El chico de cabellos rojos
En alguna parte de Grecia.
Un joven de cabellos celestes se encontraba llevando un par de cajas, las cuales bajo en cuanto estuvo frente a la puerta del nuevo departamento que había alquilado.
Mystoria: uf... que pesada esta - susurro cansado. Se estaba mudando de la casa de un amigo que muy amablemente lo acogió en lo que el pasaba sus días débiles y después conseguía un trabajo estable.
Xx: hm... parece bueno - aseguró el rubio mientras se acercaba, con un pequeño bulto envuelto entre sábanas azules.
Mystoria: si... oye Cardinale, ¿no a llorado? - preguntó.
Cardinale: claro que no, es un verdadero angelito - expresó mientras lo veía.
Mystoria: te agradezco mucho que me hayas ayudado por tanto tiempo Cardinale, no tengo como pagarte por tanto - agradeció.
Cardinale: no pasa nada, Shijima lo dijo ¿no? Somos amigos y te apoyaremos con todo lo que podamos.
Mystoria: ojalá que todo el mundo pensara como ustedes - afirmó cansando.
Cardinale: si lo mismo digo, pero vamos, entra, entra - ánimo el.
El peliceleste suspiró, para después darse la vuelta y dirigirse a la puerta, donde coloco la llave, estaba super nervioso, esta sería la primera vez que entraría a su nueva casa, a un nuevo comienzo, lejos de todo aquello que alguna vez lo daño, al recordar aquello fue lo que le animo a dar comienzo así que lleno de todo el valor que tenía, giro la llave y entró.
El lugar era lo suficientemente grande para el, estaba compuesto por una míni sala, la cocina, un baño y dos habitaciones, realmente estaba feliz por eso.
Cardinale: la verdad esta bastante bien como para haberlo conseguido a tan bajo precio - dijo sorprendido.
Mystoria: así es... esto es genial, estoy seguro que aquí podremos vivir bien con mi pequeño - dijo mientras volteaba a ver al rubio que amecia suavemente al pequeño que estaba chupando su manita.
Cardinale: hay... Mystoria voy a extrañar a Milo horriblemente, ¿puedo quedármelo? Te juro que no le faltara nada.
Mystoria: no, no claro que no, mi hijo se queda conmigo - dijo mientras se lo iba a quitar.
Cardinale: ay que malo eres, no te preocupes Milo, cuando puedas puedes regresar a mi casa y vivir conmigo y con Death toll - dijo mientras el bebé solo río ante lo dicho.
Mystoria: no te preocupes, aun lo seguirás viendo.
Cardinale: Oye... ¿y puedo saber que harás con el cuando vayas a trabajar? - preguntó mientras veía al peliceleste dejar un suave beso sobre la frente de su pequeño.
Mystoria: tranquilo sobrevivirá ya contrate una niñera... - dijo mientras el otro ofendido solo grito un.
Cardinale: ¡¿Que?! ¡dejaras a mi pobre bebito en manos de una desconocida! Olvídalo, anda despidela ahora, yo cuídare de el - dijo mientras se lo volvía a quitar.
Mystoria: eh... Cardinale no quisiera molestarte más, ya cuidaste mucho de nosotros cuando todo sucedió - dijo un poco apenado - agradezco mucho tu hospitalidad pero... Milo es mi responsabilidad y quisiera poder salir adelante solo - dijo mientras el rubio cansado suspiró.
Cardinale: Mystoria, realmente estoy ya harto de escucharte decir estupideces solo porque tus padres no entienden como fueron las cosas realmente, ni tú ni Milo tienen la culpa de lo que pasó, y no es justo que cargues tú solo con la responsabilidad de algo que no fue culpa tuya ¿Entiendes? Vive, enamorate, cásate, dale hermanitos a Milo, dale un padre, consigue una pareja - exigió.
Mystoria: no puedo, sabes muy bien que... - no termino de hablar porque el teléfono de Cardinale sonó.
Cardinale: espera - pidió mientras respondía el teléfono - Hola Death... si ya estamos en la nueva casa de Mys no te preocupes - decía mientras el peliceleste solo se acerco para quitarle a su retoño, para que pudiera agarrar bien su celular - si no te preocupes estoy buscando que no haya ninguna lagartija que pueda hacerle algo a Mys...
Mystoria: Oye... - le dijo molesto.
Suspiró mientras arrullaba a su pequeño, para después recordar que tenía cajas afuera por lo cual fue a verlas, justamente al llegar a la puerta vio como alguien cayó al suelo por tropezar con algunas de ellas, mientras el botaba las suyas que llevaba en las manos, lo único que pudo reconocer el peliceleste fue un hermoso cabello color rojo ir estrepitosamente a chocar al suelo.
Xx: ¡Auch! - exclamó unos segundos después.
Continuará...
¿Un ship muy poco explorado?, bueno vamos con esto entonces...
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