Con Mystoria.

Estaba respondiendo al mensaje de su amigo, cuando escuchó un golpe secó venir de la habitación donde había colocado las cosas de Milo. Extrañado por aquello se puso de pie y vio una última vez a Milo el cual seguía profundamente dormido, así que fue hacia allá, camino hacia la puerta y al llegar ahí tomo la perilla, seguidamente la giro y entro a la habitación la cual estaba a oscuras, encendió la luz y vio una caja en el suelo.

Mystoria: esto es raro - susurro mientras se acercó y levanto la caja, vio hacia todos lados, pero efectivamente las demás cajas estaban en el closet.

Suspiró, tal vez estaba demasiado cansado que hasta se le olvido meter esa caja también en el closet y la había dejando en un lugar mal colocada. Así que se dirigió al closet donde abrió la puerta y entro para colocarla junto a las demás. Pero grande fue su sorpresa al sentir como algo choco rápida y fuertemente contra el provocando que cayera al suelo.

Mystoria: ay... - fue lo único que pudo susurrar, seguidamente de eso escuchó un...

Xx: guau, guau... - escucho el de cabellos celeste que sorprendido se volteo, encontrandose con un cachorro de pelaje blanco pequeño y peludito.

Mystoria: ¿coco? ¿Que estas haciendo aquí? - preguntó sorprendido. El cachorro era un Pomenaria blanco, un regalo de parte de Izó para Milo, pero por obvias razones Milo no podía cuidar se el, además que en ese edificio estaban prohibidas las mascotas sin previo aviso - ¿no te deje en casa de Cardinale? - preguntó mientras cargaba al cachorro, el cual comenzo a lamer su mejilla una vez lo tuvo en sus brazos - jaja, basta...

Aunque estaba confundido sobre como había llegado el animalito ahí, se sentía aliviado de que estuviera ahí, la puerta de su departamento sonó por lo cuál dejó al cachorro en el suelo para después ponerse de pie, salió del closet y seguidamente de ahí salió de la habitación donde dejo encerrado al perrito y después de ver que Milo siguiera dormido fue a abrir la puerta.

Al llegar ahí, lo primero que vio fue una gran canasta de plástico, en la cuál se podían ver, galletas, dulces, azúcar, aceite, café y un montón de cosas para cocina, los cuales estaban cubiertos por una bolsa decorativa, un moño y amarrado a él una carta. Asomó su cabeza para ver si podría ver a la persona que le había dejado aquel regalo, pero el pasillo estaba solo, así que sin más remedio leyó la carta.

Perdón por portarme de forma tan
Grosera contigo y el pequeño Milo,
Tenia prisa porque debía dejar unas cosas hechas antes de irme a trabajar,
El sábado es mi día libre así que les daré
La bienvenida como corresponde ese día, por ahora solo te dejo este pequeño obsequio. Me hubiera encantado poder entregarte lo en tus manos pero ya voy tarde, espero puedas disculparme y recibir esto.

Atte: Écarlate Scorpions...

Eso fue lo que leyó y debía admitir que lo había impresionado, jamás se espero un detalle así, y más de un desconocido.

Mystoria: si claro, "pequeño obsequio" - comentó en tono de burla, la canasta realmente era grande, solo sonrió para después entrarla pero ahí fue cuando noto que detrás de la primera había otra, pero esta estaba llena de juguetes para bebe y con ella otra nota, la cuál tomó y leyó.

Esto es para disculparme con Milo,
Me regalan muchos de estos en el trabajo espero no te importe, traeré más el sábado :D

Mystoria no sabia si reír o llorar por eso, ¿por qué? Bueno desde que su hijito había nacido, todo el mundo que lo conocía lo llenaba de regalos y cosas así, la mayoría de las cosas de la mudanza eran del bebé.

Mystoria: realmente tienes mucha suerte Milo. Todo el mundo te adora - susurro, para después entrar ambas canastas hasta su casa.

A la mañana siguiente.

6:00 AM.

La tan odiada alarma, comenzó a sonar, Mystoria cansado solo estiro su mano en un intento por apagar la, lo cual logró con éxito, pero no pasó mucho cuando su otra alarma comenzó a sonar. Milo había comenzado a llorar.

Milo: ¡bua, bua! - lloraba.

Mystoria: Milo por favor corazón, ten piedad de mí, deja de llorar amor - fue lo que pidió aún adormitado, sabía que iba hacer en vano pedirle al pequeño que se calmará, seguramente tenía hambre, sin embargo el bebé se quedó callado, por lo cual preocupado se volteó hacia donde estaba la cuna - ¿Milo? - llamo preocupado.

Al no escuchar nada rápidamente se puso de pie y se acerco a la cuna, llevándose con la sorpresa de que alguien le había dado su chupete a Milo, preocupado vio hacia todos lados, ¿acaso alguien había entrado a su departamento sin que el se hubiera dado cuenta? Saco a su bebé de la cuna y le quito el chupete para asegurarse de que no tuviera nada, pero gracias a Dios no tenía nada, así que comenzó a caminar buscando en todo el departamento. Pero después de un rato en que busco en todos lados no encontró nada o a nadie.

Mystoria: uf... ¿Quién te dio esto bebé? - preguntó preocupado mientras el bebé solo lo veía. Se sintió idiota por preguntarle al bebé, el pequeño no sabía nada.

Así que confundido solo atino a ir hacia su sillón para poder sentarse y poder amamantar al bebé, mientras intentaba darle alguna explicación lógica a lo que había ocurrido, debía admitir que ese asunto ya le estaba dando hasta miedo. Pero después pasó su vista a las canastas que su vecino le había dado.

Dos horas después.

Tanto el como su bebé se habían vestido y cambiado para salir a dar una vuelta para conocer su nuevo vecindario, además de eso necesitaba comprar algunas cosas más y necesitaba de dejar de pensar en lo que ocurrió esa mañana.

Se aseguró de que el carruaje estuviera bien y después de eso decidió salir de su departamento con su pequeña bendición y por casualidades de la vida Écarlate también salía del suyo, por lo cual ambos se encontraron, ambos viéndose mutuamente y en silencio.

Continuará...