¿Que dijiste?
Siguiendo con Écarlate.
El pelirrojo sin pena y sin haberse percatado de que lo estaban observando siguió hablando con Dégel, mientras Mystoria sorprendido vio como el lugar ya estaba limpio.
Mystoria: ¿tanto me tarde para cambiarte? - le pregunto a Milo.
En la llamada.
Dégel: bueno, eso ahora explica por que estas haciendo limpieza en tú departamento y más a esta hora - bromeó.
Écarlate: ja, ja - dijo sarcásticamente - oye ¿y para que querías saber dónde estaban? - preguntó.
Dégel: lo que sucede es que quería llevar a Camus con Milo, supongo que se asusto al no verlo y ya hasta dolor de cabeza me dio escucharlo llorar - dijo aburrido mientras pasaba a ver a su hijo, quien seguía llorando.
Écarlate: pobre bebé, sus papás no quieren darle un hermanito y le toca buscar por otro lado.
Kardia: ¡óyeme más respeto! - grito molesto.
Écarlate: jaja, aun estas vivo Kardia, me alegro.
Kardia: ¿y cómo por que no debería estarlo?
Écarlate: digo que por el griterío de Camus yo me imaginaba que ya te habías tirado por la puerta del auto.
Dégel: no lo alientes - pidió mientras veía a su esposo ver hacia la puerta - ni siquiera lo intentes... - le advirtió.
Kardia: no lo iba a hacer lo juro - se apresuró a decir.
Écarlate iba a hablar hasta que una cuarta voz se escuchó.
Mystoria: bueno eso demuestra quien tiene los pantalones en esa relación - hablo haciendo que Écarlate votará su teléfono al suelo, provocando que la llamada se colgará de inmediato.
Écarlate: Mys-Mystoria buenos días - saludo sonriendo.
Mystoria: buenos días Écarlate - dijo mientras veía confundido el comportamiento del pelirrojo - ¿por qué estás tan nervioso? - preguntó.
Écarlate: ¿nervioso yo? No para nada, lo que sucede es que me asustaste es todo.
Mystoria: perdón...
Écarlate: bueno no importa, ¿durmieron bien?
Mystoria: en lo que cabe, pero dime ¿de que hablabas con Dégel? - preguntó.
Écarlate: a Camus parece que le agradó mucho Milo, estaban preguntando en donde estabas dicen que Camus no a dejado de llorar y sospechan que lo que quiere ver es a Milo. Es algo chistoso ¿no?
Mystoria: si, pero no chistoso de risa, chistoso de raro - dijo pensativo.
Écarlate: pues no es tan raro Mystoria, eso se llama apego y le pasara a Milo muy pronto contigo. No tienes que preocuparte ¿quien más puede saber tanto de bebés más que yo?
Mystoria: es cierto no trabajas en una guardería infantil por nada.
Écarlate: se que como padre primerizo te hace desconfiar de un montón de cosas, pero créeme vendrán cosas aún más confusas a futuro pero no es nada con lo que tú no puedas manejar ¿verdad?
Mystoria: muchas gracias por tú apoyo Écarlate, realmente es muy lindo de tú parte.
Écarlate: no hay nada que agradecer - le respondió sonriendo, pero tenía ganas de hacer algo, era arriesgado y más al tomar en cuenta el trabajo de ese joven pero, el que no se arriesgar no gana ¿verdad? - ¿oye... Mystoria? - preguntó con voz temblorosa, llamando la atención de Mystoria.
Mystoria: ¿que ocurre?
Écarlate: dime algo, tú... ¿planeas casarte algún día? - preguntó sorprendiendo a Mystoria que después de una risa nerviosa vio a Milo de la misma forma, guardando silencio en ese instante - ¿Mystoria? - preguntó mientras el joven sólo jugaba con la manita de su bebé.
Mystoria: ¿por qué? ¿Preguntas eso de forma tan repentina? - objeto él rápidamente sin verlo a la cara.
Écarlate: no lo se, solo quise saber si planeabas algún día dejar este lugar o traer a alguien más a vivir con ustedes.
Mystoria: ¿realmente crees que tengo una oportunidad? - preguntó confundiendo al pelirrojo.
Écarlate: pero por su puesto, ¿por que piensas que no? - preguntó confundido.
Mystoria: bueno, digamos que si quiero, pero por mi situación actual, no creo que eso vaya a ser posible.
Écarlate: ¿Cómo que situación actual?
Mystoria: Écarlate, no cualquiera va a querer hacerse cargo de un hijo que no es suyo, verás no dudo que hayan personas que no le importe, pero hay muchas que si, por eso pregunto ¿crees que tengo oportunidad?
Écarlate: pero por su puesto que sí, además dime ¿que clase de idiota te rechazaría por el? Si es un amor - dijo señalando a Milo - y mira que no e convivido mucho con el y ya se ganó mi corazón y eso es muy difícil - aclaró haciendo reír a Mystoria.
Mystoria: bueno si tú lo dices entonces es verdad, pero siendo te sincero eso no me interés por ahora, por ahora lo único que deseo es que Milo crezca feliz y sano - dijo mientras Écarlate bajo la mirada, aún pensado en la idea que surcaba en su cabeza, un poco temeroso comenzó a acercarse, pensando que así en un arranque de valentía lo hiciera, todo esto mientras Mystoria estaba más entretenido en Milo, se acerco lentamente pero para su mala suerte a pocos centímetros de él, llamaron a la puerta del departamento.
Écarlate: es enserió - pensó él.
Mystoria: ¿ibas a tener visitas hoy? - preguntó mientras Écarlate suspiró cansado para después decir.
Écarlate: pues se supone que no - hablo molesto mientras se dirigía a la puerta, Mystoria por su parte siguió jugando con Milo al ver a Écarlate ir a abrir.
Por otro lado.
En la comisaría.
Centro de atención de emergencias.
Shijima trata a de no reír pero le estaba siendo casi imposible, sus risas amenazaban con salir en cualquier momento, Izó por su parte, como todos los días estaba haciendo una rabieta, porque se había encerrado que Mystoria se había decidido quedar en casa de su vecino, antes que llamarlo a él.
Izó: ¿Que tanto le costaba? ¿O será que no tenía saldo para llamarme al celular? - pregunto mientras Shijima comenzó a reírse por lo bajo - no te rías no es gracioso - exigió.
Shijima: perdón, perdón... - dijo mientras recomponia su postura, pero realmente le era difícil.
Izó: no puedo creerlo, ese tipo puede ser un estafador, un violador o incluso un asesino y el como si nada en sí casa.
Caín: ¡hay!... - exclamó fastidiado - ¡si no te gusta porque no vas y se lo reclamas en su cara, en lugar de estar aquí balbuceando y jodiendonos el trabajo a todos! - le gritó mientras Shijima comenzó a reírse otra vez.
Izó: ¡porqué no mejor vas a molestar a tu madre imbécil! - grito molesto mientras el otro se paro de su asiento.
Caín: eso es muy fácil, porque mi madre no está aquí - le respondió. Mientras que Shijima no aguanto más y se tiro a reír encima de su escritorio, mientras que los otros dos vieron esto confundidos.
Continuará...
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