Marcando territorio
Más tarde.
9:00 PM.
Con Mystoria y Écarlate.
En el departamento.
Mystoria terminaba de acostar a Milo en su cuna, después de haber comido el pequeño se durmió rápido, Écarlate lo veía desde la puerta de la habitación, mientras se terminaba de comer un helado que se había comprado.
Mystoria: ¿todo esta cerrado verdad? - preguntó en un susurró.
Écarlate: Si, por el momento se quedará con candado la ventana tal y como lo pediste - respondió mientras veía a su novio caminar lo más sigiloso posible, para después salir de la habitación, viendo todo por una última vez, apagaron la luz y cerraron la puerta.
Mystoria: estoy un poco preocupado por esto - susurró.
Écarlate: ey... todo estará bien, ya encendí el monitor para vigilarlo no te preocupes, están seguros aquí y no voy a dejar que nada les pase.
Mystoria: Si ya lo se, lo que digo es que desde que mi bebé nació jamás me lo había dejado dormir solo y solo estoy un poco nervioso por esto.
Écarlate: Comprendo, pero si no te sientes cómodo puedes seguir durmiendo con el o podemos pasar la cuna a mi habitación, por mi no hay problema.
Mystoria: No, no...
Écarlate: Oye Mystoria, ¿por qué ese deseo tan repentino de querer dormir conmigo? - preguntó confundido.
Mystoria: ah... bueno, lo que sucede es que... Cardinale me dijo que tenía que acostumbrarlo a dormir solo desde pequeño o cuando crezca más no querrá que me separe de él - respondió rápido.
Écarlate: ¿a enserió? - preguntó de brazos cruzados.
Mystoria: otra de las razones es que, quiero avanzar un poco con nuestra relación, desde que comenzamos a vivir juntos no hemos avanzado y quiero intentarlo.
Écarlate: te agradezco mucho el interés. Pero no es necesario ir tan rápido, se que te incomoda y tampoco voy a presionar te, las cosas se tienen que dar solas así que deja de preocuparte tanto por eso y ponerte bajo presión ¿si? - preguntó sonriendo.
Aunque la verdad jamás se espero que Mystoria aprovechará que había cerrado los ojos para abalanzarse sobre el y besarlo, cosa que inconscientemente lo hizo retroceder sin despegar sus labios de los contrarios, hasta que choco con la pared haciendo un poco de ruido, haciendo que ambos mayores se separaron al recordar que Milo se acababa de dormir. Así que decidieron que mejor seguiría con su fiesta en su habitación. Así que después de apagar la luz de la sala, ambos se encerraron en la habitación.
Mientras tanto.
Con Dégel.
Estaba observando a Camus, o eso parecía, su mente divagaba entre muchas cosas. ¿Su vida había cambiado de un día para otro? ¿O era solamente su imaginación? Todos estos problemas que estaban siguiéndolo, ¿cuándo fue que todo inició?
Dégel: aunque no me quejo, si todo esto no hubiera sucedido jamás hubiera conocido al tonto de tú padre. Y tú tampoco hubieras nacido - susurro mientras veía a su hijo.
Suspiró cansado recostando sé sobre la silla que ocupaba, se quedó con la mirada perdida por el techo. Recordando todo lo que había pasado antes de conocer a Kardia: dejar atrás a sus padres, escapar de su reino, buscar trabajo y tratar de hacer lo posible por esconderse de la gente que continúa hasta hoy en día buscándolo.
Dégel: bien parece que este señorito ya esta dormido - dijo mientras veía a Camus, para después ponerse de pie e irse de la habitación.
Recordando que aún seguía molesto con Kardia, así que se dirigió y encerró en su cuarto sin hacer el más mínimo ruido.
Kardia: Vamos Dégel, ¿aún sigues enfadado? Era un simple chiste. Ya me conoces - le dijo, pero para su mala suerte su esposo, ni atención le puso.
Y sin más remedio mejor se acomodó en el sofá, para intentar dormir. Mañana vería como contentar otra vez a su cubito.
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A la mañana siguiente.
Dégel decidió ir a entregar el carruaje, aunque eso era solamente excusa para que Camus pudiera ver a Milo. Y aprovechar para averiguar como hizo Écarlate para arreglar el problema en el que su bicho lo había metido.
Dégel: esperemos que tus suegros no estén tan molestos Cam - le dijo mientras lo terminaba de cambiar. Arreglo un poco sus cabellos y después lo coloco en el suelo.
Su pequeño rápidamente camino hasta la puerta de salida, Dégel sonriendo le siguió mientras llevaba el carruaje, Kardia se había ido a trabajar desde muy temprano, según recordaba hoy tenía que atender un divorcio.
Dégel: es lo que muy pronto le espera si no arregla su desastre cuanto antes - fue lo que molesto dijo para después acercarse a abrir la puerta y salir con el carruaje y su pequeño delante.
Le sorprendía que Camus fuera tan inteligente, ya sabía a donde se dirigían porque no más pudo salir, se dirigió a la puerta del departamento de Écarlate donde golpeó con fuerza para después ir a esconderse detrás de su mamá, que sonriendo lo vio.
Dégel: jaja, ¿y así te quieres ganar el corazoncito de Milo? - preguntó. Mientras Camus veía hacia la puerta.
Mystoria: ¡¿Quién es?! - grito desde adentro.
Dégel: soy yo Dégel. Vine a devolverte el carruaje de Milo - aviso para segundos después ver como el peliceleste abría la puerta - oh vaya... parece que alguien no durmió bien ayer - dijo sorprendido al ver que el más joven se veía cansado.
Mystoria: ¿Dormir? ¿Quién necesito eso ayer? - preguntó sonriendo, entonces Dégel lo entendió todo.
Dégel: Okey... parece que lo de ayer le dio un empujón a alguien y uno muy grande - dijo mientras el otro ruborizado solo se cubrió el rostro.
Mystoria: créeme que todavía no puedo creer que hayamos hecho algo así, pero no me arrepiento de nada. Fue increíble.
Dégel: Si supongo - respondió sonriendo mientras veía como Mystoria giraba un poco su cabeza viendo hacia donde Camus estaba.
Mystoria: ¡Milo, tienes visitas! - grito mientras abría la puerta - por favor pasen - les pidió mientras los hacía pasar.
Dégel y Camus así lo hicieron, pero no quien no tardo en salir de una de las habitaciones fue Écarlate, bañado y vestido listo para ir a trabajar.
Écarlate: oh... muy buenos días Dégel, buenos días Camus. ¿Vienes a ver a Milo? - preguntó mientras el menor con más confianza se separó de su mamá y comenzó a buscar - ya es todo un niño grande - dijo sonriendo - bueno me voy, tengo cosas que hacer, nos vemos en la noche - le dijo a Mystoria para después darle un beso en los labios - adiós amor, adiós Dégel - dijo para después irse de ahí.
Dégel había visto algo, super curioso, por lo cual decidió hablar.
Dégel: veo que ya te estas comportando como un verdadero esposo, hasta un lindo adornito le dejaste en el cuello - le dijo mientras el otro sonriendo respondió.
Mystoria: tengo que marcar territorio ¿no? - preguntó mientras el peli verde con una enorme sonrisa solo negó.
Continuará...
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