Una hora después.

Apartamento de Milo.

Ambas se mantenían con la cabeza baja, sentadas en el gran sofá mientras que Milo estaba hablando con Aspros.

Milo: Si, si, no se preocupe señor Aspros, Si yo la cuido sin ningún problema es mi hermana después de todo ¿no? - preguntó con una sonrisa para después colgar.

Con tal de salvarla de la regañada que le iba a dar Aspros, decidió decir que se quedaría con el durante una semana, por su parte vería que hacer para salvar a Aqua.

Milo: bien... ahora si ¿me van a explicar en que rayos estaban pensando para hacer eso? - preguntó molestó.

Dafne: perdón todo fue mi culpa, yo la arrastré a eso... no permitas que regañen a Aqua yo era la que quería tener más amigas y quería que Aqua también tuviera más amigas así que accedí a todo - le dijo llorando mientras Milo suspiró.

Milo: o-oye tranquila si - pidió mientras se levantó para calmarla un poco, por su parte Alexander veía a los más pequeños que se encontraban jugando un jenga aunque veía a las niñas un poco asustadas, así que después de que Milo fuera a la cocina, lo siguió hasta ahí, donde le pregunto.

Alexander: Oye... ¿que ocurrio con los más pequeños? - pregunto mientras Milo suspiró.

Milo: no lo se, solo dijeron que algo había aparecido en el baño de la escuela y quería hacerles algo - respondió un poco angustiado.

Alexander: ¿enserió? ¿y averiguaste si alguien les había contado alguna historia de terror o algo? - pregunto.

Milo: trate de sacarles algo que pudiera ayudar pero no saque nada - respondió mientras veía al de cabellos negros suspirar mientras pensaba, aunque sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver que Milo se sostuvo la cabeza, por lo cual se acerco.

Alexander: ¿estas bien? - pregunto.

Milo: es la segunda vez que me pasa en el día... - respondió.

Alexander: ¿Que? - pregunto confundido.

Milo: el mareo, cuando sali del auto al llegar al hospital vino el primero - respondió.

Alexander: ¿y por qué no dijiste nada? Te hubiera hecho un examen en el consultorio - regañó.

Milo: vamos no es nada, de seguro se me bajo la presión hay veces que me pasa - aseguró mientras veía cómo su amigo negó mientras lo veía de forma desaprobatoria.

Alexander: si claro la presión, espera aquí iré a ver si tengo lo que necesito en el maletín - le dijo mientras Milo confundido lo vio.

Mientras tanto.

Con las adolescentes.

Ambas se mantenían en un silencio incómodo viendo a sus sobrinos, los cuales jugaban, hasta que apareció Coco Junior, el cual al pasar por la puerta de los gemelos, se puso a la defensiva.

Coco junior: ¡Guau, Guau! - ladró enojado.

Camila: ¿Que ocurre Coco? - pregunto mientras veía cómo él pomeronia se movía de un lado a otro frente la puerta, ladrando.

Aqua al ver esto se levantó del sofá y se acerco al perrito, cuando estuvo cerca se agacho y lo agarro para después ponerse de pie, mientras veía la puerta.

Aqua: ¡Milo! - gritó.

Milo: ¡¿Qué pasa?! - pregunto en un grito.

Aqua: ¡¿puedo entrar a la habitación de los niños?! - pregunto.

Milo: ¡claro adelante! - gritó mientras la peliceleste asintió, para después abrir la puerta, ante la atenta mirada de los menores y también de Dafne que la veía sentada desde su lugar hasta que Alexander se acercó a su maletín y se lo llevó a la cocina. Por lo cual se distraeron un rato y cuando voltearon a ver, ya no encontraron a Aqua.

Mientras tanto.

Con Aqua.

La peliceleste entró a la habitación de sus sobrinos, donde Coco Junior se puso más a la defensiva, ladrando a todos lados, ella se sentía extraña en ese lugar debía admitirlo, aunque sintió una extraña presencia en ese lugar, por lo cual la fue siguiendo hasta que llegó al armario de los niños, mismo que abrió, bajo al perrito aun lado suyo y comenzó a mover ropa y juguetes, hasta que vio al fondo una puerta roja, misma que reconoció.

Aqua: es la misma que vi en mi visión ¿no? Pero es imposible que esa mujer pueda hacerle daño a mis sobrinos, tienen protección divina ¿no? Los abuelos se encargaron de eso - aseguró, para después escuchar en un susurró cerca de su oído un..

Xx: él bebé no y es por el que viene - le susurró una voz, la peliceleste rápidamente se volteó.

Pero no había nadie más que ella y Coco en esa habitación ¿verdad? El perrito una vez más comenzó a ladrar.

Coco Junior: ¡Guau, Guau! Grrrr.... - era lo que a la defensiva hacia hacia la cama, Aqua comenzó a sentirse cansada, por lo cual cayó sentada en el suelo, hasta que comenzó a escuchar algo más, un llanto y no era cualquier llanto, era el de una chica, como de su edad, que se escuchaba en el rincón de la habitación, casi al lado de la cama.

De forma lenta la adolescente se volteó, para ver con horror que en efecto, había una chica ahí, de cuclillas a la esquina de la pared cerca de la cama de Camila, de cabellos violetas revueltos, pero que se veían eran lacios y largos, un vestido que en algún inicio debió ser blanco, manchado con tierra y estilando agua, una piel tan blanca cómo la misma nieve, la cual lloraba, petrificada por lo que veía, vio cómo la chica pareció percatarse de su presencia, por lo que lentamente se sentó sobre el suelo y comenzó a voltearse.

Continuará...