Explorar
5 meses después.
Narra Mystoria.
Habían transcurrido cinco meses desde que comencé a vivir con Écarlate, y realmente se me hacia muy cómoda la estadía aquí con él, Milo también parecía crecer muy rápido, muy pronto cumpliría su primer año de vida y con ello también comenzaba a caminar, ahora me encontraba sentado a tres pasos alejado del sillón, mientras el permanecía parado, sujeto al sofá, parecía no estar seguro de querer soltarse, pero quería venir conmigo.
Mystoria: ven Milo... - le llame mientras extendí mis brazos hacia él, animandole a venir.
Milo: mamá... - llamó mientras movía su manita hacia mí, aún estaba asustado, pero si no hacia esto ahora nunca aprendería.
Mystoria: ven bebé - lo volví a invitar a acercarse.
Al darse cuenta de que no planeaba acercarme a él, comenzó poco a poco a caminar hasta mi, hasta llegar al límite del sofá. Lo pensó un poco y después se soltó y comenzó a caminar hasta mi, yo sonriendo lo esperaba con los brazos abiertos, hasta que poco a poco llegó hasta mí. Cuándo llego hasta mi lo abrace lo más fuerte que podía mientras lo felicitaba.
Mystoria: muy bien bebé, ya estas aprendiendo a caminar - le felicite.
Me sentía muy feliz ya que mi jefe había accedido a darme mi mes de vacaciones antes de tiempo gracias al cumpleaños de mi pequeño, graciosamente todos mis compañeros le suplicaron que me lo diera. La puerta comenzó a sonar así que me puse de pie con Milo en mis brazos y nos acercamos a abrir.
Mystoria: ¿Quién es? - pregunté mientras me acercaba. No me respondieron así que confundido me asomé por la pequeña mirilla de la puerta, para mi sorpresa quien se encontraba ahí era Izó, estaba confundido.
Por lo cual decidí abrir la puerta, Izó rápidamente se volteó con un semblante molesto, para después verme con sorpresa y preguntar.
Izó: Mystoria, ¿que estas haciendo aquí? - preguntó sorprendido.
Mystoria: Hola Izó, y por tú pregunta estoy aquí porque esta es mi casa ahora - revele mientras el me vio sorprendido.
Izó: ¿te moviste? - preguntó.
Mystoria: si, me sentía un poco incómodo después de lo que sucedió ahí hace meses - le respondí.
Izó: Comprendo pero bueno ¿sabes dónde está viviendo Écarlate ahora? - preguntó.
Mystoria: ¿puedo saber a que se debe la pregunta?
Izó: necesito hacerle unas preguntas con respecto a un niño desaparecido, frecuentaba mucho la guardería donde por cierto descubrir que el trabaja, ya vez porque te digo que no era bueno que dejaras a Milo a solas con él.
Mystoria: sobre eso Izó, hay algo que debía decirte pero no estaba seguro de si hacerlo o no - dije un tanto nervioso, el por su parte me vio confundido, aunque por casualidades de la vida justamente Écarlate salía del elevador.
La tensión era grande al ver el choque de miradas que hubo en ese momento, se vieron detenidamente por algunos momentos para después ver como Écarlate comenzó a acercarse de nuevo, con una gran sonrisa para después cuando ambos estuvieron al frente dijo.
Écarlate: muy buenas tardes oficial, ¿en que puedo ayudarle? - preguntó mientras se acercó a mí para quitarme a Milo de los brazos, después de eso le dio un beso en la mejilla para después acercarse a mi y hacer lo mismo.
Izó: ¡ey! ¡Oye que te pasa atrevido! - gritó molesto e intento empujarlo, por mi parte rápidamente al ver esto me metí en medio de los dos.
Mystoria: ey, tranquilo por favor vas a golpear a Milo - le pedí a mi amigo.
Izó: ¿por qué dejas que haga eso contigo?
Écarlate: creí que ya se lo habías dicho - me dijo a mi.
Mystoria: la verdad nadie más que Dégel, Kardia y Gestalt lo saben, no se lo e dicho a nadie más porqué me apena - le respondí nervioso.
Écarlate: Comprendo - respondió mientras pasaba a ver a Milo.
Izó: ¿decirme que Mystoria?, explícame que no estoy entendiendo nada.
Mystoria: bueno, Écarlate vive con Milo y conmigo porque es mi pareja Izó, no te lo había dicho por temor a que cometieras alguna estupidez - le dije nervioso.
Izó me vio con unos ojos que a pesar el trataba de disimular, detonaban una enorme tristeza en ellos. No podía contenerse más, lo sabía, y temía que fuera hacer alguna tontería pero para mi sorpresa molesto solo se dio la vuelta y se fue, sin más, sin volver a darnos la cara.
Écarlate: se enojo y mucho, ¿jamás pensaste en darle una oportunida? - preguntó a lo que yo me di la vuelta.
Mystoria: claro que no, es solo un amigo - le dije rápidamente.
Écarlate: Mystoria dime algo, ¿realmente no te haz dado cuenta o te gusta hacerte de la vista gorda para que el no se sienta avergonzado? - preguntó.
Mystoria: ¿de que hablas?
Écarlate: desde lejos se mira lo mucho que le gustas, y no lo culpo. Eres hermoso, pero si ya lo sabes lo mejor hubiera sido que le dijeras que no para que dejará de hacerse ilusiones.
Mystoria: ¿realmente crees que la intereso? - pregunte preocupado.
Écarlate: eso ya no importa, vamos adentro por favor, necesitas sentarte te veo algo pálido - me dijo mientras me llevaba adentró.
Pero, debía admitir que, jamás pensé que realmente le gustaba a Izó, creí que tanto Cardinale y Shijima solo me molestaban con ese tema y ese cariño que nos teníamos era meramente fraternal. ¿Estaba equivocado acaso?
Mientras tanto.
Con Izó.
Sinceramente no sabia como sentirse en ese momento, estaba enojado y también triste, decepcionado y se sentía un idiota por no haberle dicho nada a cerca de sus sentimientos a Mystoria, no lo culpaba eso era obvio, sobre todo lo quería mucho, pero creyo que era obvio lo que sentía y más por cada una de sus atenciones que le brindó.
Llego a la patrulla, donde su jefe, quien era el hermano de Caín, Abel lo esperaba, entró al auto y el otro preguntó.
Abel: ¿conseguiste lo que querías? - le preguntó.
Izó: solo conseguí verme como un completo idiota - reveló.
Abel: ¿Que sucedió? - preguntó confundido.
Izó: nada, mejor vámonos, no estaba en casa - le dijo mientras el otro confundido solo arrancó el auto y se fueron del lugar.
Abel: Era triste pensar que su amor no era correspondido, tomando en cuenta que arriesgo mucho por el, pero bueno, el amor no se mendiga, el amor se gana ¿verdad? - fue lo que pensó mientras lo veía de forma disimulada.
Continuará...
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