Con Mystoria y Dégel.

El peliceleste se había levantado de la cama y se había puesto los zapatos, para después salir de la habitación. Aún continuaba en el departamento de Dégel, Écarlate había salido de nuevo con Gestalt y Kardia a seguir buscando junto con Caín. Con cuidado asomó su cabeza, para su sorpresa Dégel no estaba en la sala. Por lo cual aprovecho esto y se apresuró a salir. Mientras que Hyoga e Isaac solo escucharon la puerta principal cerrarse, se dieron la vuelta para ver si se trataba de su padre pero al no ver a nadie decidieron seguir viendo la televisión.

Con Camus.

Corría y corría, esquivando aun montón de gente. Intentando no perder de vista a la joven que de vez en cuando lo volteaba a ver, sonreía y seguía caminando.

Camus: espera, ¿Quién eres? ¿Por qué siento que te e visto en otra parte? - preguntó mientras seguía ya a pocos pasos a la joven, hasta que sintió como alguien lo tomó del hombro, haciéndolo parar mientras una moto pasaba a toda velocidad delante de ellos.

Surt: ¿Se puede saber a quién le hablas? - preguntó el pelinaranja mientras lo veía, Camus por su parte solo vio hacia adelante pero no pudo ver más a la chica, así que suspiró.

Camus: a nadie... - susurro.

Surt: ¿se puede saber que estas haciendo aquí si se supone que estas enfermo? - preguntó.

Camus: salí a buscar alguna pista sobre el paradero de mi novio, ¿lo sabes o no? - preguntó serio.

Surt: Si, Mü me llamo para decirme que les habían avisado que desapareció desde ayer - respondió.

Camus: ¿solo eso dirás? Por tú culpa Milo posiblemente fue raptado.

Surt: Oye tampoco quieras echarme la culpa de tus descuidos. ¿No se supone que es tú novio? ¿En donde estabas cuando todo esto pasó? Además si a esas vamos también eres responsable, si no me hubieras golpeado allá no nos hubieran suspendido y nada de esto estuviera pasando - aseguró.

Camus: tú... - ya no termino de hablar porque volvió a ver a la chica, ahora cruzando la esquina de la calle - eh... tengo que irme - le dijo mientras se iba corriendo.

Surt por su parte preocupado por su amigo decidió seguirlo, así que se fue corriendo detrás de él. Camus fue guiado hasta un callejón, donde vio a la chica arrodillada delante una bolsa de basura que estaba al lado del contenedor de basura. Camus se acercó al mismo tiempo que la chica se alejó de ahí, entonces fue cuando escuchó un teléfono sonar, rápidamente abrió la bolsa de basura, donde encontró una sombrilla rota a la mitad, la mochila y el teléfono de Milo, el cual ya estaba a punto de descargarse y el número que se encontraba llamando en ese momento era el de Écarlate, quien insistía en llamar.

Camus: ¿pero que te sucedió Milo? - preguntó mientras observaba las cosas.

Surt: ¡Camus! - grito haciendo que el mencionado se volteara.

Camus: ¿Por qué me seguiste? - preguntó molesto.

Surt: ¿Que no es obvio? La situación está muy delicada y no voy a dejar que algo te pase, después de todo somos amigos, aunque este enamorado de la misma persona que tú - le dijo serio para después ver lo que tenia en sus manos - ¿y eso?

Camus: son las cosas de Milo, parece que alguien quiso deshacerse de ellas, aunque me sorprende su nivel de estupidez, dejo el teléfono encendido - respondió mientras se ponía de pie y observaba el lugar.

Surt: hay una florería al llegar al final de este callejón, preguntemosle al señor del negocio si no vio algo sospechoso el miércoles por aquí - indico mientras Camus solo asintió.

Tomo la mochila y guardo el teléfono de Milo para después ir con Surt hacia el local, con suerte podrían darle algún dato de importancia que lo llevara a Milo.

Mientras tanto.

Con Milo y Krest.

Milo había sacado aquel cable, aún sin saber que podría hacer con él. Aunque llego a la conclusión de...

Milo: creo que puedo colgarme con esto - susurro mientras veía el cable - Como última solución ¿no? - preguntó mientras veía a Krest verlo aburrido - ¿Qué? - preguntó.

Krest: cállate, tú no te puedes morir, no tienes derecho a hacerlo, mi nieto te necesita, así que ni lo intentes si no quieres que te cuelgue de cabeza con ese cable - le dijo serio.

Milo: eso fue muy grosero de su parte ¿sabe? - preguntó molestó, para después suspirar - vaya... parece que el mal carácter lo heredó de usted, ya me preguntaba yo porque el era así si sus papás son muy buenos ¿Quién lo diría? No me lo esperaba - dijo sonriendo mientras el otro lo vio molesto.

Krest: ¿y no existiría la ligera posibilidad que tú fueras algún pariente perdido de mi marido? Solo saben decir payasadas en los momentos menos indicados. ¿Todos los controles son así de irritantes o solo ustedes? - preguntó.

Milo: ¿Quién sabe? - preguntó para después verlo - ¿Señor Krest?

Krest: ¿ahora que quieres? - preguntó.

Milo: ¿Usted lo extraña mucho? - preguntó.

Krest: ¿a quien?

Milo: a su esposo, a Zaphiri. ¿lo extraña mucho? - preguntó mientras vio al mayor suspirar.

Krest: ¿Tú extrañas a Camus? No llevas más de 46 horas aquí pero... ¿lo extrañas? - preguntó.

Milo: mucho, muy probablemente ahora también me estaría gritando hasta de lo que me voy a morir si escuchará lo que estoy pensando hacer con este cable - indico sonriendo.

Krest: ya vez... ¿entonces por qué no debería yo de extrañar a Zaphiri? Fue la única persona que creyó en mi. La única que no tuvo miedo de quedarse conmigo pasara lo que pasara - respondió con un tono de nostalgia, la personalidad de ese pequeño niño le recordaba mucho a la de Zaphiri, cuando ambos aun eran jóvenes.

Milo: creó que la voy a esconder - dijo mientras se acerco al colchón donde estaba Krest sentado y lo oculto ahí para después tomar asiento al lado del mayor - puede resultar ser útil en algún momento - respondió sonriendo.

Krest: puede ser. Mejor descansa, la extraccion de sangre que te están haciendo debió dejarte muy agotado - le dijo mientras lo hacía recostar su cabeza sobre sus piernas.

Milo: Camus dijo que le hacía mucha ilusión la idea de por fin conocerlos algún día - le comentó.

Krest: bien, imagina lo feliz que le hará el vernos llegar juntos a ambos - le respondió mientras acariciaba su cabello - a Zaphiri también le hacía mucha ilusión la idea de que Dégel en algún momento le daría nietos, tenía muchos planes para él - le respondió mientras veía como poco a poco el menor cerró sus ojos.

Pasó su vista por el lugar donde se encontraban, estaba cansado y el pequeño no aguantaría mucho estar en ese lugar, la forma en la que estaba extrayendole su líquido vital era salvaje, juraría de que de nos ser porque esta poseía dones curativos Milo tendría el mismo fin de los otros jóvenes qur habían estado ahí antes que el llegara a ese lugar.

Krest: No se si en el lugar en el que estas puedas escucharme cariño. Pero si si puedes, ayuda a nuestro nieto a llegar antes de que sea tarde. Se que dijiste el secreto de su sangre para protegerme y por eso moriste, pero no puedes permitir que nuestro nieto pierda a el amor de su vida sin haber podido disfrutarlo como nosotros lo hicimos - susurro mientras veía la poca luz de la luna que lograba filtrarse en el lugar.

Continuará...