Con Zhivago, Aqua y Dafne.

Después del salir de aquel lugar, rápidamente Dafne contacto a sus dos amigas, mientras que Aqua preguntó.

Aqua: Zhivago ¿Quién es la reina blanca? - preguntó mientras el castaño suspiró.

Zhivago: ella es... el primer ancestro de Camus, la que inició con todo esto, al querer intentar darle un mejor lugar para vivir a su pueblo, se involucro con la luces, logrando formar una alianza que se mantuvo a lo largo de los años, hasta ahora que el reino fue atacado, no te preocupes ella es buena, al ver a tú hermano lo reconocerá cómo alguien de su linaje y lo ayudará - aseguró.

Aqua: Ahora entiendo porque solos nuestros amigos del otro mundo pueden encontrarla ¿no? - preguntó mientras el castaño asintió.

Dafne: Valeria nos espera en su casa, dice que tiene otra tabla ahí - aseguró.

Aqua: bien vamos... - respondió mientras los tres se dirigieron rápidamente hacia ahí.

Mientras tanto.

Con en la casa de los abuelos de Milo.

Al darse cuenta de que sus hijos no estaban en la sala, rápidamente comenzó a buscarlos por la casa con la ayuda de los demás, por su parte Milo preocupado noto el frío de la habitación, por lo cual rápidamente se dirigió hacia la salida, encontrando la puerta abierta, para su fortuna o desgracia encontró pequeñas huellas en la nieve que indicaban que sus hijos habían salido, rápidamente a pesar del dolor que sentía en su cuerpo comenzó a seguirlas, hasta que llegó a la puerta, donde perdió el rastro pero encontró una nota.

"Estas listo para acabar con nuestro juego, te espero en el edificio que esta en construcción en el hospital, ven si quieres de regreso a tus pequeños y a tú rata"

Fue lo que leyó, sus manos comenzaron a temblar, molesto arrugó el papel en sus manos.

Milo: maldita... mil veces maldita... meterte conmigo es una cosa que puedo dejar pasar, ¡pero con mis hijos y mi pequeño coco no maldita! - gritó molestó mientras se ponía de pie.

El hielo en bajo sus pies comenzó a deshacerse, el únicamente comenzó a quitarse los sueter que traía encima, Camus salió rápidamente de ahí.

Camus: ¡Milo! ¿por qué te estás quitando el sueter te vas a resfriar? - preguntó mientras intentaba tocarle el hombro, aunque rápidamente se alejó al sentir un dolor en su mano - auch... Milo - volvió a llamar.

Milo: Camus por favor quédate aquí ¿si? Yo tengo que ir a tratar unos asuntos pendientes con una maldita - aseguró mientras Camus preocupado lo vio.

Camus: Milo - volvió a llamar, para después ver cómo su esposo únicamente se volteó, dejando un pequeño beso sobre su frente, cosa que pareció quitarle las fuerzas, no lo dejo moverse - Milo ¿Que?

Milo: esto es un asunto que solo yo puedo arreglar Cam, pero tranquilo, volveremos con los niños antes de cenar ¿de acuerdo? - preguntó sonriendo, para después irse corriendo de ahí al ver que sus padres estaban por salir.

Horas después

Con Hilda.

De forma sonriente veía a las dos bendiciones de esos dos, los cuales veían preocupados a su perrito, quien estaba inconsciente aún lado de ellos.

Aitor: ¿Que le hizo a Coco Junior señora? - preguntó preocupado.

Hilda: esa maldita rata no debaja de hacer ruido, así que me encargue de él, de la misma forma que me voy a encargar de ustedes si hacen un tipo de escándalo - aseguró mientras los mellizos la vieron preocupados, la pequeña Mila comenzó a moverse.

Camila: ya, ya, mamá pronto vendrá - le aseguro mientras veía molesta a la mujer.

Hilda: jaja, sí, sí, espero que no tarde mucho ese maldito - aseguró sonriendo - a ver dame a la niña - pidió mientras Camila únicamente se movió.

Camila: No, mi papi me dijo que no la soltara - aseguró.

