?—Preguntó inquieto Draco sin dejar de mecer sus cuerpos.
—Cada día es algo nuevo—Respondiste segura.—Nunca es una rutina, la adrenalina lo hace más divertido
Draco levantó una ceja y sonrió.
—¿Qué dices de ir hasta la Torre de Astronomía?—Sugirió y tu comprendiste su intención.—Una carrera—Definitivamente lo sería, pues desde esos jardines no era tan rápido llegar.—Hay que atravesar todo el castillo sin ser vistos
—Te veo allá—Avisaste tomando la delantera y alejándote de los jardines. Sabías que Draco esperaría unos segundos antes de empezar su propio camino.
—Después de ti, amor—Dijo mientras te veía alejarte. Lo que no sabías, es que cuando te volteabas, Draco te observaba con la mirada más embobada del mundo, como un idiota enamorado, y para sus adentros, también deseaba con fuerzas el día en que pudiera besarte en público.
*comenzamos este maratón de san valentín!!!! que emociÓONN!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro