Pensar
En la noche.
Ese mismo día.
Mystoria se encontraba dándole un baño y su bebé, sabía que a él le gustaba mucho antes de ir a dormir y con eso lograba que estuviera más relajado. Pero todo lo que había hablado con su vecino, lo había dejado pensando, realmente ¿cualquier otra persona hubiera regalado o abortado al bebé si estuvieran en su misma situación?
Mystoria: realmente me cuesta creer eso, y más al tomar en cuenta que el menos culpable de la situación fue el pequeño - susurro mientras quitaba el shampoo del cabello de su bebé, quien se encontraba chupando su manita - yo jamás hubiera podido vivir si hubiera hecho eso, no me imagino una vida sin ti, recuerdo que me emocione mucho la primera vez que te sostuve en mis brazos bebé - le dijo a su pequeño.
Termino de quitar el jabón para después jalar la toalla y envolverlo a Milo ahí, después de eso lo cargo en sus brazos y salieron del baño para dirigirse a la habitación de Mystoria, sobre la cama estaba la pijama para dormir de Milo, coloco al bebé sobre la cama y comenzó a sacarlo bien, aunque debía admitir que algo le decía que estaba siendo vigilado por lo cual preocupado se apresuró a vestir al pequeño. Mientras que de vez en cuando veía hacia todos lados.
Mystoria: ya basta Mystoria, solo estas siendo paranoico - se susurro así mismo.
Coco: ¡Guau, Guau! - ladraba el perrito desde la puerta, gruñia y ladraba estaba muy alterado.
Mystoria: ¿que ocurre coco? ¿No vez que estoy ocupado? - pregunto sin prestarle atención al cachorro. No pasó mucho cuando escuchó algo ser azotado fuertemente contra la pared, para después escuchar al perrito llorar, así que rápidamente lo volteo a ver, pero el perrito ya no estaba ahí - ¡Coco! - llamo, pero ya no escucho nada.
Preocupado cargo a Milo que ya que estaba cambiado, para después asomarse por la puerta, vio en ambas direcciones buscando al cachorrito, pero parecía que no estaba, por lo cual comenzó a buscarlo por todo el lugar, pasaron 10 minutos y el perrito no aparecía, Milo se había dormido en sus brazos y a el se le habían acabado los lugares por buscar.
Mystoria: ¿Dónde se metió? - pregunto preocupado, hasta que volvió a escuchar el pequeño ladrido.
Coco: ¡Guau, Guau! - ladraba el canino, pero era extraño, el sonido parecía venir de afuera. Por lo cual confundido dejó con cuidado a Milo en el sillón, para después abrir la ventana y asomarse, y allí, colgando de la canaleta, metido en una cubeta de hierro estaba el perrito.
Mystoria: ¿Cómo le hiciste para llegar ahí? - pregunto desconcertado.
Coco: ¡Guau, Guau! - ladro.
Mystoria: ¡ay!... - suspiro cansado - ni Milo me da tantos problemas - afirmó agotado, se subió a la ventana y se sujeto muy bien para no caer y poco a poco se fue acercando a el perrito que movía su colíta emocionado. Mystoria logró tomar la cubeta y volvió a entrar a su departamento, donde bajo la cubeta y el perrito salió corriendo de ahí.
Mystoria no sabia si era por el cansancio o realmente desde que llego ahí todo a estado bastante extraño en ese lugar. Pero, ¿por qué? Sin querer darle más vueltas al asunto decidió que ya era hora de ir a dormir para los dos, así que cuidado no despertar a su pequeña bendición volvió a cargarlo y se lo llevó a su habitación, apagado todas las luces de su departamento en el procesó. Claro que antes de entrar a su cuarto vio todo antes de irse a dormir, por si acaso, aún no se le había olvidado lo de esa mañana así que no debía bajar la guardia. Pero al no ver nada solo entro y cerró con seguro.
Se acerco a la cuna de Milo y antes de acostarlo lo vio por breves momentos para después depositar un suave beso sobre su pequeña frente.
Mystoria: dulces sueños bebé - le susurro para después suavemente dejarlo en la cuna, arreglo su cobija y lo vio un momento.
