Con Milo.

Ambos mayores, se sorprendieron ante la pregunta y Zaphiri incluso llegó a pensar que podía tratarse de una broma, pero al ver al más pequeño super serio, pues... supo de inmediato que no estaba jugando.

Zaphiri: ¿por qué lo preguntas? - cuestiono.

Milo: lo digo porque, perdí la compostura allá, mate a muchos de esos tipos, les podría decir que algunos de ellos jamás tuvieron algún tipo de contacto conmigo y los agarre de sorpresa - dijo mientras los otros lo vieron sorprendidos.

Krest: pues si, tienes razón pero. Si no lo hacías, ellos te matarían a ti ¿no? Esas eran sus ordenes - informó mientras que Milo los veía.

Milo: bueno si pero, eso no quita el hecho de que no fue correcto - respondió.

No pasó mucho tiempo cuando escuchó un quejido a sus espaldas, por lo cual se volteó, solo para toparse con la sorpresa de que Cardinale se encontraba despierto y ahora se estaba sentado sobre el suelo.

Mientras tanto.

Con Asmita.

Écarlate lo había seguido hasta la segunda planta, precisamente al área de maternidad, donde se encontraba viendo a los recién nacidos, Écarlate preocupado se acercó.

Écarlate: así que, ¿ya lo saben? - preguntó una vez estuvo a su lado. Mientras el rubio asintió - ¿puedo saber que sucedió allá? - preguntó, mientras vio al otro suspirar.

Asmita: es que al principio, las cosas entre Deuteros y yo no iban tan bien. Era una persona similar a Aspros cuando recién nos casamos - mencionó mientras veía a los bebés - yo por mi parte, desde siempre me e llevado bien con El Cid y Manigoldo, dos amigos míos que trabajan junto a tú esposo. Y Deuteros, siempre mostró celos hacia ellos. Hubo una ocasión en la que al darme cuenta de que estaba tomando, decidí quedarme a dormir con Albafica, el esposo de Manigoldo, perdía el control en ese estado y la verdad me daba un poco de miedo estar con el en esas condiciones. Pero para mi sorpresa, a las dos semanas de ese suceso, me enteré que mis gemelos venían en caminó. Sin pensarlo mucho y emocionado por aquello se lo conté. Él por alguna extraña razón no se lo tomó bien y tanto el como su hermano, comenzaron a dudar acerca de si Deuteros era su verdadero padre, y como imaginaras, me hicieron pasar los nueve meses más insoportables de mi vida, hasta que ellos llegaron, Deuteros se calmo al ver que ambos se parecían a él. Pero quien siguió dudando fue Aspros y utilizando la influencia que tenía sobre mi esposo, lo convenció para exigirme que les hiciera una prueba de paternidad, mientras seguían asegurando que mis niños eran de mi amante, que muy probablemente era Manigoldo - dijo triste.

Écarlate: ese par realmente son unos grandes idiotas ¿no? - preguntó mientras vio al rubio reír por lo bajo.

Asmita: Si... lamentablemente así es - respondió con mucho pesar.

Écarlate: ¿y al hacer la prueba demostraste que no era así? - preguntó mientras el otro negó.

Asmita: no lo permiti. Tome una posición neutral y dije que no iba a permitir que expusieran a mis hijos a esa humillación - respondió.

Écarlate: bueno, eso explica porque esa tipa tomó eso como ventaja. Pero ¿por que seguiste con él?

Asmita: no pude separarme, a pesar de pedirle el divorcio jamás me lo quiso dar, al contrario, como si de un chiste malo se tratará, tampoco me dejo alejarme para darle un tiempo para que reflexionara, me mantuvo junto a él hasta este día.

Écarlate: ¿pero por que te negaste? No hiciste nada malo y así podrías sacarte a esos imbéciles de encima.

Asmita: eso es muy fácil, Saga y Kanon desde muy chiquitos le tenían miedo a las agujas, así que no los iba a traumar más con eso - dijo sonriendo - además, que si se probaba de que realmente eran suyos, me los intentarían quitar si intentaba separarme, me favorecía bastante el hecho de que creyeran que no eran suyos para poder llevarme a mis hijos, por suerte, ellos no an heredado ese horrible aspecto de su padre o tío.

Écarlate: ¿pero cómo hiciste para seguir como si nada con el? ¿Y darle un tercer hijo?

Asmita: Su familia pone mucha presión en estos temas. Su madre lo obligo a pedirme disculpas y a mi, me dijo que recordara que el matrimonio era para siempre y no un juguete y que debía ser fuerte, que ella sabía que esos niños eran sus primeros nietos legítimos y estaba feliz de que yo se los hubiera dado, por eso seguimos juntos y Shaka logró llegar al mundo trece años después - dijo recordando como su pequeño llegó a darle paz a su mundo de locos.

Écarlate: realmente fuiste muy valiente, yo hubiera sido mando a esos dos a la mierda, tomó a mis bendiciones y me voy del país - indico mientras el otro río.

Asmita: Si hubiera sido bueno, pero mi pequeño Shaka no hubiera podido venir por eso no me arrepiento de la decisión que tome, a pesar, de que sigan dudado de mi palabra Écarlate. Por eso, cuando Milo logre salir de aquí, hagan hasta lo imposible por impedir que Aspros llegue a relacionarse con el por favor Écarlate, créeme que si llega a hacerlo, perderan mucho de lo que han logrado hacer con ese indefenso niño - rogó mientras el pelirrojo recordó que Milo se encontraba fuera de su habitación.

Écarlate: es cierto, por favor ayúdame a buscarlo ¿si? Salio de su habitación gracias a esa mujer y por ir a ayudarte lo deje solo y no se donde esta - dijo preocupado.

Asmita: muy bien, vamos - le respondió mientras rápidamente se iban - oye Écarlate - dijo haciendo que ambos pararan de caminar.

Écarlate: ¿Qué sucede? - preguntó.

Asmita: muchas gracias por escucharme y sobre todo creerme - agradeció mientras el pelirrojo sonriendo le dijo.

Écarlate: no tienes nada que agradecer, para eso están los amigos ¿no? - preguntó mientras el rubio asintió y ambos comenzaron a correr para llegar al elevador y poder bajar a la primera planta.

Mientras tanto.

Con Milo.

El pequeño peliazúl no sabía si reír o preocuparse por los golpes que podría recibir Zaphiri si se seguía acercando a ellos, ya que Cardinale había despertado y al verlo junto a él, rápidamente lo alejó y utilizando piedritas que recogía del suelo, lo mantenía alejado.

Cardinale: te lo advierto, no te acerques más maldito lunático - amenazaba junto con sus piedritas en sus manos.

Zaphiri: ¿realmente tengo cara de asesino? - le pregunto a Krest.

Krest: amor, tú tienes cara de todo, excepto de ser una amenaza para alguien - respondió aburrido.

Zaphiri: eh... no se porque algo me dice que eso fue insulto - dijo mientras esquivaba las piedritas que Cardinale le arrojaba.

Milo: tío cálmate - pidió mientras tomaba su brazo.

Cardinale: hm... - fue lo único que dijo mientras veía de forma molesta a Zaphiri quien se masajeba la frente gracias al dolor que aquella "arma mortal" le habían provocado.

Continuará...