Primera noche
Capítulo dedicado a mi linda ngsoledad 😙😙
Me encuentro sentado en la cabecera de la cama con los brazos cruzados.
Seokjin que está acostado de espaldas dice:
—Pronto moriré.
Seokjin tiene sus largos cabellos esparcidos por la almohada, sobre el cabello descansa un rostro ovalado de suaves líneas. Sus labios son,naturalmente, rojos. No parece que vaya a morirse. Sin embargo, Seokjin ha dicho claramente con una voz tranquila que se va a morir. Yo lo miro y
también me da la impresión de que, efectivamente, se va a morir.
Entonces, observándolo desde arriba, le pregunto:
—¿De verdad? ¿Te estás muriendo?
El responde que se muere y abre los ojos de par en par. Son ojos
húmedos, bordeados de pestañas largas. Ambos ojos brillan totalmente
negros, y en cada pupila me veo reflejado con nitidez.
Me quedo observando el resplandor tan transparente y profundo de sus
ojos, y pienso que realmente se va a morir. Así que me acerco más a su
almohada y le susurro:
—No te vayas a morir, ¿eh? ¿A que no te morirás?
El joven con los ojos abiertos pero soñolientos me responde, esta vez
también con una voz tranquila:
— Taehyung me voy a morir. No hay remedio.
—¿Me estás viendo? ¿Puedes ver mi cara?
—Que cosas dices, claro que puedo ver tu cara—me dice, y sonríe. Yo levanto la
cabeza de la almohada y, cruzando los brazos, me pregunto si
verdaderamente se va a morir.
Al cabo de un rato Seokjin me pide:
—Taehyung cuando muera, entiérrame tú. Con una concha de madreperla cava una
fosa, y con un trozo de alguna estrella que caiga del cielo haz mi lápida. Y
luego espérame al lado de mi tumba. Vendré a verte.
—¿Cuándo vendrás a verme? —le pregunté.
—Sale el sol, y luego se pone. Nuevamente sale, y nuevamente se oculta.
Un sol rojo sale del este y se desplaza al oeste, nuevamente sale del
oriente y cae al poniente. ¿Podrás esperarme?
Yo asentí calladamente. Entonces Seokjin, alzando aún más aquella
tranquila voz, suplicó:
—Espérame cien años —dijo con un tono resuelto—. Espérame al lado de
mi tumba. Vendré a verte sin falta.
Yo le aseguré que lo esperaría. Entonces mi rostro, que se reflejaba con
nitidez en sus ojos, empezó a diluirse. Era como cuando las aguas se
mueven y la imagen de la superficie se deshace. Al quedar disuelto del
todo, el cerró los ojos súbitamente. Una lágrima brotó de sus largas pestañas y resbaló por sus mejillas y un "Te amo Taehyung" salió de su boca. Había muerto.
Bajé al jardín y con una concha de madreperla empecé a cavar en la tierra.
Era una concha grande y lisa, con un borde filoso. Cada vez que escarbaba la tierra, el reverso de la concha resplandecía con los rayos de la luna. Calaba hondo el olor de la tierra húmeda. Terminé de excavar la
fosa. Allí lo recosté, y lentamente le fui echando puñados de tierra esponjosa. Cada vez que le echaba tierra, el reverso de la concha resplandecía.
Luego fui a buscar una astilla de estrella caída del cielo. La encontré y la
coloqué con cuidado sobre la tierra de su sepulcro. El trozo de estrella
tenía los bordes redondeados. Tanto tiempo habría estado viajando en el
espacio que las esquinas habían quedado redondas y pulidas. Cuando la levanté en brazos para colocarla sobre la tumba, sentí un calor en el pecho y en las manos.
Me senté entre el musgo. Así esperaría los cien años. Con los brazos cruzados miraba la lápida redonda. Al cabo de cierto tiempo, tal como me había dicho Seokjin, el sol apareció al este. Era un sol grande, rojo, que luego, también como el había dicho, se ocultó por el oeste, tan rojo como
había surgido. Yo conté, uno.Cierto tiempo después, un astro bermellón volvió a aparecer lentamente, y luego silenciosamente se escondió. Yo conté, dos. Y así fui contando una infinidad de soles rojos. Uno tras otro fueron pasando sobre mi cabeza, como una hilera interminable de soles, pero aun así, no llegaban los cien
años. Me quedé contemplando la piedra redonda que había empezado a
ser cubierta por el musgo, y pensé que tal vez Seokjin me había engañado.
Entonces, desde debajo de la piedra surgió un tallo azul que fue creciendo
con mucha rapidez e inclinándose en mi dirección. Se detuvo a la altura de
mi pecho. En la punta del oscilante tallo surgió un capullo largo y delgado.
Parecía como si inclinara ligeramente la cabeza. Y de pronto abrió
suavemente sus pétalos. El lirio blanco desprendió un fragante aroma que
embriagó por completo mi nariz. Una gota de rocío cayó desde muy alto
sobre uno de los pétalos haciéndola balancearse por sí sola. Yo
me acerqué a la flor adornada por un cristalino rocío y besé sus pétalos
blancos. Al apartar el rostro de la flor, no sé por qué, miré el firmamento.
Muy a lo lejos una estrella del alba parpadeaba solitaria.
—Seokjin?
—Taehyung....
Y me di cuenta de que al fin habían transcurrido los cien años.
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El primer capítulo!!!!
Por favor dejen sus lindos votos y comentarios.
💜💜💜💜
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