'You don't have to say you love me
You don't have to say nothing'

ADORE YOU | HARRY STYLES

PEDIDO HECHO POR: @dannnyMalfoy .

CONTEXTUALIZACIÓN: Eres de Hufflepuff y te cuesta bastante expresar tus sentimientos, sin embargo, Draco sabe perfectamente como entenderte.

ADVERTENCIAS: Celos estúpidos por parte de la chica

NOTA DE LA AUTORA: di mi mejor esfuerzo porque fuera un one shot tierno u.u

Ya no sabías muy bien como ocultarlo. Llevabas semanas con una sensación de angustia en el pecho y sabías por qué, pero no hallabas la forma de explicarlo.

Draco y tú habían regresado a Hogwarts luego de que la Segunda Guerra Mágica había terminado, y a diferencia de su pésima experiencia en sexto año, ahora se veía realmente relajado y feliz. Primero, porque no había un Lord Tenebroso del cual temer y podía amarte sin esconderse de nadie. Segundo, porque volvía a disfrutar de un montón de otras cosas, como el Quidditch. Te alegraba mucho verlo feliz y pleno, pero últimamente se la pasaba ocupado en entrenamientos y sus tiempos de pareja era pocos. Incluso había llegado a olvidar algunas de sus citas.

Estabas sentada en en césped, apoyando tu espalda en un árbol, mientras que Draco estaba recostado con su cabeza en tu regazo mientras leía 'Quidditch a través de los tiempos' por tercera vez ese año. Llevaban bastante rato así, y por estar sumida en tus pensamientos acerca de tus inseguridades, tenías tu mirada algo perdida y él lo notó

—¿Está todo bien amor?—Preguntó mientras se levantaba, quedando sentado frente a ti.

—S-si, todo en orden—Te apresuraste en decir. No te sentías lista para hablar acerca de lo que te molestaba, no aún.

Draco tomó tu mentón entre sus dedos para que lo mirabas. Tu estómago hizo cosquillas cuando te miró concentrado buscando una respuesta en tu rostro

—Te ves algo tensa, ¿Hay algo que pueda hacer por ti?—Preguntó. Sonreíste, a pesar de estar atareado, se seguía preocupando por ti, eso te daba esperanzas. Quizá estabas exagerando, quizá Draco no estaba tan ocupado como parecía.

—Sólo, estoy algo preocupada por el exámen de Pociones—Respondiste. No era mentira, sólo, estabas esquivando la verdad con otra verdad.

—Sabes que podemos estudiar juntos si quieres—Mencionó. Te golpeaste mentalmente al recordar que Draco era el mejor de su curso en Pociones y claramente sería extraño que no te ayudara a estudiar.

—No quiero ocupar más espacio en tu agenda—Dijiste nerviosa. Quizá era momento de decirle como te sentías.

—____(t/n) eres mi novia, tengo tiempo para ti—Se acercó para dejar un beso en tu frente. Sonreíste pero el momento tierno no duró mucho. La voz de Zabini los interrumpió. Se acercaba desde los jardines a buscar a Draco para entrenar-Nos vemos en un rato para organizar nuestro estudio.—Dijo mientras se ponía de pie y sacudía su túnica para quitar las hojas y césped que se habían adherido a ella.—Te quiero.

Suspiraste

—Y yo a ti..—Dijiste mientras lo veías alejarse con Zabini hacia el campo de Quidditch.

¿Para qué necesitaban entrenar tanto? Pensaste. Era como la quinta vez esa semana.

[...]

Estabas de pie sobre las gradas del campo de Quidditch. Siempre ibas a buscar a Draco allí luego de entrenar pero no lo veías por ningún lado. Resignada a irte, te volteaste pero en ese instante, chocaste con su cuerpo. Te tomó entre sus brazos para evitar que te cayeras entre el espacio que había entre un asiento y otro.

—¿Dónde estabas?—Preguntaste confundida. No llevaba puesto su uniforme de Quidditch. Al contrario, parecía que ya se había duchado y estaba de nuevo con su camisa y túnica.

—Pansy tuvo la grandiosa idea de hacerle una broma a las fotocopias Weasley—Dijo riendo mientras negaba con la cabeza.—Tuve que ayudarla a escapar de McGonagall

Oh, así que, Pansy. Es decir, era su mejor amiga, lo sabías. Hace bastante no sentías celos de ella porque sabías que a Parkinson le gustaban las chicas, pero no podías negar que te molestaba un poco que Draco pasara tanto tiempo con ella.

—Oh, vale—Dijiste sin más

—Por suerte no nos descubrió—Dijo riendo nervioso.Tomó tu mano mientras bajaban por las escaleras y se alejaban del lugar camino al Castillo—¿Y qué tal tu día cielo?

