40 » TRAIN WRECK
'I don't wanna lose it, I'm not getting through this'
CONTEXTUALIZACIÓN: Tu relación con Draco empieza a desvanecerse, ya que Draco se aleja constantemente para no hacerte daño
pedido por: anxgie__ gracias! espero te guste
Desde hace exactamente un mes Draco te había confesado que era un Mortífago.
'Un jodido mortífago' fueron sus palabras.
Había estado distinto desde que inició el Sexto Año. Apenas se habían visto en las vacaciones de verano y sus cartas eran cada vez más cortas y menos expresivas. Tu preocupación aumentó cuando al volver a Hogwarts se le veía más tenso y esquivo de lo normal. Fue entonces cuando lo obligaste a hablar y terminó confesando como Voldemort lo había usado como castigo a la cobardía de Lucius, convirtiéndolo en un Mortífago y encomendándole la misión de matar a Dumbledore.
Evidentemente lo apoyaste, asustada, pero lo hiciste. En el fondo, Draco sólo te tenía a ti, y debías estar allí para él, independiente de tu lealtad al Ejército de Dumbledore y la Orden del Fénix. Pensabas que ahora que había sido honesto contigo, las cosas volverían a ser como antes.
Pero no fue así, al menos, no estaba funcionando.
Draco se mantenía distante y eso te dolía.
—¿Cómo estuvo tu día?—Preguntaste cuando lo viste volver de su entrenamiento de Quidditch. Solías esperarlo en uno de los pasillos principales para luego acompañarlo a que tomara una ducha. Lucia cansado y no precisamente por el ejercicio, era ese cansancio de pasar la noche pensando.
—Normal—Respondió en seco.
Intentando no desanimarte por su respuesta, tomaste su mano mientras caminaban hacia los baños de Prefectos. La mano de Draco estaba fría, y por primera vez sus dedos no acariciaban los tuyos, solo sostenía su mano, nada más.
—Hoy en Pociones Seamus hizo explotar algo, Snape casi lo mata a reproches—Dijiste intentando alivianar el ambiente.
—Típico de él, nada nuevo—Comentó.
Una vez que llegaron, Draco se paró frente a la puerta dificultando tu paso.
—¿Qué pasa?—Preguntaste confundida.
—No quiero que entres—Declaró sin más dejándote perpleja. Siempre entrabas con él al baño de Prefectos, Draco siempre insistía en que lo acompañaras y te hacía pucheros por un masaje en su espalda.
—¿Disculpa?
—No quiero que la veas—Dijo. Entendiste de inmediato que se refería a la marca tenebrosa. Se veía frustrado, y tu suspiraste e intentaste buscar las palabras indicadas para reconfortarlo.
—Draco ya la vi una vez, no cambia nada—Aseguraste dando un paso al frente pero Draco parecía indiferente a ti.
—Con una vez es suficiente t/n—Respondió. Draco tenía su vista fija en un punto aleatorio del pasillo, sólo quería ducharse pronto e irse de ahí, pero no entendías su rechazo hacia ti. Te acercaste un poco más, intentando tomar su brazo izquierdo, pero fue más rápido y lo apartó.
—Amor no me importa—Tartamudeaste, pues te dolía que Draco se alejara de ti aún más.
—Es asquerosa ¿Si?—Dijo una vez más refiriéndose a la marca. Se volteó tomando el pomo de la puerta y dejándote atrás.— Simplemente no entres, no quiero que la veas más...
—Pero...—Trataste una vez más con la voz más temblorosa. Dolía tanto que se alejase, pero más dolía verlo así, inseguro y temeroso de que lo vieras, él no era así. Sin embargo, no podías insistir más. Viste como cerró la puerta en frente de ti y sólo pudiste bufar de frustración e irte de allí, con la esperanza de que las cosas mejoraran.
[...]
Los días pasaban y las cosas seguían igual. Tratabas de sobremanera que Draco se sintiese a gusto a tu lado, pero se veía cada vez más reacio a la idea de aceptar tu afecto. Apenas conservaban sus costumbres de pareja, y las que quedaban eran totalmente más frías.
