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¿Que haces?

Con Écarlate.

El perrito veía atentó todo lo que Écarlate hacia con Milo, ahora el pequeño se había quedado dormido en los brazos del pelirrojo, que al darse cuenta se levantó del sofá donde estaba sentado y lo llevó hasta su cuna, el perrito lo siguió, vio como lo acomodó en la cuna y después lo paso a ver.

Écarlate: veo que te gusta mucho cuidar se el ¿no es así? - preguntó.

Coco: Guau, Guau - ladró el cachorro.

Écarlate: bien parece que tú y yo nos llevaremos bien - dijo mientras se agachaba para acariciar su cabeza - ¿podrías cuidarlo un momento? Tengo que ir a mi casa a traer mi computadora - le pidió.

Coco: Guau Guau - ladró.

Écarlate: tomaré eso como un si - dijo mientras suavemente lo levantó, para después ponerlo suavemente en la cuna - bien, quédate ahí y no hagas ruido o llorará - dijo para después irse.

El perrito por su parte dio un par de vueltas en el lugar para después acostarse, viendo en dirección al pequeño.

Mientras tanto con Écarlate.

Iba saliendo del departamento de Mystoria y justamente se vio con la sorpresa que Dégel salia del departamento contiguo al suyo.

Écarlate: ¿y eso? - preguntó sorprendiendo al de cabellos verdes que rápidamente se giro y al verlo sonrió.

Dégel: lo mismo me gustaría preguntar a mi, ¿que haces saliendo de ahí? - preguntó mientras el otro vio hacia la puerta nervioso.

Écarlate: em... no creo que sea prudente decirlo - respondió mientras se dirigía hasta su departamento y sacaba sus llaves.

Dégel: como decía Kardia, no hay nada de malo con que alguien te descubra saliendo de la habitación de tú amor - le dijo mientras Écarlate sonriendo dijo.

Écarlate: jamás espere decir esto, pero por primera vez Kardia tiene razón - le dijo mientras entraba.

Dégel por su parte solo sonrió, con esto sabía que ya se había ganado a Mystoria o por lo menos un poco de su confianza, por lo cual pensó.

Dégel: bueno, ahora solo falta ofrecerle mi ayuda para cuidar de su hijo - pensó mientras caminaba hacia el elevador. Con una hermosa sonrisa de triunfo en sus labios.

Con Mystoria.

El cubito de vez en cuando volteaba a ver a sus compañeros, que estaban con la oreja pegada a la puerta de la oficina de su jefe, entre ellos, Shijima.

Mystoria: no que no te gustaba el chisme - susurró mientras veía su computadora.

Valentine: parece que la cosa se está poniendo sería ahí dentro - susurró mientras veía a Shijima, quien le hacía señas para que guardará silenció.

Y es que ahí dentro se escuchaba un montón de sonidos extraños y no eran precisamente de alegata o pelea, estaban curiosos por saber, en eso Mystoria vio como Caín, su encargado y segundo jefe al mando veía con una ceja alzada y de brazos cruzados a todos los presentes.

Caín: ¿se puede saber que es lo que esta pasando ahí para que todos estén al pendiente? - preguntó a Mystoria.

Mystoria: creo que están jugando a las luchitas - respondió.

Cain: sinceramente no quería escuchar eso - respondió mientras Mystoria por lo bajo río - ¡Ey! ¡Ustedes no son periodistas como para andar buscando chismes! ¡vuelvan a trabajar! - les grito mientras los otros al escucharlo asustados rápidamente regresaron a sus puestos.

El peli plateado solo negó para después irse de ahí, Mystoria por su parte vio como Shijima llegó molesto a su lugar, para después sentarse y trabajar.

Shijima: son un montón de aburridos - dijo mientras el peliceleste solo río.

Volviendo con Écarlate.

Después de haber regresado con su computadora ahora, lo primero que hizo fue ir a ver que el bebé estuviera bien, al asegurarse de eso regreso a la sala, se sentó en el sillón y abrió su computadora, para después ponerse a escribir o más bien buscar entre sus archivos acerca de la marca que había visto.

Écarlate: a ver, a ver, creo que la había visto en otro lado - fue lo que susurro mientras revisaba.

Poco a poco fue viendo detalladamente cada una de las imágenes en la lista que estaba en su computadora, buscando y buscando detalladamente entre todos los archivos que ahí habían. Busco y busco sin éxito alguno, por lo cuál cambio de ventana, para dirigirse a la aplicación de video llamadas para preguntar a Gestalt. El cuál contestó de inmediato.

En la video llamada.

Gestalt: ¡Hola! ¡¿y eso que llamas?! - preguntó.

Écarlate: no es porque te extraño así que no te emociones - aclaró rápidamente.

Gestalt: auch... mucho veneno para estar aún de mañana pero bueno no importa, ¿necesitabas algo? - preguntó.

Écarlate: así es... ¿recuerdas lo que sucedió hace algunos días?

Gestalt; ¿lo de la loca? - preguntó mientras veía al de cabellos rojos asentir - oh si, si... ¿que ocurre? ¿Te están molestando otra vez?

Écarlate: no claro que no, lo que ocurre es que descubrí algo así como un tatuaje en la nuca de la mujer, pero por todo el ajetreo de estos últimos días no había podido investigar hasta ahora, se que e visto esa marca en otra parte - dijo mientras Gestalt lo pensó.

Gestalt: ¿puedo saber como era esa marca?

Écarlate: si, era como una flor congelada - reveló.

Gestalt: ¿una flor congelada? - preguntó - si creo que ya también la había visto en otra parte - dijo mientras veía la pantalla, Écarlate vio como compartió su pantalla, donde comenzó a buscar - si creó también que e visto esa marca antes  - dijo mientras buscaba en sus archivos.

Hasta llegar a unos de una carpeta conocía como helado corazón. Un particular nombre debía admitir Écarlate, pero vio que el rostro de su compañero pasó a ser de un semblante confundido a uno muy asustado, pero el no pudo ver porque, ya que rápidamente Gestalt cerró la carpeta.

Gestalt: esto es delicado Écarlate - le dijo serio.

Écarlate: ¿por qué? ¿Que encontraste? - preguntó mientras vio a su compañero suspirar.

Gestalt: ¿estas seguro que estas solo en casa? - preguntó.

Écarlate: únicamente Milo se encuentra conmigo, ¿por qué? - preguntó.

Gestalt: el caso helado corazón, es un caso que por el momento mantenemos abierto por un motivo de importancia, se trata de localizar y encerrar al remanente de la familia Diamond, eso ya deberías saberlo tú ¿no es así?

Écarlate; claro... nos informaron a todos, más no, nos dieron detalles.

Gestalt: bueno, esa marca que tú dices encontraste en la chica, es de la familia enemiga y encargada de asesinar a estas personas. Motivo, el trono. Los remanentes de la familia Diamond son reyes de la antigua Francia, que se mantenían en secreto y resguardados por el mismo país. Ellos hace poco huyeron gracias al ataque de esta familia y si esa espía llego hasta donde están ustedes... eso quiere decir que hay sospechas de que el remanente esta en ese edificio.

Écarlate: ¡¿Qué?! - preguntó sorprendido.

Pero no hubo tiempo de reacción, al escuchar que Milo comenzó a llorar y Coco había empezado a ladrar como loco, por lo cual Écarlate rápidamente se levando del sillón, ignorando todas las preguntas que Gestalt le hacía en ese momento.

Continuará...

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