—Nada nuevo—Respondiste. Te habías quedado sin ganas de hablar por alguna razón.

—Bien, estoy bastante agotado, creo que es hora de ir a la cama ¿No crees?—Miró el cielo que ya se oscurecía a sus espaldas antes de entrar al castillo.—Te llevo hasta tu Sala Común

—Pero...-Lo detuviste.—Habíamos acordado organizar lo de mi estudio de pociones...

—Oh cierto, lo había olvidado—Dijo pasando una mano por su cabello mientras pensaba.—¿Te parece el viernes después de clases?

—Uhm si, está perfecto—Murmuraste. Te dolía que lo hubiese olvidado.

—Entonces así será—Pasó su brazo por tus hombros para dirigirse a la Sala Común de Hufflepuff.—Vamos, Blaise organizó un entrenamiento mañana temprano y necesito descansar.

[...]

El día había llegado. Se encontraban en la biblioteca, en una mesa bastante alejada del resto. Tenías un libro de pociones frente a ti, mientras que Draco apuntaba con su dedo las instrucciones que allí se indicaban.

—Y entonces, la poción sólo necesita reposar unos minutos. No puedes usar un hechizo acelerador porque se alteraría todo, ¿Comprendes?—Dijo sacándote de tus pensamientos.

—Uhm si..—Volviste tu vista al libro—No hechizos aceleradores, entendido.

Draco soltó un suspiro.

—____(t/n) algo te pasa—Dijo preocupado.

—No te preocupes, son tonterías—Negaste aferrándote al libro—Vamos, necesito seguir estudiando—Pero Draco quitó el libro de tus manos y lo dejó en la otra punta de la mesa en cuestión de segundos-Draco..

—¿Es porque he tenido poco tiempo, no es así?—Preguntó. Bueno, al menos lo sabía.

Asentiste levemente.

—Ni yo mismo he podido medir mis tiempos...—Dijo algo decepcionado de sí.—No me di cuenta que ya estaba pasando a llevar nuestra relación..

—Lo entiendo Draco, de verdad. Yo debo controlar mis...—Empezaste a decir. Tu intención no era hacerlo sentir mal, pero tampoco querías admitir del todo tus inseguridades

—¿Tus..?—Dijo esperando que terminaras, pero no fue necesario.—¿Celos? Tus mejillas se ruborizaron al instante y bajaste la mirada—Oh, cariño. No tienes por que.

—A veces siento que te estorbo o que, no soy tan interesante como el Quidditch o hacer bromas con Pansy—Soltaste por fin. Era liberador decirlo en voz alta.

—Cariño...—Pero no dejaste que hablara, necesitabas seguir.

—No quiero que te aburras de mi, pero si lo haces, espero que me lo digas, y-yo—Tu voz había empezado a temblar. Draco colocó sus manos en tus hombros intentando que te tranquilizaras, haciéndote saber que te entendía.

—Te adoro ¿Si? Te adoro más que a todas esas cosas y lamento mucho haberte dejado de lado cuando necesitabas mi ayuda—Dijo mirándote fijo a los ojos.—No era mi intención que te sintieras así

Merlín, era tierno. Sonreíste.

—Gracias, disculpas aceptadas—Respondiste.—T-e quiero, lo siento por hacer esta escena..

—No es necesario que digas nada—Draco acomodó un mechón de tu cabello detrás de tu oreja, mientras dejaba un beso en tu frente.—Lo entiendo perfectamente y no debes sentirte culpable.

Draco tomó los libros y pergaminos, los juntó y se colocó de pie, ofreciendo su mano para que lo siguieras

—¿Qué haces?—Preguntaste ladeando la cabeza debido a la confusión.—Teníamos que estudiar..

—Podemos seguir estudiando mañana—Afirmó

—Pero, mañana ibas a entrenar con el equipo antes del partido del domingo—Dudaste.

Draco te sonrió para alentarte a que aceptaras .Finalmente te pusiste pie y lo seguiste hacia afuera de la biblioteca.

—Hemos entrenado lo suficiente, mi espalda va a morir si Blaise sigue tan obsesionado con ganar la copa?—Draco miraba entre los pasillos vacíos que nadie los viera, y te arrastraba rápido a donde fuera que fuese.

—¿A donde vamos?—Te atreviste a preguntar.

—¿Qué te parece una pijamada en la Torre de Astronomía?—Preguntó mirándote esperanzado a que te gustara la idea. No podías negarte a esa sonrisa.

—Estás loco—Respondiste mordiendo tu labio para contener la risa y que no los escucharan.

—Por ti—Soltó.

—Si nos descubren voy a matarte—Advertiste.

—Eh, podré soportarlo—Dijo guiñándote un ojo para luego arrastrarte hacia otro pasillo.