mala idea
Siguiendo con Aqua y Dafne.
Después de aquella conversación, ambas fueron a su salón de clases, donde por fin pudieron conocer a sus compañeros, Dafne rápidamente se hizo amiga de dos chicas que parecían ser... bastante arrogantes ante los ojos de Aqua, aunque se reservo mejor su comentario.
Después de unas horas y varias regañadas que Dafne se llevó con su nuevo grupo de amigas gracias al profesor, paso sus primeras horas del día, hasta que llegó la hora de receso donde sin previo aviso la peliazul la metió en un gran aprieto con aquellas chicas.
Dafne: jeje, perdón... - río nerviosa.
Aqua: ¿Por qué dijiste algo así? - pregunto algo molesta.
Xx: entonces ¿no es verdad lo que dice? - pregunto mientras Aqua vio de forma preocupada a Dafne, la cual únicamente la vio de forma suplicante, por lo cual sin mucho más que hacer decidió seguir el juego.
Aqua: bueno... no es que mienta, únicamente es que no me gusta hablar mucho del tema porque mis papás me podrían matar - respondió nerviosa.
Xx: bueno eso es obvió, es una locura estar con alguien mayor que tú, más si es medico, la carrera de medicina lleva años por delante - susurró una.
Aqua: eh.... si, muy muy loco, pero es bastante amable - aseguró nerviosa.
Xx: deberías traerlo para conocerlo ¿no? - preguntó una de las chicas.
Aqua: eh...
Dafne: claro que lo hará y lo hará mañana - aseguró mientras la peliceleste sonrió para después tomar de la mano a su amiga y se la llevó hasta el salón, ya estando ahi, molesta pregunto.
Aqua: ¿me vas a explicar por qué demonios hiciste eso? - preguntó molesta.
Dafne: lo siento, pero quería integrarte y esa fue la mejor opción, vamos no te costará hacer fingir a Camus que el es tú novio - aseguró mientras veía a la peliceleste suspirar.
Aqua: eso es imposible, Milo en algún momento vendrá con él y todo se vendrá abajo - le dijo molesta.
Dafne: tienes razón... - dijo ella preocupada, la otra suspiró mientras pensaba, no podía dejar en mal a Dafne y aunque había hecho mal, su causa fue justa ¿verdad? - Camus debe tener algún amigo que pueda ayudarte ¿no? - preguntó mientras la peliceleste asintió.
Aqua: Si, si hay alguien - respondió.
Mientras tanto.
Con Écarlate.
Agotado el pelirrojo se dejó caer sobre la silla, mientras quitaba sus gafas y restregaba un poco sus ojos con sus manos.
Écarlate: ¡Kardia! - llamó, para después ver cómo él peliazul se acercaba.
Kardia: ¿Que ocurre? - pregunto.
Écarlate: ve si eso te interesa, iré por un café - pidió mientras le daba el asiento al peliazul que rápidamente se sentó y comenzó a ver todo.
Él por su parte camino hasta su cocina, donde vio a su esposo lavando los trastes, por lo cual suavemente se acerco hasta él, para después abrazarlo por la espalda, dejando un beso suave por encima de su hombro.
Mystoria: Oye... ¿terminaste? - preguntó mientras se giro, para después sentir cómo su esposo lo abrazó.
Écarlate: aún no, estoy cansado, pero Kardia no a terminado lo que quiere investigar - respondió mientras Mystoria le dio unas palmaditas.
Mystoria: ¿entonces un café? - le pregunto.
Écarlate: por favor - pidió mientras veía cómo Mystoria asintió, para después separarse del lavado y comenzó a prepararle el café.
Mystoria: Milo y Camus fueron a dejar a los niños - le aviso.
Écarlate: si así me contó Aqua, ojalá les vaya bien a todos - respondió mientras veía cómo su esposo sacaba un poco de agua de la cafetera.
Mystoria: tranquilo, estoy seguro que les irá bastante bien - aseguró mientras preparaba el café.
Por otro lado.
Con Kardia.
Mientras buscaba aquella información que necesitaba para su caso, aunque le llego un mensaje a su celular al cual no le presto mucha atención al ver la foto de su hija que tenía de fondo de pantalla, sonrió mientras suspiro, al recordar una conversación que había tenido con sus padres, después de haberles dicho lo que quería hacer.
Flashback.
Estaba sentando en el balcón de su en ese entonces apartamento, viendo las estrellas, nervioso por lo que iba a hacer, aunque el sonido de la puerta le llamó la atención.
Eleonor: ¿Que estas haciendo despierta tan tarde Kardia? - le preguntó la mujer al momento que su hijo lo volteo a ver.
Kardia: oh, por nada mamá, únicamente tengo problemas para dormir - respondió mientras escucho a su progenitora suspirar, para después acercarse y sentarse aún lado suyo.
Eleonor: a ver ¿que es lo que te preocupa? - preguntó sonriendo.
Kardia: pf... ¿de que hablas? No estoy preocupado - aseguró sonriendo, para después ver cómo la mujer que que le dio la vida le sonreía de forma dulce, por lo cual suspiró cansado y hablo - no puedo engañarte ¿verdad? - preguntó triste.
Eleonor: pequeño rufián, yo te di la vida, así cómo también fui yo la que te crié, así que no, no puedes engañar a mamá, se que algo te preocupa ¿que es? - preguntó.
Kardia: es Dégel, temo defraudarlo, el tiene muchas expectativas sobre mi y yo... tengo miedo de lo que pueda pasar, o no poder ser lo suficientemente fuerte cómo para proteger a mi familia - respondió mientras la mujer lo veía, para después sonreír, acerco suavemente una de sus manos hacia la cabeza de su hijo y sacudió su cabello de forma suave.
Eleonor: mi lindo bebé, no tienes nada de que preocuparte, lo harás bien estoy segura - le afirmó sonriendo.
Kardia: ¿pero cómo estás tan segura? Estoy seguro que cuando tenga un bebe ni siquiera voy a saber distinguir si es niño o niña a simple vista - aseguró mientras escucho a la mujer reír.
Eleonor: vamos no tienes porque preocuparte por eso, para eso estamos tus padres para guiarte en todo lo que podamos - aseguró sonriendo mientras lo abrazaba - yo te enseñaré a diferenciar si es un niño o una niña mi futuro nieto de ser necesario ¿si? ¿Confías en mi? - preguntó sonriendo.
Kardia: ¿Que me asegura que estarás siempre aquí conmigo? - preguntó mientras hacía un puchero, su madre suavemente tomó su rostro en sus manos y le respondió.
Eleonor: mi pequeño escorpio, eso es simple, porque soy tú mamá y ahora estoy aquí y siempre voy a estar aquí para protegerte a ti - le dijo sonriendo, por lo cual más animado su hijo la abrazo, mientras ella sonriendo le correspondió con mucho cariño.
Fin del Flashback...
Al recordar aquello con una gran sonrisa de nostalgia, limpio unas lágrimas que se le habían desbordado por accidente.
Kardia: si tan sólo hubieras sido posible cumplir esa promesa, me hubiera ayudado a descifrar que mi pequeña Cassy era niña y no hubiera tenido que recurrir al fósforo malhumorado - aseguró sonriendo.
Continuará...
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