Dos horas después.

El el departamento de Dégel.

Después de que Mystoria misteriosamente le pidiera salir de la habitación mientras el hacía su llamada, se fue a ver a Camus, quien seguía dormido. Pero después de eso Mystoria salió de la habitación y se fue a la sala esta de más decir que se notaba nervioso. Por lo cual, el no había parado de cuestionarlo. Pero ninguna de sus preguntas fue respondida.

Dégel: Vamos Mystoria no seas así, ¿a quien llamaste? ¿Por qué estás tan nervioso? - preguntó.

Mystoria: es un asunto personal Dégel, te pediría de favor que no sigas insistiendo - fue lo que pidió.

Dégel: es que no puedo, debo asegurarme de que no hayas cometido una tontería - fue lo que respondió.

Mystoria: tranquilo, no es nada malo. Para ti, porque para mí esto realmente es fatal - comentó triste, Dégel iba a hablar cuando tocaron la puerta del departamento por lo cual rápidamente fue a abrir, creyendo que podría ser su esposo. Pero la sorpresa que se llevó fue que el hombre que estaba delante suyo, era Aspros.

Aspros: buenos días Dégel. ¿Se encuentra aquí Mystoria? - preguntó mientras el otro se movió aún lado mientras el otro entró, Dégel rápidamente cerró la puerta y se fue detrás del hombre. Quién llegó a la sala y al ver al peliceleste preguntó - ¿Que ocurrió? - preguntó serio.

Mystoria: aún no lo sabemos, desde ayer no regreso y sus profesores dijeron que no asistió a clases - le respondió.

Aspros: ¿Cómo se encuentra Camus? - preguntó a Dégel.

Dégel: me toco dormir lo, estaba de necio en querer salir a buscarlo - reveló mientras el otro se paso la mano por su nuca.

Aspros: bien... parece que debemos cambiar al plan B, debemos intentar remplazar a Milo - dijo mientras los otros dos lo vieron incrédulos.

Mystoria: ¡¿Qué?! - grito mientras se levantaba.

Aspros: seamos sinceros Mystoria. A Milo posiblemente lo tiene el loco que se a llevado a todos esos jóvenes antes que el. Y ustedes no an logrado encontrarlo o siquiera dar con una miserable pista que nos lleve a él ¿o sí? ¿Que te asegura que nosotros podremos hacerlo? - preguntó.

Dégel: Pero debes estar bromeando. No podemos remplazar a Milo y hacer como si nunca hubiera pasado. Camus no lo aceptará - dijo preocupado.

Aspros: lo se Dégel. Y a mi no me gusta ser yo quien diga esto pero será lo mejor. Mi trabajo es ocuparme de la seguridad nacional, no de andar buscando aun niño que posiblemente esté muerto ya... - dijo para segundos después sentir como le dieron una cachetada. Para después escuchar a Mystoria decirle.

Mystoria: ¡¿Pero cómo te atreves a decir eso?! - grito molesto.

Dégel: Mystoria cálmate ¿si? - pidió preocupado.

Mystoria: fue un grave error haber creído que podrías ayudarme por una maldita vez en tú vida.

Aspros: en primera, esa no es mi obligación. En segunda. Tampoco debo preocuparme más que por la seguridad del país. No es mí hijo después de todo - dijo para después escuchar una tercera voz.

Écarlate: te equivocas en eso - dijo haciendo que los otros tres se giraban a verlo.

Mystoria: no se lo digas Écarlate. No lo vale - le pidió molestó.

Écarlate: no Mystoria. Ya llego la hora de que sepa toda la verdad, tiene que hacer algo después de todo - dijo mientras se acercó al otro y le dijo - tú una vez me preguntaste. Porqué Mystoria se esforzaba tanto en mostrarte los logros de Milo, por más pequeño que este fuera ¿no es así? - preguntó mientras el otro lo vio confundido - bien... me tome la molestia de sacar esta prueba con parte del cabello de ambos, hace un tiempo y la había dejado resguardada dentro del collar de Coco para asegurarme de que Milo no la viera antes que tú - le dijo mientras se agacho y le quito el collar al perrito, donde abrió la correa y sacó un papel doblado de forma minuciosa - ábrelo y descubre porque el hizo todo eso - le ordenó mientras se lo daba.

Mystoria; ¿Con que permiso le hiciste esa prueba a mí hijo? - le pregunto molesto.

Écarlate: perdóname amor, pero suponía que algo así sucedería y conociendo a Aspros también sabía que se negaría a ayudarnos por lo cuál. Decidí darle un buen motivo para que aceptará ayudar - le respondió. Mientras veían cómo el otro desdoblaba el papel.

Mientras tanto.

Con Milo y Krest.

Milo por su parte jugaba con el lapicero que tenía, estaba aburrido. Tenía hambre y no sabía a qué hora a alguno de los sujetos se le ocurriría regresar. Krest estaba igual, solo que el jugaba con sus cadenas. Hasta que el sonido del teléfono se volvió a escuchar, ambos se asustaron y Milo lo pensó muy detenidamente antes de ponerse de pie y a paso lento se acerco, tomando con bastante miedo el auricular y habló.

Milo: ¿Hola? - preguntó.

Xx: no vayas a colgar - fue lo que le pidió.

Milo: no te preocupes. No lo haré, y gracias por advertirme pero, ¿Quién eres? - preguntó.

Xx: No lo sé... no recuerdo - Respondió con una voz que detonaba confusión y cansancio.

Milo: ¿Por qué?

Xx: porque lamento decirte que eso es lo primero que pierdes en este lugar - respondió.

Milo: ¿cuándo lo pierdes?

Xx: Eso lo decides tú Milo. - respondió.

Milo: ¿Cómo sabes mi nombre?

Xx: tú y yo nos conocimos, estudiamos juntos prácticamente desde muy pequeños. Admito que tú amigo me daba miedo, por eso cada vez que me tocaba hacer pareja contigo prefería pedir me cambiaran de pareja - respondió. Milo lo pensó, hasta que recordó el nombre de un chico. Con el cual nunca interactuo ya que siempre prefería irse con otros antes que el.

Milo: ¿Frodi? ¿Frodi gullinbursti? - preguntó.

Xx; eh... si, Frodi, así me llamo - Milo sonrió ya que se escuchaba feliz.

Milo: ¿tú también escuchaste el teléfono? - preguntó.

Frodi: Si, ellos también lo escuchan sonar. Pero no quieren creer - comentó.

Milo: ¿puedo ayudarte en algo? - preguntó.

Frodi: Tú amigo me daba miedo...

Milo; Si perdón. Pero ya me dijiste eso.

Frodi: jeje. Si perdón. Pero es que me alegra que seas tú. ¿Milo?

Milo: ¿Si?

Frodi: abajo del colchón dónde tú duermes, hay un agujero - dijo mientras Milo veía hacia ahí.

Milo; okey...

Frodi: cava por debajo de los cimientos, hasta llegar al otro lado. Yo lo intenté pero no tuve mucho tiempo - le dijo.

Milo: ¿y yo si podre? - preguntó. Pero hubo un silencio, para después escuchar como colgaron. Por lo cual rápidamente coloco el auricular del teléfono y dirigió su vista hacia el colchón.

Continuará...