Hola
Al día siguiente.
Centro comercial.
En lo que a Coco le daban un baño y una revisada por parte de un médico veterinario, Écarlate se había llevado a Milo a pasear por el centro comercial, para así poder hacerlo olvidarse aunque sea un momento del problema.
Milo: ¿a dónde vamos papá? - pregunto.
Écarlate: quiero llevarte a escoger el primer regalo para el bebé, ¿no quieres darle una sorpresa a mamá? - pregunto mientras veía al menor asentir.
Milo: ¿puedo escogerlo? - pregunto ilusionado.
Écarlate: claro, ¿o si no por que te traería aquí sabiendo que te aburres con facilidad? - pregunto mientras el menor asintió feliz mientras caminaban hacia la tienda.
Milo paso viendo todos los posibles regalos que le podía dar a su futuro ¿hermano, o sería hermana? Eso le dejo pensando.
Milo: ¿Oye? ¿Cómo voy a comprar algo si aún no se que es? - pregunto mientras Ecarlate lo pensó.
Écarlate: no es necesario comprar algún juguete, no los necesitará por el momento, ahora lo que importa es la ropa - índico mientras Milo lo pensó.
Milo: si tienes razón - respondió mientras veía las cosas.
Aunque se vio interrumpido al sentir una mano sobre su hombro, para después sentir como lo jalaron hacia atrás, para su sorpresa para cuando se vio quien era, se fijo en un muchacho de cabellos celeste, que misteriosamente se le hacia conocido de otra parte.
Afrodita: jamás pensé en verte aquí, es más, creí que no volvería a verte pero aqui estas hola - saludo el peliceleste.
Milo: em... ¿nos conocemos? - pregunto confundido.
Afrodita; bueno, entiendo que no me reconozcas, eras muy pequeño cuando nos vimos por última vez, pero no te culpo tampoco te reconocí, si no hubiera sido por tú papá no creo que hubiera sabido que eras tú - dijo sonriendo.
Milo: ¿entiendo?...
Afrodita: vamos Milo, soy tú amigo, ¡Afrodita de cuarto grado! - exclamó, entonces Milo por fin pudo recordar.
Milo: ah... es cierto, ¿cómo pude olvidarlo? Hola Afrodita, ¿cómo estás?
Afrodita: después de tantos años sigo viéndome hermoso ¿pero que tal tú que estas haciendo aquí? - pregunto.
Milo: comprando algo de ropa para mi futuro hermanito o hermanita - respondió.
Afrodita: ¿en serio vas a tener un hermano? - pregunto a lo que el menor asintió - bueno, tus papás ya se habían tardado ¿no crees? - pregunto mientras Milo sonrio.
Milo: Si ¿verdad?
Écarlate: oh... aquí estas, no vuelvas a asustarme así jovencito, te dije que no te separaras de mi ¿que te pasa? - pregunto molesto.
Afrodita: perdón por llevármelo señor, pero ya no es un niño para que deba andar tomado de la mano con usted para que no se pierda - respondió el peliceleste mientras Écarlate lo volteo a ver, para después decirle.
Écarlate: Hola, ¿cuantos años como estas? - pregunto sonriendo, ya llevaba tiempo sin ver a ese chico.
Afrodita: estoy bien señor Écarlate, no se enoje, Milo solo hablaba con su viejo amigo Afrodita - respondió.
Écarlate: ¿y se puede saber que estas haciendo aquí?
Afrodita: trabajando, ya salí del bachiller y necesito pagar mi carrera universitaria - respondió.
Écarlate: ¿Cómo? ¿Y tus padres no te ayudan? - pregunto.
Afrodita: claro que si, pero quiero ser independiente señor, de hecho esta tienda es de mí mamá - dijo sonriendo.
Albafica: ¡Afrodita ya te e dicho que no debes descuidar la caja si no quieres que te roben! - exclamó molesto mientras se acercaba.
Afrodita: Perdón mamá, bueno tengo que irme, revisen todo y lleven lo que más les guste, felicidades por tú hermanito Milo - felicito para después irse.
Milo: Wow... que guapo se a puesto Afrodita ¿no crees? - le pregunto a su papá.
Écarlate: ja... me gustaría ver la cara de Camus cuando llegues a la casa diciendo eso - se burlo, al tan solo imaginar la cara que pondría el otro cuando se enterara de que había alguien más al que Milo consideraba guapo.
Ya tenia sus sospechas sobre ese chico, no podían ocultarle nada. Además que desde lejos se le notan las intenciones que tiene con su acercamiento a Milo, además que Aspros ya le dijo que eso tenía que pasar de sí o si.
Pero decidió que aún no era tiempo para preocuparse por eso, si no que de lo que debía preocuparse ahora es de mantener a Milo alejado del peligro hasta que todo terminará.
Él día se pasó prácticamente volando para ellos dos, se la pasaron de un lado a otro en el centro comercial, Mystoria estaba trabajando así que no tenían porque darse prisa para llegar a casa.
7 : 00 PM.
Con Mystoria.
El peliceleste venía de camino a casa, siempre al pendiente de todo a su alrededor, para poder ayudar a quien sea por sí acaso, estaba cansado. Pero contento porque no tendría que cocinar, Écarlate ya se había encargado de hacer la cena, por lo cuál solo tenía que preocuparse que el y él bebé llegarán bien a casa.
Mystoria: a tú papá no le gusta la idea de que sigamos trabajando, de hecho ya llamo a Abel para tratar de persuadirlo para que me de debaja, ¿pero que nos quedaríamos haciendo nosotros en casa todo el día? - pregunto a su hijo. Estaba feliz, dentro de ocho meses a más tardar tendrían a un nuevo integrante en casa.
Su paso se vio obstruido al notar aún hombre, recargado en la pared de un edificio, que daba la entrada aún callejón.
Xx: es un gusto volver a verte Mystoria - fue lo que él hombre dijo.
Mystoria: ¿otra vez tú? - pregunto serio.
Xx: Si, ¿cuando fue la última vez que hablamos? - pregunto.
Mystoria: hace siete años, ¿que quieres ahora? - pregunto.
Xx: advertirte. No seguiste mi consejo y ahora lo pagaras - reveló.
Mystoria: ¿me estas amenazando? - pregunto.
Xx: claro que no te estoy amenazando, no soy tú enemigo, solo quiero ayudarte. O eso intente, pero ya es tarde. Ellos ya están aquí, saben quien es... y solo estan buscando el momento exacto para quitártelo de las manos, ahora más que nunca lo necesitan - aseguro.
Mystoria: ¿de que estas hablando? - pregunto.
Xx: de tú hijo. Ya es tarde, ya lo sabe todo.
Mystoria: ¿Saber que? Deja de hablar en clave es desesperante créeme - dijo hartó.
Xx: ¿No me crees? Ve a tú casa y te darás cuenta de lo que digo - aseguro.
Mystoria iba a hablar cuando un mensaje llegó a su teléfono, era de su esposo. Donde le ponía.
"Regresa a casa pronto, necesito tú ayuda, es serio. Se trata de Milo"
Eso era lo que le ponía en el mensaje, Mystoria rápidamente paso a ver a aquel sujeto. Pero para su sorpresa, ya no estaba, preocupado comenzó a dirigirse a su hogar.
Mystoria: no puede ser sobre eso ¿verdad? Nadie más que Écarlate y mis amigos lo sabían - fue lo que angustiado pensó mientras corría en dirección a su hogar.
Continuará...
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