Al día siguiente.

Narra Milo.

Un poco preocupado, pasa a ver de vez en cuando el asiento de Shaka y también la de Radamanthys, ambos habían faltado.

Camus: cálmate ¿si? Ambos están bien - me susurro mientras yo sorprendido al ver que me había descubierto me gire a verlo.

Milo: lo siento, es que por todo lo que esta sucediendo me preocupan - fue lo que tristemente le respondí.

Mü: no... pues ni en su casa me responden - dijo colgando la llamada - ¿podría ser que salieron de emergencia? - preguntó.

Milo: ¿todos? Ni siquiera alguno de sus hermanos mayores se quedaron en casa - dijo mientras Mü lo pensó.

Mü: buen punto. Bueno, seguiré intentando - indico mientras seguía llamando.

Camus: Milo por favor cálmate, si sigues así en cualquier momento te me vas a desmayar - pidió mientras me pasaba su botella con agua pura.

Milo: no te prometo que pueda, pero lo intentaré - fue lo que respondí para después abrir la botella y tomar agua.

No pasó mucho más tiempo cuando nuestro profesor entró al salón, dando los buenos días y después pidiendo que sacaramos el cuaderno de la materia que nos correspondía para así poder empezar, en este caso, era matemáticas.

Mientras tanto.

Con Mystoria.

Tristemente el peliceleste recibía la noticia de otro jovencito desaparecido, por su parte Shijima, estaba molesto. De nuevo el desgraciado había cambiado su modo de secuestró, el último pequeño no tenia más de tres días de haber desaparecido y ahora este otro chico.

Shijima: ¡que persona de porquería! - grito golpeando la mesa - lo aborrezco - dijo mientras Mystoria no le prestaba atención.

Mystoria: ¿somos tan incompetentes Shijima? - preguntó mientras el pelirrojo lo vio rápidamente.

Shijima: ¿Que? - preguntó confundido.

Mystoria: digo, este sujeto ya tiene un mes desde que comenzó con esto y a estado cazando a los jóvenes del colegio después de salir, no hemos podido dar con alguna pista de ¿quien es? ¿Por qué lo hace? ¿O qué hará con sus víctimas? No se a encontrado a ninguno Shijima - expresó angustiado e impotente ante la situación. El pelirrojo por su parte suspiró.

Shijima: tienes razón, los policías encubiertos que se an enviado no an venido con éxito de regreso, es más... pareciera que se está burlando de nosotros - dijo, mientras Mystoria bajo la mirada.

Mystoria: tenemos que encontrarlo, ¿qué pasaría si su siguiente víctima sea Milo? - preguntó angustiado.

Shijima: vamos Mystoria, hay más de quinientos niños en esa escuela. Además, que si le hubiera llamado la atención tú hijo hubiera sido al primero en llevarse ¿no lo crees? No es por decirles cosas, pero tú y Écarlate le an dado demasiadas libertades a ese niño y hasta ahora no le a pasado nada ¿verdad? - preguntó mientras su amigo asintió.

Mystoria: Si tienes razón - respondió.

Shijima: además... algo me dice que ese tipo sabe lo que le conviene, sabe que si le llega a tocar un solo cabello a tú hijo no pararas hasta dar con él y por eso se va contra los que sabe que no podrán hacer nada - afirmó mientras Mystoria sonrió, Shijima siempre era así, siempre buscaba la manera de levantarle el ánimo a toda costa en cuanto lo veía angustiado o triste.

Mystoria: muchas gracias por todo Shijima - agradeció, el pelirrojo por su parte sonrió lo vio para después responder.

Shijima: no hay nada que agradecer Mystoria. Para eso están los amigos - respondió.

Mientras tanto.

Con Écarlate.

Écarlate por su parte trataba de trabajar, pero realmente había algo que le estaba preocupando y no lo dejaba pensar bien. Y era el motivo de que si el pequeño en camino se parecería a él o a Mystoria, si en dado caso se pareciera a él, ¿cómo le iba a explicar a Milo? Es obvio que el iba a tener preguntas del porqué es diferente a ellos, pero si el pequeño o pequeña se parecía a Mystoria tendrían ahí una gran ventaja, después de todo, Milo si compartía gran parecido con su mamá.

Écarlate: ¿que voy a hacer ahora? - preguntó con la cabeza enterrada sobre la mesa.

Gestalt: ¿de que hablas? - preguntó sin quitar la mirada de su monitor.

Écarlate: pienso en que... ¿que tal posible es el hecho de que el nuevo bebé se parezca a ambos, pero no sea igual a Milo? - preguntó mientras el otro lo vio confundido.

Gestalt: ¿y cómo por que no se parecería a Milo si es su hermano? - preguntó confundido.

Écarlate: es un hipotético caso, ¿crees que Milo se lo tome a mal? - preguntó mientras escucho al otro reír.

Gestalt: jaja, Écarlate te preocupas por nada. Obviamente va a ver una buena combinación de genes entre ustedes, de lo contrario Milo no hubiera salido tan guapo, o eso deberías agradecerle a Mystoria porque se parece más a él. Pero respondiendo a tú pregunta. Tienen más posibilidades de que el nuevo bebé se parezca a su hermano mayor que a ustedes dos, créeme, hay ocasiones en que el hermano menor se parece más a su hermano mayor que a sus padres sin ser gemelos - dijo no tomándole mayor importancia - además, no creo que a tú hijo le importe si su hermanito se parece a él, a ti, o a su madre, lo que le importa es que venga bien - aseguró.

Écarlate: si tienes razón... - respondió.

Para momentos después ver a Aspros pasar, estaba de más decir que se veía como si no hubiera dormido en toda la noche, por lo cual Écarlate preguntó.

Écarlate: ¿Que le pasa? - preguntó.

Gestalt: según tengo entendido, estuvo toda la noche en el hospital, cuidando de su hermano Deuteros.

Écarlate: ¿esta enfermo?

Gestalt: si pero no se sabe de que. Se niega a dar detalles.

Écarlate: lo había visto en algunas ocasiones, Shion siempre lo llevaba a los cumpleaños de Milo, se veía fuerte no entiendo como es que se enfermo.

Gestalt: créeme es un misterio, tanto como él tuyo, haciendo hijos y sin contarme nada - reclamó mientras Écarlate giro los ojos aburrido.

Desde que le hicieron creer que Milo era hijo suyo no deja de hacerse el ofendido al no haber sido informado de que era tío desde hace tiempo. Así que sin prestarle mucha atención siguió con su trabajo.

Pasando a otro lugar.

En el hospital.

Shaka había entrado a la habitación de su padre junto con su madre, el rubio tenía curiosidad así que hablo.

Shaka: ¿puedo saber a donde fuiste ayer? - preguntó.

Asmita: fui a hablar con alguien, necesitaba desahogarme - respondió sin ver al menor, únicamente enfocándose en acariciar el cabello de su esposo.

Shaka: aja, ¿y eso te llevo toda la noche? - preguntó de brazos cruzados.

Asmita: Shaka no tengo porque estarte dando explicaciones de lo que hago, eso no te incumbe, y hablando de eso, ¿por qué no fuiste a la escuela? - preguntó molesto.

Shaka: alguien tenia que quedarse con papá ¿no? Saga y Kanon trabajan y tú desapareciste después de dejarnos aquí. Así que llame al tío Aspros para que me acompañará - respondió.

Asmita: ¿Que hiciste que? - preguntó molesto - Shaka, sabes que tú padre no quiere que nadie se entere de esto, ¿por qué rayos se lo dijiste al que menos debía enterarse? - regaño.

Shaka: Perdón. Pero creí que era lo correcto - se disculpó un poco triste, el rubio mayor suspiró mientras pasaba una de sus manos por su rostro, para después acercarse a su hijo y abrazarlo.

Asmita: tranquilo, se que no lo hiciste con mala intención, perdón por regañarte - se disculpó para después alejarse - ve a casa, duerme un poco, yo llamare a Saga para que vengan por tí, ¿esta bien? - preguntó mientras el menor asintió, para después retirarse.

Asmita por su parte se volteó, para ver a su esposo, quien seguía dormido, le entristeció mucho verlo así, pero sabía que no estaba todo perdido, y el haría lo posible por salvarlo, aunque no fuera de la manera correcta. Haría lo que tuviera que hacer con tal de mantener a su familia unida.

Asmita: juro que voy a hacer hasta lo imposible por salvarte amor - fue lo que susurro mientras se acercaba a la camilla y tomó una de las manos de su esposo, para dejar un suave beso ahí y colocarla a la altura de su mejilla, mientras lo veía.

Continuará...