Hilda: Damela, no seas testaruda cómo tu madre - exigió molesta, aunque su sorpresa fue ver cómo él niño se puso delante de ambas, cubriendo a sus hermanas.

Aitor: aléjese de mis hermanitas maldita, bruja - exigió mientras la peli plateada lo vio sorprendida, para después comenzar a reír.

Hilda: Por favor... tú que puedes hacer - se burlo, pero antes de que pudiera hacerle algo al pequeño, sintió cómo alguien la tomó del cabello y la jaló hacia atrás.

Aitor confundido vio esto, pero al fijarse bien, vio a un chico de cabellos naranjas quien era el que la tenía del cabello y la jalaba hacia atrás.

Aitor: ¡Jejeje! Un señor Zanahoria - aseguraba sonriendo mientras aplaudía.

Camila: ¿eh? - preguntó.

Aitor: si, míralo ahí esta - le dijo mientras señalaba, Camila rápidamente pudo verlo.

Camila: ¿Que no es ese el amigo de papi? ¿Él que aparecía en las fotos? - preguntó mientras veía a su hermano pensar.

Aitor: es cierto... - aseguró feliz, Surt voto a la mujer al suelo, para después acercarse rápidamente a los niños.

Surt: Hola ¿saben jugar al esconden? - preguntó a los niños.

Mellizos: Si - respondieron.

Surt: bien, entonces vayan a esconderse y asegúrense de que esta mujer no los encuentre hasta que mami venga ¿les parece bien? - preguntó mientras vio a ambos asentir, para después ver cómo comenzaron a correr.

Hilda: ¿a donde van malditos mocosos? - preguntó mientras intentaba ponerse de pie.

Surt: Jaja, Hilda que gusto volver a verte ¿me extrañas te? - preguntó mientras aparecía y desaparecía por todos lados.

Hilda: ¡Cállate, Cállate maldito monstruo! Tú eras el que se lo quería coger ¿no? Únicamente te hice un favor - aseguró mientras se tapaba los oídos.

Surt: miren a la pequeña perra, así que si te acuerdas ¡Jajaja! Veremos que tan bien te va con él ahora - se burlo.

Milo: Así que ahí esta maldita - hablo mientras le apunto con arma, Hilda a penas y tuvo tiempo para moverse antes de que la bala la tocara.

Hilda: agh... maldito imbécil - susurró

Surt: jaja, ¿Por qué no hacemos esto más interesante? Hagamos a alguien recordar lo sucedido por si logras salir con vida eh... - le dijo mientras le cubria los ojos, mostrandole cómo él abuelo de Milo encontraba unas cartas, donde le revelaban toda su complicidad en el caso.

Ella asustada salio de su escondite, Milo aprovecho esto para dispararle en una pierna, haciéndola caer al suelo.

Milo: ¿Dónde estan mis hijos? - le pregunto molestó.

Hilda: no lo se, esas pequeñas ratas corrieron hace unos segundos.

Milo: ¿no lo sabes seguro? ¿Quieres que te ayude a recordarlo? - preguntó mientras apunto una vez más, disparando a la otra pierna - te aguante más de mil cosas por el bien de mi marido Hilda, pero con mis hijos nadie se va a meter, antes yo mismo me encargo de arrojarlos por una ventana - aseguró mientras se acercó hasta ella y tomándola del cuello la llevó hasta el otro extremo de la construcción, dónde antes de que pudiera hacer algo escucho la voz de sus hijos.

Aitor: ¿Mami? - preguntó haciendo que Milo lo voltaera a ver, después de eso sintió cómo algo le tomó de las manos. Milo al escucharlo un poco dudoso veia a la mujer, a la cual arrojo hacia un lado y corrió hasta sus hijos lo más rápido que pudo, abrazandolos una vez los tuvo cerca.

Milo: mis bebés - dijo feliz, para después molestó alejarse y preguntar - ¿cuantas veces debo repetir que no se deben ir con extraños? - preguntó molestó.

Mellizos: Perdón... - se disculparon con sus ojitos llorosos, aprovechándose de la distraccion Hilda saco un arma de entre su ropa también, la cual apunto a la cabeza a Milo.

