Con Camus.

Él pobre Camus se quedo pensando, ¿realmente iba a hacer tan malo el carácter de su amor cuando lograra embarazarlo? Esa pregunta comenzó a rondar su mente, por lo cual quedo perdido en sus pensamientos, Kardia al notar que no había tomado nada y el alcohol también había comenzado a hacer su trabajo tomó la jarra para después tomar el rostro de su e empinarsela, Écarlate por su parte al ver esto asustado se acerco para intentar ayudar a Camus y evitar que Kardia lo emborrachara.

Écarlate: Oye, oye, tranquilo bestia, debe comenzar con tragos suaves - dijo mientras que por fin lograba hacer que Kardia bajara la jarra.

Camus: Cof, Cof, Cof... - empezó a toser porque se estaba ahogando con la bebida al no poderla ingerir bien.

Kardia: ay... mi bebé ya esta creciendo - dijo mientras secaba unas pequeñas lágrimas que se le habían escapado.

Camus un poco más recuperado se reincorporó, para después ver a su padre de forma confundida al no entender porque le había empinado la jarra de cerveza, Écarlate solo le dijo.

Écarlate: tragos pequeños Camus, no estas acostumbrado así que no te exijas - le indicó mientras el menor solo asintió.

Momentos después vieron a Zaphiri aparecer, Kardia lo había llamado de "urgencia" (excusa para hacerlo salir sin que cierto hombrecillo se diera cuenta)

Kardia: ¿Cómo están los "bebes" viejo? - preguntó mientras el otro se sentaba.

Zaphiri: Krest esta a punto de mandarlos a dormir, ¿cómo vas Camus? ¿Aún puedes distinguir a tú abuelo de tú padre? - preguntó sonriendo mientras que Kardia respondió.

Kardia: ¡No estoy viejo! - se defendió.

Xx: de edad lo estas, pero en el alma sigues siendo aquel jovencito malcriado - fue lo que escucharon decir de una voz femenina.

Kardia: ¡oh! Miren quien esta aquí, mi amiga Calvera, oye por favor ayúdame a defenderme de todos estos locos - pidió mientras la chica río porque los tragos ya se le estaban subiendo a la cabeza.

Calavera: ¡oh! Tú debes ser Camus ¿no es así? - preguntó al más joven de los tres.

Camus: - asintió mientras la veía -

Calavera: Si, recuerdo cuando este loco te trajo aquí cuando aún eras un bebé de brazos - comentó mientras Kardia hacia un ademán con su mano izquierda - recuerdo que ese día tuve el dia más terrorífico de mi vida, tú mamá apareció como a la hora con una sarten en sus manos y a punta se sartenazos los saco de aquí lo hubieras visto, fue gracioso - contó mientras Kardia oculto su rostro al notar la mirada de molestia que su suegro le daba - pero bueno, ¿que los trae por aquí? - preguntó la dama.

Kardia: mi estimada Carlitos... - dijo mientras pasaba su brazo por el hombro de su hijo y lo atrajo hacia el.

Calavera: ya te dije que no me llames así, mi nombre no es "Carlitos" - exigió molesta.

Kardia: Ña... no me interrumpas, como te decía, mi bendición ya creció tanto que muy pronto va a ponerse la soga al cuello con el hijo de este fósforo malhumorado - dijo señalando a Écarlate que molestó lo vio - ¿puedes creerlo? Se está yendo al matadero solo - dijo dramáticamente mientras se ponía a llorar.

Calavera: ay... la pregunta seria saber como Dégel aguanta a semejante bestia cuanto esta borracha - dijo la mujer mientras lo veía aburrida - no te preocupes Camus, casarse no es malo, siempre y cuando ambos se esfuercen por ser felices y se amen por sobre todas las cosas, si no fuera por amor, ¿cómo crees que tú mamá hubiera aguantado por tanto tiempo a tú papá? - preguntó mientras Camus solo sonrió, para después ver su vaso - bien te felicito niño espero que tú si asientes cabeza jaja, adiós - fue lo último que dijo para después irse.

Kardia: vamos Camus, toma, toma - exigió mientras levantaba el puño, Camus sin muchas más opciones solo hizo lo que su papá le pidió.

Con Milo.

Nervioso veía como todos los mayores lo veía sin decir ninguna sola palabra, por lo cual un poco asustado solo agachó su cabeza y preguntó.

Milo: ¿Que me veo mal? - preguntó, mientras vio como su madre se puso de pie y se quedó a él.

Mystoria: para nada bebé, es más pareces un príncipe sacado de un bonito cuento de hadas ¿no? - preguntó mientras se volteó hacia los presentes, los cuales asintieron - pero dime, ¿te gusta? - preguntó mientras vio al más pequeño asentir rápidamente.

Milo: me encanta - respondió mientras se daba una pequeña vuelta - quiero este, estoy seguro que a papá le encantará - aseguró sonriendo mientras Mystoria asintió - entonces nos llevaremos este caballero - pidió al joven que los atendía quien sonriendo asintió, para después indicarle a Milo que pasara a cambiarse, el menor asi lo hizo.

No sin antes tomar una foto y mandársela a Aspros, algo le decía que no era mucho pero, peor sería que no le enviara nada. Sin más que hacer se desvistio rápidamente.

20 minutos después.

Todos iban caminando, sonriendo mientras hablaban sobre que más pensaban agregar para la boda, aún les faltaba la comida y los regalitos. Milo venía caminando detrás de todos ellos, pensando en que si todo lo que estaba viviendo era real, todo parecía un sueño de lo rápido que todo estaba ocurriendo con él y su cubito. Aunque estaba feliz, sabía que pasara lo que pasara, su bebé sería amado, querido y protegido por su familia.

Tan concentrado estaba que cuándo se percato se había quedado del otro lado de la calle y los demás había seguido, los mayores se voltearon a verlo.

Mystoria: ¡Milo! - gritó.

Milo: ¡tranquilo, solo esperaré la próxima parada! - respondió mientras veía el semáforo.

Espero un momento y el semáforo cambio, cuando lo vio comenzó a cruzar, para cuando llegó siguieron con su camino, aunque graciosamente llego y después siguieron con su camino, aunque, también se dio cuenta que Nueva amiga se había ido por otro lado, y aunque quería saber a donde iba, supo que no podría ir con ella, porque preocuparía a sus mayores, así que sólo siguió con su camino.

Continuará...