Con Milo.

Estaba demás decir que se encontraba muy nervioso por lo que estaba apunto de hacer, pero debía aprovechar e irse para poder traer ayuda para poder buscar y sacar a Krest de donde sea que lo tengan en esos momentos.

Milo: Vamos Milo tú puedes - se dijo así mismo, para después tomar la perilla de la puerta, para abrirla, se asomó un poco para poder asegurarse de que realmente no había nadie ahí.

Al darse cuenta que realmente parecía el área segura salió, vio hacia todos lados buscando alguna señal de sus captores, pero nada. Por lo cual rápida pero silenciosamente comenzó a caminar rápido. Hasta que llegó a una escalera la cuale comenzó a subir despacio, con intención de no hacer ningún sonido, hasta que llegó a una especie de pequeña puerta al final, la cuál abrió suavemente. Cuidando no hacer ruido, asomó un poco su cabeza, viendo hacia todos lados, al parecer, estaba en una especie de armario, subió rápidamente y volvió a cerrar la pequeña puerta, que más parecía una tapa de alcantarilla, abrió el armario un poco, para su fortuna, era una habitación vacía por lo cual salio del armario y volteando hacia una ventana. Había sol.

Rápidamente se acerco a la puerta de la habitación vacía y abrió, comenzó a caminar rápidamente por aquel pasillo, asomándose a las habitaciones con sumo cuidado, hasta que llegó a donde supuso, era la sala y fue ahí, donde vio al hombre acostado y durmiendo sobre un gran sofá. Cubrió su boca y se escondió de nuevo en el pasillo al ver que se movió, pero después de diez minutos en que no hubo ningún otro movimiento salió de nuevo, se acerco lentamente y suavemente hasta que se detuvo frente al hombre. El cual no tenía cubierto su rostro con el típico casco como los que le llevaban la comida, pero ciertamente aquel hombre se le hacía conocido, lo había visto en alguna parte. Cuando era más pequeño.

Decidió no seguir pensando y se acerco a la puerta, donde vio el candado, se volteó una vez más, para después comenzar a probar con las combinaciones, para su fortuna, logró hacerlo a la segunda, por lo cuidando no hacer ruido salió y cerró suavemente la puerta, pero al darse la vuelta, se dio cuenta que prácticamente estaba en medio de la nada, una cabaña que estaba bastante alejada de la ciudad, estoy gracias a que la rodaba un gran bosque, lo único que se veia ahí era el camino que los vehículos tomaban para llegar hasta ahí, el sol estaba algo fuerte, por lo cual no perdió tiempo y se fue rápidamente de ahí, metiéndose entre el bosque para poder alejarse sin ser visto por algún otro, con suerte habría alguna casa a unos cuantos metros de ahí ¿no?

Mientras tanto.

En el aeropuerto.

Shura estaba avisándole a sus amigos, que ya estaba en Grecia, más concretamente bajando de un avión, el motivo de su retraso, era que había pasado por dos clientes distinguidos de su padre, quien le había pedido traerlos.

Xx: el sol es tremenda mente fuerte - aseguró el pelirrojo.

Shura: ¿en Francia el calor no es igual? Bueno, no importa. Ya se acostumbrará señor Andreas - le respondió mientras guardaba su teléfono.

Andreas: si, supongo que tiene razón, ¿no lo crees Unity? - preguntó mientras el peli plateado solo suspiró.

Shura por su parte solo los vio con una ceja alzada. Aún no entendía como era que su padre se había hecho amigo de unas personas tan extrañas.

Shura: bueno, sigan me por favor, mi padre ya nos está esperando - pidió mientras los otros sonriendo, le siguieron - deben ser grandes amigos para que a él le urgiera que ambos vinieran cuanto antes. O tendrá algo de suma importancia que darles - afirmó mientras caminaba.

Andreas: a sí, ni siquiera te lo imaginas - respondió mientras veía sonriendo al peli plateado que por su parte, también le respondió con el mismo gesto.

Y sin más, todos se fueron siguiendo al de cabellos verdes, que la verdad estaba muy preocupado y algo le decía que esos dos tenían algo que ver con lo que Deathmask le había dicho días atrás. Así que tenía que ser cuidadoso y lo más importante, descubrir a que se debía todo este misterio.

Más tarde.

5:50 PM

Ambos habían logrado convencer a Dégel para poder ir a buscar a Milo, Surt, Mü con sus padres y Shaka, se habían unido a ellos, siempre siendo vigilado por Kanon claro, Asmita realmente estaba preocupado por lo que estaba pasando y claro que dejaría a Shaka ayudar pero no iba a arriesgarlo también. Deuteros por su parte estaba esperando a que Aspros se dignara a asomar su nariz por ahí.

Siguiendo con Mystoria.

Mystoria: realmente no, esta intentando meterse a las cámaras de seguridad que hay en la calle, dice que por el susto del momento no se había acordado que tenia acceso a todas ellas, pero todo parece indicar que Aspros cambió las contraseñas.

Camus: ¿Por qué ese señor se está metiendo en esto? ¿Por qué está obstaculizando el trabajo del señor Écarlate? - preguntó serio mientras Mystoria no supo como responder a eso, por lo cual Dégel rápidamente apresuró el paso.

Dégel: ey Camus, ¿Que te parece si me acompañas a la tienda de allá para comprarle algunos jugos a tus hermanitos que tienen sed - le dijo mientras lo alejaba de Mystoria al ver la incomodidad que le causó la pregunta.

Mystoria: ¡ay!... - suspiró triste.

