Encuentra una forma de escapar
Dos horas después.
6:00 PM.
Dia Jueves.
Aún cansado, abrió los ojos y se reincorporó, estaba de más decir que sentía el brazo pesado y adormecido por alguna extraña razón.
Krest: que bueno que despertaste. Creí que no lo harías más - le dijo mientras un cansado Milo se giro a verlo - estas muy pálido. ¿Que te paso?
Milo: no lo sé, solo se que me duele mucho el brazo y siento pesado mi cuerpo - respondió.
Krest solo lo vio de pies a cabeza y después tomó el brazo que Milo tenía vendado, la venda estaba ensangrentada, por lo cuál ya suponía lo que estaban haciendo. Suspiró al darse cuenta de algo más.
Krest: Zaphiri, Zaphiri, Zaphiri. ¿Que rayos hiciste? - preguntó aburrido.
Milo: ¿Quién es Zaphiri? - preguntó.
Krest: era mí esposo, un hombre bastante orgulloso si me permites decir. También era un completo payaso, jamás tomaba las cosas enserió - respondió mientras el menor solo sonrió.
Milo: ¿y puedo saber que le sucedió? - preguntó.
Krest: él era igual que tú, él también era lo que en mí lugar de origen se conoce como control. Pero cuándo nuestro hogar fue atacado, nos encargamos exclusivamente de sacar a nuestros único hijo de ahí, antes de que nos capturaran. El tomo una posición firme y se negó a decir el paradero de nuestro primogénito. Aún no se que fue lo que exactamente sucedió pero, poco a poco comenzó a de caer así. Como lo estás haciendo tú, cada día venían, se lo llevaban, regresaba pálido y sin fuerzas, aunque le preguntará nunca me dijo que era lo que le hacían allá, pero antes de morir, me dijo que no iba a dejar que me hicieran algo a mi antes de poder encontrar a nuestro hijo, pero jamás imagine que soltaría eso en especial para evitar que me mataran a mi - respondió.
Milo: ¿De que habla? ¿Que es eso? - preguntó.
Krest: tú eres el último control existente ahora, por lo cuál tú sangre, resulta siendo muy poderosa, capaz de curar cualquier enfermedad por muy poderosa que sea, es gracias a esto que puedes acercarte a nosotros y permitir que otros se acerquen sin salir lastimados, aunque fue una tontería que Dégel te expusiera a tan temprana edad, si hubiera esperado a que ambos fueran mayores esto no estaría pasando, estoy seguro que mi nieto no lo hubiera permitido - le dijo mientras vio a Milo verlo asombrado.
Milo: ¿el señor Dégel es su hijo? ¿Entonces Camus es?...
Krest: ¿por qué te sorprendes? ¿No te lo había dicho ya? - preguntó serio.
Milo por su parte sorprendido ya no dijo más, ¿Quién lo diría? Encontró al abuelo perdido de Camus en un lugar así, aunque no eran las mejores circunstancias estaba feliz por eso, Camus se alegraría mucho cuando se enterará. Si es que lograban salir vivos de ahí, un silencio inundó el lugar y el teléfono una vez más comenzó a sonar. Ambos rápidamente lo vieron y Milo haciendo un esfuerzo se volvió a poner de pie, camino despacio hasta el aparato y tomó el auricular.
Milo: ¿Hola?...
Xx: ¿aún puedes mantenerte en pie? - fue lo que escuchó desde el otro lado de la línea.
Mientras tanto.
Camus comenzaba a despertar, para su buena suerte, se dio cuenta que estaba solo en la habitación por lo cuál se sentó sobre su cama, rápidamente pasó su mano a su frente para comprobar si seguía con temperatura, para su buena suerte se dio cuenta de que ya no, por lo cual rápidamente se puso de pie y se cambió, procurando abrigarse bien y tomó tanto su teléfono, una linterna y una pequeña navaja suiza que tenía, era un regalo de parte de su padre, rápidamente se dirigió a la ventana de su habitación y la abrió, seguidamente bajo la escalera de emergencia lo más sigiloso que pudo, para después subirse y comenzar a bajar a descender hasta llegar a la calle, sabía que su madre no lo dejaría salir a buscar a Milo, pero no podía dejarlo solo, así que después de acomodar su cabello y ponerse la capucha vio el callejón donde se encontraba, segundos después de eso vio a una mujer de cabellos violetas claros desde la otra salida del callejon, la joven al verse descubierta por el chico sonrió y scomenzó a caminar por la otra calle.
