Con Écarlate.

Al escuchar todo aquello Écarlate reocupado al escuchar todo eso paso a ver a Milo, si esto era cierto, Milo estaba metido en un gran aprieto y eso explicaba la presencia de esos sujetos aquí, pero ahora la pregunta era ¿como se lo decían Mystoria? Sabía que con lo mucho que este cuidaba de su hijo lo más probable era que se fuera de ahí con la intención de alejarlo lo más posible del peligro.

Kardia: por cierto Écarlate, ¿quienes son esos tipos? - preguntó haciendo referencia a los sujetos que estaban encerrados en la habitación congelada.

Écarlate: no tengo la menor idea, entraron sin que yo pudiera darme cuenta y por lo que escuche estaban planeando llevarse a Milo - respondió preocupado mientras baja a ver al menor, al cual estaba arrullando para evitar que siguiera llorando.

Kardia: Perdón por todo... al parecer ya se dieron cuenta - susurro preocupado.

Écarlate: no te preocupes, por suerte Camus llego a tiempo para hacer algo - dijo mientras veía al pequeño ver a Milo, quien se veía triste, recostando su cabecita en el pecho de Écarlate.

Kardia: ¿revisaste que no tuviera nada? - preguntó al verlo decaído.

Écarlate: la verdad no, primero tenia que asegurarme de que esos malditos no escaparán - dijo para después ponerse de pie - tampoco vi si Coco estaba bien - dijo mientras le pasaba a Camus a Kardia, para después dirigirse con Milo a la habitación.

Kardia: ¿Quién es Coco? - preguntó confundido.

Écarlate: es el perrito de Milo - respondió desde adentro de la habitación, para después ir con el cachorrito, quien estaba sentado en el lugar en el que había caído - parece que estas bien, fuiste muy valiente amigo - le dijo mientras acariciaba su pequeño cabeza.

Coco: ¡Guau, Guau! - ladro mientras se alejaba, al notar esto Écarlate se dio la vuelta, para ver que uno de los hombres había despertado.

Écarlate: a... ¿así que sigues con vida? - preguntó sonriendo mientras se ponía de pie, Milo por su parte al darse cuenta comenzó a empujarse hacia atrás - bueno esto lo confirma - dijo Écarlate - te tiene miedo así que algo le hicieron, ¿quiero saber que y por qué motivo? - preguntó serio.

Xx: ¿hasta crees que te lo diré? - preguntó el hombre - siento mi cuerpo dormido, ¿que nos hiciste?

Écarlate: nada por ahora, el veneno poco a poco los matará si no reciben la cura, la cuál yo tengo y puedo darles si respondes a mis preguntas - ofreció.

Xx: ag... ¿que quieres saber? - preguntó.

Écarlate: que le hiciste a mi hijo, eso quiero saber. Si lo dices te dejaré libre a ti y a tú amigo, además que les daré la medicina - reveló mientras el otro molesto suspiró.

Xx: nuestro jefe nos envió por una muestra de sangre. Así que le extrajimos un poco - respondió.

Écarlate: ¿y quién es tú jefe?

Xx: lo siento señor no puedo responder esa pregunta, si lo hago vamos a explotar aquí - reveló.

Écarlate: ¿Qué?

Xx: tenemos bombas, que se activan con decir algunas frases específicas - reveló.

Écarlate: Comprendo...

Xx: le juro que no lo volveremos a molestar, incluso diremos que no era el pero por favor no nos deje morir así - suplicó.

Écarlate dudo un poco de esto, pero tampoco los podía dejar morir ¿o si? Decidió que ayudaría, pero le pediría a Gestalt enviar a alguien por ellos rápido. No quería que Mystoria se enterara de esto. Estaba seguro que cuando su jefe se enterará buscaría la forma de mantener a Milo lo más cerca posible de Camus, para poder esconderlos, pero si Mystoria se enteraba era seguro que se lo llevaba lejos y lo más probable es que al negarse posiblemente el gobierno se lo quitaría y eso destrozaría mucho más a su querido.

Xx: no te recomiendo ocultarse lo - aconsejo.

Écarlate: ¿de que hablas? - preguntó.

Xx: no quieras tomarme por tonto, al igual que tú, fui alterado de niño y tengo la capacidad de leer la mente, así que se lo que piensas, y realmente no te recomiendo hacerlo,  te ira muy veces peor a ti cuando el se enteré de la verdad y que tú se la hayas ocultado. Se molestará y se irá del país - aconsejo.

Écarlate: de todos modos lo hará, se enterara tarde o temprano de lo que ocurre - indico.

Xx: pero con una orden del gobierno y una amenaza de quitárselo bastará - dijo mientras el otro lo vio molestó.

En eso escuchó que alguien más se acercaba. Para cuando se volteó se dio cuenta de que era Dégel, quien preocupado vio todo el desmadre que había en esa habitación.

Dégel: No... - dijo desesperado mientras se agarraba el cabello, para después ver a Écarlate, quien tenía a Milo - juro que puedo explicarlo.

Écarlate: no te preocupes, Kardia ya lo hizo - respondió mientras se ponía de pie, aunque me cueste admitirlo, este tipo tiene razón, Mystoria debe enterarse cuanto antes de esto, para que se preparé para todo - dijo.

Dégel: por favor no lo hagas, lo primero que hará Mystoria es irse de aquí cuando se entere.

Xx: eso es una posibilidad, pero también explíquelen que si se aleja de él, lo mataran fácilmente, la luz va a hacer que su hijo lo siga joven príncipe, así que no les conviene separarlos.

Dégel: ¿y ese quién es? - preguntó molesto.

Écarlate: nadie importante, iré a llamar a Mystoria para que venga cuanto antes, Gestalt ya debe también estar en camino así que, muy seguramente se encontrarán en el camino - dijo para después ver a Milo - lamento mucho a ver permitido que este infeliz que golpeará, pero ahora vamos hacer que el tío Gestalt nos ayude a no permitir nunca jamás ¿si? - preguntó mientras lo escuchaba reír - te agrada mucho el tío Gestalt ¿no? - preguntó mientras el bebé sonrió - bien, entonces digamos le que se apresure a llegar junto con mami - animaba él.

Dégel por su parte estresado paso sus manos por su rostro, para después extender la derecha con la mano abierta y cerrarla de un solo movimiento, provocando que la habitación se descongelara en un instante, para después recostarse en la pared.

Dégel: solo salgo un minuto y estos dos ya an hecho un gran desastre - susurro mientras veía a Kardia y Camus en el sillón de la sala.

Continuará...