3 días después...

3 días desde que sus compañeros habían dejado de asistir a clases, los motivos por fin se los dirían y los resultados, no era que le agradaran mucho.

Mystoria: ¿Eres amigo de un chico llamado Radamanthys? - preguntó sin dejar de mover la paleta con la que estaba moviendo sus huevos para que no se quemaran.

Milo: Si... ¿por que? - preguntó despegando la vista de si cuaderno. Vio a su madre suspirar con pesadez, por lo cual preocupado se giró para preguntarle - ¿Que pasa sucedió algo con el? - preguntó, mientras vio como Mystoria apago la estufa y se volteó a verlo.

Mystoria: hace un par de días un indigente llegó a decir que vio como un hombre subía inconsciente a un muchacho en una camioneta, no le hicieron caso porque, según algunos se veía que estaba alcohólizado, 3 horas después llegó su madre a pedirnos ayuda para buscarlo por la zona, y hoy por la mañana se levantó la denuncia por su desaparición - le respondió.

No supo que hacer cuándo vio como su hijo se levantó del sillón, tomó sus cosas y se fue a encerrar a su habitación, entendía si estaba molestó, el también lo estaba, ya que por más que intentaban averiguar algo y creían por fin poder atraparlo, aparecía algo más a estropearlo todo. Escuchó como la puerta principal se abrió, por lo cuál se asomó a ver, dándose cuenta de que era Écarlate.

Mystoria: ¿todo en orden? - preguntó al verlo triste.

Écarlate: Si... si no te preocupes. Me da mucha pena decirlo pero, creí que podría ayudarte un poco y me puse a vigilar afuera del colegio, creí ver algo sospechoso y fui tras él. Para mí sorpresa solo se trataba de un viejo heladero, que gracias a Dios no se enojo y me regalo un helado, y después me dijo que siguiera trabajando - respondió mientras Mystoria solo sonrió enternecido esa carita le decía que se sentía mal por haberle quitado su tiempo al pobre hombre.

Mystoria: muchas gracias por la ayuda amor - le agradeció mientras se acercaba a darle un abrazo, mismo que el pelirrojo correspondió con bastante fuerza, para después escucharlo preguntar.

Écarlate: ¿Dónde esta Milo? - preguntó mientras veía por todos lados.

Mystoria: como suponía, ese muchacho era amigo suyo. Y pues... entenderás que no se sintió bien y se encerró en su cuarto - respondió triste.

Écarlate: si, los vi conversar en algunas ocasiones fuera del colegio, iré a hablar con él - le dijo mientras se separó y fue a la habitación del menor, Mystoria por su parte solo suspiró realmente se sentía inservible ante esta situación.

Con Milo.

Él más pequeño por su parte terminaba de contarle a Camus lo sucedido por teléfono. Ya se lo veía venir. Y Coco estaba con el en la cama, disfrutando de las caricias que su amo le daba.

En la llamada.

Milo: te dije que algo malo le había sucedido.

Camus: por favor solo cálmate Milo, estas muy alterado, tranquilo los van a encontrar, tienes que confiar en tus papás.

Milo: no es que no confie en ellos, lo hago, yo más que nadie se que no hay mejores investigadores que ellos, pero me preocupa el hecho de no saber que les están haciendo, ¿o con que motivo se los están llevando?

Camus: si, también me gustaría saber que esta pasando, pero ahora en lo que debemos enfocarnos es en tener cuidado y estar más alerta que nunca, ¿te diste cuenta del cambio que tuvo?

Milo: ¿cambio?

Camus; Si, no pasó mucho tiempo de haberse llevado a Tokisada de segundo grado ¿no? - preguntó.

Milo: si tienes razón, no a pasado ni una semana de eso - respondió.

Su conversación se vio interrumpida al ver a su padre entrar a su habitación, Milo al verla solo le dijo a Camus.

Milo: te llamo luego, tengo visitas - fue lo único que le dijo para después colgar la llamada.

Écarlate: me dijeron que te enojaste - fue lo que comento mientras se sentaba en la cama.

Milo: perdón por hacer creer eso, no me moleste, solo me puse triste, pero sabía que si mamá me llegaba a ver así enfrente suyo se sentiría peor, se que se culpa por no poder atrapar a ese tipo, el tío Shijima me lo contó - respondió.

Écarlate: ay Shijima... - dijo negando - lamentó mucho lo que sucedió con ese niño, se que era tú amigo - le dijo mientras Milo lo vio molesto.

Milo: no digas era... es mi amigo - respondió.

Écarlate: perdón, perdón... - se disculpó mientras coloco una de sus manos sobre la cabeza del menor y revolvió su cabello de forma cariñosa.

Milo: Oye papá. ¿Crees que los encontrarán a todos? - preguntó.

Écarlate: estoy seguro, no dudes de eso, los vamos a encontrar y los vamos a traer de regreso a todos con bien - respondió seguro.

Milo: ¿no sabes nada de Shaka? - preguntó.

Écarlate: a... si, no a llegado porque su papá esta hospitalizado, dicen que es grave y no a querido separarse de él - respondió.

Milo: que mal... pobre Shaka.

Écarlate: Si... pero ¡ey! Alégrate, el esta bien. En lo que salud se refiere - dijo sonriendo mientras Milo también sonrió por eso, para después verlo. Écarlate agarro a Coco y lo vio para después ver a Milo - ya tiene mucho pelo ¿no crees? - preguntó.

Milo: así se ve lindo - respondió mientras le quitaba a su perrito a su padre.

Écarlate: ¿Que tal si vamos mañana a la veterinaria? Para que lo revisen, mañana es sábado ¿no? - preguntó a lo que Milo asintió - bien, entonces así lo vamos a hacer, ahora vamos, tenemos que cenar - pidió mientras Milo asintió, para después levantarse de la cama e irse con su papá, siendo seguidos por el cachorro claro está.

Mientras tanto.

Krest una vez más veía a su captor dar vueltas como si fuera un león enjaulado. Le daba gracia, claro que si, parecía que nunca sus planes salían como el quería.

Xx: Tampoco era - grito molesto mientras tiraba un frasquito, con un misterioso contenido rojo en su interior.

Krest: jaja, parece que una vez más te equivocaste - se burlo.

Xx: no... te equivocas, estoy cada vez más cerca de llegar a encontrarlo - aseguró.

Krest: muy bien, si tú lo dices - respondió mientras el otro lo vio.

Xx: realmente me arrepiento de haber asesinado a Zaphiri. Me hubiera sido de ayuda para esto - dijo mientras vio como el semblante en el rostro del otro cambio al de uno serio.

Río por esto para después irse de la habitación, mientras el otro suspiró pesadamente, si tan solo no estuviera tan débil podría romper esas estúpidas cadenas, y así evitar que ese desgraciado siguiera con su plan de destruir a su nieto.

Krest: ¿Cómo será él? ¿Él control de Dégel lo tratara bien? Hay como me gustaría poder ver como se encuentra nuestro hijo querido, ya an pasado dieciocho años desde la última vez que lo vi y estoy preocupado - fue lo que cansado susurró.

Esperaba que esto se acabara algún día no muy lejano.

Continuará...