Recostados en su cama, tenías tu cabeza apoyada en su pecho, mientras que Draco tenía sus brazos rodeando tu cuerpo. Extrañabas sus caricias, pensaste en pedirle que acariciara tu cabello, pero no estabas dispuesta a rogar por atención. No lo culpabas, entendías que estaba pasando el momento más difícil de su vida, pero estaba siendo igual de difícil para ti remar sola la relación.
—¿Qué nos ves haciendo después de Hogwarts?—Preguntaste casi en un susurro esperando quebrar el silencio de la habitación. Draco no respondió, así que decidiste responder primero esperando que se animara.—Me gustaría trabajar en el Callejón Diagon un tiempo, quizá alquilar un departamento en Londres Muggle...
—Ahora mismo no puedo pensar claramente en el futuro t/n—Dijo con la voz ronca y baja.—Se ve todo negro
Era obvio. Draco no tenía fe de que las cosas en el Mundo Mágico fuesen a mejorar, y eso provocaba que sus expectativas de vida se cayeran a cero.
—Hay que tener esperanza Draco—Pediste abrazando su cuerpo con más fuerza.—Saldremos de esta
—Yo no estaría tan seguro—Dudó.
—Eres demasiado pesimista—Te quejaste. De inmediato Draco se levantó separando tu cuerpo del tuyo. Producto de ello ambos quedaron sentados en la cama frente a frente.
—t/n, hay una guerra viniendo—Sentenció causándote un escalofrío por la manera tajante de sus palabras.— O tenemos que imaginar un futuro lleno de Mortífagos, o simplemente no imaginarlo
Draco se volteó dándote la espalda. Una vez más tu corazón se sentía débil por su actuar, pero no podías rendirte tan fácil.
—Alguna vez me dijiste que querías casarte conmigo después de Hogwarts—Recordaste esperando que el Draco que tanto amabas reapareciera entre esos pensamientos tan oscuros—¿Qué pasó con eso?
—Quizá deberías buscar a alguien más—Respondió luego de tus segundos, tu estómago dió un vuelco. ¿Qué?
—¿Qué estás diciendo?—Preguntaste alarmada. Draco se puso de pie y tu lo seguiste de inmediato, era como si estuviese escapando de ti.
—Te mereces algo mejor t/n—Soltó sin siquiera mirarte. Draco estaba mirando hacia la ventana de la habitación y sentías tu cuerpo temblar con cada una de sus palabras.
—No vuelvas a decir eso—Pediste con la voz estancada en tu garganta por la angustia.
—Ni siquiera soy capaz de tratarte bien desde entonces—Dijo frustrado. Finalmente se volteó dejándote ver sus ojos cristalizados.— Solo te hago daño
—Deja que te ayude—Dijiste casi en una súplica acercándote a él, pero el negó con la cabeza.— Necesitas hablar, soltar el enojo que tienes—Diste otro paso rogando por dentro que no se alejara. Delicadamente pusiste tu mano en su hombro.—Sabes que no te juzgo
—¡Claro que lo haces!—Soltó en voz alta. Diste un pequeño salto por el susto del repentino cambio de su voz. Alejaste tu mano y tu cuerpo.—¿¡Crees que soy estúpido!? ¡Cuándo todo esto explote irás del lado de Potter!—Gritó agobiado. Te convenciste de que sus palabras eran una forma de desahogo del miedo que tenía.—¡Y dime! ¿¡En que nos convertirá eso!?
—Draco...—Trataste de parar sus palabras
—En enemigos t/n—Aseguró, dejando que sus lágrimas corrieran por sus mejillas, y recién ahí notaste que tu también estabas llorando.—Uno de los dos morirá en el bando del otro, es lo más seguro—Por unos segundos, un silencio incómodo los invadió, ambos se miraban pero no eran capaces de acercarse más.—Necesito que te alejes de mi
—No me pidas eso—Suplicaste entre lágrimas.
—Es por tu bien—Draco aseguró, quisiste abrazarlo pero te apartó.—¡No quiero hacerte daño! ¿No lo entiendes? ¿Estás tan ciega para verlo?
—¡El ciego eres tú!—Gritaste soltando toda la frustración acumulada. El rubio te miró con sorpresa por tu grito. Te miraba expectante.—¡Draco yo daría mi vida por ti!