Aitor: Mami, la loca - aviso mientras Milo recordó que había bajado la guardia, por lo cual después de escuchar que quito el seguro del arma que traía cargo a sus hijos y corrió hasta ponerse detrás de una pared.

Hilda: ¡Jaja! Ya no eres tan valiente ¿verdad imbécil? - preguntó, Milo confundido se asomó un poco, para ver cómo la mujer de manera inhumana aún con las piernas heridas, se puso de pie.

Milo preocupado volvió a ver a sus hijos quienes asustados se abrazaban, aunque confundido vio cómo sus hijas comenzaron a emanar una energía, un aura blanca.

Aitor: Mami ¿Por qué mis hermanas se pusieron fosforescentes? - preguntó.

Milo: Aitor...

Camus: ¡Milo! - gritó haciendo preocupar al peliazul, que se asomó, al ver cómo la mujer comenzó a caminar en dirección de donde se escucho la voz de su esposo se decidió a salir.

Aitor: Mami ¿Quién es ella? - preguntó aterrado, mientras que Milo se volteó, dándose cuenta de la silueta de dos mujeres.

Milo: Garnet... - susurró preocupado, para después ver a la otro - No... tiene que haber alguna forma - susurró mientras veía preocupado a sus hijas, quienes seguían emanando esa energía.

Surt: tienes que matar al falso control, solo así lograrás romper el lazo que nos une - le aviso mientras Milo rápido lo volteo a ver - adelante, yo te cubro, las mantendré lejos de tus hijas, confía en mi ¿si? - preguntó mientras Milo decidido únicamente asintió, para después de suspirar corriendo hasta Hilda rápidamente con la mayor fuerza que pudo, haciéndola caer al suelo, para después comenzar a arrastrarla hasta el otro lado del edificio.

Hilda: ¿Qué haces imbécil? - preguntó.

Milo: acabar con toda esta mierda de una buena vez. Ya estoy hartó de que cosas cómo tu las malditas brujas de ahí se la pasen acosando a mi marido y a mis hijos - respondió al momento que ambos llegaron a la orilla del edificio, Camus en ese momento llego junto con Mystoria.

Camus: Wow, Wow... Milo, detente - pidió.

Mystoria: aléjate de ahí cariño, es peligroso, recuerda que aún estás exhausto - pidió preocupado.

Milo: no, no lo entienden, únicamente quiero acabar con el vínculo - respondió.

Mystoria: pero no condenandote a prisión por ella mi vida, tú abuelo ya tiene las pruebas, lograremos refundirla en la carcel por todo lo que te hizo, alejate de ahí - pidió.

Milo: Mamá no... - ya no pudo seguir porque sintió cómo Hilda lo golpeó, por lo cual la soltó, esto lo aprovecho la peli plateada para empujarlo hacia el vacío, pero Milo rápidamente la jaló del brazo haciéndola caer con él.

Camus al ver esto rápidamente corrió hasta ahí y cómo si de un acto milagroso o cómo si alguien le hubiera ayudado, logró atrapar el brazo de Milo, evitando que cayera, quien no tuvo tanta suerte fue Hilda quien cayó, empalandose con un gran fierro de hierro justo en el estómago, Milo atónito veía la escena, mientras que Camus únicamente se enfoco en subirlo junto con la ayuda de Mystoria.

Camus: ¿estas bien? ¿No te lastimaste verdad? - preguntó mientras lo tomaba del rostro.

Milo: los niños - susurró.

Camus: ¿hm?

Milo: Camus nuestros hijos - le dijo serio.

Aitor: estamos bien Mami, por fin pudimos volver a ver a él tío Poseidón y la tía Athena - dijo mientras se acercaban, ambas niñas ya parecían estar bien, además que ambas venían con una corona de flores blanca.

Mystoria: ¿y eso? - preguntó.

Camila: la tía Athena dijo que era para calmar nuestras almas - respondió sonriendo.

Camus: ¿no habían podido ver a sus padrinos? - preguntó.

Camila: No, desde que ocurrió lo del abuelo Kardia ambos desaparecieron de nuestra vista, pero ya no, ahora están aquí - aseguró sonriendo.

Milo respiro más calmado, para después sentir cómo su mamá lo abrazó, aunque para su sorpresa, vieron cómo algo comenzó a hacerse visible ante sus ojos, una mujer, de cabellos plateados, piel blanca y ojos del mismo color de Camus apareció delante de ellos.

Xx: me da mucho gusto poder volver a ver a la familia y ver que ha crecido mucho - dijo viendo a los pequeños que la veían confundidos.

Camus: ¿Tú quien eres? - preguntó mientras ayudaba a Mystoria y Milo a ponerse de pie, para después ponerse frente de ambos, también jaló a sus hijos.

Xx: jejeje, no te preocupes no he venido hacerles daño, algunos chicos me encontraron y me pidieron hablar con tú control ¿puedo saber quien es? - preguntó mientras Milo únicamente se alejó de su mamá y después de Camus, quien preocupado lo vio, para después caminar hasta la mujer - oh... así que tú debes ser Milo ¿no? - preguntó mientras lo veía.

Milo: así es señora pero... ¿Quién le hablo de mi? - preguntó.

Xx: fue tú amigo... un chico llamado Radamathys ¿lo conoces? - preguntó mientras Milo al escucharlo no pudo evitar sonreír con tristeza.

Milo: Si, el es uno de mis mejores amigos - respondió.

Xx: puedo verlo... si vine aquí fue porque me enteré de algo que esta perjudicando a tú familia y a mi país... es sobre la magia de tú esposo, he venido a proponerles un trato.

Milo: ¿y xe que se trata? - preguntó.

Xx: Si continúan poseyendo ese poder, más de mil calamidades seguirán viniendo para ustedes, las criaturas que viven en el frío bosque seguirán buscándolos, pero... si me lo entregan, podre hacerme cargo de traer ese lugar a la vida, ustedes podrán vivir tranquilos cómo siempre han querido y cómo lo puedo ver en tus ojos, cómo premio, puedo hacer que ustedes hagan cómo si nada de esto hubiera pasado.

Camus: ¿eh? - preguntó - ¿se refiere a olvidar todo lo que hemos vivido hasta ahora? - preguntó.

Xx: más que olvidar, será un reinicio de las cosas, lo que ha pasado aquí jamás pasó, los enemigos con los que se cruzaron no existen y las vidas que se perdieron por nuestrs interacción volverán, ese será el precio por el poder de su familia alteza - respondió la mujer mientras Milo sorprendido únicamente volteó a ver a su esposo, al cual rápidamente se acerco.

Milo: amor... ¿estas escuchando eso? - preguntó mientras le tomaba de las manos.

Camus: si pero... dime ¿esto es lo que quieres? - preguntó.

Milo: Camus... lo que quiero es por fin poder vivir una vida tranquila contigo y mis hijos, sin riesgos a que una maldita bruja pueda venir a separarnos o querer llevarse a uno de nuestros pequeños - le dijo mientras veía a sus hijos hablando con su abuelo, quien únicamente se mantenía al margen de la situación.

Camus: si eso es lo que quieres esta bien, hagamos lo - respondió mientras Milo sonriendo lo vio, pero al ver que él no estaba muy convencido preguntó.

Milo: disculpe, ¿pero si acepto? El cómo nos conocimos no se verá afectado ¿verdad? - preguntó.

Xx: para nada... todo lo que involucre a tu sentir del corazón quedará intacto, su amor es mutuo y no hay nada que la magia pueda hacer para romperlo. Los cambios son a los que involucran a las luces y la magia y todo lo que esta se llevó, lo que no quieras olvidar, se quedara contigo - respondió la mujer - ¿entonces que deciden? - preguntó mientras que Milo y Camus únicamente se vieron entre sí, para después sonreírse y tomarse de las manos.

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7 meses después...

Caminaba por el paso peatonal, en su pequeña carreola llevaba a su hija, quien iba sonriendo de vez en cuando a sus hermanos quienes iban uno de cada lado del carrito.

Aitor: vamos a ver a papi - decía feliz.

Milo: se comportan, que si no lo pueden regañar ¿esta claro? - preguntó.

Camila: pero la que se escapa es Mila, deberías de decirle que deje de buscar al tío Alex, la tía Aqua y Papá se ponen muy celosos por eso - aseguró.

Aitor: y ni hablemos de los abuelos - se burlo mientras Milo únicamente río, Alexander siempre le había caído bien a su hija, por lo mismo desde que empezó a gatear y el iba a visitarlos o iban ellos al hospital los visitaba.

Al pasar frente a un taller mecánico, río por lo bajo, para después desviarse un poco, al reconocer la cabellera rubia únicamente acerco el carrito.

Milo: Mic, mic... perdón voy sin frenos - aviso mientras el rubio rápidamente salió de donde estaba.

Radamathys: Jaja, muy gracioso - río sarcásticamente mientras Milo únicamente río por lo bajo.

Milo: jajaja perdón, que seriedad, perdón no sabia que los mecánicos no se podían reír - se burlo mientras el rubio negó, para después sonreír y ponerse de pie.

Radamathys: en fin... ¿a donde van todos? - preguntó mientras veía a los pequeños que únicamente rieron, Mila únicamente sonó su maraca.

Milo: vamos a dejarle de comer a Camus - respondió mientras mostraba la comida.

Radamathys: huy si, esos pobres están esclavizados ¿no? Surt también paso por aquí hace poco, exagerando cómo siempre, se corto con un papel - le susurró mientras Milo únicamente río por lo bajo, aunque al momento que sonó una alarma en su teléfono asustado hablo.

Milo: nos hablamos después Rada, ya vamos tarde, vamos niños - pidió a sus hijos que después de despedirse con las manos del rubio se fueron con su mami.

Radamathys: Jaja, nunca cambia, siempre impuntual - aseguró mientras negaba.

Milo por su parte camino lo más rápido que pudo al hospital, donde desde mucho antes de entrar veía cómo su esposo salía, el cual al verlo únicamente le sonrió mientras lo saludaba con la mano, él respondió de la misma manera mientras suspiró aliviado.

Algo muy dentro de sí le decía que haber hecho que todos olvidaron eso que les dolió en el pasado fue lo mejor, su tío Deuteros y su padre Aspros, habían comenzado ahora se llevaban bien y se aseguraban mucho de que a Dafne no le faltara nada, sus gemelos seguían siendo tremendos diablitos, sus padres ahora por fin podían vivir en paz junto con sus suegros y los padres de ambos. Su esposo seguía siendo tremendo celoso y Mila bueno... parecía querer hacer sufrir a su tía lo que ella le hizo sentir a él al quitarle a su papá en el pasado.

Milo; y todo en calma hasta ahora - susurró aliviado mientras se acercaba - hola amor - saludo mientras le daba un pequeño beso a su esposo.

Camus: Hola amor ¿Cómo fue tu camino hasta acá? - preguntó.

Milo: pues nos encontramos a Radamathys hace poco y tanto Coco, cómo Coco Junior se quedaron cuidando la casa - aseguró sonriendo.

Camus: vaya guardiane me conseguie eh... - susurró, para después ver a sus hijos - ¿todo en orden mis amores? - preguntó mientras veía a sus hijos mayores asentir, para después ver a su bebé - ¿por qué sonríes así eh? Ni creas que te me vas a fugar esta vez jovencita, para tú información movieron a Alex al área recién construida esa es la área de maternidad o obstretia ahora - aseguró victorioso.

Milo: no te preocupes corazón, yo mismo me encargo de llevarte con Alex - le asegure a mi bebé que únicamente sonrió al escucharme.

Camus: Milo... - llamo molestó.

Milo: es mi venganza por cómo me hiciste sentir en la adolescencia, ahora lo sentiras en carne propia con tus hijas - asegure mientras el me vio molestó a lo que yo reí - jaja, no seas así Camus, Alexander no te la va a quitar, únicamente la ve cómo su hija, no pienses así de él, si no me crees pregúntale a Zhivago - le dije sonriendo mientras entrábamos al hospital.

Fin.