Siguiendo con Mystoria.

9: 40 PM.

Al llegar al departamento lo primero que hizo fue entrar e ir directamente a la habitación de Milo. Para asegurarse de que estuviera bien, para su alivió el pequeño estaba durmiendo en su cama, abrazando el peluche que Izó le había regalado hace años.

Mystoria: hay gracias a Dios - susurro mientras se sentaba en la orilla de la cama, mientras lo veía dormir.

Écarlate: esta bien Mystoria, ¿pero que te ocurre? - preguntó.

Mystoria: Écarlate, ¿crees que sea prudente que sigamos dejando a Camus acercarse a Milo? - preguntó.

Écarlate: claro que si, Camus jamás le a hecho daño a Milo ¿por qué preguntas? - preguntó confundido.

Mystoria: lo que pasa es que... ahora que venia de regreso, me encontré con un tipo, bastante extraño si me permites decir, no pensaba prestarle importancia, pero me dijo que conocía a Milo, y también me dijo que Camus terminaría siendo la destrucción de Milo. Y pues no se que pensar - le respondió en voz muy baja con un tono de bastante angustia. Écarlate quien seguía recostado en el marco de la puerta suspiró para después acercarse a Mystoria, rodeó la cama de Milo y se sentó del otro lado. Sujetando inmediatamente la mano que el peliceleste tenía sobre Milo, haciendo que Mystoria lo viera, para después con la sonrisa más sincera que tenía responder.

Écarlate: Oye, no tienes nada de que preocuparte, se que después todo lo que a ocurrido con Dégel y su familia, te haz preocupado mucho por él - le dijo mientras ambos pasaban a ver a Milo, para después volver a verse mutuamente - pero si fuera peligroso que ambos estuvieran juntos, ¿no crees que el mismo Dégel hubiera alejado a Camus de él? O el mismo Aspros hubiera permitido este juego, yo lo conozco y tú también y sabes que a pesar de ignorar que Milo es hijo suyo, jamás hubiera puesto en peligro su vida si la situación fuera esa, sabe que es un niño y jamás lo expondría así.

Mystoria: Si tienes razón.

Écarlate: recuerda lo que Dégel dijo aquella vez, Milo es muy importante tanto para Camus, para aquellas personas que los están buscando, y harán lo posible por alejarlos al uno del otro si la situación lo amerita así - le dijo mientras Mystoria lo pensó - no hay nada de que preocuparse, es más... te prometo que si me entero que esto es dañino para Milo nos iremos de aquí, lo prometo ¿confías en mi? - le pregunto mientras el peliceleste después de un largo suspiró sonrío, para después asentir.

Y así después de darle un beso de buenas noches a Milo, ambos salieron de la habitación para dejarlo descansar.

Al llegar de nuevo a la sala se toparon con Gestalt, quien sonriendo se despidió de ellos y regreso a su departamento, mientras los otros dos hablaban acerca del como le había ido a Milo en su primer día de clases. Eso si, omitiendo por completo lo del accidente claro.

A la mañana siguiente.

7:30 AM.

Milo ya estaba bañado, vestido y peinado para esa hora y ahora se encontraba desayunando, Écarlate también, ya que como Mystoria tomaría el turno de la noche esta vez, así que tendría el día libre.

Mystoria: ¿y bien Milo hiciste nuevos amigos ayer? - preguntó mientras el menor lo vio un poco triste.

Milo: Camus y Mü dijeron que me hago amigo de puros pandilleros - respondió mientras Mystoria molesto paso a ver a Écarlate.

Écarlate: a mi no me veas, que no me dijo nada de eso ayer - se escudo rápidamente al imaginar con lo que le iba a salir.

Mystoria: con que eso te dijeron ¿no? - preguntó con un tono que hizo entender a Écarlate que Shion y Dégel tendrían mucho que explicar hoy por la mañana.

Milo: pero en mi defensa a penas y le hable una vez a ese niño, pero ellos si se le pegaron a una Zanahoria andante que llego ayer - dijo en un tono que Écarlate reconoció también, ya que era el mismo tono disimulado con el que Mystoria le reprochaba cuando estaba celoso. Por lo cual no pudo contener su risa.

Écarlate: sin duda alguna ese niño es igualito a ti. Retóxico - fue lo que susurro entre risas.

Mystoria: ¿Écarlate? - llamo.

Écarlate: jaja, ¿si que sucede? - preguntó dejando de reír.

Mystoria: ¿acaso dijo algo gracioso? - preguntó serio mientras Écarlate asustado lo vio, para después levantarse de la mesa y responder.

Écarlate: No, no, claro que no, solo recordé un chiste que Gestalt me contó jeje, eh... muchas gracias ya termine y ahora me voy a trabajar - respondió rápidamente mientras se iba. Mystoria por su parte solo lo vio irse, para después dirigirse a Milo.

Mystoria: ve por tú mochila por favor, tenemos que irnos o si no llegaras tarde - le pidió mientras veía a Milo terminar su desayuno.

El pequeño asintió mientras tragaba su último bocado, para después bajarse de la mesa e ir corriendo hasta su habitación por su cosas, Mystoria por su parte recogió los platos y los llevo al lavadero. Se lavo las manos al mismo tiempo que veía como Milo pasaba corriendo al baño.

Sonrió al verlo, pero ya se estaba haciendo tarde así que tenían que apurarse. Aunque recordó el regalo que le había traído, así que se apresuró a ir por el a su habitación, le escribió una pequeña nota la cual pego a la bolsa de papel y después la coloco en la lochera de su hijo, para segundos después ver como salía rápidamente del sanitario.

Mystoria: ¿ya estas listo amor? - preguntó.

Milo: ¡Si! - afirmó mientras alzaba su manita derecha, para después tomarle la mano a su papá e irse de una vez a la escuela.

Mientras tanto.

Afuera.

Tanto Gestalt como Izó estaban afuera del edificio, después de lo que Mystoria le dijo, Écarlate decidió pedirle a Aspros poder mantenerlos vigilados para así prevenir cualquier problema a futuro, Aspros no se negó a eso, es más... a él le había encomendado esa labor, por lo cuál estaba feliz.

Gestalt: debió haberte dado un gran susto escuchar que los estaban siguiéndo - le dijo mientras leía unas cartas que le habían enviado.

Écarlate: ni lo digas, la pregunta es ¿desde cuando nos a estado siguiendo ese tipo? - preguntó.

Gestalt: tranquilo lo vamos a encontrar - le animo - oh... mira, ya se van - le indicó mientras señalaba al otro lado de la calle, donde Mystoria y Milo salían del edificio con dirección a la escuela.

Continuará...