Aún estaba preocupado por lo de esa mañana, además esa constante sensación de sentirse observado, sabía que no podría conciliar el sueño así. No con esa preocupación así que decidió llamar al único que podría calmarlo ahora, se dirigió a su cama y se sentó mientras tomaba su celular que estaba en la mesita de noche y marcó en el, al número de Shijima, si sus cuentas no fallaban aún acabaría de entrar a su turno.
En la llamada.
Shijima: ¿Hola? - preguntó del otro lado de la línea.
Mystoria: Shijima, buenas noches amigo ¿Cómo estas? - preguntó.
Shijima: oh... buenas noches Mystoria, es una verdadera alegría escucharte tan animado - esto último lo dijo sarcásticamente, ya sabía que le ocurría algo por el tono de su voz.
Mystoria: no haz respondido a mi pregunta - recordó, lo escucho suspirar, para después decirle.
Shijima: estoy bien dentro de lo que cabe, pero y tú ¿cómo estás? , ¿Cómo está el pequeño Milo? - preguntó.
Mystoria: acaba de irse a dormir, sigue siendo tan tranquilo como de costumbre, creí que se sentirían incómodo al ver a tanta gente extraña, pero parece que esta bien.
Shijima: eso esta bien supongo.
Mystoria: si así es...
Shijima: ¿Que ocurre Mystoria? Te notó preocupado, ¿hay algo de lo que debo enterarme?
Mystoria: ¿Izó no te a contado nada?
Shijima: no mucho, lo único que lo escuché balbucear fue... "Mystoria volverá a cometer una estupidez", "esta con un idiota", "lugar peligroso", "Milo será un pandillero cuando crezca si siguen viviendo ahí".
Mystoria: Que malo, ¿cómo se le ocurre expresarse así de mi hijo? ¿Acaso desconfia de mi método de crianza?
Shijima: no es eso, hay algo que se llaman... creo que celos, si, eso es... y eso es lo que tiene al ver a la persona que le gusta con otro tipo, al cual por cierto ya había arrestado una vez por ser sospechoso en un asesinato.
Mystoria: no estoy saliendo con el, es mi vecino y solo me estaba acompañando para conocer el vecindario, además que también me había comentado sobre su problema con Izó.
Shijima: bueno eso solo quiere decir que no tiene miedo al que dirán, eso es bueno.
Mystoria: ¿verdad que si? - preguntó sonriendo.
Shijima: sólo te recomiendo tener cuidado por favor Mystoria, no sabemos mucho sobre el, puede ser peligroso.
Mystoria: Si, ya lo se, gracias por preocuparte por mi. Oye hablando de eso, no quiero preocuparte más pero... estos dos días an sido raros, me an pasado cosas raras y me e sentido observado.
Shijima: hm... entiendo. Mañana enviaré gente a revisar el edificio y a los vecinos, nos aseguraremos que no haya nada extraño ahí.
Mystoria: te lo agradezco mucho.
Shijima: aunque te sugiero que averigües algo del departamento, pregúntale a tus vecinos si habían escuchado algo raro de ese departamento tal vez encuentres algo útil.
Mystoria: si eso haré muchas gracias, bueno ya llego la hora de dormir Shijima feliz noche y muchas gracias por tú apoyo.
Shijima: no te preocupes, para eso estamos los amigos, buenas noches.
Fin de la llamada.
Mystoria se quedo pensando, viendo la pantalla de su celular, Shijima tenía razón, debía averiguar algo de ese lugar, mañana por la mañana iría a preguntar a Écarlate acerca de sus anteriores vecinos y con eso en mente apago su teléfono, se recostó en la cama y durmió.
Mientras tanto.
Con Écarlate.
El pelirrojo salía de su departamento, vestido con un traje que lo hacía parecer un empresario importante y más con ese maletín de cuero negro que llevaba, antes de irse vio la puerta del departamento de Mystoria, suspiro mientras pasaba a ver la hora de su reloj.
Écarlate: debemos encargarnos de este problema nosotros, si queremos que todos estén en paz aquí - fue lo que se dijo así mismo mientras comenzaba a caminar hacia el elevador donde las puertas se abrieron y dejaron ver a una jovencita también en traje de gala, la cuál al ver al pelirrojo sonriendo dijo.
Xx: buenas noches, caballero.
Écarlate: buenas noches - saludo el también mientras subía, y las puertas del elevador se cerraban.
Continuará...
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