La expresión en su rostro era indescifrable. En sus adentros, Draco estaba sorprendido, pues jamás pensó que lo amabas tanto como para dar tu vida por él, en realidad, no pensaba que alguien pudiese amarlo tanto.
—Y yo también—Dijo en un susurro. Se acercó tomando tu rostro entre sus manos. Sentiste un alivio por sentir su tacto finalmente, después de tanto tiempo él tomando la inciativa.—Y eso es precisamente lo que estoy haciendo—Agregó, quitando tus lágrimas con sus lágrimas.— Eres mi vida t/n y lo más justo es dejarte ir porque no mereces sufrir a mi lado
—Eres demasiado tonto Draco—Dijiste negando con la cabeza, permitiendo que otras lágrimas cayesen.Lo abrazaste como si tu vida dependiera de ello, escondiendo tu rostro en su cuello. Querías mantenerlo tan cerca de ti como fuera posible.—Yo jamás podría sufrir a tu lado
Llenándote de calor, Draco te correspondió el abrazo. Sus brazos envolvían tu espalda y cintura, y en un momento sentiste como comenzaba a sollozar. Por fin estaba liberando su angustia.
—Estoy asustado—Confesó finalmente. Tu corazón se había encogido. Si había algo que Draco Malfoy jamás pensaste que haría, sería reconocer sus debilidades.
—Lo sé—Afirmaste. Guiaste sus cuerpos hasta la cama, donde se sentaron y lo abrazaste por la espalda, mientras que el rubio escondía su cara entre sus manos para que no lo vieses llorar.
—Se está arruinando todo t/n—Dijo entre lágrimas.—El mundo mágico, Hogwarts, mi familia...—Tomó una pausa para mirarte.—No quiero arruinarlo contigo
—Entonces no me dejes—Pediste sin romper el contacto visual. Tomaste su mano y la entrelazaste con la tuya. Ambos temblaban, pero cuando sus pieles se juntaron, encontraron calma.—Estamos juntos en esto—Le aseguraste.—No se cómo lo lograremos, pero lo haremos
Draco sonrió levemente, pero era una sonrisa genuina. Rápidamente se abalanzó contra ti besándote. Cuidadosamente, te apoyó contra el colchón de la cama colocándose encima tuyo pero sin dejar su peso sobre ti. El beso duró minutos, ninguno de los dos quería romper el contacto, necesitaban reconfortarse el uno al otro. Por la falta de aire, se separaron, pero sólo unos milímetros. Draco apoyó su frente con la tuya suspirando.
—Perdón por haber sido un imbécil este tiempo—Dijo refiriéndose a los últimos meses. Llevó su mano a la tuya para acercarla a su boca y dejar un beso en tus nudillos.—He sido el peor novio del mundo
—Ya está, ya pasó—Le dijiste para tranquilizarlo.—Te amo
—Y yo a ti—Respondió mientras miraba tu rostro con alivio de estar juntos bien de nuevo—Más de lo que te imaginas—Aseguró. Se quitó de encima de ti, acomodándose a tu lado y envolviéndote en sus brazos, con un agarre firme, como si no quisiera dejarte ir jamás.—Vamos, necesitamos descansar y hoy duermes conmigo—Besó tu frente y acarició tu cabello, enredando sus anillos en él de la forma más suave que pudo.—Hoy y el resto de las noches—Añadió.—No puedo creer que pase semanas permitiendo que durmieras sola
Pero no sería necesario pensar en eso una vez más, por fin ambos habían hablado y arreglado las cosas. Quizá el panorama se veía incierto, pero mientras ambos estuviesen seguros de sus sentimientos, no necesitabas nada más, y Draco no necesitaba nada más que tenerte entre sus brazos para tener algo de esperanza.
—¿Puedo usar una de tus camisas para dormir?—Preguntaste luego de unos minutos. Draco soltó una risa.
—La que quieras, pétalo
-- ESTOY DE REGRESOOOO Y CON MUCHO POR ESCRIBIRRRR gracias por la espera, estoy algo oxidada pero recuperaré mi toque, no se preocupen, así que ahora, a llorarle a Draco!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro