manzanas
8 de noviembre.
6:00 AM.
Siete días después de lo ocurrido.
Narra Mystoria.
Aunque no me había sabido nada de Izó durante toda esta semana, y había intentado comunicarme con el para disculparme, Shijima me dijo que lo mejor seria dejar de perder el tiempo ya que cuando Izó lo haya superado el mismo me buscaría, que a pesar de todo me quería.
Mystoria: ¿Cómo pude no haberme dado cuenta antes? - pregunté mientras estaba sentado en el sillón, estaba inflando los globos para la fiesta.
Suspiré triste, para después tomar otro globo y comenzar a inflarlo, hasta que escuche que abrieron la puerta, de ahí vi a Écarlate entrar junto con un muchacho de cabellos castaños, ambos arrastrando una caja grande.
Mystoria: no tardaste mucho, ¿que es lo que traes ahí? - pregunté mientras me ponía de pie - a propósito, ¿Quién es el? - pregunté mientras señalaba al muchacho.
Écarlate: ¿eh? - preguntó confundido para después girarse a ver al muchacho, el cual sonriendo me saludo - oh... perdón, el es otro de mis amigos, se llama Kaiser - me dijo mientras el otro asintió.
Kaiser: es un placer conocerte Mystoria, Écarlate no deja de hablar de ti - me dijo haciendo que yo un poco avergonzado lo viera.
Écarlate: dejando eso de lado, ¿cómo vas con la decoración? - preguntó mientras se recostaba un poco en la caja.
Mystoria: pues supongo que bien - respondí mientras veía los globos - ¿pero y esa caja? - les pregunte mientras el chico sonriendo dijo.
Kaiser: es una sorpresa que le henos traído a nuestro sobrino entre Gestalt y yo, Écarlate nos dio una idea y estamos ansiosos por dársela - aseguró mientras yo pase a ver a Écarlate que solo me vio nervioso, para después ambos comenzar a arrastrar de nuevo la caja, encerrando se en la habitación de Écarlate.
Por mi parte decidí mejor seguir con lo que estaba haciendo, Milo aún seguía dormido, por lo cual debía aprovechar este tiempo a solas para poder terminar con todo. La puerta sonó, por lo cual me levante para ir abrir, me asomé por la mirilla de la puerta para ver de quien se trataba. Y al darme cuenta de que era Dégel, así que abrí.
Mystoria: hola Dégel, buenos días - salude mientras el sonriendo respondió.
Dégel: buenos días Mystoria, ¿no estas muy ocupado o sí? - preguntó.
Mystoria: un poco, pero estoy seguro que podré terminar para decorar todo a tiempo - respondí sonriendo.
Dégel: que bien, entonces no venimos tarde ¿verdad Camus? - preguntó mientras pasaba a ver a su hijo, quien estaba parado, sujetando su mano.
Mystoria: realmente no tienes porque hacer esto, ustedes son invitados.
Dégel: para nada... será un gusto, vamos Cam - dijo mientras entraba con el pequeño, yo por mi parte cerré la puerta - bien... ¿en que te ayudamos? - preguntó.
Mystoria: puedes ayudarme a inflar los globos, estoy un poco atrasado con eso.
Dégel: de acuerdo, solo permite me sentar a Camus por aquí - dijo mientras sentaba a su hijo en el sofá.
Para después ambos comenzar a inflar los globos mientras conversábamos acerca de cualquier cosa que se nos ocurriera para pasar el rato, aunque aún se me hacia raro saber que estaba conversando con un príncipe, y se estaba llevando una gran sorpresa al ver que no era en lo más mínimo de lo que creía, me esperaba a una persona egocéntrica y egoísta, pero era todo lo contrario.
Aunque confundido pasábamos a ver de vez en cuando a la habitación de Écarlate, donde se escuchaban ruidos de cosas cayendo.
Dégel: ¿Que esta sucediendo ahí dentro? - preguntó.
Mystoria: Écarlate esta ahí dentro con un amigo suyo, están preparando una sorpresa para Milo o eso fue lo que me dijeron - respondí.
Dégel: Comprendo... - respondió mientras veía a Camus, jugando con Coco quien se había subido al sillón a saludarlo.
No pasó mucho tiempo más cuando Écarlate y Kaiser salieron de la habitación, ambos vestidos con un traje de manzana a cada uno.
Mystoria: ¿pero que es esto? - pregunté mientras me acercaba a Écarlate quien se encontraba poniéndose su sombrero el cual tenía una hoja, simulando un poco la ramita de arriba.
Kaiser: aún falta una más - me dijo.
Mystoria: ¿una más? - pregunté mientras la puerta volvió a sonar, Dégel se alejó para ir a abrir la puerta, para después ver a Gestalt entrar también, el disfrazado de una manzana verde.
Gestalt: ya estoy aquí - dijo mientras se acerco a los otros tres.
Kaiser: te dijimos traje rojo - dijo molesto.
Écarlate: ya lo arruinaste - dijo mientras el otro negó.
Gestalt: Perdón, pero fue al único que entré - respondió ofendido.
Yo por mi parte no podía creer lo que veía, habían hecho todo esto, ¿solo por Milo? Aún no me lo podía creer y por lo cual no pude evitar soltar unas lágrimas de felicidad.
Écarlate: eh... ¿que ocurre? ¿Te duele algo? - preguntó preocupado mientras se acerco a mi.
Kaiser: o esta molesto porque cierto idiota lo arruino todo - dijo mientras veía a Gestalt.
Gestalt: ¡¿Yo lo arruine todo?! Deberían agradecerme, no cualquiera quería hacer el ridículo de esta forma - dijo serio.
Kaiser: si no entrabas al traje de manzana, ¿por qué no trajiste el traje del árbol? - preguntó molesto.
Écarlate: Shsss... callense que mi hijo esta durmiendo aún - les pidió - amor ¿que sucede? ¿Acaso te molestaron los comentarios de este par? - preguntó.
Mystoria: no, no es eso, son lágrimas de alegría, pero dime ¿como consiguieron esto? - pregunté mientras me secaba las lágrimas.
Kaiser: deja que yo te responda. Estos trajes son de la guardería, tenemos una mini obra de teatro sobre la importancia de los vegetales y frutas que damos a los pequeños - respondió.
Mystoria: muchas gracias, realmente es un acto muy dulce de su parte, por cierto se ven adorables así - les dije mientras arreglaba el sombrero de Écarlate.
Dégel por su parte sacó su teléfono y les tomó una fotografía cuando todos estaban distraídos.
Gestalt: ¡ey! ¿Por que hiciste eso? - preguntó mientras veía a Dégel reír.
Dégel: jajaja a Kardia va a encantarle esto - dijo mientras veíamos como escribía, para después oír una estruendosa risa en el otro departamento por lo cuál Écarlate dijo.
Écarlate: Oye... ¿trajiste el otro traje de manzana roja? - le pregunto a Gestalt.
Gestalt: Si, ¿por? - preguntó mientras Écarlate se acerco a Dégel y le dijo.
Écarlate: ¿me prestas las llaves de tú departamento? - preguntó mientras Dégel sonriendo se las dio para después decirles.
Dégel: les deseo suerte - dijo para después ver a las tres manzanas irse del lugar.
Continuará...
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