A Camus por alguna extraña razón aquella dama se le hacía conocida, además que sentía que de alguna manera quería ayudarlo por lo cual rápidamente comenzó a seguirla.
Camus: Oye espera - pidió mientras corría detrás de ella.
Volviendo con Milo.
Milo: Si, aun puedo mantenerme de pie, ¿pero quien eres? ¿eres Frodi? - preguntó al escuchar que aquella voz no era igual a la de la primera llamada.
Xx: ¿Frodi? ¿Quién es Frodi? - preguntó mientras Milo vio la pared confundido.
Milo: ¿entonces quien eres?
Xx: no lo se, no recuerdo. Lo único que recuerdo es que... jugamos fútbol una vez, te subestime y me ganaste - respondió mientras Milo recordó.
Milo: eres Albiore, Albiore cefeo de segundo año. Hermano mayor de Daidalos Cefeo.
Albiore: puede ser...
Milo: ¿en que puedo ayudarte Albiore? - preguntó.
Albiore: No me llames así, no lo recuerdo. No se quien soy - le dijo mientras Milo veía como la luz del lugar comenzaba a encenderse y apagarse de forma agresiva.
Milo: ¿entonces como quieres que te llame? - pregunto el.
Albiore: ya te dije, jugamos Fútbol - respondió.
Milo: okey, entonces, futbolista - dijo mientras veía como la luz volvía a la normalidad.
Albiore: debajo de la pared que está cerca al pequeño agujero que deja entrar un poco de luz, hay una separación entre la pared y el suelo, deje un cable ahí tómalo - pidió.
Milo: ¿y que se supone que voy a hacer yo con eso? - preguntó, sin embargó al igual que como la vez anterior, el emisor colgó Milo dirigió su vista ahí. Confundido, ¿que podría hacer con eso?
Mientras tanto.
Con Mystoria.
Una vez más, estaba en un sueño extraño, solo que estaba vez, estaba en el parque. Donde vio aún grupo de jóvenes jugando fútbol, hasta que la pelota se desvío cruzando la calle y desapareciendo en el fondo de un callejón.
Un chico rubio se ofreció a ir por ella mientras los demás aprovechaban esto, para descansar un poco, Mystoria siguió al joven que fue por el balón, al llegar hasta ahí lo vio conversando con un hombre de cabellos azules, el hombre tenia una máscara y estaba diciéndole al chico que muy pronto harían un espectáculo para un niño y no tendría que descubrir su identidad y cuando el chico bajo la guardia, lo atacó otro hombre por detrás y al igual que el primero después de dejarlo inconsciente, lo subieron a la camioneta, a la cual si le pudo reconocer el nombre del negocio.
"Florería templo de Piscis"
Fin del sueño.
Despertó asustado, haciendo que Coco lo viera preocupado, Mystoria por su parte se levantó, sabía dónde estaba ese negocio y curiosamente también reconocía al dueño.
Mystoria: No puede ser que Cardinale este metido en todo esto ¿o sí? - preguntó preocupado, para después salir rápidamente de la cama, mientras que Coco solo lo veía confundido.
Mientras tanto.
Con Dégel.
El peliverde por su parte entraba a la habitación de su hijo, para su sorpresa vio la cama vacía, la ventana afuera y las escaleras de emergencia colocada. Asustado corrió en búsqueda de su teléfono, su esposo seguía allá afuera así que le avisaría para que le ayudara a encontrarlo y traerlo de inmediato a la casa.
Dégel: Camus, ¿por qué nunca me haces caso corazón? Es muy peligroso que estés afuera tú solo - susurro preocupado mientras marcaba el teléfono, mientras los más pequeños de la casa veían caricaturas en la tele.
Continuará...
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