Sueño
Muchos podrían pensar que las cosas pudieron terminar en ese momento, la misma sociedad les daba mil y un motivos para saber que su amistad sería imposible.
Sin embargo las cosas no suelen ser como uno piensa, en especial con ellos.
Como era de esperarse aquella tarde paso llena de diversión, entre risas y trabajo ambos se contaban pequeños detalles o simplemente buscaban hacerse alguna broma.
La situación en la que se encontraban ambos era muy diferente. Merida aún se cuestionaba las acciones del chico castaño, mientras que Hiccup parecía gustoso de la compañía de su nueva amiga mientras le ayudaba con sus labores.
—No tienes porque ayudarme—relajo su postura al terminar de cepillar a uno de los caballos—Es suficiente solo con hablar y escuchar sobre todo aquello que conoces—
—Aun por muy tentadora que sea la idea, creo que la declinare—sonrió mientras la observaba por encima del lomo del caballo—Me es interesante todo esto—
—Si alguien lo ve... nos meteremos en problemas—una vez más Merida temía por lo que pudiera pasar—Eso u algo peor me temo, lo que menos quiero es provocar problemas—
El castaño ignoro todo comentario por parte de la pelirroja, era consciente de las consecuencias que podría conllevar al estar con ella, pero como era de esperarse tenia siempre un plan de emergencia.
—Tranquila, aunque no lo creas tengo un plan en casos como ese—su sonrisa mostraba seguridad—De no tenerlo no estaría aquí, lo que menos quiero es tener problemas o que tú los tengas por mi culpa. Solo relájate—
En la mente de la pelirroja simplemente se preguntaba cómo podía tener tanta seguridad de ello, si bien confiaba en su palabra eso no era una garantía.
—¿Qué otras cosas has visto haya afuera?—cambiaba de tema para evitar la tensión del ambiente.
La sonrisa del vikingo creció al notar que ya no comentaría nada sobre su amistad y de los reproches por ofrecer su ayuda, además de notar cierta curiosidad en su pregunta.
—¿Qué le gustaría que le cuente?—continuaba cepillando el pelaje del animal—Pueden ser los lugares que he visto, los animales que hemos encontrado...—
—Quiero saberlo todo—sonrío en espera de que no fuera mucho lo que pedía—Quiero saber cómo es el mundo allá afuera, bueno al menos más de lo que se me permite salir—
Durante un minuto Hiccup repasaba sus ideas deseando encontrar que podría ser lo más interesante, claramente tenía conocimiento de algunas cosas pero no encontraba cual podría resultar más interesante para Merida.
—¿Te he contado sobre mi antiguo hogar?, bueno más a profundidad—ella negó con la cabeza.
—Solo lo básico—levanto sus hombros—Que es un lugar muy frio y con muy mal tiempo—
—Bueno eso es cierto—rió con diversión al recordar el asombro que expresaba Merida cuando hablaron por primera vez del tema—Berk es un lugar muy lejano de aquí, la gente suele tener mal carácter pero no son tan malos. A menos que seas un pescado como yo—
—O alguien como yo—el comentario hizo que la pelirroja se encogiera.
Durante un minuto el vikingo maldijo su suerte, estaba claro que había metido la pata sin darse cuenta.
—Mi madre solía decir que ese lugar era mucho musculo y poco cerebro—algo nervioso buscaba quitar la tensión provocada—Desde que tengo memoria ese lugar me parecía el único al cual llamar hogar, aun si incluimos todos los apodos que me ponían los otros vikingos—la sonrisa que aparecía en sus labios mostraba algo que Merida detecto en minutos—Sin embargo, eso no quitaba que fuera un lugar lleno de secretos por resolver—
Entre labores y asombro, Hiccup le contaba las historias que se relataban en su isla. Aquellas dónde sus antepasados domaban bestias feroces que escupían fuego y tenían alas. Los dragones era un tema que se volvía fascinante para Merida, en su mente solo podía imaginar la forma de aquellas criaturas.
—¿Aún existen?—su tono irradiaba curiosidad—¿Hay muchos?—
—La verdad...no tengo idea—algo apenado coloco la mano detrás de la nuca—Según cuentan desaparecieron un día, nadie sabe su paradero u si continúan con vida—
Aquello parecía decepcionante, en la mente de la pelirroja solamente se imaginaba estar enfrente de alguna criatura y luchar como en las historias que contaba.