Shion: tranquilo Mystoria, lo vamos a encontrar - le dijo mientras lo abrazaba.

Dohko: pero realmente debiste quedarte en casa, estas en peligro de aborto ¿o no? - regaño el.

Mystoria: agradezco tú preocupación, pero no puedo estar tranquilo como para descansar, no hasta que sepa que mi hijo está en casa a sano y salvo conmigo y su papá - le respondió. Mientras los otros dos lo veían de forma triste.

Mü: muy pronto anochecera de nuevo, ya buscamos todo el día, ¿Quién se lo habrá llevado? - preguntó el pelila al rubio.

Shaka: sea quien sea el culpable, lo va a pagar Mü, solo esperemos no llegar tarde - le respondió.

Mü: ¿no te incomoda que alguno de ellos te siga a todos lados? - preguntó mientras que Kanon, quien había escuchado todo únicamente respondió.

Kanon: ¿hablan de mi? Ñe, no se preocupen, es más hagan como que si yo no estoy aquí, soy invisible - les pidió mientras los menores lo veían.

Mientras tanto.

Con Milo.

Todo el día le había llevado lograr encontrar el camino para salir de esa selva, ahora se encontraba caminando por una carretera, la noche ya había caído y estaba cansado, pero creía haberse alejado bastante ya.

Milo: ah... - exhaló cansado, mientras veía por fin una casa. Por alguna extraña razón, sintió un muy mal presentimiento, por lo cuál al ver que encendieron la luz, rápidamente se ocultó detrás de la valla de madera que ahí había.

Lo único que vio fue que la persona que vivía ahí, alumbró con una linterna todo el lugar, para después volver a encerrarse en su casa, suspiro al escuchar que la puerta se cerró, la sintió cerca por alguna extraña razón, no pasó mucho cuando vio a una furgoneta pasar, la cuál paro a pocos centímetros de donde él estaba, al ver que era la misma furgoneta que había visto antes de quedar inconsciente el día que se lo llevaron decidió correr al rededor de la valla.

Pero su sorpresa fue ver que esta comenzó a perseguirlo, hasta que paro a pocos centímetros frente a él y el cayó de lleno al suelo al intentar parar de correr para dar la vuelta, se quedó petrificado en su lugar al ver que la puerta se abrió, pero para su sorpresa vio a Cardinale bajar de ahí.

Cardinale: ¡Milo! - exclamó feliz mientras se acerco, Milo aún estaba sorprendido, pero en cuanto pudo reaccionar Cardinale ya se encontraba poniéndolo de pie - ¿estas bien? ¿Estás herido? ¿Te hicieron algo? Uf... no sabes lo preocupados que nos tienes cariño - le dijo mientras lo revisaba de pies a cabeza.

Para su sorpresa la única reacción que tuvo fue que el más pequeño solo lo abrazó, cosa que el también hizo.

Milo: ¿Cómo llegó hasta aquí? - preguntó una vez se separaron.

Cardinale: solo dime algo Milo, ¿Angelo fue el que te trajo aquí? - preguntó.

Milo: ¿hm?

Cardinale: por favor nene, dime. ¿Deathmask? ¿Fue quien te trajo aquí? - preguntó serio, Milo no supo como responder, realmente no lo sabía, es más, Deathmask le había dicho que se fuera antes de que lo atacarán, pero tampoco hizo nada por impedir que se lo llevarán - eso temía - susurro al ver que no hubo respuesta.

Milo: ¿Cómo llegó aquí tío? - preguntó mientras el rubio lo vio.

Cardinale: después de que tú mamá me dijera una serie de cosas, asegurándo que estaba involucrado en algo de esto recordé que Angelo había tenido un "pedido" de frutas. Por lo cuál busque la dirección y vine aquí, con la esperanza que realmente no estuviera involucrado en algo de lo que sucedió, pero veo que me equivoque. ¿Que habré hecho mal cuando lo crié? - preguntó triste mientras Milo lo vio de la misma forma - bueno, no importa, tenemos que irnos, en el camino le llamare a tú mamá para que vayan por él - le aseguro, aunque evidentemente aguantando demostrar la gran decepción que sentía en esos momentos.

Milo: Pero el... - el menor detuvo sus palabras al ver que había alguien parado detrás del rubio - ¡tío cuidado! - grito mientras el rubio por instinto se volteó.

Pero al momento de hacerlo, un hacha le partió la cabeza, cayendo inmediatamente al suelo, mientras una poza de espesa sangre comenzaba a salir de su cabeza.

Manigoldo: buen intento niño bonito. Casi lo logras, pero ¿que crees? Todas las casas aledañas a este lugar tienen gente a nuestro cargo - le dijo.

Milo por su parte se había quedado atónito ante la escena, únicamente viendo como un charco de sangre rodeaban al rubio.

Milo: No... - dijo al mismo tiempo que daba unos cuantos pasos hacia atrás, intentando no llorar.

Manigoldo: realmente agradece que no puedo matarte a golpes aún. Pero ya me desquite con este pobre infeliz, ¿lo conocías? Si bien escuche que dijiste era tú tío ¿no? ¿O solo lo decías por cariño? - preguntó mientras que otro de sus hombres se acerco por atrás, y de un fuerte golpe lo dejo inconsciente - nos llevaremos la furgoneta - le dijo al hombre.

Xx: Señor, ¿que haremos con el cuerpo? - preguntó mientras el otro lo vio, para después decir.

Manigoldo: denselo a los perros - fue lo único que dijo, para después pedirle al otro que subiera a Milo a la furgoneta y poder irse.

Continuará...