—Tus relatos no son muy diferentes a los nuestros—el comentario llamo la atención del vikingo—Incluso podría decirse que son idénticos, si quitamos algunos detalles es lo mismo—
—Jamás me has contado historias de tu gente—se cruzó de brazos—Me siento ofendido—
Un puchero se había dibujado en la cara de Hiccup lo cual lograba hacer reír a la pelirroja, era consiente que aquello lo hacía solo para tomarle el pelo.
—Eso es porque están prohibidos—comento tras soltar un suspiro—Por lo general cuando son las fiestas, el más viejo de nosotros las cuenta—tras unos retoques dejo el cepillo—Hay cosas muy interesantes, pero quizás las puedas tomar como tabú—
El tono lleno de sarcasmo en la palabra tabú era muy remarcado, el castaño simplemente bufo por ello. Por lo general para los vikingos gran parte de las tradiciones e historia de los escoceses eran consideradas tabú, pero para Hiccup aquello era una simple tontería.
—¿Y cómo son las fiestas?—pregunto intrigado—Espero que sea mejor que las nuestras, porque eso de beber ponche de un animal que no pienso mencionar no es nada lindo—
Merida se detuvo a pensar un momento, tras darle vuelta a varios pensamientos finalmente se animó a hablar.
—Por lo general siempre vamos a lo más profundo del bosque. Hacemos una hoguera, un poco de comida, baile y a mitad de la noche contamos las historias de nuestros antepasados—su tono mostraba tranquilidad por hablar de ese tema—Pero no son nada en comparación al pasado—
—¿Pasado?—levanto una ceja pero Merida no respondió—Ya comprendo—contesto con velocidad al referirse al hecho de la conquista—Crees...bueno...—Merida intentaba comprender sus palabras ante los nervios que presentaba—¿Puedo ir a una fiesta?—
Aquello simplemente la sorprendió, una vez más Hiccup no dejaba de darle sorpresas.
—¿Alguna razón en especial?—pregunto con un tono que mostraba dudas ante aquella petición—Quiero decir, no es...algo a lo que puedas estar acostumbrado—
—No tiene que ser algo tan grande—las palabras simplemente la dejaban más confundida—Sabes...al ser mi amiga yo quiero conocerte mejor, eso incluye todo lo que te rodea y aprecias—
Aquellos ojos esmeraldas reflejaban un brillo de curiosidad, pero a su vez de honestidad. Lo cual la hacia cuestionarse si era correcto u no, pues apenas se conocían y aunque Hiccup le agradaba aun no confiaba del todo en él.
—No puedo prometerte que lo hare—en su cara podía reflejarse un poco de tristeza por sus palabras, pero en parte lo comprendía por lo cual no reprocho nada—Pero...—la mirada de ambos nuevamente contrastaba ante el dilema y la espera—Pero puedo tratar de pensar como llevarte a una sin provocar un caos—
Tal vez no eran las palabras que Hiccup quería escuchar, pero le alegraba por completo saber que lo consideraba en una mínima parte.
—Sabes hay algo que siempre me he preguntado—Merida asintió para que continuara—He notado que...bueno—el tema parecía ponerlo nervioso—Hay algunas piedras o creo que lo era en lo profundo del bosque, cada una de ellas tenía una marca un tanto peculiar—
—¿Peculiar?—se cruzó de brazos mientras levantaba una de sus cejas—¿A que te refieres?, ¿Qué clase de marca?—
Con tranquilidad tomo el trinche que tenía a su lado, comenzó a dibujar exactamente un círculo con diversas líneas en la tierra del establo.
Merida lo observo detenidamente, en momentos le recordaba al collar que tenía oculto.
—Claramente había más marcas pero no son reconocibles, esta me intereso mucho ya que se repite constantemente—pregunto un poco nervioso, sin embargo la pelirroja se apresuró a borrarlo con su pie—¿Acaso es algo malo?—se cuestionaba ante esa actitud tan repentina.
—No—comento con tranquilidad al borrar los trazos—Pero no podemos dejar evidencia de ello, podríamos meternos en problemas—Hiccup lo comprendía pero seguía interesado en saber su significado—Lo que dibujaste es un circulo celta—
—¿Circulo celta?—el nombre era extraño pero interesante para el vikingo.
—Si—asintió pero a su vez no contuvo un suspiro de cansancio—Se dice que en el paso era lo que representaba a los ciclos—una vez más el chico estaba confundido pero intrigado—Sabes lo que es un ciclo, ¿verdad?—
—¿Tiempo?, ¿Periodos?—claramente estaba indeciso por saber que tipo de respuesta usar.
—Lo diré de otra manera—las expresiones que realizaba Hiccup le parecían graciosas—El circulo marca la vida y la muerte, como todo es un viaje que inicia y termine pero vuelve a iniciar—
—¿Cómo la reencarnación?—ahora la sorprendida era la chica—Ya sabes, mueres y regresas a la tierra después de varios años—
—¿Eso es posible?—un brillo peculiar apareció en los ojos de la pelirroja—¿La gente vuelve a vivir después de morir?, ¿Puede estar de nuevo con sus seres queridos?—
Estaba claro que Merida lo bombardeaba de preguntas, le hubiera encantado responder con un sí. Sin embargo eso no era posible, con más calma le explico sobre el tema y como algunos lo creían. Claramente Hiccup no estaba seguro si aquello sería posible, pero le daba curiosidad escuchar sobre ello en sus viajes u encontrarlo en lecturas.
—Serían increíble si eso es verdad—con tranquilidad sonrió ante esa idea—Si fuera así la vida podría ser mucho mejor—
Hiccup estaba a punto de preguntar si no era feliz, pero aquello lo planteo nuevamente en su mente. Aun cuando Merida se mostraba alegre y trabajadora era claro que ese tipo de vida no la hacía feliz, lo cual revivía varios recuerdos del castaño que simplemente omitió.
—Oye Merida...—su voz llamo la atención de la chica—Si tuvieras la oportunidad de reencarnar...¿Qué clase de vida te gustaría llevar?—
La pregunta no era una difícil de responder, pero algo la hacía replantearse su respuesta.
—Eso no es tan difícil de adivinar, por lo cual dejare que respondas—comento con tranquilidad.
—¿La vida de una princesa?—por la reacción que había puesto la chica claramente no era la adecuada—¿La de una piedra?—
Era claro que aquello le hizo gracia, sabía que Hiccup estaba tratando de molestarla con aquel tono lleno de sarcasmo y esa gran sonrisa.
—La verdad no pido mucho—durante un instante algo parecía venir a su memoria—No necesito riquezas y castillos para ser feliz, me basta con una vida tranquila en la cual pueda ser libre—
Aun cuando Merida, no lo demostrar Hiccup sabía perfectamente que aquello le dolía. Cualquiera en su posición pediría lo mismo, en ese instante le parecía que había hecho una pregunta ridícula al no considerar la posición en la que estaba la pelirroja.
—¿Y tu Hiccup?—la pregunta lo saco de sus pensamientos—¿Tienes algo en mente para ti?—
—En el pasado tal vez, pero por ahora estoy bien—Merida no comprendía a que se refería—Antes pensaba que ser un vikingo grande y fuerte lo era todo, pero estaba equivocado. Ser un pescado debilucho e insignificante me ha traído algo que quizás en otra vida no habría podio obtener—
—¿Y que es eso tan importante?—esperaba la respuesta ante ese cambio tan drástico de actitud.
—Es un secreto—desde luego no era la respuesta que esperaba, podía notarse en su cara el reproche por la respuesta. Lo cual simplemente lo hizo reír al notar aquellas mejillas rojas y el ceño fruncido—Pero prometo contártelo algún día—
Tal vez no era la respuesta que esperaba, pero aquella mirada le hacía saber que estaba satisfecha con aquella promesa momentánea.
Sin más que decir ambos chicos continuaron su plática, aun cuando apenas Merida comenzaba a abrirse ante Hiccup le parecía fascinante todo de ella. Su cultura, alguno que otro relato que logro sacarle pero especialmente su forma de ser. Tal vez era egoísta por no contarle aquel secreto, pero sabía que valdría la pena cuando la ocasión fuera la adecuada.
Después de todo aún tenía que conocerla mejor, pero eso no evitaba que ya tuviera un lugar en su corazón. Quizás y solo tal vez con el paso del tiempo aquellos sentimientos podrían marcar la diferencia entre su realidad y algo mejor que un simple sueño.
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